REGIMIENTO
DE INFANTERIA DE LINEA DE LENA
(1808-1815)
ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN
Creado por
Para
llevar a cabo la organización del regimiento se dispuso de los efectivos, que
servirían de base para su formación, de una pequeña agrupación de voluntarios formada por
tres compañías al mando del capitán D. Fernando Valledor y Navia[1] que en el mes de junio de
1808 se hallaba distribuida por varios puntos de los concejos de Lena y Aller
próximos a la vecina provincia de León, más la reunión de los voluntarios de
Mieres y Lena que formaron la vanguardia de la división del general Francisco
Bernaldo de Quirós que, por aquellas mismas fechas, operaba en la provincia
leonesa. La composición de estas compañías, con fecha 11 de junio, fue la
siguiente:
Cías |
Capitanes |
Tenientes |
Sargentos 1ºs |
Sargentos 2ºs |
Cabos |
Soldados |
1ª |
- |
1 |
1 |
- |
- |
151 |
2ª |
- |
1 |
1 |
3 |
8 |
137 |
3ª |
1 |
- |
1 |
3 |
8 |
143 |
Total |
1 |
2 |
3 |
6 |
16 |
431 |
La composición inicial del
Regimiento de Lena, según dictamen presentado en
B A
T A L
L Ó N |
|
P
L A N A M A Y O R |
C
O M P A Ñ Í A S |
- Coronel - Sargento Mayor - 2 Ayudantes -
Abanderado (no se contempla) - 1 Capellán - 1 Cirujano - 1 Tambor Mayor - 1 Maestro Armero |
10 compañías, de las cuales una era de Granaderos. Cada Compañía consta de: - 1 Capitán - 1 Teniente - 1 Subteniente - 1 ó 2 sargentos 1ºs. - 2 sargentos 2ºs. - 4 cabos 1ºs. - 4 cabos 2ºs. - 50 soldados (aprox.) |
En primer
lugar se formaron las compañías y una vez completas éstas se constituye el
batallón. Desgraciadamente, se desconoce el nombre de los oficiales que
componían el cuadro del regimiento durante este periodo. Solamente se ha podido
determinar que a finales del mes de julio de 1808 el capitán de la pequeña
agrupación de voluntarios formada en el concejo de Lena y ahora nombrado teniente
coronel del Regimiento de Avilés, D. Fernando Valledor y Navia, es destinado a
constituir el cuadro de mando del futuro Regimiento de Lena y que, asimismo, la
1ª compañía estaba mandada por el capitán D. Ramón Mª Cañedo y del Riego.
Nombres o
denominaciones que ha tenido desde su creación.
-
1808. Regimiento de
Infantería de Lena.
-
1809. Regimiento de
Voluntarios Asturianos de Lena
-
1809. Regimiento de
Infantería de Línea de Lena.
VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA
1808
El 21 de julio de 1808 el teniente
coronel del incipiente Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia sale
con 70 hombres, un cañón y un pedrero a cubrir el puerto de Campomanes.
A duras penas concluida su organización
y provisto de los medios necesarios para salir a campaña, el regimiento parte
con destino a la provincia de León en donde continúa ejercitándose en el manejo
del arma.
El 22 de agosto, los generales Blake
y Acevedo se reúnen en León para tratar sobre el auxilio que debería prestar
Asturias al Ejército de Galicia. El día 29 el General Acevedo informa a Blake
que las tropas asturianas que se encuentran en Otero de Dueñas (León), entre
las que se encuentra el Regimiento de Lena, se pondrán inmediatamente en marcha
hacia Llanes, en cuyo punto organizaría una división para incorporarla al
ejército de Galicia.
En efecto, en septiembre de 1808 el
Regimiento de Lena es incorporado a la recién constituida “División Asturiana”, puesta bajo el mando del teniente general D.
Vicente María de Acevedo, cuya división debería incorporarse al ejército
expedicionario de Galicia para formar la 3ª división del referido ejército al
mando de general D. Joaquín Blake y Joyes.
El 25 de septiembre la totalidad de los regimientos destinados
a constituir la 3ª División ya se encuentran acantonados en Llanes, en cuya localidad
queda establecido el cuartel general divisionario. Este mismo día, el General
Acevedo eleva a
Aprobado el plan anterior, el Regimiento
de Lena, junto con los demás cuerpos divisionarios, experimenta una profunda
transformación para adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra, quedando arreglado
desde el 1º de octubre de este mismo año bajo el pie de dos batallones de a
cinco compañías cada uno, una de ellas de granaderos, creando así, con esta
articulación en batallones, una Unidad más flexible y maniobrera. La orgánica
de los cuerpos, según el “Plan de reforma” propuesto por su general en jefe, es
la que refleja el cuadro siguiente:
PRIMER
BATALLÓN |
SEGUNDO
BATALLÓN |
P L A N A M A Y O R - Coronel - Sargento Mayor - Primer Ayudante - Abanderado - Capellán - Armero - Cirujano - Tambor Mayor - 6 Pífanos - Tambor de Órdenes |
P L A N A
M A Y O R - Teniente Coronel - 2 Ayudantes - Abanderado - Capellán - Cirujano - Armero - Tambor Mayor - 6 Pífanos - Tambor de Órdenes |
C O
M P A
Ñ Í A S |
|
Cada Compañía compuesta por:
- 1 Capitán - 1 Primer Teniente
- 1 Segundo Teniente
- 1 Subteniente - 1 Sargento 1º
- 4 Sargentos 2ºs
- 8 Cabos 1ºs - 8 Cabos 2ºs
- 2 Tambores
- 77 Soldados |
El regimiento, una vez arreglado
bajo el pie de dos batallones, con sus correspondientes planas mayores, emprende
la marcha hacia Vizcaya. En el estado de fuerza de todos los cuerpos asturianos
que componen la división expedicionaria, fechado el 12 de octubre de 1808, el
Regimiento de Lena presenta 33 jefes y oficiales y 483 individuos de tropa, es
decir, presenta una merma del 50% de efectivos respecto a la plantilla que,
teóricamente, se había fijado por la orgánica anterior.
