www.arhca.esREGIMIENTO DE INFANTERIA DE LINEA DE LENA

(1808-1815)

 

 

ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN

 

            Creado por la Junta Suprema de Asturias en la ciudad de Oviedo el 5 de agosto de 1808, con el nombre de Regimiento de Lena, bajo el pie de un único batallón de a 10 compañías y una fuerza teórica de 1.000 hombres, aunque en su fase inicial el batallón nunca superó los 640 efectivos. Fue su primer coronel D. Juan Drimgold, capitán de granaderos del Regimiento de Hibernia.

 

            Para llevar a cabo la organización del regimiento se dispuso de los efectivos, que servirían de base para su formación, de una pequeña agrupación de voluntarios formada por tres compañías al mando del capitán D. Fernando Valledor y Navia[1] que en el mes de junio de 1808 se hallaba distribuida por varios puntos de los concejos de Lena y Aller próximos a la vecina provincia de León, más la reunión de los voluntarios de Mieres y Lena que formaron la vanguardia de la división del general Francisco Bernaldo de Quirós que, por aquellas mismas fechas, operaba en la provincia leonesa. La composición de estas compañías, con fecha 11 de junio, fue la siguiente:

 

Cías

Capitanes

Tenientes

Sargentos 1ºs

Sargentos 2ºs

Cabos

Soldados

-

1

1

-

-

151

-

1

1

3

  8

137

1

-

1

3

  8

143

Total

1

2

3

6

16

431

 

            La composición inicial del Regimiento de Lena, según dictamen presentado en la Junta Suprema de Asturias para la formación de los 20 regimientos, estuvo inspirada en el antiguo esquema organizativo del Regimiento Provincial de Oviedo. La orgánica regimental, según este viejo modelo, quedó establecida en:

 

B       A       T       A       L       L       Ó       N

P L A N A   M A Y O R

C O M P A Ñ Í A S

 

            - Coronel

            - Sargento Mayor

            - 2 Ayudantes

            -  Abanderado (no se contempla)

            - 1 Capellán

            - 1 Cirujano

            - 1 Tambor Mayor

            - 1 Maestro Armero

  

  10 compañías, de las cuales una era de 

  Granaderos. Cada Compañía consta de:

 

               -   1 Capitán

               -   1 Teniente

               -   1 Subteniente

               -   1 ó 2 sargentos 1ºs.

               -   2 sargentos 2ºs.

               -   4 cabos 1ºs.

               -   4 cabos 2ºs.

               - 50 soldados (aprox.)  

            En primer lugar se formaron las compañías y una vez completas éstas se constituye el batallón. Desgraciadamente, se desconoce el nombre de los oficiales que componían el cuadro del regimiento durante este periodo. Solamente se ha podido determinar que a finales del mes de julio de 1808 el capitán de la pequeña agrupación de voluntarios formada en el concejo de Lena y ahora nombrado teniente coronel del Regimiento de Avilés, D. Fernando Valledor y Navia, es destinado a constituir el cuadro de mando del futuro Regimiento de Lena y que, asimismo, la 1ª compañía estaba mandada por el capitán D. Ramón Mª Cañedo y del Riego.

 

            Nombres o denominaciones que ha tenido desde su creación.

           

-          1808. Regimiento de Infantería de Lena.

-          1809. Regimiento de Voluntarios Asturianos de Lena

-          1809. Regimiento de Infantería de Línea de Lena.          

 

 

VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA

 

1808

 

            El 21 de julio de 1808 el teniente coronel del incipiente Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia sale con 70 hombres, un cañón y un pedrero a cubrir el puerto de Campomanes.

 

            A duras penas concluida su organización y provisto de los medios necesarios para salir a campaña, el regimiento parte con destino a la provincia de León en donde continúa ejercitándose en el manejo del arma.

 

            El 22 de agosto, los generales Blake y Acevedo se reúnen en León para tratar sobre el auxilio que debería prestar Asturias al Ejército de Galicia. El día 29 el General Acevedo informa a Blake que las tropas asturianas que se encuentran en Otero de Dueñas (León), entre las que se encuentra el Regimiento de Lena, se pondrán inmediatamente en marcha hacia Llanes, en cuyo punto organizaría una división para incorporarla al ejército de Galicia.   

 

            En efecto, en septiembre de 1808 el Regimiento de Lena es incorporado a la recién constituida “División Asturiana”, puesta bajo el mando del teniente general D. Vicente María de Acevedo, cuya división debería incorporarse al ejército expedicionario de Galicia para formar la 3ª división del referido ejército al mando de general D. Joaquín Blake y Joyes.

 

            El 25 de septiembre la totalidad de los regimientos destinados a constituir la 3ª División ya se encuentran acantonados en Llanes, en cuya localidad queda establecido el cuartel general divisionario. Este mismo día, el General Acevedo eleva a la Junta Suprema de Asturias un “Plan de reforma de los regimientos” para poner a los cuerpos de la división de su mando bajo el pie de igualdad a los de Línea del ejército al que pronto iban a unirse, para que en las maniobras no resulten los atrasos y pérdidas de tiempo que entorpecerían y perjudicarían notablemente el buen éxito de las operaciones.    

 

            Aprobado el plan anterior, el Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos divisionarios, experimenta una profunda transformación para adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra, quedando arreglado desde el 1º de octubre de este mismo año bajo el pie de dos batallones de a cinco compañías cada uno, una de ellas de granaderos, creando así, con esta articulación en batallones, una Unidad más flexible y maniobrera. La orgánica de los cuerpos, según el “Plan de reforma” propuesto por su general en jefe, es la que refleja el cuadro siguiente:

 


 PRIMER BATALLÓN

SEGUNDO BATALLÓN

P  L A N A    M A Y O R

             - Coronel

             - Sargento Mayor

             - Primer Ayudante

             - Abanderado

             - Capellán

             - Armero

             - Cirujano

             - Tambor Mayor

             - 6 Pífanos

             - Tambor de Órdenes  

         P  L A N A    M A Y O R

               - Teniente Coronel

               - 2 Ayudantes

               - Abanderado

               - Capellán

               - Cirujano

               - Armero

               - Tambor Mayor

               - 6 Pífanos

               - Tambor de Órdenes

 

C  O  M  P  A  Ñ  Í  A  S

Cada Compañía compuesta por:

                                                         -  1 Capitán

 -  1 Primer Teniente

   -  1 Segundo Teniente

                                                         -  1 Subteniente

                                                         -  1 Sargento 1º

                                                         -  4 Sargentos 2ºs

                                                         -  8 Cabos 1ºs

                                                         -  8 Cabos 2ºs

                                                         -  2 Tambores

                                                               - 77 Soldados

           

            El regimiento, una vez arreglado bajo el pie de dos batallones, con sus correspondientes planas mayores, emprende la marcha hacia Vizcaya. En el estado de fuerza de todos los cuerpos asturianos que componen la división expedicionaria, fechado el 12 de octubre de 1808, el Regimiento de Lena presenta 33 jefes y oficiales y 483 individuos de tropa, es decir, presenta una merma del 50% de efectivos respecto a la plantilla que, teóricamente, se había fijado por la orgánica anterior.  

 

            El 14 de Octubre las tropas de Asturias quedan incorporadas al Ejército de Galicia, cuyo mando ostenta el teniente general D. Joaquín Blake y Joyes.

 

            Una vez concertado el despliegue de las unidades, por disposición del general en jefe del Ejército de la Izquierda, el Regimiento de Lena que, junto con los demás cuerpos de la 2ª brigada, ocupaba Villarcayo y sus cercanías bajo las órdenes del brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós, se traslada a las cercanías del cuartel general de la división establecido en Quincoces de Yuso. El día 19 de octubre parte para Orduña. 

 

            El estado de organización y fuerza disponible del Ejército de la Izquierda del 31 de octubre, el Regimiento presenta los mismos efectivos reflejados en el informe anterior. Según este estado, el regimiento continúa encuadrado en la 2ª brigada que manda el brigadier Bernaldo de Quirós, destacada en Orduña.

 

            El 3 de noviembre las fuerzas de la 2ª brigada al mando del brigadier Bernaldo de Quirós, entre las que se cuenta el Regimiento de Lena, se reagrupan en La Nava con el Ejército de Galicia, ahora denominado Ejército de la Izquierda.

 

            Ante el riesgo inminente de un ataque para recuperar Balmaseda, por orden del general en jefe el 8 de noviembre el Regimiento de Lena abandona la villa, lo que verifica con prontitud, orden y sin el menor contratiempo, pese a estar expuestos a un intenso fuego enemigo.

 

            Emprendida la retirada por el camino de Quintana, sobre la una de la tarde del 10 de noviembre, a la altura de la villa de Espinosa de los Monteros se presenta una fuerza enemiga considerable, lo que obliga a las tropas de Blake a ocupar posiciones dominantes para evitar la sorpresa y facilitar así la defensa ante el previsible ataque que pudiera emprender el enemigo, lo que así ocurrió, ya que se entabló un encarnizado y crudo combate, que fue rechazado tras dos horas de agotadora lucha, en el que por ambas partes se hicieron prodigios de valor. Por la tarde el general Acevedo resuelve atacar las posiciones enemigas, cuyo movimiento se efectúa con serenidad, batiéndose con valor los cuerpos asturianos, pero la acción queda indecisa por sobrevenir una densa niebla que hacia imposible distinguir cualquier objeto. No obstante, entre las tropas asturianas se producen varias bajas entre muertos y heridos. El Regimiento de Lena se batió denodadamente, y según el parte facilitado por el teniente general D. Vicente María Acevedo, “fue conducido por su Coronel D. Juan Dringol al ataque con mucha serenidad y espiritu”

 

            Al día siguiente el enemigo, resuelto a concluir la acción emprendida día anterior, decide acometer el ala izquierda y se lanza al ataque de frente. Cae muerto el general Quirós y resulta herido el General Acevedo. El resultado fue decisivo, las fuerzas asturianas que ocupaban este punto (alturas de Las Peñucas), sorprendidas por el inesperado movimiento y viéndose privadas de sus jefes, ceden, lo que produce el desorden general y la dispersión completa. En la acción resulta herido, además, el teniente coronel del 2º batallón del Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia

No obstante lo anterior, el Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos que intervinieron en la batalla de Espinosa de los Monteros, había acreditado subordinación, valor y constancia en las demás circunstancias.

 

             Reunidas las dispersas fuerzas en Reinosa, tras el recuento general realizado a éstas, el Regimiento de Lena presenta una reducida plantilla regimental, formada por 3 jefes, 30 oficiales y sólo 214 individuos de tropa, ya que en la acción de Espinosa había perdido, aproximadamente, el 47% de los efectivos respecto a la fuerza presente el 31 de octubre. El armamento y vestuario, a pesar de los avatares, se hallaba al completo y su estado de instrucción se consideraba bueno.     

 

            Puestos en ordenada retirada con dirección al Principado de Asturias, siempre perseguidos por fuerzas enemigas superiores, los maltrechos regimientos asturianos son alcanzados cerca de la villa de Comillas. El valeroso Regimiento de Cangas de Tineo, que es el encargado de sostener la retirada hasta la villa mencionada, traba combate con  la vanguardia enemiga, cubriéndose de gloria por su serenidad y denuedo, tras lo cual regresa en triunfo a Comillas.

