REGIMIENTO INFANTERIA DE LLANES (1808-1811)www.arhca.es

 

 

 

ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN

 

            Creado y aprobado en la ciudad de Oviedo el 9 de junio de 1808 con el nombre de Regimiento de Infantería de Llanes, bajo el pie de un único batallón de a 10 compañías y una fuerza teórica de 1.000 hombres. Fue su primer coronel D. Sancho Victorero de Junco, teniente de navío[1].

 

            La Plana Mayor del batallón la constituía:

 

-          1 Coronel……………………………… D. Sancho Junco Victorero de Junco

-          1 Sargento Mayor …………………….. D. Salvador Escandón[2]

-          1 2º Ayudante ………………………… D. Pablo Roda[3]

-          1 Abanderado

-          1 Capellán

-          1 Cirujano

-          1 Armero

-          1 Tambor Mayor

 

            Además, teóricamente, cada una de las compañías del batallón de Llanes debería estar compuesta de:

                  

                    -   1 Capitán

               -   2 Tenientes

               -   1 Subteniente

               -   1 sargento 1.º

               -   3 sargentos 2.ºs

               -   4 cabos 1.ºs

               -   3 tambores

               - 90 soldados          

 

 

 

 

 

 

VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA

 

1808

 

            El Regimiento de Llanes, aún en fase de formación, es sometido en la capital del Principado de Asturias a una intensísima instrucción con el objeto de infundirle la disciplina, elemento esencial de todo cuerpo militar.   

 

            Por disposición de al Junta de Asturias, el 23 de octubre de 1808 el teniente coronel, graduado de coronel del extinguido cuerpo de Cazadores de Motnaña, D. Pedro Bernardo de la Escosura, es agregado al Regimiento de Llanes en clase de capitán.

 

            Nada más concluir la organización del Batallón, en unión de otros cuerpos que no habían constituido la división expedicionaria asturiana que, bajo mando del general Acevedo, debería unirse en Vizcaya al Ejército de Galicia, en la mañana del 21 de noviembre de 1808 sale de Oviedo con dirección a Colombres con el objeto de restablecer en este punto el dispositivo defensivo que las tropas del General Llano Ponte habían abandonado tras los impetuosos ataques del enemigo contra San Vicente de la Barquera (Santander) el día 19 de este mismo mes. Ante esta situación, la Junta Suprema de Asturias se ve en la precisión de remover del mando a Llano Ponte y designar como nuevo jefe del dispositivo al Mariscal de Campo D. Francisco Ballesteros[4]. Pocos días más tarde, el 29, ya se encuentra en las inmediaciones de Ribadesella.

 

            El 30 de noviembre de 1808 según el estado de fuerza, fechado en el cuartel general de Sebreño (casa de los Blancos, Ribadesella), el Regimiento de Llanes presenta una fuerza total compuesta por 2 jefes, 3 capitanes, 7 subtenientes, 18 sargentos, 18 cabos y 182 soldados, es decir, 12 cuadros y 218 efectivos. 

 

            El 9 de diciembre del mismo año llega a la capital del concejo que ha dado nombre al cuerpo: Llanes, en cuyo punto se acantona.

 

            En el estado general de todos los cuerpos asturianos, remitido a la Inspección del Ejército por el capitán general de la provincia y datado en Oviedo el 14 de diciembre de 1808, el Regimiento de Llanes presenta una plantilla regimental formada por 2 jefes, 9 oficiales y 400 bayonetas o plazas de fusil. El armamento se hallaba al completo; carecía de vestuario y su estado de instrucción se consideraba mediano.     

 

1809

 

            El 4 de enero de 1809 el brigadier D. Antonio Muñíz Alvarez figura como sargento mayor del Regimiento de Llanes.