El 14 de Octubre las
tropas de Asturias quedan incorporadas al Ejército de Galicia, cuyo mando ostenta
el teniente general D. Joaquín Blake y Joyes.
Una vez concertado el despliegue de las unidades, por
disposición del general en jefe del Ejército de la Izquierda, el Regimiento de
Lena que, junto con los demás cuerpos de la 2ª brigada, ocupaba Villarcayo y
sus cercanías bajo las órdenes del brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós, se
traslada a las cercanías del cuartel general de la división establecido en
Quincoces de Yuso. El día 19 de octubre parte para Orduña.
El estado de organización y fuerza disponible del Ejército
de la Izquierda del 31 de octubre, el Regimiento presenta los mismos efectivos
reflejados en el informe anterior. Según este estado, el regimiento continúa
encuadrado en la 2ª brigada que manda el brigadier Bernaldo de Quirós,
destacada en Orduña.
El 3 de noviembre las fuerzas de la
2ª brigada al mando del brigadier Bernaldo de Quirós, entre las que se cuenta
el Regimiento de Lena, se reagrupan en La Nava con el Ejército de Galicia,
ahora denominado Ejército de la Izquierda.
Ante el riesgo inminente de un
ataque para recuperar Balmaseda, por orden del general en jefe el 8 de
noviembre el Regimiento de Lena abandona la villa, lo que verifica con
prontitud, orden y sin el menor contratiempo, pese a estar expuestos a un intenso
fuego enemigo.
Emprendida la retirada por el camino
de Quintana, sobre la una de la tarde del 10 de noviembre, a la altura de la
villa de Espinosa de los Monteros se presenta una fuerza enemiga considerable,
lo que obliga a las tropas de Blake a ocupar posiciones dominantes para evitar
la sorpresa y facilitar así la defensa ante el previsible ataque que pudiera
emprender el enemigo, lo que así ocurrió, ya que se entabló un encarnizado y
crudo combate, que fue rechazado tras dos horas de agotadora lucha, en el que
por ambas partes se hicieron prodigios de valor. Por la tarde el general
Acevedo resuelve atacar las posiciones enemigas, cuyo movimiento se efectúa con
serenidad, batiéndose con valor los cuerpos asturianos, pero la acción queda
indecisa por sobrevenir una densa niebla que hacia imposible distinguir
cualquier objeto. No obstante, entre las tropas asturianas se producen varias
bajas entre muertos y heridos. El Regimiento de Lena se batió denodadamente, y
según el parte facilitado por el teniente general D. Vicente María Acevedo, “fue conducido por su Coronel D. Juan
Dringol al ataque con mucha serenidad y espiritu”
Al día siguiente el enemigo,
resuelto a concluir la acción emprendida día anterior, decide acometer el ala izquierda
y se lanza al ataque de frente. Cae muerto el general Quirós y resulta herido
el General Acevedo. El resultado fue decisivo, las fuerzas asturianas que
ocupaban este punto (alturas de Las Peñucas), sorprendidas por el inesperado
movimiento y viéndose privadas de sus jefes, ceden, lo que produce el desorden
general y la dispersión completa. En la acción resulta herido, además, el teniente
coronel del 2º batallón del Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia
No
obstante lo anterior, el Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos que
intervinieron en la batalla de Espinosa de los Monteros, había acreditado
subordinación, valor y constancia en las demás circunstancias.
Reunidas las dispersas fuerzas en Reinosa,
tras el recuento general realizado a éstas, el Regimiento de Lena presenta una
reducida plantilla regimental, formada por 3 jefes, 30 oficiales y sólo 214
individuos de tropa, ya que en la acción de Espinosa había perdido,
aproximadamente, el 47% de los efectivos respecto a la fuerza presente el 31 de
octubre. El armamento y vestuario, a pesar de los avatares, se hallaba al
completo y su estado de instrucción se consideraba bueno.
Puestos en ordenada retirada con
dirección al Principado de Asturias, siempre perseguidos por fuerzas enemigas
superiores, los maltrechos regimientos asturianos son alcanzados cerca de la
villa de Comillas. El valeroso Regimiento de Cangas de Tineo, que es el
encargado de sostener la retirada hasta la villa mencionada, traba combate
con la vanguardia enemiga, cubriéndose de
gloria por su serenidad y denuedo, tras lo cual regresa en triunfo a Comillas.
Dispuesto el enemigo a terminar con
todo foco de resistencia, cae sobre Comillas para atacar a las fuerzas
asturianas allí establecidas y no contando éstas con tropas suficientes para
hacer frente a un enemigo que les aventaja en superioridad numérica, el 19 de
noviembre se repliegan a San Vicente de la Barquera, en la creencia de que en
este punto, por su privilegiada situación estratégica, se podía contener al
adversario y hacerle desistir de su persecución. Establecido el dispositivo
defensivo bajo el mando del general D. Nicolás de Llano-Ponte, sin tener en
cuenta la formidable ventaja que ofrecía el terreno --lamentable error
táctico--, se dispone sostener el puente Maza, situado a espaldas de las
tropas, lo que deja a éstas en una situación comprometida. Bombardeada la
posición por la artillería y, posteriormente, acometida por la caballería
enemiga, cunde el pánico y se produce la dispersión, quedando expedito el paso del
puente para la progresión de las fuerzas francesas.
Siguiendo la retirada general,
siempre perseguidos por la caballería enemiga, el mismo día 19 las fuerzas
asturianas llegan a Colombres, en cuyo punto se sostiene una breve pero dura
refriega con los perseguidores. Una vez reagrupadas las restantes y
desorganizadas fuerzas en la citada villa, el general Llano-Ponte decide establecer
la línea defensiva en Colombres, pero engañado por una hábil estratagema del
enemigo, cual era encender y avivar grandes fogatas para dar la sensación de
reunión de fuerzas importantes, decide replegarse sobre Llanes por temor de ser
atacado al día siguiente.