 

            Dispuesto el enemigo a terminar con todo foco de resistencia, cae sobre Comillas para atacar a las fuerzas asturianas allí establecidas y no contando éstas con tropas suficientes para hacer frente a un enemigo que les aventaja en superioridad numérica, el 19 de noviembre se repliegan a San Vicente de la Barquera, en la creencia de que en este punto, por su privilegiada situación estratégica, se podía contener al adversario y hacerle desistir de su persecución. Establecido el dispositivo defensivo bajo el mando del general D. Nicolás de Llano-Ponte, sin tener en cuenta la formidable ventaja que ofrecía el terreno --lamentable error táctico--, se dispone sostener el puente Maza, situado a espaldas de las tropas, lo que deja a éstas en una situación comprometida. Bombardeada la posición por la artillería y, posteriormente, acometida por la caballería enemiga, cunde el pánico y se produce la dispersión, quedando expedito el paso del puente para la progresión de las fuerzas francesas.

 

            Siguiendo la retirada general, siempre perseguidos por la caballería enemiga, el mismo día 19 las fuerzas asturianas llegan a Colombres, en cuyo punto se sostiene una breve pero dura refriega con los perseguidores. Una vez reagrupadas las restantes y desorganizadas fuerzas en la citada villa, el general Llano-Ponte decide establecer la línea defensiva en Colombres, pero engañado por una hábil estratagema del enemigo, cual era encender y avivar grandes fogatas para dar la sensación de reunión de fuerzas importantes, decide replegarse sobre Llanes por temor de ser atacado al día siguiente. 

 

            El 18 de diciembre de 1808, en virtud de orden del capitán general del Principado, el Regimiento de Lena, junto con  el de Salas, se le encomienda el servicio de escolta de los carros que han de conducir desde Gijón hasta Villafranca del Bierzo 3.000 fusiles ingleses. El día 20 del mismo mes un destacamento del Regimiento de Lena, al mando del sargento 2º Manuel Santiago, es el encargado de conducir a Villafranca del Bierzo una primera partida de 1.040 fusiles.

          

            En el mes de diciembre, debido a los fracasos e incompetencia militar del general Llano-Ponte, la Junta Suprema de Asturias decide relevarle del mando, por lo que designa al mariscal de campo D. Francisco Ballesteros para la reorganización de las maltrechas unidades, poniendo a sus órdenes algunos de los regimientos de nueva planta que aún no habían salido a campaña. A tal fin, el general Ballesteros sale para Colombres y consigue en pocos días reunir a los dispersos, a los que acantona en la citada localidad.

 

1809

 

            Dueño del enemigo de las provincias de Santander, León y Galicia, y expuesto el Principado a ser invadido, la Junta Suprema de Asturias, además de la línea de Colombres, dispone establecer otras dos más; una en Pajares y la otra en el río Eo, nombrando para el mando de esta última al teniente general D. José Vorster. A tal fin, se da la orden pertinente para que los regimientos de Lena, Salas, Grado, Llanes, Pravia, Fernando VII, Navarra y medio batallón del 2º de Voluntarios de Cataluña, éste último reforzado con dos compañías del Regimiento de Castropol que se le agregaron, regularmente vestidos y equipados, se pongan en marcha hacía su nuevo destino en la raya de Galicia.

 

            El 12 de enero de 1809 se ordena que, una vez se haya vestido, se ponga en marcha para Castropol. La Junta Suprema, en sesión del día 16 de este mismo mes, dispone que se haga marchar al Regimiento de Lena para que, siguiendo a los de Pravia, Salas y Grado, avance a los límites de Galicia. Además, se dispone se equipe con todos los medios necesarios para salir a campaña.

 

            El 24 de enero de 1809 una brigada de caballería francesa de 800 plazas, formada por fuerzas de los regimientos 15 y 25 al mando del general Fournier, se establece en Mondoñedo. Desplegada la división de Vorster sobre el río Eo, el enemigo, ante el temor de que el paisanaje gallego se haga fuerte por la cercana presencia de las fuerzas de Vorster, se refuerza con dos batallones llegados ex profeso de El Ferrol cuyo mando, a partir de ahora, lo asume el general Maurice Mathieu, quien al día siguiente destaca un escuadrón a Lorenzana, dos a la marina de Ribadeo y otros dos a su puerto.

 

            El 1º de febrero el general Vorster, con el objeto de anunciar su presencia en la zona, desde la batería de San Román (Figueras) hace un fuerte y asombroso fuego de artillería sobre la villa de Ribadeo. El día 2 Voster, al frente de sus  fuerzas, cruza la ría del Eo y se presenta en Ribadeo. Nada más efectuar el desembarque se posesiona del Ayuntamiento y obliga a la Corporación a reconocer a Fernando VII, consistiendo que sus soldados y paisanos armados que con ellos llegaron (decían que “venían a comer a los franceses”), asaltasen el castillo de San Damían, poniendo fuego a su polvorín y arrojando a la mar  los cañones.

 

            Tras la toma de Ribadeo las tropas de Vorster continúan su marcha hacia Mondoñedo, con el propósito de sorprender a la guarnición francesa allí establecida. Se hace correr el bulo de que una división de infantería perfectamente armada y equipada (que creían ser inglesa) se encuentra próxima a Mondoñedo, lo que provoca el pánico entre la escasa guarnición francesa que ocupaba dicha ciudad.

 

            En efecto, los dos mil hombres que componían la división del teniente general D. José Vorster, después de sorprender las avanzadas enemigas, se posesiona de la ciudad, pero Vorster, por sus mal concertadas órdenes, y el coronel Linares por no atender cumplidamente al punto que guarnecían, dejaron retirarse a la sorprendida guarnición francesa sin hostigamiento alguno. A la mañana del día siguiente, rehecho el enemigo, decide atacar y desalojar a la división española, siendo los Voluntarios de Cataluña los que más tesón y resistencia ofrecen a su desalojo, que terminan por ceder y ponerse en franca retirada, circunstancia que es aprovechada por Mathieu tres días después para invadir el Principado por el punto de San Tirso de Abres, dirigiéndose acto seguido a la Vega de Ribadeo (actual Vegadeo), en cuya villa entra a altas horas de la noche, alcanzando más tarde el Navia. El general Vorster, en lugar de contener al enemigo en estos puntos, decide retirarse a Boal.

 

            Tras la precipitada huida de Vorster, el 5 de febrero los franceses vuelven a ocupar la importante villa de Ribadeo.

 

            El 10 de febrero de 1809 el Regimiento de Lena se hallaba en Fonsagrada.

 

            El 22 de febrero de 1809 aparece encuadrado en la 5ª división que manda el general Vorster, situada en la línea del Eo-Navia.

 

            En marzo de 1809 se encuentra en Grandas de Salime.

 

            Por disposición del general Vorster, el 27 de marzo el Regimiento de Lena sale para Santirso de Abres, en cuyo punto deberá instalarse militarmente para cubrir la línea al mando del coronel Linares. Dos días después, ínterin llega el Regimiento de Lena, el puesto es cubierto por dos compañías de otros cuerpos que resguardan dicha línea.

 

            Según el estado de fuerza del Regimiento de Voluntarios Asturianos de Lena, fechado el 22 de abril de 1809 en Villamil (concejo de Castropol), el regimiento presenta la orgánica siguiente:

 

 P   L  A  N  A     M  A  Y  O  R

 

                          Coronel:                                D. Juan Drimgold

                          Teniente Coronel:                 D. Fernando Valledor y Navia                                                

                          Sargento Mayor:                   D. Jaime Butler

                          Ayudante:                             D. Antonio Alfaro

                          Otro:                                      D. Nicolás Solerio

                          Abanderado:                          D. José Cuarta Teja

                          Capellán:                               D. José Antonio de Belasco

                          Otro:                                      D. Manuel Alvarez

                          Tambor Mayor:                     Luis Delome

 

 

Bón.

Capitanes

Tenientes

Subtenientes

 

D. Bartolomé Sinó

D. Bernardo García

Vacante

 

D. Carlos Santolaria

D. Carlos Martínez Valdés

Idem.

1.º

D. José María Granado

D. Rafael Marqueliz

Idem.

 

D. Bruno Gayoso

D. José Gijón

Idem.

 

D. Matias Casero

D. Alvaro Valdés

Idem.

Bón.

Capitanes

Tenientes

Subtenientes

 

D. José Manuel Granado

D. Bernardo Rodriguez

Vacante

 

D. Francisco Mesa

D. Estanislado Infanfón

D. Pedro Agustín Caunedo

2.º

D. Vicente González

D. José Carvallo

Vacante

 

D. Ramón Cañedo

D. Gumersindo Mero

Idem.

 

D. Francisco Soto y Acevedo

D. Bernardo Gutiérrez

D. Francisco Antonio Díaz

Agreg.

Capitanes

Tenientes

Subtenientes

 

D. Ramón Lozana

D. Antonio Areces

 

 

D. José Riego

D. Elías González

 

 

D. Wenceslao  del Río

D. José Llanes

 

 

D. Pedro la Torre

 

 

 

D. Bernardo Asón

 

 

 

 

Sgtºs 1ºs

Sgtºs 2ºs

Tambores

Cabos

1ºs y 2ºs

Soldados

Fuerza total

Presentes y efectivos

7

31

4

 99

 710

851

En los hospitales

1

1

-

  6

  42

 50

Comisión fuera del Cuerpo

-

2

-

10

115

127

Ausentes sin permiso

-

3

-

5

146

154

Fuerza total …………………………………………………………………………………

   1.182

 

Nota:-

 

El  Coronel D.n Juan Drimgold era Cap.n de Gran.s del 1.º Batallón del Reg.tº de Hibernia. El Sarg.tº Mayor D.n Jayme Butler era Ten.e de la misma comp.ª y Reg.tº, el Cap.n D.n  Bart.me Sino, era Ten.e del mismo, el Cap.n D.n Vicente González era Sarg.tº 1.º del mismo C.po y comp.ª de Gran.s; los Cap.s D.n Carlos Santolaria, D.n José María Granado, D.n Bruno Gayoso, D.n Matias Casero, D.n Fran.cº Mesa y D.n Josef Man.l Granado, eran Cadetes de dho Reg.tº; los q.e por orden del Duque de Berg iban á apaciguar el Levantam.tº d.l Principado, y se hicieron  partidarios en la defensa de la Causa común; El Teniente D.n Bernardo Rodrig.z era del Reg.tº de Cavallería de Montevideo, vino disperso de el ataque de Rioseco en q.e era Sarg.tº; El de igual clase D.n Rafael Marqueliz era del Reg.tº de Ultonia y se disperso en dho ant.or ataque; los ayudantes D.n Antonio Alfaro y D.n Nicolás Solerio eran  Cadetes de Volun.s de Estado, y se dispersaron en la referida acción.

Un Sargento 1.º, y quatro 2.ºs eran del 1.º Batallón del Ynmemorial del Rey, quienes hallandose en la Plaza de S.n Sevastián de Vizcaya se fugaron de ella y se yncorporaron en primeros del mes de Julio, a causa de hallarse aquella Plaza en poder de las Armas enemigas.

