REGIMIENTO INFANTERIA DE LÍNEA DE SALAS
“EL DIABLO”
ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN
Como
consecuencia de la declaración de guerra a Francia acordada por
Con el objeto de dar a los concentrados la conveniente
instrucción militar, el 2 de junio se aprueba la organización de 20 regimientos
de infantería, de a mil hombres cada uno, los cuales deberían ostentar los
nombres de los concejos más importantes del Principado. Para la organización de
los cuerpos que se pretendía levantar, se eligió la vieja orgánica de los
Regimientos de Milicias Provinciales, es decir, deberían estar constituidos por
un único batallón de a 10 compañías, con su correspondiente Plana Mayor, y una
fuerza teórica de 1.000 hombres cada uno[1].
Con la reunión de voluntarios
procedentes de los concejos de Salas, Siero, Proaza, Pravia, Candamo, Ponga,
Cornellana[2], Grado, Noreña, Miranda,
Colunga, Las Regueras, Boal y Villaviciosa, el 18 de junio de 1808 se crea en
Oviedo, capital del Principado de Asturias, el “REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE
SALAS”, bajo el pie de un sólo batallón con sus correspondiente Plana Mayor y
una fuerza inicial compuesta de 28 oficiales y 418 efectivos[3]. Fue su primer Coronel, D.
Gregorio Cañedo y Vigil.
Nombres o denominaciones que ha
tenido u ostentando desde su creación.
-
1808. Regimiento de Infantería de Salas
-
1808. Regimiento de Infantería de Línea de Salas.
VICISITUDES, CAMPAÑAS Y
ACCIONES DE GUERRA
1808
El 26 de junio
de 1808 el general D. Vicente María de Acevedo dispone que con una parte de las
trece compañías de su división que se hallaban acantonadas en Grado se forme el
Regimiento de Salas, de cuyo mando, como estaba previsto, se encarga el coronel
D. Gregorio Cañedo y Vigil. Inicialmente se organiza con 400 efectivos,
divididos en 10 compañías de a cuarenta hombres cada una. Con el objeto de cumplimentar
lo dispuesto por el capitán general del Principado de fecha de 17 de mayo de
1808 y otra de la comisión de Guerra de 1.º de junio del mismo año, se nombran
sargentos 1.ºs y 2.ºs, así como también cabos 1.ºs y 2.ºs. De los 60 hombres
que faltaban para el completo de cada una de las respectivas compañías se irán reponiendo
según se vayan alistando. Arreglado en estos términos, el Regimiento de Salas
queda acantonado en Grado, mandado por el coronel D. Gregorio Cañedo y Vigil.
Nada más
concluir la organización del batallón, el 27 de junio el general Acevedo dispone
que el Regimiento de Salas, con su coronel al frente, parta desde su
acantonamiento de Grado para la villa de Llanes con el objeto de reforzar aquel
punto.
ORGANIZACIÓN INICIAL:
26 DE JUNIO DE 1808
Un Batallón de a
diez compañías, distribuido en:
P
L A N A M A Y O R - Coronel ………… D. Gregorio Cañedo y Vigil
- Sargento Mayor … D. José García Prada
- Ayudante ………. D. Manuel Cadenas[4]
- Abanderado ……. Vacante
- Capellán ……….. Se ignora el nombre
- Cirujano ……….. Idem.
- Tambor Mayor … Idem. - Maestro armero … Idem. |
CÍA |
CAPITANES |
TENIENTES |
SUBTENIENTES |
1ª |
D. Angel Vigil de Quiñones |
D. Miguel María Prieto |
D. Antonio Llano |
2ª |
D. Alvaro Llana Folgueras |
D. Blas Folgueras |
D. Antonio González del Río |
3ª |
D. Bonifacio Marrón |
D. Francisco González Laguna |
D. Francisco López Villabrille |
4ª |
D. Ramón Rodríguez Cañedo |
D. Juan Policarpo Peláez |
D. Francisco Alonso |
5ª |
D. Benito Prada |
D. Isidoro Fernández Miranda |
D. José Fernández Castañón |
6ª |
D. Manuel Rodríguez Sanfrechoso |
D. Manuel Puerta Colón |
D. Fernando del Río |
7ª |
D. José Montoto |
D. Joaquín Vázquez Prada |
Vacante |
8ª |
D. Benito Fernández Quiñones |
D. Francisco de Caso |
D. Francisco González Castro |
9ª |
D. Francisco Rivero |
D. Tomás Fernández Trapiella |
D. Francisco Longoria |
10ª |
D. Enrique Polledo y Cuesta |
D. Antonio de Granda |
Vacante |
CÍAS. |
Sgt.ºs 1.ºs |
Sgt.ºs 2.ºs |
Tambores |
Cabos y
soldados |
Fuerza total |
1ª |
1 |
1 |
1 |
47 |
50 |
2ª |
- |
2 |
- |
42 |
44 |
3ª |
1 |
- |
- |
41 |
42 |
4ª |
1 |
1 |
- |
37 |
39 |
5ª |
1 |
1 |
- |
40 |
42 |
6ª |
1 |
1 |
- |
38 |
40 |
7ª |
1 |
1 |
- |
40 |
42 |
8ª |
1 |
1 |
- |
38 |
40 |
9ª |
1 |
1 |
- |
37 |
39 |
10ª |
1 |
- |
- |
39 |
40 |
Total |
9 |
9 |
1 |
399 |
418 |
La instrucción
del batallón es encomendada a los oficiales, sargentos y cabos de los regimientos
Provincial de Oviedo e Hibernia que habían sido destinados al Regimiento de
Salas con este propósito.
El 12 de julio
de 1808 se encontraba acantonado en Bezanes (concejo de Caso).
El 20 de julio de 1808 el capitán de la 1.ª
compañía del Regimiento de Salas D. Angel Vigil de Quiñones, cesa en su destino
por haber sido nombrado por
El 22 de agosto,
los generales Blake y Acevedo se reúnen en León para tratar sobre el auxilio
que Asturias debería prestar al ejército de Galicia. El día 29 el general
Acevedo informa a Blake que ha dado orden para que las tropas asturianas, entre
las que naturalmente se encontraba el Regimiento de Salas, se reúnan en Llanes
para verificar en dicho punto la organización de una división para ponerla a
disposición del entonces denominado Ejército de Galicia.
Como
consecuencia del acuerdo anterior, en septiembre de 1808 el Regimiento de Salas
queda incorporado a la recién constituida División
expedicionaria asturiana, puesta bajo el mando del teniente general D.
Vicente María de Acevedo cuya división, tal como se había convenido, debería
incorporarse al Ejército, también expedicionario, de Galicia para formar la 3.ª
división del expresado ejército, cuyo mando en jefe ostentaba el teniente general
D. Joaquín Blake y Joyes.
El 22 de
setiembre el brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós, inspector general de la
división, en presencia de los generales Acevedo y Llano Ponte –que fungía de mayor
general de la misma–, pasa la primera revista de inspección a los regimientos de
la división, entre los que se encontraba el de Salas que, desde ese mismo
momento, queda encuadrado en la 2.ª brigada que manda el propio Quirós.