 

            Expuesto el Principado de Asturias a ser invadido por el ejército francés, la Junta Suprema de Asturias, además de la línea de Colombres, dispone establecer otras dos más; una en Pajares y la otra en el río Eo, nombrando para el mando de esta última al teniente general D. José Vorster. A tal fin, se da orden para que los regimientos de Llanes, Pravia, Lena, Salas, Grado, Fernando VII, Navarra y medio batallón del 2.º de Voluntarios de Cataluña, éste último reforzado con dos compañías del Regimiento de Castropol que se le agregaron, regularmente vestidos y equipados, se pongan en marcha hacía su nuevo destino en la raya de Galicia para conformar la llamada “línea del Eo”, cuyo límite se extendía desde Castropol (Oviedo), siguiendo el curso del río del mismo nombre, hasta la Ribera de Piquín, concejo de Burón (entonces provincia de Mondoñedo).

 

            A finales del mes de enero la división de Vorster, nombrada 5.ª del Ejército asturiano, ya se encontraba desplegada sobre la línea del Eo. En este tiempo Vorster no tenía cuartel general fijo, ya que unas veces se mantenía en la Vega de Ribadeo (actual Vegadeo) y otras en Villaboa de Miranda, término municipal de Villaodrid (Mondoñedo).

 

            El 13 de febrero de 1809 el Regimiento de Llanes se hallaba acantonado en Gijón. El día 16 de este mismo mes, se da la orden para que el Regimiento de Llanes se ponga en marcha hacia Castropol con el objeto, tal como estaba previsto, de reforzar la división de Vorster.

 

            El 24 de febrero de 1809 un reemplazo de 292 reclutas, alistados en el concejo de Pravia con destino al Regimiento de Llanes, se halla en la villa de Salas. Se espera la llegada de otros 132.

           

            El 22 de marzo de 1809 la Plana Mayor del regimiento y los escasos  efectivos con que contaba en esos momentos, se encuadra en la 1.ª división que manda el general  Ballesteros. Unos días después, el 26 de marzo, el general Vorster dispone que el Regimiento de Llanes, tan pronto como se incorpore a su división, pase a ocupar el punto de Castropol.     

 

            El 11 de abril de 1809, según comunicación del general Vorster al capitán general del Principado, expresa que el Regimiento de Llanes se halla sin jefes.  

 

            El 19 de mayo, mientras las tropas del general Vorster se encontraban distribuidas por la antigua provincia de Mondoñedo y parte del occidente asturiano, el mariscal Ney procedente de Galicia, después de desbaratar la inconsistente defensa establecida en el puente de Peñaflor el día anterior, ocupa la capital del Principado.

 

            Mientras ocurrían estas cosas, el general Ballesteros enterado de la incursión de Kellerman a través de Pajares y que Oviedo se hallaba ocupada por fuerzas del Mariscal Ney, recibe el encargo del marqués de la Romana para que “reúna cuantas fuerzas pueda, y que obre según le parezca” y pone a sus órdenes el Regimiento de la Princesa que manda el coronel D. José O’Donnell. En cumplimiento de la orden anterior, Ballesteros decide abandonar la línea de Colombres y efectuar el repliegue sobre Cangas de Onís, al tiempo dispone que la reunión de las tropas se verifique en el Infiesto, a cuyo punto se dirige con todo su cuartel general para recibirlas.

 

            Una vez concentradas las fuerzas en Infiesto, entre las que no se encuentran aquellos regimientos que formaron la línea del río Eo bajo el mando del general Voster, Ballesteros intenta organizar los cuerpos que deberán actuar bajo su mando.

            En este tiempo el general Vorster se presenta en Salas, en cuya villa establece el cuartel general. Permanece con los regimientos de Llanes, Fernando y Navarra, mientras que los de Pravia, Lena, y 2º de Voluntarios de Cataluña (reforzado con dos compañías del Regimiento de Castropol) quedan a las órdenes del brigadier D. Pedro de la Bárcena, moviéndose por los pueblos a la derecha del río Narcea.

 

            Tras varios combates sostenidos por los cuerpos que mandaba el brigadier Bárcena contra fuerzas enemigas superiores, entre los que se encuentra la importante acción desarrollada el día 2 de junio en San Martín de Miranda, los hombres de Bárcena regresan a Grado el día 6 del mismo mes, a cuya villa llega al día siguiente el general Vorster con los regimientos de Llanes, Fernando VII y Navarra, cuyos cuerpos habían permanecido con él en el cuartel general de Salas. Una vez en Grado, Vorster vuelve a reasumir el mando en jefe de la división.