Quatro Sarg.tºs 1.ºs , y quince 2.ºs  del citado 1.º Batallon de Yvernia, quienes obraron del mismo modo q.e los anteriores del expresado Bat.on.

Un Sarg.tº 2.º era del Reg.tº de Toledo se disperso del ataque de Rioseco, y sin permiso de sus Gefes se incorporo en este Reg.tº.

El Tambor Mayor y 2 sencillos eran del citado Reg.tº, y 1.º Batalón de Hivernia, y se hallan en este p.r los motibos explicados.

Un tambor se disperso d.el ataq.e de Espinosa, el q.e era del Reg.tº de Inf.ª de Zamora.

Tres Cavos 1.ºs eran 2 del 1.º Batallon de Hivernia, y el otro del Reg.tº de Zamora, q.e era de la Gua. de la Reyna de Etruria.

Dos Cavos 2.ºs eran del Reg.tº Hivernia que eran de su 1.º Batallon, quienes son los q.e se arrimaron a la defensa Común.  

_______________

 

 

            El 19 de mayo, mientras las tropas del general Vorster se encuentran “perdidas” por las montañas del sur occidente, el mariscal Ney, procedente de Galicia, después de desbaratar la inconsistente defensa establecida en el puente de Peñaflor el día anterior, ocupa la capital del Principado.

 

            El general Ballesteros, enterado de la incursión de Kellerman a través de Pajares y que Oviedo se hallaba ocupada por fuerzas del Mariscal Ney, recibe el encargo del marqués de La Romana para que “reúna cuantas fuerzas pueda, y que obre según le parezca” y pone a sus órdenes el Regimiento de la Princesa que manda el coronel D. José O’Donnell. En cumplimiento de la orden anterior, Ballesteros decide abandonar la línea de Colombres y efectuar el repliegue sobre Cangas de Onís, al tiempo que dispone que la reunión de las tropas se verifique en el Infiesto, a cuyo punto se dirige con todo su cuartel general para recibirlas.

 

            Una vez concentradas las fuerzas en Infiesto, entre las que no se encuentran aquellos regimientos que formaron la línea del río Eo bajo el mando del general Voster, Ballesteros intenta organizar los cuerpos que deberán actuar bajo su mando.

 

            Por fin Vorster da señales de vida y se presenta en Salas, en cuya villa establece el cuartel general. Se queda con los regimientos de Fernando VII, Llanes y Navarra, mientras que los de Pravia, Lena, y 2º de Voluntarios de Cataluña (reforzado con dos compañías del Regimiento de Castropol) quedan a las órdenes del brigadier D. Pedro de la Bárcena, moviéndose por los pueblos a la derecha del río Narcea.

            El 2 de junio de 1809 el Regimiento de Lena, junto con los de Pravia, Salas, Grado y 2º de Voluntarios de Cataluña, al mando del brigadier D. Pedro de la Bárcena, ocupa posiciones en la pendiente que media entre Leiguarda y San Martín de Miranda, a la izquierda del río Pigüeña. El brigadier Bárcena, que teme ser atacado por el frente y flanco izquierdo, decide escalonar las tropas con el objeto de poder replegarse a través de las cumbres de la Brueba que tiene a su retaguardia. La vanguardia, compuesta por los regimientos de Grado, Salas y Voluntarios de Cataluña, permanece en Menes para emprender, como el resto de la división, el movimiento retrógrado pero, justo en ese momento, aparece por las Vegas de San Cristóbal la vanguardia francesa al mando de Barthelemy. Las guerrillas del Regimiento de Grado consiguen detener, con fuego certero, a las primeras avanzadas enemigas. Barthelemy reúne a sus hombres e intenta forzar el paso del puente y alejar las guerrillas al otro lado apostadas, momento que es aprovechado por Bárcena para ordenar a los cuerpos de retaguardia que salgan a reforzar las guerrillas y se sitúen en el punto por ellas ocupado. El Regimiento de Salas, al mando de su bizarro teniente coronel D. Pablo de Mier, se posiciona en el punto designado con las dos compañías de granaderos del Regimiento de Grado; otras dos del Regimiento de Lena al mando de su sargento mayor y otra del de Pravia. Una vez roto el fuego, a medida que el enemigo se apresura a ganar la orilla, el tiroteo se hace más intenso, lo que le obliga, tras hora y media de duro combate, a repasar el puente y a atrincherarse en las casas próximas. Reagrupado el enemigo, hace un segundo intento de conquistar la posición española, pero son nuevamente rechazados por la tenaz resistencia que ofrecen las fuerzas defensoras. Concluida  la acción, las fuerzas antes mencionadas se repliegan sobre Leiguarda, acampando acto seguido en Las Estacas.  

 

            Tras un descanso de dos días, el Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos que continúan bajo las órdenes del brigadier Bárcena, se dirige al concejo de Teverga con el objeto de recibir instrucciones de Vorster para caer sobre Grado. En vista de que éstas no llegan, Bárcena toma la iniciativa y emprende la marcha hacia Linares de Proaza, en cuyo punto permanece por espacio de dos días sin recibir comunicación alguna de Vorster. En vista de ello Bárcena, en conferencia con los jefes y oficiales de su división, ordena marchar sobre Grado. En aproximación a Sama de Grado, la vanguardia de la división toma contacto con una compañía de descubierta de la guarnición francesa de Grado contra la que cargan, consiguiendo librarse ésta de ser envuelta y hecha prisionera. Puesta en retirada, el intercambio de disparos entre unos y otros conforme se van acercando a Grado, pone en alerta a su guarnición. El 2º de Voluntarios de Cataluña que iba en vanguardia al mando de su coronel, asoma a la altura de La Mata, mientras que el Regimiento de Grado, a marchas forzadas, se dirige por la derecha a San Martín de Gurullés para confluir en Peñaflor con los Voluntarios de Cataluña que, desgraciadamente, no llegan a tiempo, lo que propicia que el enemigo franquee el puente sobre el río Nalón sin ser molestado. El resto de los cuerpos de la división, entre los que se encuentra el Regimiento de Lena, se encamina a Grado, en donde esperan hallar cierta resistencia por parte de las fuerzas francesas que guarnecen la villa, lo que no ocurre por haber cundido el pánico y la posterior dispersión del enemigo.

 

            El día 6 de junio la división de Bárcena al completo se halla concentrada en Grado, en cuyo punto, sorprendentemente, se recibe la noticia de que fuerzas del general Kellerman, que se encuentra en Oviedo, se aproximan con la intención de atacarla; por razones de seguridad se retira a las alturas de El Fresno (punto dominante sobre el camino real de Galicia y a La Mesa), ya que esta formidable y estratégica altura ofrece mayor ventaja defensiva. En realidad se trataba de un batallón que veía a reforzar la guarnición de Grado que, después de recoger a los dispersos fugados de la villa, regresa de nuevo a Oviedo. Al día siguiente los hombres al mando de Bárcena vuelven a Grado, a donde también llega el general Vorster, quien vuelve a reasumir el mando en jefe de la división.

 

            El 10 de junio, una vez evacuada por el enemigo la capital del Principado, la división de Voster entra en Oviedo. Sin apenas dar descanso a  sus tropas emprende la marcha con dirección al Padrún, en cuyo punto la división se divide en dos brigadas; una al mando del coronel D. Gregorio Cañedo Vigil (del Regimiento de Salas) y la otra a las órdenes del sargento mayor D. Gregorio Piquero Argüelles (del Regimiento de Castropol). Varias compañías del Regimiento de Lena se encuadran en la brigada que manda Piquero Argüelles, mientras que el resto sigue al coronel Cañedo Vigil, quien desviándose a la derecha por el puente de Loredo, sube por el camino real para luego bajar a La Puente; atraviesa La Foz de Morcín  y llega a Riosa, y atravesando por caminos de montaña, alcanza el pueblo de Zureda por Campomanes.

 

            La brigada de Piquero parte con dirección al concejo que ha dado nombre al cuerpo (el de Lena); pernocta en Carabanzo y al día siguiente se dirige, equivocadamente, a Puente de los Fierros, en lugar de conducirse a Pola de Lena tal como estaba prevenido, frustrando, de esta manera, los planes previstos, entre ellos, los del teniente coronel del Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia, quien se encontraba en su casa de Columbiello convaleciente de la herida sufrida en Espinosa de los Monteros el 11 de noviembre del año anterior. El teniente coronel Valledor, de acuerdo con el capitán D. Juan González de Lena, del Regimiento de Lena; los tenientes D. José Toyos, del Regimiento de Candás y Luanco y D. Pedro Peñafiel; el  sargento 1º D. Pedro Fernández Espinedo, del Regimiento de Covadonga y el comandante de Guerra, D. Antonio Argüelles Mier, que habían reunido algunos soldados dispersos, resuelve interceptar el paso a las tropas de Kellerman que se conducían en retirada hacia León. El comandante de la Alarma del partido, de acuerdo con los anteriores, cursa órdenes con la mayor reserva para que concurran todos los escopeteros y chuceros de la alarma para que pasen a ocupar las inmediaciones de la iglesia de Castiello del pueblo de Sorribas, próximo a Vega del Rey, lo que unos y otros verifican puntualmente bajo el mando del teniente coronel del Regimiento de Lena. El combinado de fuerzas lo componen unos doscientos treinta hombres que ocupan posiciones ventajosas sobre la carretera de Castilla, y que nada más avistar la escolta del convoy enemigo, hacen sobre ellos un nutrido fuego de fusilería; causándoles un número considerable de bajas, entre muertos y heridos, obligando al resto a buscar refugio entre la guarnición de Pola de Lena. En la acción resulta gravemente herido por su extremado valor y arrojo el capitán del Regimiento de Lena, D. Juan González de Lena.

 

            Kellerman, temiendo ser cogido entre dos fuegos, avanza precipitadamente con todas sus fuerzas, consiguiendo repasar el punto que defendiera el teniente coronel Valledor, con lo que consigue poner a salvo todos los efectivos e impedimenta. En venganza por la acción anterior, las tropas de Kellerman se entregan al saqueo de todos los lugares del trayecto; incendian varias casas, entre las que se encuentran la del propio teniente coronel Valledor, dando muerte, además, a cuantas personas hallan en su camino.

 

            Mientras acontecían los hechos anteriores, la vanguardia de la brigada del coronel Cañedo Vigil, al mando del capitán de cazadores del Regimiento de Lena, D. Antonio Areces, llega el pueblo de Pajares, en donde descubre restos de horrible fiereza perpetrada por el enemigo durante su retirada hacia Castilla. Las restantes fuerzas que componían el centro de la división de Vorster marchaban lentamente confiando en que llegarían a tiempo las brigadas de Cañedo Vigil y Piquero Argüelles para atajar al enemigo. Fue un caro error, ya que los jefes que mandaban ambas brigadas no apreciaron los consejos que en este sentido les había dado el teniente coronel y demás oficiales del Regimiento de Lena. No cabe la menor duda que, de haber respetado la palabra empeñada, el resultado de la jornada posiblemente hubiera sido otro.