El 25 de
septiembre la totalidad de los regimientos destinados a constituir la 3.ª división
se hallan acantonados en Llanes, localidad en la que queda establecido el
cuartel general divisionario. Este mismo día, el general Acevedo propone a
Aprobado el plan
anterior, el Regimiento de Salas, junto con los demás cuerpos divisionarios, experimenta
una profunda transformación para adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra,
quedando arreglado desde el 1.º de octubre de este mismo año bajo el pie de dos
batallones de a cinco compañías cada uno, una de ellas de granaderos, creando
así, con esta articulación en batallones, una unidad más flexible y maniobrera.
La orgánica de los cuerpos, según el “Plan de reforma” propuesto por su general
en jefe, es la que refleja el cuadro siguiente:
PRIMER BATALLÓN |
SEGUNDO BATALLÓN |
P
L A N A M A Y O R - Coronel - Sargento
Mayor - Primer
Ayudante - Abanderado
- Capellán - Armero - Cirujano - Tambor
Mayor - 6 Pífanos - Tambor de
Órdenes |
P
L A N A M A Y O R - Teniente Coronel - 2
Ayudantes -
Abanderado - Capellán - Cirujano - Armero - Tambor
Mayor - 6
Pífanos - Tambor
de Órdenes |
C O M
P A Ñ Í A S |
|
Cada
Compañía compuesta por:
- 1 Capitán - 1 Primer Teniente - 1 Segundo Teniente
- 1 Subteniente
- 1 Sargento 1º...........}
- 4 Sargentos 2ºs.…...}
- 8
Cabos 1ºs.............} Total tropa:
100 hombres
- 8 Cabos 2ºs…….....}
- 2 Tambores.............} - 77
Soldados...............} |
El 29 de
septiembre de 1808, una vez arreglado bajo el pie de “de Línea”, es decir
formado por dos batallones de a cinco compañías cada uno –una de ellas de granaderos–,
el Regimiento de Salas emprende la marcha hacia Vizcaya, llegando a Quincoces
de Yuso (Burgos) el 11 de octubre. En el estado de fuerza efectiva de todos los
cuerpos que componen el “Ejército de
operaciones de Asturias”, fechado el cuartel general de Quincoces el 12 de
octubre de 1808, el Regimiento de Salas presenta una fuerza compuesta por 20
jefes y oficiales y 530 individuos de tropa, lo que supone un incremento de 112
efectivos respecto a los 418 fijados por la orgánica anterior.
El
16 de Octubre las tropas expedicionarias de Asturias, después de pasar la
revista de Comisario reglamentaria, se refunden en el Ejército de Galicia,
constituyendo, como estaba previsto, la 3.ª división del expresado ejército.
Concertado el
despliegue de las unidades, el general en jefe del Ejército de Galicia, a
partir de ahora denominado “de la Izquierda”, dispone que el Regimiento de
Salas, que con los demás cuerpos de la 2.ª brigada que ocupaba Villarcayo y sus
cercanías bajo las órdenes del brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós, se
traslade a las cercanías del cuartel general de la división establecido en
Quincoces de Yuso. El día 19 de octubre parte para Orduña.
El estado de
organización y fuerza disponible del Ejército de la Izquierda de fecha 31 de
octubre, el Regimiento de Salas presenta los mismos efectivos reflejados en el
informe anterior. Según este estado, el regimiento continúa encuadrado en la 2.ª
brigada que manda el brigadier Bernaldo de Quirós, cuya brigada sigue destacada
en Orduña.
El 3 de
noviembre las fuerzas de la 2.ª brigada al mando del brigadier Bernaldo de
Quirós, entre las que, naturalmente, se encuentra el Regimiento de Salas, se
reagrupan en La Nava con el Ejército de la Izquierda.
Ante el riesgo
inminente de un ataque enemigo para recuperar Balmaseda, el Regimiento de Salas
por orden del general en jefe abandona la villa el 8 de noviembre, lo que
verifica con prontitud, orden y sin el menor contratiempo hasta salir el último
hombre, pese a estar expuestos a un intenso fuego enemigo. No obstante, entre
las tropas asturianas se producen varias bajas entre muertos y heridos.
Emprendida la
retirada por el camino de Quintana, sobre la una de la tarde del 10 de
noviembre, a la altura de la villa de Espinosa de los Monteros se presenta una
fuerza enemiga considerable, lo que obliga a las tropas de Blake a ocupar
posiciones de ventaja (alturas dominantes) para evitar la sorpresa y facilitar
así la defensa ante el previsible ataque que pudiera acometer el enemigo, lo
que así ocurrió, ya que se trabó un duro y encarnizado combate en el que, tras
dos horas de agotadora lucha en la que por ambas partes de hicieron prodigios
de valor, fue rechazado en enemigo. Por la tarde el general Acevedo resuelve
atacar las posiciones enemigas, cuyo movimiento se efectúa con serenidad,
batiéndose con extraordinario valor los cuerpos asturianos, pero la acción
queda indecisa por sobrevenir una densa niebla que hacia imposible distinguir
cualquier objeto. El Regimiento de Salas, junto con el Provincial de Oviedo y
Villaviciosa, realiza durante el transcurso de la acción tres cargas a la
bayoneta, causando varias bajas al enemigo. En el fragor de la batalla, el capitán
del Regimiento de Salas, D. Pablo de Mier, se apodera de dos banderas y una
caja de guerra del enemigo, por lo que la Junta de Asturias, en premio a su
acción, le confiere el grado de coronel. Entre las tropas asturianas se
producen, sin embargo, bajas que contabilizan varios muertos y heridos.
A la mañana del
día 11 se descubre que el enemigo, formado en batalla, se hallaba preparado para
dirigir su principal ataque contra la izquierda de las tropas asturianas, pero
habiendo observado que se mantenían firmes en sus puestos, sin avanzar, el general
Acevedo mueve contra ellos toda su línea, compuesta por el Regimiento de Salas,
el Provincial de Oviedo y parte del Villaviciosa, además de toda
No obstante lo
anterior, el Regimiento de Salas, al igual que los demás cuerpos que
intervinieron en la batalla de Espinosa de los Monteros, había acreditado
subordinación, valor y constancia en las demás circunstancias.
Puestos en
ordenada retirada con dirección al Principado de Asturias, siempre perseguidos
por fuerzas enemigas superiores, los maltrechos regimientos asturianos son alcanzados
cerca de la villa de Comillas.
Dispuesto el
enemigo a terminar con todo foco de resistencia, cae sobre Comillas para atacar
a las fuerzas asturianas allí establecidas y no contando éstas con tropas
suficientes para hacer frente a un enemigo que les aventaja en superioridad
numérica, el 19 de noviembre se repliegan a San Vicente de la Barquera, en la
creencia de que en este punto, por su privilegiada situación estratégica, se
podía contener al adversario y hacerle desistir de su persecución. Establecido
el dispositivo defensivo bajo el mando del general D. Nicolás de Llano Ponte,
sin tener en cuenta la formidable ventaja que ofrecía el terreno --lamentable
error táctico--, se dispone sostener el puente de La Maza, situado a espaldas
de las tropas, lo que deja a éstas en una situación comprometida. Bombardeada
la posición por la artillería y, posteriormente, acometida por la caballería
enemiga, cunde el pánico y se produce la dispersión, quedando expedito el paso
del puente para la progresión de las fuerzas francesas.