El 18 de diciembre de 1808, en
virtud de orden del capitán general del Principado, el Regimiento de Lena,
junto con el de Salas, se le encomienda
el servicio de escolta de los carros que han de conducir desde Gijón hasta
Villafranca del Bierzo 3.000 fusiles ingleses. El día 20 del mismo mes un
destacamento del Regimiento de Lena, al mando del sargento 2º Manuel Santiago,
es el encargado de conducir a Villafranca del Bierzo una primera partida de
1.040 fusiles.
En el mes de diciembre, debido a los
fracasos e incompetencia militar del general Llano-Ponte,
1809
Dueño del enemigo de las provincias
de Santander, León y Galicia, y expuesto el Principado a ser invadido,
El 12 de enero de 1809 se ordena
que, una vez se haya vestido, se ponga en marcha para Castropol.
El 24 de enero de 1809 una brigada
de caballería francesa de 800 plazas, formada por fuerzas de los regimientos 15
y 25 al mando del general Fournier, se establece en Mondoñedo. Desplegada la división
de Vorster sobre el río Eo, el enemigo, ante el temor de que el paisanaje
gallego se haga fuerte por la cercana presencia de las fuerzas de Vorster, se
refuerza con dos batallones llegados ex profeso de El Ferrol cuyo mando, a
partir de ahora, lo asume el general Maurice Mathieu, quien al día siguiente destaca
un escuadrón a Lorenzana, dos a la marina de Ribadeo y otros dos a su puerto.
El 1º de febrero el general Vorster,
con el objeto de anunciar su presencia en la zona, desde la batería de San
Román (Figueras) hace un fuerte y asombroso fuego de artillería sobre la villa
de Ribadeo. El día 2 Voster, al frente de sus
fuerzas, cruza la ría del Eo y se presenta en Ribadeo. Nada más efectuar
el desembarque se posesiona del Ayuntamiento y obliga a la Corporación a
reconocer a Fernando VII, consistiendo que sus soldados y paisanos armados que
con ellos llegaron (decían que “venían a
comer a los franceses”), asaltasen el castillo de San Damían, poniendo
fuego a su polvorín y arrojando a la mar
los cañones.
Tras la toma de Ribadeo las tropas
de Vorster continúan su marcha hacia Mondoñedo, con el propósito de sorprender
a la guarnición francesa allí establecida. Se hace correr el bulo de que una
división de infantería perfectamente armada y equipada (que creían ser inglesa)
se encuentra próxima a Mondoñedo, lo que provoca el pánico entre la escasa
guarnición francesa que ocupaba dicha ciudad.
En efecto, los dos mil hombres que
componían la división del teniente general D. José Vorster, después de
sorprender las avanzadas enemigas, se posesiona de la ciudad, pero Vorster, por
sus mal concertadas órdenes, y el coronel Linares por no atender cumplidamente
al punto que guarnecían, dejaron retirarse a la sorprendida guarnición francesa
sin hostigamiento alguno. A la mañana del día siguiente, rehecho el enemigo,
decide atacar y desalojar a la división española, siendo los Voluntarios de
Cataluña los que más tesón y resistencia ofrecen a su desalojo, que terminan
por ceder y ponerse en franca retirada, circunstancia que es aprovechada por
Mathieu tres días después para invadir el Principado por el punto de San Tirso
de Abres, dirigiéndose acto seguido a la Vega de Ribadeo (actual Vegadeo), en cuya
villa entra a altas horas de la noche, alcanzando más tarde el Navia. El general
Vorster, en lugar de contener al enemigo en estos puntos, decide retirarse a
Boal.
Tras la precipitada huida de Vorster,
el 5 de febrero los franceses vuelven a ocupar la importante villa de Ribadeo.
El 10 de febrero de 1809 el
Regimiento de Lena se hallaba en Fonsagrada.
El 22 de febrero de 1809 aparece
encuadrado en la 5ª división que manda el general Vorster, situada en la línea
del Eo-Navia.
En marzo de 1809 se encuentra en
Grandas de Salime.
Por disposición del general Vorster,
el 27 de marzo el Regimiento de Lena sale para Santirso de Abres, en cuyo punto
deberá instalarse militarmente para cubrir la línea al mando del coronel
Linares. Dos días después, ínterin llega el Regimiento de Lena, el puesto es
cubierto por dos compañías de otros cuerpos que resguardan dicha línea.
Según el estado de fuerza del
Regimiento de Voluntarios Asturianos de Lena, fechado el 22 de abril de 1809 en
Villamil (concejo de Castropol), el regimiento presenta la orgánica siguiente:
P L
A N A
M A Y
O R |
Coronel:
D. Juan Drimgold Teniente
Coronel: D. Fernando Valledor y Navia
Sargento
Mayor: D. Jaime Butler Ayudante: D. Antonio Alfaro Otro: D. Nicolás Solerio Abanderado: D. José Cuarta Teja Capellán: D. José Antonio de Belasco Otro: D. Manuel Alvarez Tambor Mayor: Luis Delome |
Bón. |
Capitanes |
Tenientes |
Subtenientes |
|
D. Bartolomé Sinó |
D. Bernardo García |
Vacante |
|
D. Carlos Santolaria |
D. Carlos Martínez Valdés |
Idem. |
1.º |
D. José María Granado |
D. Rafael Marqueliz |
Idem. |
|
D. Bruno Gayoso |
D. José Gijón |
Idem. |
|
D. Matias Casero |
D. Alvaro Valdés |
Idem. |
Bón.