 

            El general Ballesteros, por orden expresa del marqués de la Romana, ahora nuevo general en jefe del Ejército de la Izquierda, recibe el encargo de reorganizar sus maltrechas fuerzas con el objeto de incorporarlas al citado ejército. En cumplimiento de esta orden Ballesteros decide establecer el cuartel general en la villa de Gijón.

 

            Con el propósito de reagrupar a los dispersos cuerpos que conformaron la línea de Colombres, el 23 de junio de 1809 Ballesteros desde Oviedo circula orden a la Justicia para que los regimientos de su división se reagrupen en los puntos que, previamente, les ha señalado para ser conducidos al cuartel general de Gijón. El Regimiento de Lena, que no aparece relacionado en la orden anterior por encontrarse a las órdenes del general Vorster, es integrado en la nueva división, motivo por el que también se presenta en el campamento divisionario situado en Contrueces (Gijón).

 

            El 1º de julio, una vez verificada la reunión de todas las unidades en el campamento de Contrueces, al tiempo que se acomete una profunda reorganización de los cuerpos, se somete a los mismos a una intensa instrucción militar. El Regimiento de Lena, al igual que los demás cuerpos de su división, conforme al Reglamento de la Infantería de 23 de enero de 1809[2], queda arreglado bajo el pie de dos batallones de a 8 compañías.

 

            El 29 de julio, una vez concluida su reorganización, el Regimiento de Cangas de Tineo debidamente pertrechado y uniformado abandona el campamento de Gijón y parte hacia Oviedo, y el 1 de agosto, desde esta ciudad, emprende la marcha para el reino de León con el total de la división con el objeto de unirse al Ejército de la Izquierda que manda el marqués de la Romana. El mando del cuerpo lo sigue ostentando el coronel D. Juan Drimgold.

 

            Se acantona en Otero de Dueñas (León), ocupándose en continuos ejercicios de instrucción y desde aquí, a través de Santiago de las Villas, siguiendo el movimiento de la División, emprende la marcha hacia Santander.

 

            El 24 de agosto de 1809 el marqués de la Romana dispone la organización definitiva del Ejército de la Izquierda, cuya 3ª división deberá quedar constituida, precisamente, por los regimientos asturianos bajo el mando del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros.   

 

            El 26 de agosto, junto con los demás cuerpos de la División, cae sobre Cabezón de la Sal y ataca impetuosamente a un batallón del regimiento 119 francés en la altura del Monte Cildá, al que hace varios prisioneros y obliga a retirarse en franca derrota. Tras la acción la división se retira al Valle de Cabuérniga. 

 

            El marqués de la Romana cursa orden a Ballesteros para que, con su división, se concentre en Astorga. En cumplimiento de lo anterior, la división entra en Astorga en cuyo punto se forman dos columnas con las compañías de granaderos y cazadores de todos los regimientos que conforman la división.

 

            Sale de Astorga con dirección a la frontera de Portugal, y en un movimiento de flanco por su izquierda cae sobre Benavente. El 28 de septiembre las columnas de granaderos y cazadores atacan por sorpresa la guarnición enemiga que defiende la plaza, Tras la acción se retira a Alcañices.

 

            El 2 de octubre ataca Zamora, pero al no poder tomar la plaza por haber redoblado el enemigo su defensa, la división se repliega de nuevo sobre Alcañices para, posteriormente, entrar en Portugal y salir de nuevo a España por el Fuerte de la Concepción (Salamanca).

 

            El 19 de octubre de 1809, en cumplimiento de la orden del marqués de la Romana, la división asturiana se incorpora en Tamames (Salamanca) al Ejército de la Izquierda, mandado ahora por el Duque del Parque[3].

 

            El 23 de noviembre combate en la acción que tuvo lugar en Carpio, cerca de Medina del Campo (Valladolid). El Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos de la división, despliega en el centro. El enemigo, ante el movimiento bien concertado de los españoles, que marchan con aplomo y precisión admirables, se repliega hasta cerca de Medina del Campo. Reforzado con caballería, el enemigo se lanza contra el ala derecha, dejando descubierto el flanco de la división asturiana, que se vio acometida por los jinetes franceses. El general Ballesteros hace desplegar entonces los últimos escalones que, con fuego a quemarropa, hace retroceder al enemigo. Durante el transcurso de la acción resulta muerto el valeroso coronel del Regimiento de Lena, D. Juan Drimgold.

 

            Vacante la plaza de coronel del Regimiento de Lena, se designa para el cargo al coronel D. Luis Miñago.

 

            El 28 de noviembre se retira a Alba de Tormes, en cuyo punto la división sufre una general dispersión y escasas bajas. El Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos dispersos, se reagrupa con su división en Ciudad Rodrigo, en cuya plaza fallece el coronel D. Luis Miñago. Una vez verificada la reunión de todos los regimientos, parte para los cantones de Sierra de Gata (Cáceres) y fija el cuartel general en San Martín de Trevejo, protegiendo los hospitales de campaña allí establecidos después de la epidemia que asoló a todo el ejército. Aún sin concluir el año, sale de nuevo para Portugal.

 

1810

 

            Permanece en Portugal por espacio de dos meses. Entra de nuevo en España por Badajoz y queda la división a la expectativa de recibir órdenes del mando.

 

              Después de algunas dificultades, el duque del Parque resigna el mando del Ejército de la Izquierda y nuevamente se nombra para el mismo al marqués de la Romana quien, una vez asumido el mando, acomete una profunda reorganización de los regimientos asturianos. Se somete a los cuerpos a una disciplina más rígida y se logra formar, en corto espacio de tiempo, unas unidades más compactas y aguerridas.

 

            El 24 de marzo, hallándose reunida la División de Ballesteros con la primera de Extremadura, se dispone atacar al enemigo en Santa Olalla. Se forman varias columnas que deberían salir desde Cala en la misma noche de este día, mientras que otras lo harían en la madrugada del día 25. Tan pronto empezaron a salir, tuvo que suspenderse la  marcha debido al fuerte temporal desatado a las dos de la madrugada. A las ocho aclaró un poco y la columna pudo ponerse en movimiento con dirección a Santa Olalla, a cuyo punto llega a las dos y media, siendo informado allí que los franceses habían salido para el Ronquillo a las siete. Con el objeto de incomodar al enemigo, aquella misma noche se despachan guerrillas al Ronquillo, mientras que los demás cuerpos de la división se adelantan hasta dos leguas del citado pueblo. Las  tres guerrillas al mando del  sargento mayor del Regimiento de Covadonga, D. Felipe Villamil, unidas al sargento mayor del Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, que también se adelantó con su regimiento, rompen el fuego a las diez de la noche, el cual duró sin interrupción hasta la llegada del resto de la división, verificada a las seis de la mañana del día 26. A las 9, continuando el combate, se observó con claridad que el enemigo se ponía en retirada hasta repasado el río Huerba, en cuyo punto se hizo fuerte revolviéndose de nuevo contra la división, pero es contenido por el Regimiento de Cangas de Tineo mandado accidentalmente por el teniente coronel de dicho cuerpo, D. Pedro Dejoni, así como por otras partidas de diferentes cuerpos que, dando muestras de gran valor, se batieron en línea por espacio de tres horas, en que es rechazado el enemigo. Tras la acción se dio a la tropa el merecido descanso.         

 

            El 15 de abril interviene en la acción sobre el Río Tinto (Huelva) contra fuerzas del mariscal Mortier. Retirada a la Sierra de Aracena.

 

            El 26 de mayo asiste a la sorpresa y ataque a la guarnición enemiga de Aracena (Huelva).

 

            En los estados de fuerza de fecha 15 de junio de 1810 correspondientes al Ejército de la Izquierda de operaciones en Extremadura, el Regimiento de Lena se halla dividido en dos batallones, aunque no expresa la fuerza efectiva con que contaba en esos momentos. Continúa encuadrado orgánicamente en la 3ª división que manda el mariscal de campo D. Francisco Ballesteros. 

 

            Así, pues, entre los meses de junio y julio de 1809 la división se reorganiza en Fregenal de la Sierra (Badajoz), quedando ahora compuesta por sólo cinco regimientos de los diez que, inicialmente, la conformaban. El Regimiento de Lena, casi en cuadro y muy mermado de efectivos por el propio desgaste de la guerra, recibe para su completo los hombres necesarios de aquellos cuerpos que quedan fuera de la división y que, en cuadro por haber distribuido sus fuerzas entre los regimientos de Castropol, Lena, Cangas de Tineo, Pravia e Infiesto, se envían a Galicia para ser reemplazados.

 

            Por aplicación del Reglamento del Consejo de Regencia de 1º de julio de 1810, todos los regimientos, incluidos los provinciales, son declarados “de Línea”[4], bajo el pie de dos batallones, con proporción a los efectivos disponibles con los que contaba en esos momentos, conservando todos ellos sus propias denominaciones. 

 

            El 1º de julio de 1810 el Regimiento de Lena se encontraba en Aracena. Según el estado de fuerza de la 3ª división, la Plana Mayor del regimiento estaba constituida por el coronel D. Luis Miñago, el teniente coronel D. Bernardo Valledor y el sargento mayor D. Jaime Batler. Carecía de efectivos para tomar las armas, ya que, por uno u otro motivo, sólo disponía de 56 hombres, de un total de fuerza en revista de 798 plazas de fusil, por lo que las ausencias estaban en torno a los 742 efectivos.

 

            Por Orden del 25 al 26 del Ejército de la Izquierda, fechada en el cuartel general de Badajoz el 23 de julio de 1810, se da a conocer la nueva organización de las divisiones de él dependientes[5]. Asimismo, según los estados de fuerza del Ejército de la Izquierda en Extremadura de igual fecha[6], el Regimiento de Lena, tras sufrir la reorganización antes mencionada, queda encuadrado orgánicamente en la 1ª brigada de la 3ª división del citado ejército, cuyo mando sigue ejerciendo el general Ballesteros y el del ejército el marqués de la Romana. En esta fecha el total de fuerza que arroja el  Regimiento de Lena es de 588 efectivos.

 

            El 11 de agosto de 1810 efectivos del Regimiento de Lena atacan y rechazan por dos veces a fuerzas enemigas superiores en las Huertas de la Granada de Llerena, en Canta el Gallo (Badajoz).

                                              

            En los estados de fuerza de la parte del Ejército de la Izquierda, que aún sigue operando en Extremadura, el 1º de septiembre de 1810 el Regimiento de Lena se hallaba acantonado en Fregenal (Badajoz). Continúa arreglado bajo el pie de dos batallones y sigue encuadrado en la 1ª brigada de la 3ª división. La fuerza disponible para tomar las armas la constituían 8 capitanes, 16 subtenientes, 41 sargentos, 3 tambores y 456 cabos y soldados. La fuerza en revista es de 676 hombres.    

 

            El 9 de setiembre de 1810 la compañía de cazadores del Regimiento de Lena, encuadrada en la columna de tiradores de la división, sale de Bulaya para situarse en el camino de la Venta de la Pajanosa, en el lugar de El Baldío, a media legua de Castillo de las Guardas (Sevilla), con el objeto de apoyar el ataque a la citada población encomendado a los regimientos de Castropol e Infiesto.

 

            El 28 de octubre la División sale de Aracena, y el cuartel general de Castillejos lo hace el 1º de noviembre con dirección a Fuente de León.