Siguiendo la
retirada general, siempre perseguidos por la caballería enemiga, el mismo día
19 de noviembre las fuerzas asturianas llegan a Colombres, en cuyo punto se
sostiene una breve pero dura refriega con sus perseguidores. Una vez
reagrupadas las restantes y desorganizadas fuerzas en la citada villa, el general
Llano Ponte decide establecer la línea defensiva en Colombres, pero engañado
por una hábil estratagema del enemigo, cual era encender y avivar grandes
fogatas para dar la sensación de reunión de fuerzas importantes, decide
replegarse sobre Llanes por temor de ser atacado al día siguiente.
En el mes de
diciembre, debido a los fracasos e incompetencia militar del general Llano Ponte,
Reunidas las
dispersas fuerzas en Reinosa, tras el recuento general realizado a éstas el 14
de diciembre de 1808, el Regimiento de Salas, que continúa compuesto de dos
batallones, presenta una plantilla regimental formada por 2 jefes, 24 oficiales
y 306 bayonetas. En la batalla de Espinosa y posterior dispersión, el
Regimiento de Salas había perdido entre muertos, heridos, dispersos y
desaparecidos, aproximadamente, el 42% de los efectivos respecto a la fuerza
presente el 31 de octubre. El armamento, a pesar de los avatares, se hallaba al
completo, carecía de uniforme y la instrucción se consideraba mediana.
En virtud de
orden del capitán general del Principado, el 18 de diciembre de 1808 el
Regimiento de Salas, junto con el de
Lena, se le encomienda el servicio de escolta de los carros que han de conducir
desde Gijón hasta Villafranca del Bierzo 3.000 fusiles ingleses. El día 23 del
mismo mes, un destacamento del Regimiento de Salas al mando del sargento 2.º,
D. Miguel Díaz es el encargado de conducir una partida de 960 fusiles, que no
llega a Villafranca del Bierzo por haber caído en poder del enemigo a nueve
leguas de su destino. Tres días más tarde, el 26 de diciembre, otro
destacamento del regimiento al mando del sargento 2.º, Vicente Rodríguez,
conduce desde Gijón otra partida de 1.000 fusiles para Villafranca, pero al
estar ocupado aquel punto por el enemigo los deja en custodia en el cuartel del
Regimiento Provincial de Mondoñedo.
1809
A principios del
mes de enero de 1809 el Regtº de Salas se hallaba sin jefes, por cuyo motivo no
puede salir para Llanes ni tampoco asignar destino alguno a la tropa que
nuevamente recibe para su completo, razones éstas por las que no podrá en
reunirse con su división.
Expuesto el
Principado de Asturias a ser invadido por el ejército francés,
El 10 de enero
de 1809. se ordena que el coronel del Regimiento de Salas, D. Gregorio Cañedo y
Vigil, se presente en Oviedo para recibir órdenes
Una vez provista
la plaza de sargento mayor, que se hallaba vacante desde la marcha del anterior
propietario que la detentaba, cuyo cargo recae en el capitán D. Manuel Olmedo,
y debidamente uniformado y pertrechado, el 21 de enero de 1809 se ordena la
salida inmediata del regimiento para su nuevo destino.
A finales del
mes de enero las fuerzas del teniente general D. José Vorster (5.ª división o división
de Occidente) ya se encontraban desplegada sobre la línea del Eo. En este tiempo
Vorster no tenía cuartel general fijo, ya que unas veces se mantenía en la Vega
de Ribadeo (actual Vegadeo) y otras en Villaboa de Miranda, término municipal
de Villaodrid (Mondoñedo).
El 24 de enero
de 1809 las fuerzas enemigas al mando del general Fournier, que ya se
encontraban sobre Mondoñedo, ante el temor de que el paisanaje gallego se haga
fuerte por la cercana presencia de las fuerzas de Vorster, son reforzadas con
dos batallones llegados ex profeso de El Ferrol cuyo mando, a partir de ahora,
lo asume el general Maurice Mathieu, quien al día siguiente se desplaza a
Ribadeo al frente de un destacamento de 150 hombres.
El 1.º de
febrero el general Vorster, con el objeto de dar a conocer su presencia en la
zona, desde la batería de San Román (Figueras), hace un fuerte y asombroso
fuego de artillería sobre la villa de Ribadeo. El día 2 Vorster, al frente de
sus fuerzas, cruza en barcas la ría del
Eo y se presenta en Ribadeo. Nada más efectuar el desembarco se posesiona del
Ayuntamiento y obliga a la Corporación a reconocer a Fernando VII, consistiendo
que sus soldados y paisanos armados con chuzos y escopetas que con ellos
llegaron (decían que “venían a comer a
los franceses”), asaltasen el fuerte de San Damían, poniendo fuego a su
polvorín y arrojando a la mar los cañones de su batería.
Tras la toma de
Ribadeo, las tropas de Vorster prosiguen su marcha hacia Mondoñedo, con el
propósito de sorprender a la guarnición francesa allí establecida. Se hace
correr el bulo de que se trata de una división de infantería perfectamente
armada y equipada (por ir vestida de rojo, decían que era inglesa) se encuentra
próxima a Mondoñedo, lo que provoca el pánico entre la escasa guarnición
francesa que ocupaba la ciudad.
Los dos mil
hombres que componían la división de Vorster, después de sorprender las
avanzadas enemigas, se posesionan de Mondoñedo, pero Vorster, por sus mal
concertadas órdenes, y el coronel Linares por no atender cumplidamente al punto
que guarnecía, dejaron retirarse a la sorprendida guarnición francesa sin
sufrir el menor hostigamiento. Rehecho el enemigo, a la mañana del día
siguiente decide atacar y desalojar a la división española de Mondoñedo, siendo
los Voluntarios de Cataluña los que más tesón y resistencia ofrecieron a su
desalojo, que terminaron por ceder y ponerse en franca retirada, circunstancia
aprovechada por Mathieu para invadir tres días después el Principado por el
punto de San Tirso de Abres, dirigiéndose acto seguido a la Vega de Ribadeo, en
cuya villa entra a altas horas de la noche, alcanzando más tarde el Navia. El general
Vorster en lugar de procurar contener cuanto menos al enemigo, ya que contaba
con superioridad numérica, se aleja del teatro de operaciones, atravesando por
Meredo y Plantón, con dirección a Boal.
Tras la
precipitada huida de Vorster, el 5 de febrero los franceses vuelven a ocupar la
importante villa de Ribadeo.
El 22 de febrero
de 1809 el Regimiento de Infantería de Salas aparece encuadrado en la 5.ª
división (general Vorster), situada en la línea del Eo-Navia.
El sargento 2.º
del del 2.º Bón. del Regimiento de Salas, D. José Rodríguez Carvajal resultó
muerto en las proximidades de Tol (Castropol) durante un encuentro sostenido con
el enemigo. El 12 de marzo de 1809 es enterrado en la parroquial de la citada
localidad.