 

            El 10 de junio, una vez evacuada por el enemigo la capital del Principado, la división de Vorster entra en Oviedo. Sin apenas dar descanso a  sus tropas emprende la marcha con dirección al Padrún, en cuyo punto la división se divide en dos brigadas; una al mando del coronel D. Gregorio Cañedo Vigil (del Regimiento de Salas) y la otra puesta a las órdenes del sargento mayor D. Gregorio Piquero Argüelles (del Regimiento de Castropol), las cuales deberían dirigirse a Pola de Lena para interceptar en aquel punto a las fuerzas del general Kellerman que se conducen en retirada hacia León, pero en lugar de dirigirse a Pola de Lena tal como se había convenido, por lo mal concertado de sus órdenes toman caminos equivocados, frustrando de esta manera los planes previstos.  

 

            Mientras, el centro de la división de Vorster, en la que se encontraba el Regimiento de Llanes, marchaba lentamente confiando en que llegarían a tiempo las brigadas de Cañedo y Piquero para atajar al enemigo. Fue un caro error, ya que los jefes que mandaban ambas brigadas no apreciaron los consejos que en este sentido les había dado el teniente coronel y demás oficiales del Regimiento de Lena; no cabe duda que, de haber respetado la palabra empeñada, el resultado de la jornada posiblemente hubiera sido otro.

 

            El general Ballesteros, por orden expresa del marqués de la Romana, ahora nuevo general en jefe del Ejército de la Izquierda, recibe el encargo de reorganizar sus maltrechas fuerzas con el objeto de incorporarlas al citado ejército. En cumplimiento de esta orden Ballesteros decide establecer el cuartel general en la villa de Gijón.

           

            Con el propósito de reagrupar a los dispersos cuerpos que conformaron la línea de Colombres, el 23 de junio de 1809 Ballesteros desde Oviedo circula orden a la Justicia para que los regimientos de su división se concentren en los puntos que, previamente, les ha señalado para ser conducidos al cuartel general de Gijón. El Regimiento de Llanes, muy mermado de efectivos por haber entregado parte de su fuerza a otros cuerpos, es una de las Unidades que, por su pertenencia a la división de Vorster, no aparece mencionada en la orden anterior para conformar la nueva división que Ballesteros estaba pergeñando en Gijón.

 

            El 7 de agosto de 1809 D. José Antonio de Velasco figura como capellán del Regimiento de Llanes, quien había resultado prisionero en la primera campaña de Vizcaya.

            Finaliza el año 1809 sin que el Regimiento de Llanes muestre signos de actividad alguna.

 

1810

 

            En sesión de la Junta Superior de Guerra, celebrada en Luarca el 4 de abril de 1810, se acuerda llevar a efecto el plan de reforma de los regimientos que conforman la guarnición del Principado (división de Asturias) ordenado por el capitán general D. Antonio Arce, para lo que, inspirándose en la orden anterior, los cuerpos que se han indicado se reúnan bajo los números naturales 1º, 2º, 3º, esto es, sin demostrar preferencia alguna por uno u otro cuerpo y que se prohíba de ahora en adelante cualquier otra denominación que no se ajuste a la señalada para cada cuerpo.

 

         En consecuencia, una vez deliberado sobre la forma de llevar a efecto la organización del Ejército, se acordó enviar la Junta Superior el plan de reforma de la división de Asturias. Según este plan, los regimientos de Salas, Llanes y Gijón, deberían constituir el Regimiento nº 3, mandado por el coronel D. Pablo Mier (del Regimiento  de Salas).

 

            El 21 de mayo de 1810 se vuelve a tratar sobre la reforma de los regimientos acordada el 4 de abril anterior, pero no se hace al respecto.

 

            Por acuerdo de la Junta de 8 de junio de 1810, en su artículo 2.º, se declara nula la reforma del Ejército en todas sus partes, por lo que los cuerpos volverán a ostentar las antiguas denominaciones. Días más tarde, por acuerdo del 20 de junio, en cuanto al restablecimientote los cuerpos, se organizaran los de Luarca y Salas (éste último con tropa del de Llanes) con el nº 2,bajo el mando del coronel de Luarca, D. Juan Cañedo. En la plan de reforma del 4 de abril, el Regimiento de Luarca debería constituir el nº 2 y el de Salas el nº 3.