 

            El 14 de noviembre de 1810 en Fregenal de la Sierra las tropas de la división asturiana, con el General Ballesteros al frente, prestan juramento a las Cortes[7].

 

            Por aplicación de la orden del Consejo de Regencia de 16 de diciembre de 1810, que resuelve que las tropas españolas se distribuyan en seis grandes ejércitos de maniobra, el Regimiento de Lena, con los demás cuerpos de la división asturiana, queda encuadrado orgánicamente en el 5º Ejército (Extremadura y Castilla), que manda el héroe de Bailén: el general Castaños.

 

1811               

 

            Con la organización anterior, el 1º de enero se halla en la acción de Guadalcanal (Sevilla), en donde es sorprendida la 3ª división francesa al mando del general Girard.

 

            El 4 de enero la división –que por órdenes recibidas de la Regencia abandonaba el frente de Extremadura y se movía hacia el condado de Niebla para unirse al general Copóns y Navia– cuando avanzaba por Segura y Cabeza de la Vaca, encontrándose entre Calera y Monasterio, son descubiertas por un destacamento de caballería enemiga que realizaba misiones de reconocimiento por la zona. El grueso de las tropas de la división, entre las que se encontraba el Regimiento de Lena, retrocede hasta posiciones más ventajosas dispuestas a ofrecer una dura resistencia, mientras los destacamentos más avanzados no rompieron el contacto con el enemigo con el objeto de atraerlo hacia sus posiciones. Ballesteros se repliega por el camino de Calera hasta la margen izquierda del río Bodión, tomando posiciones en la falda Este del Cerro del Coso, a lo largo de dicho río, apoyándose en dos colinas que a Norte y Sur pueden proteger el despliegue. Trabado combate con el enemigo, cuyo ataque es dirigido por el general Mortier, éste –que dura unas dos horas– queda indeciso por una y otra parte. Tras la acción las fuerzas asturianas se repliegan sobre Fregenal no sin antes ofrecer  “… una honorable resistencia […] sin experimentar sensibles pérdidas…”. 

 

            El 25 de enero interviene en la gloriosa acción de Villanueva de los Castillejos (Huelva) contra fuerzas superiores al mando del general conde de Gazán. La primera línea de batalla la forma el cuerpo de vanguardia al mando del teniente coronel D. Ramón de Alburquerque, el Regimiento de Lena al mando del coronel D. Jaime Butler y el Regimiento de Pravia, al mando de su teniente coronel D. Francisco Moreda; la reserva en batallones en masa, de los regimientos Provincial de León, Cangas de Tineo, Castropol e Infiesto, destacando sobre los flancos tres compañías de tiradores. La caballería la componían el provisional de Santiago y el Húsares de Castilla y estaba situada emboscada sobre la derecha de la reserva, y con esta disposición se aguardó el ataque. El enemigo lo verificó por la izquierda y centro de la línea, trabándose el combate más reñido y sangriento por una y otra parte. Después de tres horas disputándose el terreno, se observa que los fuegos de esta línea se debilitaban, siendo preciso entonces destacar de la reserva dos columnas fuertes en su apoyo. A consecuencia de esta operación el enemigo hizo avanzar su reserva, haciéndose más vivo y sostenido el fuego y más certero el tiro de la artillería, se hizo preciso ceder aquella posición y replegar las fuerzas hacia la reserva que había desplegado. Reiniciada de nuevo la acción, se infligió al enemigo, por la firmeza y serenidad con que lo recibieron las valientes tropas, el mayor de los estragos. Tras cinco horas de fuego de línea sin moverse un solo soldado, llegó la noche, circunstancia que se aprovechó para efectuar la retirada en escalones por regimientos, retirada que se verificó con absoluta tranquilidad y sin sufrir ningún tipo de molestias por parte del enemigo. Mientras la infantería se llenaba de gloria, la caballería maniobraba frente a la enemiga, batiéndose  a sable, siguiendo la maniobra y asegurando el flanco derecho, tanto durante el desarrollo de la acción como en la posterior retirada. La acción de los Castillejos inmortalizará el nombre de los valientes defensores de la Patria. Por el extraordinario y distinguido mérito contraído en el ataque a Villanueva de los Castillejos el Regimiento de Lena es declarado “Benemérito de la Patria”, así como también a todos los jefes y oficiales que intervinieron en la acción del día 25 de enero.

 

            En el estado de fuerza del 5º Ejército (Extremadura y Castilla) de fecha 1º de febrero de 1811, deja de citarse al Regimiento de Lena como integrante del mismo por haberle sido asignado nuevo destino a la división, que ahora queda incorporada al 4º Ejército (Isla de León y Cádiz).

 

            El 15 de febrero el general Ballesteros, con los regimientos de infantería de Lena y León y otras fuerzas de caballería, sale del Cerro del Andévalo con dirección a Fregenal de la Sierra (Badajoz), con el objeto de sorprender a las fuerzas enemigas que se hallaban en dicho punto cubriendo toda la sierra de Extremadura para asegurar la comunicación del General Soult con Sevilla a través del farallón de Monesterio. En la mañana del día 19 las fuerzas anteriores atacan a la guarnición francesa de Fregenal, no dando lugar a que el enemigo pueda rehacerse. Tras un cuarto de hora de duro combate,  desarrollado en las mismas calles del pueblo, el enemigo fue enteramente destruido y dispersado, haciéndole más de 100 prisioneros y cayendo en poder de los asturianos diverso equipaje, fusiles y municiones. En esta acción, la compañía de cazadores del Regimiento de Lena, encuadrada en la columna de cazadores de la división, se portó bizarramente.

 

            Habiéndose retirado los franceses de Valverde del Camino como consecuencia del movimiento que se hizo sobre Zalamea la Real, la división asturiana le da alcance  en su posición sobre la izquierda del río Tinto, destacando inmediatamente guerrillas de infantería y caballería con el objeto de entretenerle. El 2 de marzo, según parte del  circunstanciado en La Palma por el propio general Ballesteros, interviene en las acciones de Villalba y Villarrasa (Huelva) contra un cuerpo de Caballería enemiga mandado por el comandante Rémond que aparentaba defender el paso del río Tinto. La acción es sostenida, junto con otros cuerpos, por el de Línea de Cangas de Tineo, que ponen al enemigo en precipitada fuga con dirección a Sevilla.

 

            El día 5 de marzo, el mismo día de la batalla de Chiclana (Cádiz), el general Darricau acude en socorro de Rémond. La división de Ballesteros no ofrece batalla y se retira tras el Río Tinto.

 

            Los días 9 y 10 de marzo asiste a la sorpresa de la Palma del Condado (Huelva). Es batida una columna enemiga al mando del comandante Rémond.

 

            El 29 de marzo de 1811 se produce la muerte de su bravo Jefe, el teniente coronel, graduado de coronel, D. Fernando Valledor y Navia, de resultas de las heridas que sufrió en la acción del día 7 de febrero anterior sobre la plaza de Badajoz.

 

            El 13 de abril combate sobre las alturas de San Cristóbal, en la Sierra de Fregenal, contra fuerzas superiores del general Maransin. Al día siguiente se halla en la acción de Jerez de los Caballeros y la división se ve forzada a replegarse sobre Salvatierra de Barros. 

 

            Con dependencia orgánica del 4º Ejército, el Regimiento de Lena interviene el 16 de mayo en la más sangrienta de todas cuantas batallas se libraron durante la Guerra de la Independencia: la de los campos de La Albuera (Badajoz). El Regimiento, con los demás cuerpos de la división, aguanta firme los repetidos ataques lanzados por el enemigo contra la izquierda de la línea y le hace retroceder al otro lado del arroyo de Chicapierna, lo que cooperó a conseguir tan señalada victoria. Victoria costosa y difícil en la que el Regimiento de Lena, junto con los demás de la división, pagó un alto tributo de sangre. Sir William Carr Beresford, Comandante general de todas las fuerzas que intervinieron en la batalla, tras la acción escribió: “.... es imposible, de ninguna de las maneras, hacer justicia al distinguido valor de las tropas. Cada uno, individualmente, cumplió su deber....”

 

            Por su decidida participación en la gloriosa batalla de La Albuera, las Cortes declara “Beneméritos de la Patria” a los regimientos que intervinieron en la misma, recompensando, además, con el empleo inmediato superior a los combatientes más antiguos de cada clase.

 

            Con anterioridad al desarrollo de la acción táctica el Regimiento de Lena, de una fuerza total de 31 jefes y oficiales y 629 individuos de tropa, de los que sólo tenía disponibles 28 jefes y 499 soldados, ya que las bajas producidas por causas de índole diversa se elevaban a 3 jefes y oficiales y 130 soldados. Según el estado que manifiesta los muertos y heridos que han tenido las tropas del Cuerpo expedicionario y las del 5º Ejército que se hallaron en la Albuera, el Regimiento de Lena arroja 1 oficial y 12 soldados muertos; heridos 1 jefe, 2 oficiales, 5 sargentos y 20 soldados, en total 41 bajas, resultando, por lo tanto, el segundo cuerpo asturiano que más bajas sufrió (el 1º fue el de Pravia con 58 bajas). El oficial muerto fue el teniente D. Elías Miranda, encontrándose entre los heridos el coronel D. Jaime Butler, el Teniente D. Alvaro Solís y el Subteniente D. Juan Rodil.

 

            En los estados de fuerza del 4º Ejército, que ahora manda el marqués de Coupigny, de fecha 1º de mayo, el Regimiento de Lena aparece formado por un sólo batallón. El mando de la 3ª división lo sigue ostentando el teniente general Ballesteros.

 

            Interviene en la acción de Montemolin (Badajoz) el 26 de mayo.

 

            El 25 de junio, la compañía de cazadores del Regimiento de Lena, junto las restantes de su clase que forman la columna de cazadores de la división, tiene un encuentro con el enemigo en Cabezas Rubias (Huelva), al que ataca en El Cerro de Andévalo y lo pone en franca derrota,  obligándole a buscar refugio en Moguer.

 

            La columna de cazadores sostiene el día 3 de julio una refriega en Calañas (Huelva) con la vanguardia enemiga del general Conroux.

 

            El 17 de setiembre la vanguardia de la división asturiana es sorprendida en Ubrique (Cádiz) y obligada a replegarse sobre las alturas de la sierra. Este mismo día las compañías de cazadores de los regimientos de Lena e Infiesto pasaron a situarse en la Peña de Sancho con el objeto de ponerse de acuerdo con el gobernador del castillo de Alcalá para intentar atacarlo.

 

            El 19 de setiembre ataca en Alcalá de los Gazules (Cádiz) a fuerzas francesas de la división del general Vilde y obliga al enemigo a desalojar el pueblo.