El 17 de abril el Regimiento de Salas se encuentra en
Conforto, Villaodrid (Mondoñedo). Según el estado de fuerza circunstanciado en la
citada localidad de Conforto el 23 de abril de 1809 por D. Agustín Ronceros, actual
sargento mayor del Regimiento de Salas, con el V.º B.º del teniente coronel D.
Pablo de Mier, comandante accidental del cuerpo por ausencia de su coronel, que
se hallaba enfermo en Castropol, el Regimiento de Infantería de Salas presenta
la siguiente orgánica:
P L
A N A
M A Y
O R |
Coronel: D. Gregorio
Cañedo y Vigil Teniente Coronel: D. Pablo Mier y Mestas
Sargento Mayor: D. Agustín Ponceros Sargento Mayor
agregado: D. Julio Manrique Ayudante 1.º D. Bartolomé
Fernández Otro 2.º D. Isidro Villar Subteniente de
Bandera: D. José Barrio. En
Avilés Otro: D. José
Muñiz. Enfermo en Luarca. Capellán: D. Ignacio Menéndez
Flórez Otro: D.
Francisco Fio y León Cirujano: Vacante Otro: Idem. 2 Armeros 1 Tambor Mayor |
Bón. 1.º |
Capitanes |
Tenientes |
Subtenientes |
Granad.s |
D. Bonifacio Maron |
D. Francisco del Río |
D. Antonio González Río |
1.ª |
D. Antonio Seoane |
D. Miguel Prieto |
D. Francisco Fdez. Baquero |
2.ª |
Vacante |
D. Bartolomé Fernández |
D. Sant.º Alvarez Guerra |
3.ª |
Francisco Laguna |
D. Lino Ochayta |
D. Blas Ant.º Bermejo |
4.ª |
D. Isidro García de la Burria |
D. Juan de Dios Velarde |
D. Franc.º García Presno |
Bón. 2.º |
Capitanes |
Tenientes |
Subtenientes |
Granad.s |
D. Benito de Prada y Cascos |
Vacante |
D. José Fdez. Castañón |
1.ª |
D. Man.l Rod.z Sanfrechoso |
D. Antonio Carvajal Val.n |
D. Juan Reguero Ferrón |
2.ª |
D. José de Montoto |
D. José Flórez Collado |
D. Francisco Pintado Glez.. |
3.ª |
D. José Ramón Valdés |
D. Rafael Montes |
D. Manuel Blanco Alonso |
4.ª |
D. Sebastián Cuesta Ovín |
D. Juan Menéndez Morán |
D. Franc.º López Villabrille |
Agregado |
|
D. Andrés Ant.º Maimo |
|
|
Sgtºs 1ºs |
Sgtºs 2ºs |
Tambores |
Cabos 1.ºs |
Cabos 2.ºs |
Soldados |
Fuerza total |
Presentes y
efectivos |
9 |
24 |
8 |
44 |
33 |
714 |
832 |
En los hospitales |
2 |
7 |
- |
10 |
7 |
153 |
179 |
Comisión fuera del Cuerpo |
1 |
4 |
- |
3 |
7 |
58 |
73 |
Con licencia temporal |
- |
- |
- |
2 |
1 |
3 |
6 |
Ausentes sin permiso |
- |
5 |
2 |
3 |
6 |
89 |
105 |
Totales |
12 |
40 |
10 |
62 |
54 |
1.017 |
1.195 |
Nota:-
En este Regim.tº sirven sin haver
hecho constar el eprmisio de sus primitivos Gefes el 1.er Ayudante Capit.n
D.n D. Bartolomé Fernández q.e era Sarg.tº 1.º de Voluntarios de Estado, el
Capitán D.n Ant.º Sn.a Seoane q.e fue de
Nápoles, el Subten.te D.n Blas Ant.º Bermejo, Sarg.tº 2.º q.e ha sido de
Sevilla: 3,, Sargentos, 3,, Tambores, 4,, Cavos y 23,, soldados q.e lo eran de
los Regimientos de Granaderos Provinciales de Oviedo, del R.l Cuerpo de Marina,
de los de Infant.ª de Toledo, Navarra,
Mallorca, Aragón, Hibernia y Nápoles, Voluntar.s del 1.º de Cataluña, de los de
Navarra, de Estado, Literarios de
Galicia, Batl.ºn del General, Provin.l
de Mondoñedo, Reserva de Galicia, Caballería de Buenos Ayres, y del Voluntarios de España, los quales
algunos se presentaron extraviados de resultas de la retirada de Exto de Balmaseda, León, &; otros por haver sido prisioneros y
conseguir fugarse, y varios q.e se presentaron al principio del Alistamiento.
Otra:-
El Sargento Mayor D.n Julian Manrique
agregado á este Cuerpo, era Sargento 2.º
de las R.s Guardias Españolas, y
el Teniente D.n Andres Ant.º Maymo tambien agregado fue Alferez de Fragata de
______________
El 19 de mayo,
mientras las tropas del general Vorster se encuentran “perdidas” por las
montañas del occidente asturiano, el mariscal Ney procedente de Galicia,
después de desbaratar la inconsistente defensa establecida en el puente de
Peñaflor el día anterior, ocupa la capital del Principado.
Un destacamento
(o partida) del Regimiento de Salas, compuesto por 24 soldados, 2 sargentos 2.ºs,
un cabo 1.º y otro 2.º y un cadete, al mando del subteniente D. Manuel Alonso
Blanco, el 28 de mayo de 1810 pasa revista en Cibea (Cangas de Tineo) ante el comisario
Menéndez Valdés.
Mientras
ocurrían estas cosas, el general Ballesteros enterado de la incursión de
Kellerman a través de Pajares y que Oviedo se hallaba ocupada por fuerzas del mariscal
Ney, recibe el encargo del marqués de la Romana para que “reúna cuantas fuerzas pueda, y que obre según le parezca” y pone a
sus órdenes el Regimiento de la Princesa que manda el coronel D. José
O’Donnell. En cumplimiento de la orden anterior, Ballesteros decide abandonar
la línea de Colombres y efectuar el repliegue sobre Cangas de Onís, al tiempo
dispone que la reunión de las tropas se verifique en el Infiesto, a cuyo punto se
dirige con todo su cuartel general para recibirlas.
Una vez concentradas
las fuerzas en Infiesto, entre las que no se encuentran los regimientos que formaron la 5.ª división (línea
del Eo) bajo el mando del general D. José Vorster, Ballesteros intenta organizar
los cuerpos que deberán actuar bajo su mando.
Vorster, por
fin, da señales de su existencia y se presenta en Salas, en cuya villa
establece el cuartel general. Se queda con los regimientos de Llanes, Cazadores
de Fernando VII y Navarra, mientras que el Regimiento de Salas, junto con los
de Pravia, Lena, Grado y 2.º de Voluntarios de Cataluña (al que se le habían
agregado dos compañías del Regimiento de Castropol) queda a las órdenes del brigadier
D. Pedro de la Bárcena, moviéndose por los pueblos de la derecha del río
Narcea.