|
Capitanes |
Tenientes |
Subtenientes |
|
D. José Manuel Granado |
D. Bernardo Rodriguez |
Vacante |
|
D. Francisco Mesa |
D. Estanislado Infanfón |
D. Pedro Agustín Caunedo |
2.º |
D. Vicente González |
D. José Carvallo |
Vacante |
|
D. Ramón Cañedo |
D. Gumersindo Mero |
Idem. |
|
D. Francisco Soto y Acevedo |
D. Bernardo Gutiérrez |
D. Francisco Antonio Díaz |
Agreg. |
Capitanes |
Tenientes |
Subtenientes |
|
D. Ramón Lozana |
D. Antonio Areces |
|
|
D. José Riego |
D. Elías González |
|
|
D. Wenceslao del Río |
D. José Llanes |
|
|
D. Pedro la Torre |
|
|
|
D. Bernardo Asón |
|
|
|
Sgtºs 1ºs |
Sgtºs 2ºs |
Tambores |
Cabos 1ºs y 2ºs |
Soldados |
Fuerza total |
Presentes
y efectivos |
7 |
31 |
4 |
99 |
710 |
851 |
En los hospitales |
1 |
1 |
- |
6 |
42 |
50 |
Comisión fuera del Cuerpo |
- |
2 |
- |
10 |
115 |
127 |
Ausentes sin permiso |
- |
3 |
- |
5 |
146 |
154 |
Fuerza total ………………………………………………………………………………… |
1.182 |
Nota:-
El Coronel D.n Juan
Drimgold era Cap.n de Gran.s del 1.º Batallón del Reg.tº de Hibernia. El
Sarg.tº Mayor D.n Jayme Butler era Ten.e de la misma comp.ª y Reg.tº, el Cap.n
D.n Bart.me Sino, era Ten.e del mismo,
el Cap.n D.n Vicente González era Sarg.tº 1.º del mismo C.po y comp.ª de
Gran.s; los Cap.s D.n Carlos Santolaria, D.n José María Granado, D.n Bruno Gayoso,
D.n Matias Casero, D.n Fran.cº Mesa y D.n Josef Man.l Granado, eran Cadetes de
dho Reg.tº; los q.e por orden del Duque de Berg iban á apaciguar el Levantam.tº
d.l Principado, y se hicieron
partidarios en la defensa de la Causa común; El Teniente D.n Bernardo
Rodrig.z era del Reg.tº de Cavallería de Montevideo, vino disperso de el ataque
de Rioseco en q.e era Sarg.tº; El de igual clase D.n Rafael Marqueliz era del
Reg.tº de Ultonia y se disperso en dho ant.or ataque; los ayudantes D.n Antonio
Alfaro y D.n Nicolás Solerio eran
Cadetes de Volun.s de Estado, y se dispersaron en la referida acción.
Un Sargento 1.º, y quatro 2.ºs eran del
1.º Batallón del Ynmemorial del Rey, quienes hallandose en la Plaza de S.n
Sevastián de Vizcaya se fugaron de ella y se yncorporaron en primeros del mes
de Julio, a causa de hallarse aquella Plaza en poder de las Armas enemigas.
Quatro Sarg.tºs 1.ºs , y quince 2.ºs del citado 1.º Batallon de Yvernia, quienes
obraron del mismo modo q.e los anteriores del expresado Bat.on.
Un Sarg.tº 2.º era del Reg.tº de Toledo
se disperso del ataque de Rioseco, y sin permiso de sus Gefes se incorporo en
este Reg.tº.
El Tambor Mayor y 2 sencillos eran del
citado Reg.tº, y 1.º Batalón de Hivernia, y se hallan en este p.r los motibos
explicados.
Un tambor se disperso d.el ataq.e de
Espinosa, el q.e era del Reg.tº de Inf.ª de Zamora.
Tres Cavos 1.ºs eran 2 del 1.º Batallon
de Hivernia, y el otro del Reg.tº de Zamora, q.e era de la Gua. de la Reyna de
Etruria.
Dos Cavos 2.ºs eran del Reg.tº Hivernia
que eran de su 1.º Batallon, quienes son los q.e se arrimaron a
_______________
El 19 de mayo, mientras las tropas
del general Vorster se encuentran “perdidas” por las montañas del sur occidente,
el mariscal Ney, procedente de Galicia, después de desbaratar la inconsistente
defensa establecida en el puente de Peñaflor el día anterior, ocupa la capital
del Principado.
El general Ballesteros, enterado de
la incursión de Kellerman a través de Pajares y que Oviedo se hallaba ocupada
por fuerzas del Mariscal Ney, recibe el encargo del marqués de La Romana para
que “reúna cuantas fuerzas pueda, y que
obre según le parezca” y pone a sus órdenes el Regimiento de la Princesa
que manda el coronel D. José O’Donnell. En cumplimiento de la orden anterior,
Ballesteros decide abandonar la línea de Colombres y efectuar el repliegue
sobre Cangas de Onís, al tiempo que dispone que la reunión de las tropas se
verifique en el Infiesto, a cuyo punto se dirige con todo su cuartel general
para recibirlas.
Una vez concentradas las fuerzas en
Infiesto, entre las que no se encuentran aquellos regimientos que formaron la
línea del río Eo bajo el mando del general Voster, Ballesteros intenta organizar
los cuerpos que deberán actuar bajo su mando.
Por fin Vorster da señales de vida y se presenta en Salas,
en cuya villa establece el cuartel general. Se queda con los regimientos de
Fernando VII, Llanes y Navarra, mientras que los de Pravia, Lena, y 2º de
Voluntarios de Cataluña (reforzado con dos compañías del Regimiento de
Castropol) quedan a las órdenes del brigadier D. Pedro de la Bárcena,
moviéndose por los pueblos a la derecha del río Narcea.
El 2 de junio de 1809 el Regimiento
de Lena, junto con los de Pravia, Salas, Grado y 2º de Voluntarios de Cataluña,
al mando del brigadier D. Pedro de la Bárcena, ocupa posiciones en la pendiente
que media entre Leiguarda y San Martín de Miranda, a la izquierda del río Pigüeña.