  

            El 24 de setiembre, mientras el enemigo se hallaba en Ximena, las tropas de Ballesteros se encontraban a una media legua sobre su flanco izquierdo. Al amanecer del día 25 fuerzas importantes de la vanguardia que manda el marqués de las Cuevas del Becerro lo ataca por su derecha, desalojándole de las alturas que dominan a Ximena, protegiendo dicho ataque por el centro una columna al mando del coronel del Regimiento de Lena D. Jaime Butler, mientras que la columna de reserva, formada por los regimientos de Castropol, Cangas de Tineo, Pravia e Infiesto al mando de sus respectivos jefes, se situó en el pueblo sosteniendo el ataque de las demás tropas. En esta acción, el Regimiento de Lena, con los demás cuerpos de la división, vuelve a distinguirse por sus impetuosos ataques a la bayoneta. En la acción del 25 de septiembre sobre la villa de Ximena, el Regimiento de Lena experimenta 13 bajas: dos muertos, nueve heridos, un contuso y un desaparecido.

 

            Abandonada por el enemigo la posición anterior, éste se sitúa en otra más ventajosa a retaguardia de aquella, por lo que se hizo indispensable realizar un segundo ataque para desalojarle de allí. El ataque es iniciado de nuevo por la vanguardia y la propia columna que manda el coronel del Regimiento de Lena, quienes sostienen un vigoroso y prolongado fuego, consiguiendo desalojarle de todas las posiciones que ocupaba. Mientras el enemigo se retiraba por el camino de Alcalá de los Gazules, las compañías de cazadores de los cuerpos de la división, junto con el Regimiento de Infiesto, son las fuerzas destacadas para caer sobre su flanco, lo que verifican oportunamente, causándoles una pérdida considerable de bajas, siendo posteriormente perseguidos hasta unas dos leguas de Alcalá. Todos los jefes, oficiales y tropa que intervinieron en las acciones anteriores han llenado cumplidamente su deber, siendo recomendados a la superioridad para su satisfacción.          

 

            Desde el 2 de octubre al 12 del mismo mes, asiste al primer sitio que sufre el Ejército bajo el Peñón de Gibraltar.

 

            El 15 de octubre, según los estados de fuerza del 4º Ejército, el Regimiento de Lena continúa arreglado bajo el pie de un único batallón.

 

            El 21 de octubre el enemigo, que se hallaba situado en San Roque y Los Barrios, abandona sus posiciones y marcha sobre Ubrique a través el camino de Ximena, circunstancia que es aprovechada por el general Ballesteros para salir de La Línea de Gibraltar, bajo cuyos fuegos se hallaba apoyado por las tropas ligeras de la compañía de cazadores del Regimiento de Infantería de Lena, para caer sobre una división enemiga que cubría la retaguardia de su ejército, logrando batirla completamente y ponerla en total dispersión. En esta acción se distinguió notablemente el coronel del Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, así como los demás oficiales, sargentos, cabos y soldados del mismo regimiento. 

 

            A las once de la noche del 4 de noviembre de 1811 el mariscal de campo D. Francisco Merino, con el Regimiento de Lena, más los de Pravia y Cangas de Tineo, rompe la marcha para caer al amanecer del día siguiente sobre Villamartín.      

 

            Concurre a la acción de Bornos (Cádiz) el 5 de noviembre. En esta acción, la columna de cazadores, que ahora es mandada por el sargento mayor del Regimiento de Infiesto, después de pasar el Guadalete, bate y derrota al general Semellé. El desfiladero por donde discurría la única vía de repliegue estaba cortada por el esforzado Regimiento de Lena, que se hallaba desplegado en orden de batalla en la línea de la cresta.

 

            El 21 de noviembre los regimientos de Lena y Barbastro, junto con las compañías de cazadores de lo regimientos de Castropol, Infiesto, Cangas de Tineo y Ronda, marchan con dirección a Ximena.   

 

            El 24 de noviembre, la compañía de cazadores del Regimiento, junto con las demás de la división, asiste a la defensa exterior de la plaza de Tarifa en cuyo sitio permanece hasta el 11 de diciembre. En el ínterin, el resto del Regimiento permanece al abrigo del Peñón de Gibraltar.

 

            La columna de cazadores efectúa el reconocimiento de Torre Carbonera (Cádiz) el 28 de noviembre. Este mismo día, el Regimiento de Lena y el de Cangas de Tineo se situaron en escalones en la distancia que media entre Sierra Carbonera y la costa mediterránea.

 

            Desde el 1º de diciembre al 16 del mismo mes asiste al segundo sitio bajo el Peñón de Gibraltar.

 

            Fuerzas de la división, entre las que se halla la compañía de cazadores del  Regimiento de Lena, al mando del teniente coronel D. Gregorio Piquero del Regimiento de Castropol, verifican un desembarco en la retaguardia enemiga que ocupa el Peñón. Esta acción contribuyó, en gran medida, a la pronta evacuación del Campo de Gibraltar por el ejército del mariscal Soult, gracias al valor, constancia y sufrimiento de los cuerpos asturianos mandados por Ballesteros.

 

            El 12 de diciembre la columna de cazadores sale en persecución del enemigo hasta Ximena de la Frontera (Cádiz), en cuyo punto bate su retaguardia causándole grave daño. Este mismo día el general Ballesteros, junto con las tropas de la División, entra en la villa de Álora.

 

            El 17 de diciembre el Regimiento de Lena, junto con los de Sigüenza y Ronda, continúa su marcha hacía Puerto-Ogén, quedando el vivac a media legua de él.

 

            El 18 de diciembre, la columna de cazadores, interviene en la acción de Puerto-Ogén cuyo objeto era llamar la atención del enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa. Fue desalojado el batallón polaco que defendía el punto citado. El enemigo, al mando del general Barrois, reconquista la posición y obliga a las fuerzas ocupantes a retroceder sobre su base de partida.

 

            El 24 de diciembre bajo el mando del coronel del Regimiento de Infiesto se forma una columna con las compañías de cazadores de cada uno de los regimientos que componen la división para maniobrar contra el enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa, no habiendo obtenido ningún resultado por hacer imposible todo movimiento el temporal y el extraordinario crecimiento de los ríos.

 

1812

           

            Los días 4 y 5 de enero de 1812, en medio de un fuerte temporal, el Regimiento de Lena, junto con el de Ronda, que deberían reforzar la guarnición de Tarifa, pero debido a la persistencia del temporal, que imposibilitaba la marcha a Tarifa, embarcan para San Roque.

 

            Del 27 de enero al 21 de febrero se halla en continuas correrías por el frente de la línea enemiga del Guadalete, sembrando el sobresalto entre los destacamentos y pequeñas guarniciones francesas. A las 5 de la tarde del 11 de febrero de 1812 el general Ballesteros, con 1.000 hombres de infantería y 100 de caballería ataca el castillo, guarnecido por el 9º regimiento del Vístula de la 2º división polaca. Continúa el asedio al día siguiente. Las fuerzas polacas son evacuadas a Alhaurín, mientras que las tropas asturianas acampan en el Baece, en la Loma del Capricho, de Álora.

 

            En la acción del 16 de febrero de 1812 sobre la villa de Cártama, el Regimiento de Lena experimenta 18 bajas: un muerto, que resultó ser el capitán D. José Manuel Granado; siete heridos, entre los que se encontraba el subteniente, graduado de capitán, D. Nicolás Solerio; un prisionero y diez desaparecidos o extraviados.

 

            Según orden general del 4.º Ejército del 26 al 27 de febrero de 1812, en Los Barrios, los cuerpos que componen la fuerza de este ejército de operaciones, como consecuencia de que la 2.ª división se halla destinada a la defensa de la Isla de León, deberá quedar formando por una vanguardia y dos divisiones, 1.ª y 3.ª. Como resultado de lo anterior, el Regimiento de Lena continúa sin variación, es decir, encuadrado en la 3.ª división, cuyo mando ahora ostenta el príncipe de Anglona.

 

            Al anochecer del día 13 de abril la División asturiana sale de Hardales con dirección a Álora (Málaga), en cuyo punto se encuentra una columna enemiga  a las órdenes del general Rey. A una media legua del pueblo se forman las columnas de ataque que, nada más acercarse a sus avenidas, sostienen un tiroteo con las avanzadas enemigas que estaban a un tiro de fusil de la población, siendo arrolladas y dispersadas. El resto de la guarnición, que aún dormía a pierna suelta, despertó con el ruido del tiroteo y viéndose sorprendida salieron como pudieron del pueblo. Tras repasar el río, colocan en un cerro próximo dos piezas de artillería ligera, que abren fuego sobre las guerrillas españolas. Nuestras fuerzas, amparadas por una pieza de montaña, cruzan el río y traban combate por espacio de dos horas, al cabo de las cuales el enemigo resulta completamente batido y puesto en desordenada fuga, impidiéndole efectuar la retirada por el camino de Pizarra. En esta acción pierde la vida a consecuencia de un balazo que recibió en la cabeza el valeroso coronel del Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, que  es sustituido por el coronel D. Francisco Carbor.

            El 16 de abril la compañía de cazadores del Regimiento de Lena interviene en la acción de Cártama (Málaga), en la que con inferiores fuerzas, y a pesar de la ventajosa posición del general Maransin, es batido y derrotado por la columna de cazadores de la división asturiana.

 

            En la acción de Campillos (Málaga) del día 23 de abril, fue batido y derrotado el enemigo.

 

            El 27 de abril interviene en la acción de El Burgo (Málaga). Desalojo de la división enemiga del general Rey.

             

            En los estados de fuerza del 4º Ejército -que ahora manda el teniente general Ballesteros- de fecha 15 de mayo y 1º de junio de 1812 respectivamente, la 3ª división, en la que se encuadra el Regimiento de Lena, continúa mandada por el príncipe de Anglona.

 

            El 1º de junio interviene en la batalla del Guadalete (Huelva). Este mismo día el General Ballesteros intenta romper el bloqueo de Cádiz, pero fracasa estrepitosamente en Bornos. En la acción resulta muerto el coronel del Regimiento de Lena, D. Francisco Carbor.

 

            El 10 de julio se halla en la acción de Coín (Málaga), en la que es batido por menores fuerzas el general Leval y el 14 del mismo mes asiste al ataque a la ciudad de Málaga que se hallaba ocupada y defendida por el general Maransin. La compañía de cazadores del Regimiento de Lena, como parte integrante de la columna de cazadores de la división que manda el teniente coronel del Regimiento de Castropol, D. Gregorio Piquero, interviene en la toma y rendición de la ciudad de Málaga, lo que constituye un título honroso para todos los regimientos asturianos que intervinieron en la operación.

 

            El 24 de julio asiste a la sorpresa de la guarnición de Osuna (Sevilla). Retirada a San Roque (Cádiz).

 

            El 3 de setiembre interviene en la acción de Antequera (Málaga) y desaloja las fuerzas enemigas mandadas por los generales Villatte y Conroux y el día 7 del mismo mes toma parte en la acción de Loja (Granada) en la que es batido el general Semellé por inferiores fuerzas. En esta última acción, de gloria para las armas españolas, contrajo especial mérito el sargento mayor del Regimiento de Lena D. Froilán Vigo, auxiliado, entre otros, por D. Bernardo García, también del Regimiento de Lena.  

 

            Como consecuencia de la reorganización de los regimientos dispuesta por el duque de Wellington, recogida en el Reglamento del Consejo de Regencia de fecha 8 de mayo de 1812, que establece que los regimientos de Infantería “de Línea” queden arreglados bajo el pie de un sólo batallón de a ocho compañías, una de cazadores, otra de granaderos y las seis restantes de fusileros, el 10 de setiembre el Regimiento de Lena adopta la orgánica dispuesta por Wellington y queda reducido a un sólo batallón de a ocho compañías.