En la madrugada
del 2 de junio de 1809 el enemigo descubre la situación de las fuerzas españolas que ocupaban
posiciones en la pendiente que media entre Leiguarda y San Martín de Miranda. El
Regimiento de Salas, que compone la vanguardia de las fuerzas de Bárcena, se
encuentra desplegado en Menes para emprender, como el resto de la División, el
movimiento retrógrado tan pronto como las descubiertas enemigas aparezcan por
las vegas de San Cristóbal con dirección al puente de San Martín. Justo en el
momento en que asoma la vanguardia francesa al mando de Barthelemy, dos partidas
del Regimiento de Grado colocadas sobre el puente consiguen detener, con fuego
certero, a las primeras avanzadas enemigas. Barthelemy reúne a sus hombres –un
batallón polaco de 800 hombres– e intenta forzar el paso y alejar las guerrillas
apostadas al otro lado del puente, circunstancia que es aprovechada por el general
Bárcena para ordenar a los cuerpos de retaguardia que salgan a reforzar las
guerrillas y se sitúen en el punto por ellas ocupado. El Regimiento de Salas al
mando de su bizarro teniente coronel D. Pablo de Mier, reforzado con dos
compañías de granaderos del Regimiento de Grado; otras dos del de Lena y otra
del de Pravia, se sitúa en el punto que se le había señalado. Una vez roto el
fuego, a medida que las fuerzas contrarias se apresuran en ganar la cabeza del
puente, el tiroteo se va haciendo más violento; después de hora y media de duro
combate el enemigo es contenido, por lo que se ve obligado a retirarse y fortificarse
en las casas próximas de San Cristóbal. Reagrupadas las fuerzas, el enemigo hace
un segundo intento de conquistar la posición española, pero son nuevamente
rechazados por la tenaz resistencia que ofrecen las fuerzas defensoras. En el
combate resulta herido en una mano el bravo capitán del Regimiento de Salas D.
Bartolomé Fernández (antiguo sargento 1.º del Regimiento Voluntarios de Estado).
Concluida la acción, las fuerzas antes mencionadas se repliegan sobre
Leiguarda, acampando acto seguido en Las Estacas, en donde permanecen por
espacio de dos días recuperándose de las fatigas de la dura jornada.
Tras el merecido descanso por los duros
combates del día 2, el brigadier Bárcena al frente de las unidades que se
hallan bajo su mando, entre las que se encuentra el Regimiento de Salas, parte con
dirección al concejo de Teverga con el objeto de recibir instrucciones del
general Vorster para caer sobre Grado. En vista de que éstas no llegan, Bárcena
toma la iniciativa y emprende la marcha hacia el coto de Linares de Proaza, en
cuyo punto permanece por espacio de dos días sin recibir comunicación alguna de
Vorster. En vista de ello Bárcena, en conferencia con los jefes y oficiales de
su división, ordena marchar sobre Grado. En aproximación a Sama de Grado, la
vanguardia de la división toma contacto con una compañía de descubierta de la
guarnición francesa de Grado contra la que cargan, consiguiendo ésta librarse
de ser envuelta y hecha prisionera. Conforme se van acercando a la villa de
Grado, las fuerzas españolas esperan hallar cierta resistencia por parte de las
fuerzas francesas de la guarnición, lo que no ocurre por haber cundido y pánico
y posterior dispersión del enemigo.
El día 6 de
junio la división de Bárcena al completo se halla concentrada en Grado, en cuyo
punto, sorprendentemente, se recibe la noticia de que fuerzas del general
Kellerman, que se encuentra en Oviedo, se aproximan a Grado con la intención de
atacarla; por razones de seguridad se retira a las alturas de El Fresno (punto
dominante sobre el camino real de Galicia y La Mesa), ya que esta formidable y
estratégica altura ofrece mayor ventaja defensiva. En realidad se trataba de un
batallón que venía a reforzar la guarnición francesa de Grado que, después de
recoger a los dispersos fugados de la villa, regresa de nuevo a Oviedo. Al día
siguiente los hombres al mando de Bárcena vuelven a Grado, a cuya villa también
acude ese mismo día el general Vorster con los regimientos de Llanes, Fernando
VII y Navarra, que habían permanecido junto a él en el cuartel general de Salas.
Una vez en Grado, Vorster vuelve a reasumir el mando en jefe de la 5.ª división
(Occidente).
Una partida del
Regimiento de Salas al mando de sargento Juan García Robés, en comisión
ordenada por el coronel D. Pablo Mier, se halla en Avilés recogiendo dispersos
y desertores e incomodando al enemigo, al que arrestó a seis soldados y un
oficial llamado D. Juan Domingo Argüelles, que resultaron pertenecer al Regimiento
de de Castilla y que, con orden del brigadier D. Pedro Bárcena, pasaban disfrazados
a las inmediaciones de Oviedo para desempeñar comisión muy importante y
reservada.
El 10 de junio,
evacuada por el enemigo la capital del Principado, las fuerzas de Vorster entran
en Oviedo. Sin apenas dar descanso a sus tropas emprende la marcha con
dirección al Padrún, en cuyo punto la división se divide en dos brigadas; una se
pone al mando del coronel D. Gregorio Cañedo y Vigil, del Regimiento de Salas, y
la otra queda a las órdenes del sargento mayor D. Gregorio Piquero Argüelles,
del Regimiento de Castropol, cuyas brigadas deberían dirigirse a Pola de Lena con
el objeto de interceptar en aquel punto a las fuerzas del general Kellerman que
se conducen en retirada hacia León, pero en lugar de encaminarse a Pola de Lena
tal como se había convenido, por lo mal concertado de sus órdenes optan por tomar
caminos equivocados, frustrando de esta manera los planes previstos.
En efecto, la
brigada del coronel Cañedo Vigil, en la que se encuadra el Regimiento de Salas,
se desvía a la derecha por el puente de Loredo y, a través del antiguo camino
real, llega a Riosa y atravesando diversos caminos de montaña, alcanza el
pueblo de Zureda por Campomanes, mientras que
Por acuerdo de la Junta, el 18 de junio de
1810 el subteniente del Regimiento de Salas
D. Francisco López Villabrille, es promovido al empleo de teniente.
Desde el mes de
junio de 1809 hasta finales del mes siguiente el Regimiento de Salas se
encuentra acantonado en Noreña. En este tiempo figura como cadete del mismo
cuerpo D. Francisco Campo Trelles y Valdés Salas, natural de Santa Cruz de
Llanera.
Desde el 15 de
agosto de 1809, fecha en la que parte de
Noreña con dirección a Pajares, hasta el día 27 del mismo mes, el Regimiento de
Salas experimenta la deserción de 3 sargentos, 2 cabos y 45 soldados.
En octubre de 1809 se encuentra
acantonado en Cangas de Onís.
El 11 de
noviembre de 1809 varios soldados destinados al reemplazo del Regimiento de
Salas, que se hallaban en Avilés, parten para Cangas de Onís con el objeto de
incorporarse a su regimiento.
El 30 de
diciembre de 1809 el cargo de sargento mayor del Regimiento de Salas lo viene
ejerciendo D. Manuel Olmedo.