 

            El 19 de agosto de 1810, por acuerdo de la Junta de Asturias, la fuerza del Regimiento de Llanes es agregada al formidable Regimiento de Salas, el más potente de los cuerpos que conformaban la guarnición de Asturias.

 

            El teniente del Regimiento de Llanes, D. Andrés González Tuñon, conduce a Mondoñedo al capitán del mismo cuerpo, D. José Mª Infanzón, que pasa a disposición del Regimiento Provincial de Oviedo, cuyo cuadro en el mes de agosto de 1810 se encontraba, precisamente, sobre la ciudad Mondoñedo.

 

            También en 1810, el Regimiento de Llanes aparece citado, unas veces como Tiradores de Asturias (acuerdo del 6 de junio de 1810) y otras como Cuerpo Volante. Precisamente, enterada la Junta de Asturias que el cuerpo que hoy se cita como Volante, del que es comandante el teniente coronel D. Fernando Rubin (del Provincial de Oviedo), es tropa del Regimiento de Llanes, cuerpo que en virtud de la reforma (acuerdo del 19 de agosto de 1810) se halla agregado al Regimiento de Salas, cuya fuerza conocida con el nombre de Cuerpo Volante, no se halla reconocida en los asientos de la Contaduría del Ejército[5].

 

            Por R. O. de 16 de diciembre de 1810, el Consejo de Regencia resuelve que las tropas españolas se distribuyan en seis ejércitos, por lo que el Ejército de la Izquierda (antiguo de Galicia) pasa a denominarse 6º Ejército, que comprende a Galicia, Asturias, León y la parte de Castilla a la derecha del Duero, con dos subinspecciones: una en Galicia y otra en Asturias. Como consecuencia de la orden anterior el Regimiento de Llanes, cuya disolución ya se contemplaba, no se le nombra ni aparece relacionado en los distintos estados de fuerza.

 

 1811

 

         Después de varios meses de aplazamientos, no exentos de dificultad, el 28 de febrero de 1811 se decide acometer la tan ansiada reforma de los cuerpos asturianos (es el tercero y definitivo intento que se hace desde 1809).

 

            Por fin, el 11 de abril de 1811 con la disolución de todas aquellas Unidades que no se hallaban en condiciones de operatividad, se acomete la tan ansiada reorganización. Se disuelven 13 regimientos, cuyos exiguos efectivos se refunden días más tarde en tres cuerpos de nueva planta que retoman el antiguo nombre de “ASTURIAS”. Los escasos efectivos del Regimiento de Llanes que aún no se habían refundido en el de Salas (2 tambores, 2 cabos 1.ºs y 18 soldados), se integran en el recién constituido Regimiento “2º de Asturias”, cuerpo que con el transcurrir de los años siguientes estaría llamado a protagonizar importantes días de gloria para las armas de España.

  

Uniformes

 

            La uniformidad, propiamente dicha, observada por el Regimiento de Llanes al principio del levantamiento contra el invasor ha discurrido paralela a la de los demás regimientos asturianos que se crearon en fecha anterior o posterior a al mismo.

 

            Poco después de formarse, a los componentes del Regimiento de Llanes les fueron suministradas diversas prendas de vestuario confeccionadas por artesanos del Principado, cuyo uniforme básicamente se componía de casaca o chaqueta corta de paño   pardo[6], con cuello, vueltas y otros apliques de color encarnado (o verde si se trataba de tropas ligeras); un pantalón de lienzo crudo; una chaqueta corta de marcha o fatiga de lino o lienzo cruzo, posiblemente con cuello y vueltas también de color grana o verde. Como prendas de cabeza, parece ser que usaban el gorro de manga o de cuartel, o bien el sombrero redondo, de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo o de los procedentes de la ayuda británica llegada a Oviedo meses antes. La mayoría de los pertrechos que conformaban el equipo del soldado eran también de origen británico, recibidos en Oviedo en julio de 1808, justo a tiempo para equipar a los regimientos que por esas fechas se estaban organizando en Oviedo.