El brigadier Bárcena, que teme ser atacado por el frente y flanco izquierdo,
decide escalonar las tropas con el objeto de poder replegarse a través de las
cumbres de la Brueba que tiene a su retaguardia. La vanguardia, compuesta por
los regimientos de Grado, Salas y Voluntarios de Cataluña, permanece en Menes
para emprender, como el resto de la división, el movimiento retrógrado pero, justo
en ese momento, aparece por las Vegas de San Cristóbal la vanguardia francesa
al mando de Barthelemy. Las guerrillas del Regimiento de Grado consiguen
detener, con fuego certero, a las primeras avanzadas enemigas. Barthelemy reúne
a sus hombres e intenta forzar el paso del puente y alejar las guerrillas al
otro lado apostadas, momento que es aprovechado por Bárcena para ordenar a los
cuerpos de retaguardia que salgan a reforzar las guerrillas y se sitúen en el
punto por ellas ocupado. El Regimiento de Salas, al mando de su bizarro teniente
coronel D. Pablo de Mier, se posiciona en el punto designado con las dos compañías
de granaderos del Regimiento de Grado; otras dos del Regimiento de Lena al
mando de su sargento mayor y otra del de Pravia. Una vez roto el fuego, a
medida que el enemigo se apresura a ganar la orilla, el tiroteo se hace más
intenso, lo que le obliga, tras hora y media de duro combate, a repasar el
puente y a atrincherarse en las casas próximas. Reagrupado el enemigo, hace un
segundo intento de conquistar la posición española, pero son nuevamente
rechazados por la tenaz resistencia que ofrecen las fuerzas defensoras.
Concluida la acción, las fuerzas antes
mencionadas se repliegan sobre Leiguarda, acampando acto seguido en Las Estacas.
Tras un descanso de dos días, el
Regimiento de Lena, junto con los demás cuerpos que continúan bajo las órdenes del
brigadier Bárcena, se dirige al concejo de Teverga con el objeto de recibir
instrucciones de Vorster para caer sobre Grado. En vista de que éstas no
llegan, Bárcena toma la iniciativa y emprende la marcha hacia Linares de Proaza,
en cuyo punto permanece por espacio de dos días sin recibir comunicación alguna
de Vorster. En vista de ello Bárcena, en conferencia con los jefes y oficiales
de su división, ordena marchar sobre Grado. En aproximación a Sama de Grado, la
vanguardia de la división toma contacto con una compañía de descubierta de la
guarnición francesa de Grado contra la que cargan, consiguiendo librarse ésta
de ser envuelta y hecha prisionera. Puesta en retirada, el intercambio de
disparos entre unos y otros conforme se van acercando a Grado, pone en alerta a
su guarnición. El 2º de Voluntarios de Cataluña que iba en vanguardia al mando
de su coronel, asoma a la altura de La Mata, mientras que el Regimiento de
Grado, a marchas forzadas, se dirige por la derecha a San Martín de Gurullés
para confluir en Peñaflor con los Voluntarios de Cataluña que,
desgraciadamente, no llegan a tiempo, lo que propicia que el enemigo franquee el
puente sobre el río Nalón sin ser molestado. El resto de los cuerpos de la división,
entre los que se encuentra el Regimiento de Lena, se encamina a Grado, en donde
esperan hallar cierta resistencia por parte de las fuerzas francesas que
guarnecen la villa, lo que no ocurre por haber cundido el pánico y la posterior
dispersión del enemigo.
El día 6 de junio la división de Bárcena
al completo se halla concentrada en Grado, en cuyo punto, sorprendentemente, se
recibe la noticia de que fuerzas del general Kellerman, que se encuentra en
Oviedo, se aproximan con la intención de atacarla; por razones de seguridad se
retira a las alturas de El Fresno (punto dominante sobre el camino real de
Galicia y a La Mesa), ya que esta formidable y estratégica altura ofrece mayor
ventaja defensiva. En realidad se trataba de un batallón que veía a reforzar la
guarnición de Grado que, después de recoger a los dispersos fugados de la
villa, regresa de nuevo a Oviedo. Al día siguiente los hombres al mando de
Bárcena vuelven a Grado, a donde también llega el general Vorster, quien vuelve
a reasumir el mando en jefe de la división.
El 10 de junio, una vez evacuada por
el enemigo la capital del Principado, la división de Voster entra en Oviedo.
Sin apenas dar descanso a sus tropas
emprende la marcha con dirección al Padrún, en cuyo punto la división se divide
en dos brigadas; una al mando del coronel D. Gregorio Cañedo Vigil (del
Regimiento de Salas) y la otra a las órdenes del sargento mayor D. Gregorio
Piquero Argüelles (del Regimiento de Castropol). Varias compañías del
Regimiento de Lena se encuadran en la brigada que manda Piquero Argüelles, mientras
que el resto sigue al coronel Cañedo Vigil, quien desviándose a la derecha por
el puente de Loredo, sube por el camino real para luego bajar a La Puente;
atraviesa La Foz de Morcín y llega a Riosa,
y atravesando por caminos de montaña, alcanza el pueblo de Zureda por Campomanes.
La brigada de Piquero parte con
dirección al concejo que ha dado nombre al cuerpo (el de Lena); pernocta en
Carabanzo y al día siguiente se dirige, equivocadamente, a Puente de los
Fierros, en lugar de conducirse a Pola de Lena tal como estaba prevenido,
frustrando, de esta manera, los planes previstos, entre ellos, los del teniente
coronel del Regimiento de Lena, D. Fernando Valledor y Navia, quien se
encontraba en su casa de Columbiello convaleciente de la herida sufrida en
Espinosa de los Monteros el 11 de noviembre del año anterior. El teniente coronel
Valledor, de acuerdo con el capitán D. Juan González de Lena, del Regimiento de
Lena; los tenientes D. José Toyos, del Regimiento de Candás y Luanco y D. Pedro
Peñafiel; el sargento 1º D. Pedro
Fernández Espinedo, del Regimiento de Covadonga y el comandante de Guerra, D.