 

            El 16 de setiembre desaloja al enemigo de Padul (Granada) y al día siguiente lo bate en el Puerto de los Dientes de la Vieja y en Alhendin (Granada).

 

            El 10 de octubre sale para Córdoba, a donde llega el día 15. Queda de guarnición en El Carpio (Córdoba) hasta el 30 del mismo mes. En este tiempo continúa mandando la división el mariscal de campo D. Francisco Merino y el 4º Ejército nuevamente el teniente general, duque del Parque.

           

            Por R.O. de 4 de diciembre de 1812, para la formación y organización de los Cuerpos de Ejército 1º, 2º, 3º y 4º, así como Reservas de Andalucía y Galicia, cesan las denominaciones que ostentaban desde el 16 de diciembre de 1810. Conforme a lo establecido, el 4º y 5º ejércitos reunidos formarán el 3º. En virtud de la R.O. antes citada, el Regimiento de Lena, junto con los de Castropol, Cangas de Tineo e Infiesto, orgánicamente queda encuadrado en el Tercer Ejército.      

 

 

1813

 

            A principios de año el Regimiento de Lena continúa presentando la misma composición y dependencia orgánica tal como había quedado establecida por R.O. de 4 de diciembre anterior.

           

            El 1º de junio el Regimiento de Lena aparece formado por un sólo batallón y se encuadra en la 1ª brigada de la 3ª división -que ahora manda el mariscal de campo D. Juan de la Cruz Mourgeón- del Tercer Ejército, a cuyo frente sigue el duque del Parque. 

 

            El 7 de octubre de 1813 el Regimiento de Lena, de paso para La Línea, se presenta en la plaza de Madrid. Llegó desprovisto de calzado, por lo que individuos y dependientes del Ayuntamiento de Madrid acuerdan proveer a sus expensas de 300 pares de zapatos a los soldados del Regimiento de Lena, que les serían entregados durante el acto de revista del día siguiente. El vecindario de Madrid, que acudió al acto de revista con idéntico motivo, hace donación al jefe del batallón de 2.000 pares de zapatos, limitándose éste a tomar lo meramente necesario, es decir, recogió un par de zapatos por cada soldados del batallón, dejando el resto a disposición del ayuntamiento para  cubrir las necesidades de otros cuerpos. Fue una acción digna de la Patria a sus héroes.

 

            En el mes de diciembre sigue formado por un sólo batallón y continúa encuadrado en la 3ª división del Tercer Ejército. La división la manda D. Felipe Berenguer y el Ejército el Príncipe de Anglona.

 

            El 1º de diciembre el Regimiento de Lena, ahora se encuadrado en la 2.ª brigada de la 3.ª división, se hallaba acantonado en Tudela. El día 9 del mismo mes el regimiento se traslada desde Tudela a Borja y el 11 sale para Trucano por estar ocupado su cantón por el Regimiento de Baza. El 13 se acantona en Mallén.

 

            El 18 de diciembre dos partidas del Regimiento de Lena, compuestas por un capitán, un subalterno y 80 hombres, salen para varios pueblos con el objeto de auxiliar al comandante en el acopio de subsistencias para la tropa.  

 

 

 

1814

                                  

            El 1º de enero de 1814 el Regimiento de Lena continuaba acantonado en Mallén.           

 

            Según el estado general de fuerza efectiva de todos cuerpos que figuran encuadrados en los ejércitos de operaciones en enero de 1814 el Regimiento de Lena, que seguía perteneciendo al Tercer Ejército, presenta un total de 886 efectivos.

 

            El 9 de abril el Regimiento de Lena se reúne con la división en Andoain.

 

            El 13 de abril la división entra en Francia y queda acantonada en las inmediaciones de la ciudad de Orthez y pueblos inmediatos hasta el día 27 del mismo mes. La conducta  y disciplina que observaron los cuerpos asturianos en aquella nación, les hicieron acreedores a las más expresivas gracias del generalísimo de los ejércitos españoles: el duque de Wellington. El 27 de abril emprende el camino de regreso a España y llega a Irún el 1º de mayo.

            El 12 de julio de 1814 se disuelven los ejércitos de operaciones, desconociéndose, en virtud de esta orden, el destino que se le dio al Regimiento de Lena, que en esa fecha se encontraba acantonado en Almazán (Soria).  

 

            Por R. O. de 16 de octubre de 1814 se aprueba un plan para enviar una expedición de 8.000 hombres a Nueva España. En virtud de esta R. O. y la del mismo rango de 21 del citado mes, el 7 de noviembre queda formada, mediante sorteo, la escala general de los regimientos de Infantería de Línea y Ligeros que por turno deben pasar a los dominios de ultramar. Según este sorteo, al Regimiento de Lena le fue asignado el número 57.

 

1815

 

            El Reglamento de la Infantería de 2 de marzo de 1815, que recoge los regimientos de Infantería de Línea y Ligera que existían organizados según el Reglamento de 8 de mayo de 1812, no aclara el destino que se le dio, o cuerpo en el que se integró, el Regimiento de Lena. Sin embargo, si cita el destino que ocuparon algunos de sus jefes en los reorganizados regimientos que supervivieron a la reforma de 1815: El sargento mayor D. Ramón Carreño, pasa destinado como 1º Ayudante al 3º Bón. del Regimiento “Rey nº 1”; el teniente coronel D. Froilán Vigo, como comandante del 2º Bón. del Regimiento “Granada nº 15”; el coronel D. Miguel Pérez Mozún, a la Plana Mayor, como coronel jefe del Regimiento “Burgos nº 21” y el teniente coronel D. Alejandro Mayoli, a la Plana Mayor de “Voluntarios de Castilla nº 38”.

 

            Como quiera que el Reglamento de la Infantería de 2 de marzo de 1815 no contemplaba el destino que debería dársele al extinguido Regimiento de Lena, tres meses más tarde por R. O. de 2 de junio de 1815 los efectivos del regimiento se refunden en el Real Cuerpo de Guardias Walonas con el objeto de completar los batallones 3º, 4º y 5º que, por aquellas fechas, se estaban formando.    

 

 

 

 

LA BANDERA DEL REGIMIENTO

 

            Cuando se formó el Regimiento, naturalmente tuvo que tener su propia bandera pero, desgraciadamente, no nos ha llegado noticia alguna sobre su existencia, por lo que se desconoce cualquier característica o detalle acerca de la misma, así como cuál ha sido el destino otorgado a la gloriosa enseña.

 

 

UNIFORMES

 

            En septiembre de 1808, con motivo de haberse formado la división asturiana del general Acevedo, parece ser que al Regimiento de Lena le fueron suministradas prendas de vestuario confeccionadas por artesanos del Principado, cuyo uniforme básicamente se componía de casaca o chaqueta corta de paño pardo, con cuello, vueltas y otros apliques de color encarnado (o verde si estaban conformadas como tropas ligeras); un pantalón o calzón, también de paño pardo, y otro de lienzo crudo para el verano; una chaqueta corta de fatiga, también de lienzo crudo, posiblemente con cuello y vueltas grana o verde. Como prenda de cabeza parece ser que llevaban el modelo de sombrero redondo, bien de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo o bien de una remesa británica llegada a Oviedo meses antes. La mayoría de los pertrechos que conformaban el equipo del soldado eran de origen británico, recibidos en Oviedo en julio de 1808, justo a tiempo para equipar a los regimientos que se estaban formando por esas fechas para incorporarse en Vizcaya al Ejército de Galicia.

 

            Tras el descalabro sufrido por la división Acevedo en Espinosa de los Monteros en noviembre de 1808, algunos regimientos que regresaron a Asturias –muy reducidos de personal por las bajas sufridas y la dispersión de muchos de sus efectivos–, recibieron, mediante sorteo realizado por la Inspección del ejército, uniformes de color rojo de procedencia británica recibidos en Asturias a finales de diciembre de 1808. El 8 de enero de 1809 la Junta Suprema ordena vestir a los regimientos de Fernando VII, Infante D. Carlos, Candás y Luanco y Cangas de Tineo con los 4.000 uniformes que vinieron de Inglaterra, pero pocos días después se ordena que el de Cangas de Tineo no se vista con estas prendas.   

  

            El Regimiento de Lena, aunque no hay constancia documental que lo pruebe, es posible que por su pertenencia a la 5.ª división (Navia-Eo) –la mejor provista de todo– se haya beneficiado con prendas de este vestuario, ya que el 12 de enero de 1809 se da orden para que el regimiento, una vez se halla vestido, se ponga en marcha para Castropol. Tres días más tarde, el 15 de enero, se pone de manifiesto la necesidad de prendas de vestuario que presenta el Regimiento de Lena para poder salir a campaña, por lo que se ordena que en la revista que debe pasar en Gijón, se le dote de todas las prendas de vestuario necesarias. Aunque la orden no lo expresa, se tiene la certeza que el vestuario recibido por los hombres de Lena, al igual que los demás cuerpos que componían la división del Eo al mando del general Vorster, necesariamente ha tenido que ser el procedente de Gran Bretaña que se encontraba en Gijón desde finales del mes de diciembre anterior, es decir, el compuesto de casaca roja, chaleco blanco, pantalón de lienzo y chacó del tipo ‘stovepipe’ (tubo de chimenea) o, en su defecto, gorro de manga, también de color rojo.

 

            El 17 de julio de 1809 los cuerpos de la nueva división, que ahora manda el marical de campo D. Francisco Ballesteros, reciben en el campamento de Contrueces (Gijón) nuevo armamento y vestuario, también de procedencia británica, enviado a los asturianos a través de la Junta de Sevilla. El vestuario se componía de casaca blanca, cuello y vuelta encarnada, forro blanco y botón dorado; calzón corto de lo mismo y gorro blanco con vuelta encarnada. En el botón, parece ser, sólo figura la inscripción “LENA”.

 

            En 1810, durante su estancia en Extremadura, el Regimiento de Lena seguía conservando, muy deterioradas por la acción del tiempo y el desgaste producido por la dura campaña, algunas de las prendas recibidas en Gijón en el año 1809. Según la revista pasada en Badajoz el 1.º de julio de 1810, las casacas de los soldados se hallan completamente inútiles. Desde Cádiz se remitieron diversos vestuarios para los cuerpos de la división, pero con éstos no llegaron casacas, por lo que en su lugar reciben chaquetas de lienzo. Le faltan camisas y otras prendas menores, que se van confeccionando en Lisboa. La compañía de granaderos es provista con morriones, también construidos en Portugal. La tropa se halla calzada con el par de zapatos que lleva puestos.       

           

         El Estado Militar de España de 1815, que recoge los uniformes en uso entre 1813-1814, describe el uniforme usado por el Regimiento de Lena en los términos siguientes: “casaca, pantalón y capote pardos; cuello encarnado; solapa y vuelta celestes; vivo blanco, botón dorado, botín negro y morrión”. También usaba, para verano, pantalón de lienzo crudo.