Finaliza el año
1809 sin que el Regimiento de Salas muestre signos de actividad alguna ya que,
desde el mes de junio en que los franceses abandonaron por completo el
Principado, no había enemigo a quien batir: Ney regresó a Galica, Kellerman lo
hizo a Castilla y Bonet se había retirado a Santander.
1810
El año 1810, con
motivo de la segunda invasión francesa del Principado de Asturias –que da
comienzo el 24 de enero–, va a suponer para el Regimiento de Salas una
referencia constante, ya que con la salida para Castilla, en agosto del año
anterior, de la reorganizada división del mariscal de campo D. Francisco
Ballesteros, el Regimiento de Salas –ahora convertido en una de las unidades
más formidables y aguerridas de las que quedaron en Asturias constituyendo su
guarnición– estaba llamado a ejercer un papel fundamental en la defensa del
Principado durante esta segunda invasión, ya que la fuerza que constituía este cuerpo,
bien operando como unidad orgánica independiente, tipo compañía, o en partidas
ligeras o volantes de
El 14 de febrero
de 1810 asiste a la acción de guerra librada sobre el puente de Colloto. Debido
a la irresponsable actitud del general Llano Ponte, las fuerzas del brigadier
Bárcena se vieron, en medio de una densa niebla y fuerte nevada, aisladas en el
puente gótico de Colloto, lo que facilitó al enemigo concentrarse sin ser visto
y provocar con ello una acción ofensiva sorprendente, produciendo la dispersión
general y su posterior reagrupamiento en Oviedo, en cuya ciudad contagian el
pánico a las propias fuerzas de Llano Ponte. Al desenlace contribuyó también la
actitud ambigua de Porlier. En la acción es hecho prisionero el capitán D.
Bartolomé Fernández, ayudante del Regimiento de Salas.
Consecuencia de lo anterior, las fuerzas supervivientes
del puente de Colloto, entre las que se encontraba el Regimiento de Salas, efectúan
una retirada precipitada a la línea del Nalón y establecen la defensa en la
cabeza del puente de Peñaflor (curiosamente, la defensa del puente se realizó a
la inversa de como se había efectuado el 18 de mayo del año anterior, puesto
que el avance enemigo también lo era).
Reunidas las
dispersas tropas asturianas, éstas se reorganizan en la orilla izquierda del
río Nalón, estableciendo a lo largo del curso del río (con su izquierda en
Pravia, su centro entre Grado y el puente de Peñaflor, y su derecha en el
puente de Soto de los Infantes) una “fuerte”
línea defensiva, reforzada con otra de sostén sobre el río Narcea a la altura
de Cornellana, con su cuartel general en Salas, situado a retaguardia de ambas
líneas. El oficial de Ingenieros, D. José Castellar, es el encargado de
fortificar someramente estas defensas, guarnecidas fundamentalmente por el
Regimiento de Salas, el de Llanes y otros dos o tres cuerpos más. Estas
unidades, muy mermadas de efectivos, estaban formadas en su mayoría por
soldados dispersos de los recientes combates y la fuerza efectiva de la reunión
de todos los regimientos, teóricamente, era de unos 1.200 hombres.
Otro de los combates en los que
interviene el Regimiento de Salas, es la acción que tiene lugar el 10 de marzo
de 1810 en la línea del Narcea, en la que se rechazan los impetuosos ataques lanzados
por fuerzas enemigas superiores contra la citada línea. Por el extraordinario
mérito contraído por el subteniente del Regimiento de Salas, D. Francisco
López, el día 12 de este mismo mes
Como
consecuencia de la orden anterior, una vez deliberada la forma de llevar a
efecto la organización del Ejército, se decide remitir a
El 21 de mayo de
1810
Por acuerdo de
la Junta de 8 de junio de 1810, en su artículo 2.º, se declara dejar nula en
todas sus partes la reforma del Ejército, por lo que los cuerpos volverán a
ostentar sus antiguas denominaciones. En cuanto al restablecimiento de los
cuerpos, el 20 de junio se decide organizar los de Luarca y Salas, con la denominación
de Regimiento n.º 2, puesto bajo el mando del coronel de Luarca, D. Juan
Cañedo. En la plan de reforma del 4 de abril, el Regimiento de Luarca constituía
el n.º 2 y el de Salas el n.º 3.
En su afán de
destruir al general Bárcena y las fuerzas que él comanda, el enemigo sale en su
persecución con el objeto de atacarle allí donde se encuentre. El contacto
tiene lugar el 15 de agosto de 1810 en el Coto de Linares (concejo de Proaza),
en cuyo punto se ocupan posiciones defensivas para resistir el ataque de las
fuerzas enemigas que habían salido de Grado a través del camino real que
discurría por Bayo, Sama de Grado y Linares de Proaza.
La acción es
iniciada por el valeroso Regimiento de Salas, que se descuelga a la bayoneta
–la mayor parte del combate se verificó con arma blanca–, causando al enemigo
sensibles bajas. El Regimiento de Salas, que hizo prodigios y combatió con tal
denuedo, batió y derrotó al enemigo, poniéndole en franca retirada hasta Sama
de Grado, en cuyo punto se traba nuevo combate. Tras la acción, el enemigo se
repliega sobre su base de partida situada en la villa de Grado, en donde recibe
400 hombres de refuerzo.
El mismo 15 de
agosto, día glorioso para las armas de España, aunque costoso por la mucha
sangre derramada, se combate en Linares de Cornellana contra los 500 hombres
que componían el primer batallón del Regimiento nº 118, cuerpo que es batido
por tropas ligeras al mando del teniente coronel del cuerpo volante, D.
Fernando Miranda, al que causa 200 bajas entre muertos y heridos, cogiéndoles
además varios prisioneros, fusiles y otros pertrechos, pero no resulta
totalmente derrotado ya que lo impidió la equivocada dirección que, por error
de las guías, tomó el Regimiento de Salas que estaba destinado a atacarlo por
Por decisión de
El 20 de agosto
de 1810 combate en la acción que tuvo lugar en las alturas inmediatas a San
Lorenzo, en Teverga, contra fuerzas enemigas superiores al mando del coronel
Gauthier, del Regimiento n.º 120. Repliegue sobre Teverga y, dejando partidas
emboscadas y otras ocupando posiciones de ventaja, retirada sostenida de la
División.
Por estas fechas
ejercía como srgento mayor del Regimiento de Salas, D. Francisco Farto.
El 20 de octubre
de 1810 fuerzas del Regimiento de Salas que componían la división de vanguardia
del brigadier Bárcena, son destacadas en descubiertas y observación del enemigo
situado en distintos puntos del concejo de Grado (entre El Fresno y Peñaflor).
Este mismo día combate en la acción que tuvo lugar en las alturas de la Espina
sobre Salas, en la que todos los jefes, oficiales y tropa del Regimiento de
Salas llenaron su deber, distinguiéndose el coronel, comandante del Regimiento
de Salas, D. Pablo de Mier; el capitán del mismo cuerpo D. José Montoto y el subteniente
de tiradores (compañía de cazadores) D. Francisco García Presno, también del
Regimiento de Salas. Durante el desarrollo de la acción resultó muerto un
sargento del Regimiento de Salas.