Antonio Argüelles Mier, que habían reunido algunos soldados dispersos, resuelve
interceptar el paso a las tropas de Kellerman que se conducían en retirada
hacia León. El comandante de la Alarma del partido, de acuerdo con los
anteriores, cursa órdenes con la mayor reserva para que concurran todos los
escopeteros y chuceros de la alarma para que pasen a ocupar las inmediaciones
de la iglesia de Castiello del pueblo de Sorribas, próximo a Vega del Rey, lo
que unos y otros verifican puntualmente bajo el mando del teniente coronel del
Regimiento de Lena. El combinado de fuerzas lo componen unos doscientos treinta
hombres que ocupan posiciones ventajosas sobre la carretera de Castilla, y que
nada más avistar la escolta del convoy enemigo, hacen sobre ellos un nutrido
fuego de fusilería; causándoles un número considerable de bajas, entre muertos
y heridos, obligando al resto a buscar refugio entre la guarnición de Pola de
Lena. En la acción resulta gravemente herido por su extremado valor y arrojo el
capitán del Regimiento de Lena, D. Juan González de Lena.
Kellerman, temiendo ser cogido entre
dos fuegos, avanza precipitadamente con todas sus fuerzas, consiguiendo repasar
el punto que defendiera el teniente coronel Valledor, con lo que consigue poner
a salvo todos los efectivos e impedimenta. En venganza por la acción anterior,
las tropas de Kellerman se entregan al saqueo de todos los lugares del
trayecto; incendian varias casas, entre las que se encuentran la del propio teniente
coronel Valledor, dando muerte, además, a cuantas personas hallan en su camino.
Mientras acontecían los hechos anteriores,
la vanguardia de la brigada del coronel Cañedo Vigil, al mando del capitán de cazadores
del Regimiento de Lena, D. Antonio Areces, llega el pueblo de Pajares, en donde
descubre restos de horrible fiereza perpetrada por el enemigo durante su
retirada hacia Castilla. Las restantes fuerzas que componían el centro de la división
de Vorster marchaban lentamente confiando en que llegarían a tiempo las
brigadas de Cañedo Vigil y Piquero Argüelles para atajar al enemigo. Fue un caro
error, ya que los jefes que mandaban ambas brigadas no apreciaron los consejos
que en este sentido les había dado el teniente coronel y demás oficiales del
Regimiento de Lena. No cabe la menor duda que, de haber respetado la palabra empeñada,
el resultado de la jornada posiblemente hubiera sido otro.
El general Ballesteros, por orden expresa del marqués de la
Romana, ahora nuevo general en jefe del Ejército de la Izquierda, recibe el
encargo de reorganizar sus maltrechas fuerzas con el objeto de incorporarlas al
citado ejército. En cumplimiento de esta orden Ballesteros decide establecer el
cuartel general en la villa de Gijón.
Con el propósito de reagrupar a los
dispersos cuerpos que conformaron la línea de Colombres, el 23 de junio de 1809
Ballesteros desde Oviedo circula orden a la Justicia para que los regimientos de
su división se reagrupen en los puntos que, previamente, les ha señalado para
ser conducidos al cuartel general de Gijón. El Regimiento de Lena, que no
aparece relacionado en la orden anterior por encontrarse a las órdenes del general
Vorster, es integrado en la nueva división, motivo por el que también se
presenta en el campamento divisionario situado en Contrueces (Gijón).
El
1º de julio, una vez verificada la reunión de todas las unidades en el
campamento de Contrueces, al tiempo que se acomete una profunda reorganización de
los cuerpos, se somete a los mismos a una intensa instrucción militar. El
Regimiento de Lena, al igual que los demás cuerpos de su división, conforme al
Reglamento de la Infantería de 23 de enero de 1809[2],
queda arreglado bajo el pie de dos batallones de a 8 compañías.
El 29 de julio, una vez concluida su
reorganización, el Regimiento de Cangas de Tineo debidamente pertrechado y
uniformado abandona el campamento de Gijón y parte hacia Oviedo, y el 1 de
agosto, desde esta ciudad, emprende la marcha para el reino de León con el
total de la división con el objeto de unirse al Ejército de la Izquierda que
manda el marqués de
Se acantona en Otero de Dueñas (León), ocupándose en
continuos ejercicios de instrucción y desde aquí, a través de Santiago de las
Villas, siguiendo el movimiento de la División, emprende la marcha hacia
Santander.
El 24 de agosto de 1809 el marqués de la Romana dispone la
organización definitiva del Ejército de la Izquierda, cuya 3ª división deberá
quedar constituida, precisamente, por los regimientos asturianos bajo el mando
del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros.
El 26 de agosto, junto con los demás cuerpos de la División,
cae sobre Cabezón de la Sal y ataca impetuosamente a un batallón del regimiento
119 francés en la altura del Monte Cildá, al que hace varios prisioneros y
obliga a retirarse en franca derrota. Tras la acción la división se retira al
Valle de Cabuérniga.
El marqués de la Romana cursa orden a Ballesteros para
que, con su división, se concentre en Astorga. En cumplimiento de lo anterior,
la división entra en Astorga en cuyo punto se forman dos columnas con las
compañías de granaderos y cazadores de todos los regimientos que conforman la división.
Sale de Astorga con dirección a la frontera de Portugal, y
en un movimiento de flanco por su izquierda cae sobre Benavente. El 28 de
septiembre las columnas de granaderos y cazadores atacan por sorpresa la
guarnición enemiga que defiende la plaza, Tras la acción se retira a Alcañices.