 

            El 15 de abril de 1813 el Regimiento de Lena presenta un vestuario en el más deplorable estado de uso. El coronel del regimiento expresa que se hacen todos los esfuerzos y  se toman las medidas conducentes para la conservación de las prendas, pero a pesar de ello se hace necesario dar de baja todos aquellos vestidos que, por su inutilidad absoluta, sólo sirven de estorbo al soldado. El 22 de este mismo mes, el coronel sigue quejándose de la falta de vestuario y que cada día que pasa se hace más necesaria la distribución de calzado. Los reclutas y soldados procedentes de otros cuerpos están semidesnudos y, como usan calzón corto, se hallan necesitados de medias o calcetas.  

 

            En la revista realizada en Tudela el 15 de octubre de 1813  el Regimiento de Lena, recientemente llegado de Jaén en donde acababa de recibir su vestuario, presenta todas las prendas en el más perfecto estado de conservación. No obstante, le faltan algunas prendas menores, tales como camisas y zapatos. En la revista del 23 de noviembre de 1813, en Artica, el vestuario del Regimiento de Lena seguía presentando  un buen estado.

 

            Según las revistas pasadas en Borja los días 1º y 31 de enero de 1814, el Regimiento de Lena continúa presentando un vestuario en muy buen estado. Sin embargo, la necesidad de calzado es perentoria.  

 

            El abril de 1814, a su regreso de la campaña desarrollada dentro de  territorio francés, los componentes del 3º Ejército (antiguo 4º) reciben en Pasajes nuevo vestuario, también de procedencia Británica, compuesto de casaca de paño, unas con divisa roja y otras verde (ignoramos cuál de estos colores le pudo corresponder al Regimiento de Lena); un pantalón de paño y otro de lienzo; morrión y gorro de cuartel. El Estado Militar de 1815 no recoge -quizás por no haber tenido aún noticia del mismo- este último uniforme con divisa de color rojo o verde.

 

 

 

 

 

RECOMPENSAS Y DISTINCIONES

 

            Dos veces declarado “Benémérito de la Patria”, en grado heroico y eminente. La primera, por el distinguido mérito contraído el 25 de enero de 1811 en el ataque a Villanueva de los Castillejos (Huelva) y la segunda, por su decidida participación en la batalla de La Albuera (Badajoz) el 16 de mayo de 1811.

 

Escudo de Distinción al Valor en Asturias

 

            Para enaltecer el valor de los cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres, la Junta Suprema de Asturias comisiona a D. Juan María de Mier para visitar el cuartel general divisionario y hacer extensivas a su general en jefe, jefes, oficiales y tropa las gracias de Su Alteza Serenísima (nombre otorgado a la Junta) por los distinguidos servicios prestados a la Patria. A tal fin, el 20 de mayo el representante de la Junta es recibido en el cuartel general con los honores de Ordenanza y acto seguido, tras pasar revista a las tropas, que formadas en orden de parada y con su general al frente, promete hacerles llegar la recompensa a la que se han hecho acreedores por su valor, constancia y patriotismo.   

       

         Como consecuencia de lo anterior, la Junta Suprema de Asturias para premiar el arrojo de las tropas que, bajo el mando del Mariscal de Campo D. Francisco Ballesteros, constituyeron el dispositivo defensivo de Colombres durante el ataque general efectuado el 15 de enero de 1809 contra el citado dispositivo por fuerzas enemigas superiores, establece, con carácter colectivo, un escudo de distinción denominado “Al Valor en Asturias”, cuya concesión se hace extensiva a las tropas que intervinieron en las importantes acciones desarrolladas en el mismo escenario bélico durante los ataques de los días 18 de febrero y 29 de abril de 1809, así como a las tropas que defendieron el estratégico e importante paso de Peñaflor durante la acción del 18 de mayo de 1809.

 

            Dicho escudo, para llevar bordado en la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente, consiste en una pieza circular de paño o lino blanco, de 60 mm. de diámetro, en cuyo centro se inscribe el lema: “VALOR / ACREDITA / DO EN / ASTUR  /  IAS”, en letras rojas, rodeado por ramos de laurel y palma en color verde.[8] 

 

            Aunque el Regimiento de Lena no intervino en ninguna de las acciones antes mencionadas, sí se había hecho acreedor al mismo por su decidida participación en la batalla de Espinosa de los Monteros; las acciones de guerra desarrolladas en la línea del Eo-Navia con la División Voster; acción del puente de San Martín, ataque la guarnición francesa de Grado e incursión en el concejo de Lena en persecución del enemigo.   

 

Cruz de Chiclana

            Creada por R.O. de 13 de febrero de 1815. El Regimiento de Lena no combate en Chiclana (Cádiz), pero se recompensó con esta cruz a los componentes de la Compañía de Cazadores del citado regimiento que, integrada en la Columna de Cazadores de la división, sí intervino en la acción. Se compone de cuatro brazos, mitad rojos, mitad negros, terminados en punta y unidos en su centro por dos coronas de laurel que se cruzan en aspa; remata en corona vallar sobre la que esta escrito “Chiclana” en el anverso y “5 de marzo  de 1811” en el reverso. Cuelga de cinta de color verde mar con  dos listas  amarillas.

 

Cruz de Albuera

 

            Instituida por Fernando VII el 1 de marzo de 1815 en recuerdo de la batalla librada el 16 de mayo de 1811. Tiene forma de aspa con brazos rojos terminados en globos de oro; sobre la parte superior va una corona de laurel y entre cada dos brazos llamas de color de fuego; en el centro un óvalo azul (en este caso es blanco) con la cifra “F.VII” y en una orla de oro la palabra “Albuhera”. La cinta es roja con filetes negros y cantos azules.

            Sin duda, es una de las condecoraciones, junto con las del 3º y 4º ejércitos, cruz del Ejército Asturiano y medalla de Medina del Campo, que más de prodigaron entre los cuerpos asturianos.

Cruz del Tercer Ejército

 

            Creada por R.O. de 31 de marzo de 1815. Todos los componentes de los regimientos de Lena, Castropol, Cangas de Tineo, Pravia e Infiesto estaban en posesión de esta condecoración. De brazos curvilíneos verde  esmeralda, con un círculo central en el que aparecen las columnas de Hércules, la mar y la montaña con una orla exterior que dice: “Vencedor del Estrecho al Pirineo”. En el reverso sobre circulo blanco, figura el nº 3”. Lleva una corona de grana que la une a una cinta formada por rombos blancos y verdes.

 

Cruz del Ejército de la Izquierda

            Es como la de Albuera; lleva la palabra “Izquierda” en la orla y en el centro el escudo de Galicia, un copón de oro sobre campo azul sembrado de cruces. La cinta es encarnada con filetes amarillos anchos. Fue creada el 14 de mayo de 1815 para premiar el celo, valor y denuedo del Ejército de Galicia, posteriormente llamado de la Izquierda. Por Real Orden de 25 de junio siguiente se permitió a los naturales de Asturias que tuviesen derecho a esta cruz que pusiesen en ella las armas del Principado en lugar de las de Galicia.

            Por cédula de 10 de junio de 1815 expedida por el Teniente General Ballesteros y dirigida al Capitán General D. Joaquín Blake, se aclara que la Cruz instituida por R. O. de 14 de mayo del mismo año, se concede, además, por “su valor y disciplina en las sangrientas acciones que en la última guerra tuvieron en Rioseco, Sornosa [Zornoza], Guenes [Güeñes].

 

 

 

Cruz de Tarifa o de 4º Ejército

 

            Creada el 4 de junio de 1815 para premiar los señalados y distinguidos servicios prestados por la guarnición de la plaza de Tarifa cuando, en 1811, estuvo sitiada por fuerzas enemigas muy superiores. Formada por cuatro esmaltadas de color naranja con globos en los remates y en el centro un círculo azul con la leyenda: “A los defensores de Tarifa”; en el reverso “4º”. Cuelga de cinta azul con filetes naranja. La tropa la usaba enteramente de metal, es decir, sin esmaltes.

 

            El Regimiento de Lena no defendió la plaza, pero sí se halló en el sitio exterior su Compañía de Cazadores, cuyos componentes se hicieron dignos acreedores a dicha recompensa.

 

Cruz de Distinción del Ejército Asturiano

 

            Creada por Real Orden de 4 de junio de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.

            La cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular, en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano 1808”. Una corona compuesta por mitad de laurel y encina la une a una cinta mitad amaranto [rojo] y mitad caña subido [amarillo pajizo].

Medalla y E. D. de Medina del Campo

 

            Creada por R.O. de 2 de julio de 1815 para premiar a las tropas que tomaron parte en esta gloriosa acción rechazando, batiendo y persiguiendo al Ejército enemigo. Tiene forma elíptica, esmaltada de blanco, en cuyo centro lleva una corona triunfal de color verde; alrededor y con letras de amaranto, se inscribe “Al valor Medina del Campo noviembre 23 de 1809”. Cuelga de cinta blanca con filetes estrechos de color verde.

            Inicialmente, existió en formato de Escudo de Distinción y que luego, refrendado por Fernando VII, se convirtió en medalla. El escudo, en esencia, coincide con el modelo que presenta la medalla, con única la salvedad que el diseño que ha llegado a nuestras manos dice: “Al valor Medina del Campo – 1809”. 

            Precisamente, durante el desarrollo de esta acción halló muerte gloriosa en el campo del honor el bravo Coronel del Regimiento de Lena, D. Juan Drimgold.

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[1] Además de ejercer como jefe de la agrupación, simultaneó el cargo con el mando de la 3ª compañía de la Unidad. Más tarde, ya con el empleo de Teniente Coronel, ejercería el mando del 2º batallón del Regimiento de Lena.

[2] Este Reglamento fija el pie y la fuerza de los regimientos de nueva creación, tanto de Línea como Ligeros y de Milicias Provinciales, debiendo constar cada unote 2 batallones de a 8 compañías; una de granaderos, otra de cazadores y las seis restantes de fusileros. Respecto a la anterior organización, se reduce la plantilla de tambores y pífanos en los batallones  y compañías, elevándose a 120 el número de soldados por compañía. Los cuerpos asturianos arreglados conforme a dicho Reglamento nunca llegaron a superar, ya que las disponibilidades de fuerza no lo permitían, el número de plazas fijadas para cada regimiento.   

[3] El Teniente General D. Diego de Cañas y Portocarrero Trelles, duque del Parque, de ascendencia asturiana, poseía palacio en Oviedo (El Fontán) y casona en el concejo de Castropol.

[4] De hecho, ya existían organizados en dos batallones desde el 1º de octubre de 1808, así como por el Reglamento de 23 de enero de 1809.

[5] Diario de La Coruña, nº 230, de fecha 18 de agosto de 1810.

[6] Fondo “Saavedra”, caja 57, legajo 19 (Residencia de la Compañía de Jesús. Granada.

[7] El Conciso, nº LV, de 2 de diciembre de 1810, pág. 264.

[8] Este mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares, al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a colores se refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que el conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras, ramos y cordoncillo exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo ilustrativo una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del uniforme del Cuerpo) que puede contemplarse en el primoroso retrato de un Teniente Coronel de las Reales Guardias Españolas, cuya condecoración luce en la manga izquierda de la casaca. La otra insignia, de paño rojo, se trata de  una reconstrucción inspirada en el modelo anterior.