Acción sostenida
el 28 de noviembre de 1810 cerca del puente de Cornellana. En esta acción,
resultaron heridos los oficiales del Regimiento de Salas D. Miguel Prieto y D. Blas
Bermejo, así como el capitán del mismo cuerpo D. José Montoto, quien a pesar de
la herida recibida, continuó mandando su compañía hasta que sus jefes le
obligaron a retirarse.
En la sesión de
la Junta del día 13 de diciembre de 1810, se da a conocer el memorial
presentado por el capitán del Regimiento de Salas, D. Bartolomé Fernández, en
el que expone haber salido herido en el ataque de Linares de Cornellana y
haberse curado de las heridas en su casa.
Por R. O. de 16
de diciembre de 1810, el Consejo de Regencia resuelve que las tropas españolas
se distribuyan en seis ejércitos, por lo que el Ejército de la Izquierda
(antiguo de Galicia) pasa a denominarse 6.º Ejército, que comprende a Galicia,
Asturias, León y la parte de Castilla a la derecha del Duero, con dos
subinspecciones: una en Galicia y otra en Asturias. Como consecuencia de la
orden anterior el Regimiento de Salas, cuya disolución ya se contemplaba, no se
le nombra ni aparece relacionado en los distintos estados de fuerza.
1811
Al comenzar el
año 1811, el Regimiento de Salas continuaba mandado por el coronel D. Gregorio
Cañedo y Vigil.
Asimismo, en
1811 figuraba como subteniente del Regimiento de Salas, D. Francisco Fernández
Baqueros.
Ataque a Soto
del Barco el 23 de enero de 1811. El 18 de enero de 1811, 300 hombres del
Regimiento de Salas son embarcados en Cudillero, siendo desembarcados dos horas
más tarde en la playa de Santa María del Mar, punto situado a espaldas del
enemigo y a una legua y media de sus avanzadas. 50 hombres del Regimiento de Salas son
desplegados sobre el camino de Avilés y otros 50 en caminos o alturas próximas,
mientras que la fuerza principal se encaminaba a Soto del Barco para desalojar
al enemigo. El día 23 el enemigo, que se hallaba situado en la iglesia de La
Corrada, altura próxima a la casa del Sr. Llano Ponte, rompe el fuego contra
las fuerzas españolas que se mantenían en aquel punto, obligándolas a abandonarlo
tras los primeros disparos. El Regimiento de Salas no entró en combate, ya que
durante el desarrollo de la acción ocupaba el camino de Riberas de Pravia.
En febrero de
1811, el Regimiento de Salas, con algunos caballos, se une a las fuerzas de
Porlier para observar los movimientos del enemigo sobre el Narcea.
Después de
varios meses de aplazamientos, no exentos de dificultad, el 28 de febrero de
1811 se decide acometer la tan ansiada reforma de los cuerpos asturianos (es el
tercero y definitivo intento que se hace desde 1809), pero aún habrían de transcurrir
algunos meses para poder llevarla a la práctica.
El 11 de marzo
de 1811 dos compañías del Regimiento de Salas al mando del capitán D. José
Montoto, a quien se le había hecho el encargo de cubrir el flanco izquierdo de
la división de Brigadier Bárcena e incomodar al enemigo desde Las Rubias hasta
las alturas de Bodonaya, en cuyo punto se observan algunas partidas enemigas que
habían quedado rezagadas en su marcha, por lo que el citado capitán dispone
adelantar algunas guerrillas por la derecha del pueblo, mientras que el resto
de la fuerza avanzaba por el centro e izquierda para caer sobre el enemigo.
Verificado el ataque, caen dos franceses muertos y seis son hechos prisioneros.
El resto de las fuerzas enemigas, sobre unos 40 ó 50 hombres que se hallaba
sobre Fontanos, se repliega sobre Salas, siendo perseguidos por la compañía de
tiradores del Regimiento de Salas. El capitán Montoto, a pesar de haber
recibido dos heridas en acciones anteriores, se distinguió bizarramente.
Por fin, el 11
de abril de 1811 con la disolución de todas aquellas unidades que no se
hallaban en condiciones de operatividad, se acomete la tan ansiada
reorganización. Se disuelven 13 regimientos, cuyos exiguos efectivos se
refunden días más tarde en tres cuerpos de nueva planta que retoman el antiguo
nombre de “ASTURIAS”. Los escasos efectivos del Regimiento de Salas se integran
en el recién constituido Regimiento “3.º de Asturias”, cuyo mando se encomienda
el 16 de julio de 1811, con carácter interino, a D. Juan González Cienfuegos[7], antiguo coronel del extinguido
Regimiento de Candás y Luanco, y como sargento mayor a D. José María Prada,
también sargento mayor que fue del extinto Regimiento de Salas.
El “3.º de
Asturias”, compuesto por 851 plazas, fue formado y organizado en la ciudad de
Oviedo en julio de 1811. El 25 de agosto, la Junta comisiona a D. Nicolás de
Llano Ponte para que, a las cinco de la tarde del día siguiente, asista a la
revista de Comisario en el Parque de San Francisco. En efecto, el 26 de agosto
se verifica en Oviedo la primera revista de Comisario y se ordena su
incorporación al “1.º de Asturias” que se encuentra en La Coruña.
El 17 de
septiembre de 1811 se halla mandado, con carácter accidental, por el sargento mayor
D. José María Prada.
A finales del
mes de octubre, encontrándose en La Coruña, recibe la orden de embarcar para
América y que el destino del Regimiento sería Nueva España. Tras el arreglo
sufrido en La Coruña (entre octubre y noviembre de 1811), previo al embarque, queda reducido a un sólo batallón (ahora
denominado “Batallón Expedicionario de
Asturias”), de a 6 compañías, con un total de 635 efectivos. Precisamente
en esta Plaza se hace cargo del mando del batallón el teniente coronel de
Caballería, D. Juan de Cándano Suárez (natural de Ballota, por aquel entonces
perteneciente al concejo de Pravia y comandante que fue del Regimiento de
Grado), y se nombra, como sargento mayor, a D. Francisco de Paula Caminero. El
5 de noviembre de
El antiguo
cuadro del extinguido Regimiento “3.º de Asturias”, así como los 216 efectivos
excedentes, permanece en La Coruña a la espera de recibir órdenes para regresar
a Asturias.
-----ooOoo----
Cuando en 1808 se forma el Regimiento de Salas, al
igual que los demás cuerpos asturianos, lógicamente tuvo que tener su propia
bandera, de cuya enseña, desgraciadamente, no nos ha llegado noticia alguna
sobre su existencia, por lo que se desconoce cualquier detalle o característica
acerca de
Uniformes
La uniformidad,
propiamente dicha, observada por el Regimiento de Salas al principio del
levantamiento contra el invasor ha discurrido paralela a la de los demás cuerpos
asturianos que se crearon en fecha anterior o posterior a él.