 

            Para hacernos una idea aproximada del uniforme antes esbozado, se ofrece la descripción literal de la certificación que hace el sargento mayor del Regimiento de Salas de las prendas que contenía una de las dos maletas pertenecientes al heroico teniente del Regimiento de Llanes, agregado al de Salas, D. Antonio Cancio Donlebún[7], muerto gloriosamente en el campo del honor durante la acción de guerra favorable a las Armas de España desarrollada en las inmediaciones de Linares de Cornellana (Salas) el 15 de agosto de 1810. Una de estas maletas ―que habían sido entregadas por el soldado de la 4.ª compañía del 2.º batallón, Feliciano Martínez Casariego, asistente del teniente Cancio― contenía, entre otras cosas, lo siguiente:

 

            «Vnos Pantalones viejos, y rotos de Paño de color de la Lana = Otros id.m con    vivos blancos; un chaleco de Casimiro [sic] verde usado; y otro chaleco de seda de colores, muy usado = Vna chaqueta de Paño color de la lana vueltas             encarnadas, y             vibos: vastante usada = Vnos Botines largos de paño color de la    lana vastante             usados = Tres pares de Calzas usadas; y un par de medias de        Algodon blancas, y rayadas = Tres camisas viejas y rotas = Tres Pañuelos de      diferentes colores de   vuen uso, y otro muy biejo y enteram.te muy estropiado =             Tres camisolines usados ....».

 

            En febrero de 1809 algunos los componentes del Regimiento de Llanes, aunque no existe constancia documental alguna que lo pruebe, es posible que por haber sido destinados a la división del Eo –la mejor provista de todo– se haya beneficiado con prendas de  vestuario de procedencia británica. Dicho uniforme, en esencia, se componía de casaca roja, chaleco blanco, pantalón de lienzo y chacó del tipo ‘stovepipe’ (tubo de chimenea) o, en su defecto, gorro de cuartel. La provisión de estas prendas se había efectuado mediante sorteo realizado por la propia Inspección del Ejército en Asturias.

 

            Mención especial merece aquí aclarar algunas incorrecciones advertidas en una publicación dedicada a banderas, uniformes, emblemas, armamentos, personajes e historias militares asturianas[8]. Su autor, D. Jesús Evaristo Casariego, con más buena voluntad que rigor histórico, determinó incluir la figura de un fusilero del Regimiento de Llanes que presenta varias incógnitas. El texto que describe el vestuario ofrece alguna que otra duda sobre su autenticidad, especialmente en lo que al color de la divisa se refiere. La figura, que luce casaca de tonalidad parda, con la variante de llevar calzón o pantalón blanco ―de uso muy frecuente―, se considera totalmente correcta pero (siempre los peros), a juzgar por la descripción de las prendas «de reserva» que constituían el ajuar del valeroso teniente D. Antonio Cancio Donlebún ―que había pertenecido al regimiento de Llanes―, la divisa debería ser de color rojo o grana.

 

   Recompensas

 

            El Regimiento de Llanes, al tratarse éste de un cuerpo que se ceñía exclusivamente a la defensa y guarnición del Principado de Asturias, escasas han sido las recompensas que recibieron sus componentes. Entre estas, sólo destacan:  

 

 

 

 

Escudo de Distinción al Valor en Asturias

 

            Para enaltecer el valor de los cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres, la Junta Suprema de Asturias comisiona a D. Juan María de Mier para visitar el cuartel general divisionario y hacer extensivas a su general en jefe, jefes, oficiales y tropa las gracias de Su Alteza Serenísima (nombre otorgado a la Junta) por los distinguidos servicios prestados a la Patria. A tal fin, el 20 de mayo el representante de la Junta es recibido en el cuartel general con los honores de Ordenanza y acto seguido, tras pasar revista a las tropas, que formadas en orden de parada y con su general al frente, promete hacerles llegar la recompensa a la que se han hecho acreedores por su valor, constancia y patriotismo

 

            Como consecuencia de lo anterior, la Junta Suprema de Asturias para premiar el arrojo de las tropas que, bajo el mando del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros, constituyeron el dispositivo defensivo de Colombres durante el ataque general efectuado el 15 de enero de 1809 contra el citado dispositivo por fuerzas enemigas superiores, establece, con carácter colectivo, un escudo de distinción denominado “Al Valor en Asturias”, cuya concesión se hace extensiva a las tropas que intervinieron en las importantes acciones desarrolladas en el mismo escenario bélico durante los ataques de los días 18 de febrero y 29 de abril de 1809, así como a las tropas que defendieron el estratégico e importante paso de Peñaflor durante la acción del 18 de mayo de 1809.