El 2 de octubre ataca Zamora, pero al no poder tomar la
plaza por haber redoblado el enemigo su defensa, la división se repliega de
nuevo sobre Alcañices para, posteriormente, entrar en Portugal y salir de nuevo
a España por el Fuerte de la Concepción (Salamanca).
El 19 de octubre de 1809, en cumplimiento de la orden del
marqués de la Romana, la división asturiana se incorpora en Tamames (Salamanca)
al Ejército de la Izquierda, mandado ahora por el Duque del Parque[3].
El 23 de noviembre combate en la acción que tuvo lugar en Carpio,
cerca de Medina del Campo (Valladolid). El Regimiento de Lena, junto con los
demás cuerpos de la división, despliega en el centro. El enemigo, ante el
movimiento bien concertado de los españoles, que marchan con aplomo y precisión
admirables, se repliega hasta cerca de Medina del Campo. Reforzado con
caballería, el enemigo se lanza contra el ala derecha, dejando descubierto el
flanco de la división asturiana, que se vio acometida por los jinetes
franceses. El general Ballesteros hace desplegar entonces los últimos escalones
que, con fuego a quemarropa, hace retroceder al enemigo. Durante el transcurso
de la acción resulta muerto el valeroso coronel del Regimiento de Lena, D. Juan
Drimgold.
Vacante la plaza de coronel del
Regimiento de Lena, se designa para el cargo al coronel D. Luis Miñago.
El 28 de noviembre se retira a Alba de Tormes, en cuyo
punto la división sufre una general dispersión y escasas bajas. El Regimiento
de Lena, junto con los demás cuerpos dispersos, se reagrupa con su división en
Ciudad Rodrigo, en cuya plaza fallece el coronel D. Luis Miñago. Una vez
verificada la reunión de todos los regimientos, parte para los cantones de
Sierra de Gata (Cáceres) y fija el cuartel general en San Martín de Trevejo, protegiendo
los hospitales de campaña allí establecidos después de la epidemia que asoló a
todo el ejército. Aún sin concluir el año, sale de nuevo para Portugal.
1810
Permanece en Portugal por espacio de dos meses. Entra de
nuevo en España por Badajoz y queda la división a la expectativa de recibir
órdenes del mando.
Después de algunas dificultades, el duque del Parque resigna el mando
del Ejército de la Izquierda y nuevamente se nombra para el mismo al marqués de
la Romana quien, una vez asumido el mando, acomete una profunda reorganización
de los regimientos asturianos. Se somete a los cuerpos a una disciplina más
rígida y se logra formar, en corto espacio de tiempo, unas unidades más compactas
y aguerridas.
El 24 de marzo, hallándose reunida
la División de Ballesteros con la primera de Extremadura, se dispone atacar al
enemigo en Santa Olalla. Se forman varias columnas que deberían salir desde
Cala en la misma noche de este día, mientras que otras lo harían en la
madrugada del día 25. Tan pronto empezaron a salir, tuvo que suspenderse
la marcha debido al fuerte temporal
desatado a las dos de
El 15 de abril interviene en la
acción sobre el Río Tinto (Huelva) contra fuerzas del mariscal Mortier.
Retirada a la Sierra de Aracena.
El 26 de mayo asiste a la sorpresa y
ataque a la guarnición enemiga de Aracena (Huelva).
En los estados de fuerza de fecha 15
de junio de 1810 correspondientes al Ejército de la Izquierda de operaciones en
Extremadura, el Regimiento de Lena se halla dividido en dos batallones, aunque
no expresa la fuerza efectiva con que contaba en esos momentos. Continúa
encuadrado orgánicamente en la 3ª división que manda el mariscal de campo D.
Francisco Ballesteros.
Así, pues, entre los meses de junio
y julio de 1809 la división se reorganiza en Fregenal de la Sierra (Badajoz), quedando
ahora compuesta por sólo cinco regimientos de los diez que, inicialmente,
Por aplicación del Reglamento del
Consejo de Regencia de 1º de julio de 1810, todos los regimientos, incluidos los
provinciales, son declarados “de Línea”[4],
bajo el pie de dos batallones, con proporción a los efectivos disponibles con
los que contaba en esos momentos, conservando todos ellos sus propias
denominaciones.
El 1º de julio de 1810 el Regimiento
de Lena se encontraba en Aracena. Según el estado de fuerza de la 3ª división,
Por Orden del 25 al 26 del Ejército
de la Izquierda, fechada en el cuartel general de Badajoz el 23 de julio de
1810, se da a conocer la nueva organización de las divisiones de él
dependientes[5].
Asimismo, según los estados de fuerza del Ejército de la Izquierda en
Extremadura de igual fecha[6],
el Regimiento de Lena, tras sufrir la reorganización antes mencionada, queda
encuadrado orgánicamente en la 1ª brigada de la 3ª división del citado
ejército, cuyo mando sigue ejerciendo el general Ballesteros y el del ejército
el marqués de
El 11 de agosto de 1810 efectivos
del Regimiento de Lena atacan y rechazan por dos veces a fuerzas enemigas
superiores en las Huertas de la Granada de Llerena, en Canta el Gallo (Badajoz).
En los estados de fuerza de la parte
del Ejército de la Izquierda, que aún sigue operando en Extremadura, el 1º de
septiembre de 1810 el Regimiento de Lena se hallaba acantonado en Fregenal
(Badajoz). Continúa arreglado bajo el pie de dos batallones y sigue encuadrado
en la 1ª brigada de la 3ª división. La fuerza disponible para tomar las armas
la constituían 8 capitanes, 16 subtenientes, 41 sargentos, 3 tambores y 456
cabos y soldados. La fuerza en revista es de 676 hombres.
El 9 de setiembre de 1810 la
compañía de cazadores del Regimiento de Lena, encuadrada en la columna de
tiradores de la división, sale de Bulaya para situarse en el camino de la Venta
de la Pajanosa, en el lugar de El Baldío, a media legua de Castillo de las
Guardas (Sevilla), con el objeto de apoyar el ataque a la citada población
encomendado a los regimientos de Castropol e Infiesto.