Poco tiempo después
de formarse el cuerpo, a los efectivos que lo componían les fueron
suministradas diversas prendas de vestuario confeccionadas por artesanos del
Principado, cuyo uniforme básico lo componía una casaca o chaqueta corta de
paño pardo[8], con cuello, vueltas y
otros apliques de color encarnado (o verde si se trataba de tropas ligeras); un
pantalón de lienzo crudo; una chaqueta corta de marcha o fatiga de lino o
lienzo cruzo, posiblemente con cuello y vueltas también de color grana o verde.
Como prenda de cabeza se usaba, parece ser, el gorro de manga o de cuartel, o
bien el sombrero redondo de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo, o de
los procedentes de la ayuda británica llegada a Oviedo meses antes. La mayoría
de los pertrechos que conformaban el equipo del soldado eran también de origen
británico, recibidos en Oviedo en julio de 1808, justo a tiempo para equipar a
los regimientos que por esas fechas se estaban organizando en Oviedo.
Para hacernos
una idea aproximada del uniforme antes esbozado, se ofrece la descripción
literal de la certificación que hace el sargento mayor del Regimiento de Salas
de las prendas que contenía una de las dos maletas pertenecientes al heroico
teniente del Regimiento de Llanes, agregado al de Salas, D. Antonio Cancio
Donlebún[9], muerto gloriosamente en
el campo del honor durante la acción de guerra favorable a las Armas de España
desarrollada en las inmediaciones de Linares de Cornellana (Salas) el 15 de agosto
de 1810. Una de estas maletas ―que habían sido entregadas por el soldado
de la 4.ª compañía del 2.º batallón, Feliciano Martínez Casariego, asistente
del teniente Cancio― contenía, entre otras cosas, lo siguiente:
«Vnos Pantalones viejos, y rotos de Paño de
color de
En enero de 1809
los componentes del Regimiento de Salas, aunque no existe constancia documental
alguna que lo pruebe, es posible que, en primer lugar, por su pertenencia a la división
del Eo –la mejor provista de todo– se haya beneficiado con prendas de vestuario
de procedencia británica recibidas en Gijón el mes anterior, ya que
Recompensas
El Regimiento de Salas, al tratarse éste de un
cuerpo ceñido casi exclusivamente a la defensa y guarnición del Principado de
Asturias, fueron escasas las recompensas que recibieron sus componentes. Entre
estas, sólo destacan:
1. Escudo de
Distinción al Valor en Asturias
Para enaltecer
el valor de los cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres,
Como
consecuencia de lo anterior,
Aunque el Regimiento
de Salas no estaba comprendido dentro de los cuerpos que constituyeron el
dispositivo defensivo de Colombres durante los ataques del 15 de enero, 18 de
febrero y 29 de abril, ni tampoco formaba parte de las tropas que defendieron
el puente de Peñaflor el 18 de mayo del mismo año, no cabe duda que su uso
también se hizo también extensivo a los miembros de los otros cuerpos que
constituían las divisiones de Pajares y del Eo, entre las que se encontraban,
claro está, los componentes del Regimiento de Salas.
Dicho escudo,
para llevar bordado en la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente,
consiste en una pieza circular de paño o lino blanco, de
2. Escudo de
Distinción de Peñaflor
Por la segunda
acción de guerra desarrollada en el puente de Peñaflor, como recompensa a la
constancia de las fuerzas que concurrieron a su defensa, se creó un nuevo
Escudo de Distinción con el lema “CONSTANCIA - PEÑAFLOR - 15 DE FEBRERO DE
Se trata de un
escudo de factura diferente al anterior, creado para premiar el hecho de armas
desarrollado en el mismo escenario el 15 de febrero de 1810, cuya diferencia
respecto del primero estriba en que ahora ya no se inscribe la palabra “VALOR”, porque no hizo falta
demostrarlo, puesto que estaba suficientemente acreditado.
En el supuesto
que una misma persona estuviera presente en ambas acciones y, por lo tanto, en posesión de las dos
recompensas; el escudo por la primera acción lo llevaba colocado en la parte
superior –que es el lugar de preeminencia que le corresponde por su condición
de laureado–, mientras que el correspondiente a la segunda acción, iba situado
inmediatamente debajo de aquel.
3. Cruz de
Distinción del Ejército Asturiano
Creada por Real
Orden de 4 de junio de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se
condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos
aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los
que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el
Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á
pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos
enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con
mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.
La cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en
cada una de ellas un triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre
un escudo circular, en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con
el lema en el exergo “Asturias nunca
vencida”, y al dorso “Exército
Asturiano
[1] La única diferencia que presentan estos cuerpos de nueva planta respecto a los Regimientos de Milicias Provinciales (formados por 700 hombres distribuidos en 7 Cías.), estriba en el incremento del número de efectivos (300 hombres) y, por lo tanto, de compañías (3 más que los provinciales)..
[2] Por aquellas fechas Cornellana era Coto dependiente del monasterio del mismo nombre.
[3] Como se verá, esta cifra dista bastante de los 1.000 hombres de los que, teóricamente, debería constar, considerando, por tanto, irracional la distribución de estos 446 hombres, incluidos los oficiales, en 10 compañías. Lo más lógico y racional, naturalmente, debería ajustarse el arreglo de la fuerza a 5 compañías de a 80-90 hombres cada una.
[4] Un mes más tarde este oficial se incorporaría al Regimiento de Cangas de Tineo para ejercer en dicho cuerpo el cargo de Ayudante 1.º
[5] Tras la muerte del General Acevedo, acaecida a raíz de la batalla de Espinosa de los Monteros, fue nombrado Comandante General del Ejército asturiano, cuyo cargo desempeñó desde el 1º de diciembre de 1808 hasta junio de 1809 en que dicho ejército pasó a constituir la 3ª división del Ejército de la Izquierda.
[6] Las
partidas ligeras, el Cuerpo Volante o los Tiradores de Asturias estaban
constituidas por tropa reglada de los distintos cuerpos que conformaron la
guarnición del Principado de Asturias durante los años 1810 y 1811 (compuesta
fundamentalmente por los regimientos de Salas, Fernando VII, Grado, Luarca,
Navia, Gijón, Siero, Cangas de Onís y Ribadesella), que normalmente operaban en
partidas sueltas de
[7] Con motivo del embarque de la unidad para Nueva España, en enero de 1812 es destinado, también en comisión, al Regimiento de Aragón que, por aquellas fechas, se hallaba de operaciones en el Principado de Asturias.
[8] El paño pardo o buriel era el color oscuro de la lana en su estado natural.
[9] El teniente Cancio durante el
desarrollo de la acción de Linares, naturalmente, debería vestir la casaca roja
y pantalón blanco o gris, procedente de la ayuda británica recibida en Asturias
en diciembre de 1808, prendas éstas que sirvieron para uniformar a los
regimientos que constituían la División de Asturias (guarnición del
Principado), entre los que se encontraban, claro está, los regimientos de
Llanes y Salas.
[10] Este
mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del
uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares,
al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a forma de bordados y
colores se refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que
el conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras y cordoncillo
exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o
blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo
ilustrativo una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del
uniforme del Cuerpo), cuyo ejemplar puede contemplarse en el primoroso retrato
de un Teniente Coronel de las Reales Guardias Españolas, que luce la
condecoración en la manga izquierda de