 

            Aunque el Regimiento de Llanes no estaba comprendido dentro de los cuerpos que constituyeron el dispositivo defensivo de Colombres durante los ataques del 15 de enero, 18 de febrero y 29 de abril, ni tampoco formaba parte de las tropas que defendieron el puente de Peñaflor el 18 de mayo del mismo año, no cabe duda que su uso también se hizo extensivo a los miembros de los otros cuerpos que constituían las divisiones de Pajares y del Eo, entre las que se encontraban, claro está, los componentes del Regimiento de Llanes. 

 

            Dicho escudo, para llevar bordado en la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente, consiste en una pieza circular de paño o lino blanco, de 60 mm. de diámetro, en cuyo centro se inscribe el lema: “VALOR / ACREDITA / DO EN / ASTUR  /  IAS”, en letras rojas, rodeado por ramos de laurel y palma en color verde.[9] 

                                         

 

Cruz de Distinción del Ejército Asturiano

 

            Creada por Real Orden de 4 de junio de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.

            La cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular, en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano 1808”. Una corona compuesta por mitad de laurel y encina la une a una cinta mitad amaranto [rojo] y mitad caña subido [amarillo pajizo].

 



[1] En un expediente que se conserva en el AGM Segovia (Sección 2ª, División 10, legajo 155), datado en Oviedo el 5 de octubre de 1809, relativo a la necesidad de reformación –que no se llevó a efecto– de los cuerpos asturianos, su autor, el brigadier D. Francisco Manglano, inserta de su puño y letra el concepto que le merecen determinados jefes de cuerpo. En cuanto al juicio que hace sobre el de Llanes, expresa: “D. Sancho Junco, del Regimiento de Llanes, era Teniente de Navío cuando la alarma, no tiene aplicación ni esmero con su Regimiento.”         

[2]Salvador Escandón era teniente de fragata de la Real Armada. El 9 de julio de 1808 la Junta de Asturias le confiere el empleo de coronel, lo que le supone el mando del Regimiento de Cangas de Onís creado en Oviedo el día anterior.

[3]Pasa destinado al Regimiento de Cangas de Onís para ejercer el cargo de ayudante mayor en dicho cuerpo.

[4] Tras la muerte del general Acevedo, acaecida a raíz de la batalla de Espinosa de los Monteros, fue nombrado comandante general del Ejército asturiano, cuyo cargo desempeñó desde el 1º de diciembre de 1808 hasta junio de 1809 en que dicho ejército pasó a constituir la 3ª división del Ejército de la Izquierda.

[5] Archivo Histórico de Asturias, libro 127, f. 17 vtº.

[6] El paño pardo o buriel era el color oscuro de la lana en su estado natural.

[7] El teniente Cancio durante el desarrollo de la acción de Linares, naturalmente, debería vestir la casaca roja y pantalón blanco o gris, procedente de la ayuda británica recibida en Asturias en diciembre de 1808, prendas éstas que sirvieron para uniformar a los regimientos que constituían la División de Asturias (guarnición del Principado), entre los que se encontraban, claro está, los regimientos de Llanes y Salas.

[8] CASARIEGO, Jesús Evaristo: La Asturias Guerrera, Caja de Ahorros de Asturias, Oviedo, 1977, págs. 113 y 149.

[9] Este mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares, al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a forma de bordados y colores se refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que el conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras y cordoncillo exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo ilustrativo una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del uniforme del Cuerpo), cuyo ejemplar puede contemplarse en el primoroso retrato de un Teniente Coronel de las Reales Guardias Españolas, que luce la condecoración en la manga izquierda de la casaca. La otra insignia, de paño rojo, se trata de  una reconstrucción inspirada en el modelo anterior.