El 28 de octubre la División sale de
Aracena, y el cuartel general de Castillejos lo hace el 1º de noviembre con
dirección a Fuente de León.
El 14 de noviembre de 1810 en
Fregenal de la Sierra las tropas de la división asturiana, con el General
Ballesteros al frente, prestan juramento a las Cortes[7].
Por aplicación de la orden del
Consejo de Regencia de 16 de diciembre de 1810, que resuelve que las tropas
españolas se distribuyan en seis grandes ejércitos de maniobra, el Regimiento
de Lena, con los demás cuerpos de la división asturiana, queda encuadrado
orgánicamente en el 5º Ejército (Extremadura y Castilla), que manda el héroe de
Bailén: el general Castaños.
1811
Con la organización anterior, el 1º de enero se halla en
la acción de Guadalcanal (Sevilla), en donde es sorprendida la 3ª división
francesa al mando del general Girard.
El 4 de enero la división –que por
órdenes recibidas de la Regencia abandonaba el frente de Extremadura y se movía
hacia el condado de Niebla para unirse al general Copóns y Navia– cuando
avanzaba por Segura y Cabeza de la Vaca, encontrándose entre Calera y
Monasterio, son descubiertas por un destacamento de caballería enemiga que
realizaba misiones de reconocimiento por
El 25 de enero interviene en la gloriosa
acción de Villanueva de los Castillejos (Huelva) contra fuerzas superiores al
mando del general conde de Gazán. La primera línea de batalla la forma el
cuerpo de vanguardia al mando del teniente coronel D. Ramón de Alburquerque, el
Regimiento de Lena al mando del coronel D. Jaime Butler y el Regimiento de
Pravia, al mando de su teniente coronel D. Francisco Moreda; la reserva en
batallones en masa, de los regimientos Provincial de León, Cangas de Tineo,
Castropol e Infiesto, destacando sobre los flancos tres compañías de tiradores.
La caballería la componían el provisional de Santiago y el Húsares de Castilla
y estaba situada emboscada sobre la derecha de la reserva, y con esta
disposición se aguardó el ataque. El enemigo lo verificó por la izquierda y
centro de la línea, trabándose el combate más reñido y sangriento por una y
otra parte. Después de tres horas disputándose el terreno, se observa que los
fuegos de esta línea se debilitaban, siendo preciso entonces destacar de la
reserva dos columnas fuertes en su apoyo. A consecuencia de esta operación el
enemigo hizo avanzar su reserva, haciéndose más vivo y sostenido el fuego y más
certero el tiro de la artillería, se hizo preciso ceder aquella posición y
replegar las fuerzas hacia la reserva que había desplegado. Reiniciada de nuevo
la acción, se infligió al enemigo, por la firmeza y serenidad con que lo
recibieron las valientes tropas, el mayor de los estragos. Tras cinco horas de
fuego de línea sin moverse un solo soldado, llegó la noche, circunstancia que
se aprovechó para efectuar la retirada en escalones por regimientos, retirada
que se verificó con absoluta tranquilidad y sin sufrir ningún tipo de molestias
por parte del enemigo. Mientras la infantería se llenaba de gloria, la
caballería maniobraba frente a la enemiga, batiéndose a sable, siguiendo la maniobra y asegurando
el flanco derecho, tanto durante el desarrollo de la acción como en la
posterior retirada. La acción de los Castillejos inmortalizará el nombre de los
valientes defensores de
En el estado de fuerza del 5º
Ejército (Extremadura y Castilla) de fecha 1º de febrero de 1811, deja de
citarse al Regimiento de Lena como integrante del mismo por haberle sido
asignado nuevo destino a la división, que ahora queda incorporada al 4º
Ejército (Isla de León y Cádiz).
El 15 de febrero el general
Ballesteros, con los regimientos de infantería de Lena y León y otras fuerzas
de caballería, sale del Cerro del Andévalo con dirección a Fregenal de la
Sierra (Badajoz), con el objeto de sorprender a las fuerzas enemigas que se
hallaban en dicho punto cubriendo toda la sierra de Extremadura para asegurar
la comunicación del General Soult con Sevilla a través del farallón de Monesterio.
En la mañana del día 19 las fuerzas anteriores atacan a la guarnición francesa
de Fregenal, no dando lugar a que el enemigo pueda rehacerse. Tras un cuarto de
hora de duro combate, desarrollado en
las mismas calles del pueblo, el enemigo fue enteramente destruido y
dispersado, haciéndole más de 100 prisioneros y cayendo en poder de los asturianos
diverso equipaje, fusiles y municiones. En esta acción, la compañía de cazadores
del Regimiento de Lena, encuadrada en la columna de cazadores de la división, se
portó bizarramente.
Habiéndose retirado los franceses de
Valverde del Camino como consecuencia del movimiento que se hizo sobre Zalamea
la Real, la división asturiana le da alcance
en su posición sobre la izquierda del río Tinto, destacando
inmediatamente guerrillas de infantería y caballería con el objeto de
entretenerle. El 2 de marzo, según parte del
circunstanciado en La Palma por el propio general Ballesteros, interviene
en las acciones de Villalba y Villarrasa (Huelva) contra un cuerpo de
Caballería enemiga mandado por el comandante Rémond que aparentaba defender el
paso del río Tinto. La acción es sostenida, junto con otros cuerpos, por el de
Línea de Cangas de Tineo, que ponen al enemigo en precipitada fuga con
dirección a Sevilla.
El día 5 de marzo, el mismo día de
la batalla de Chiclana (Cádiz), el general Darricau acude en socorro de Rémond.
La división de Ballesteros no ofrece batalla y se retira tras el Río Tinto.
Los días 9 y 10 de marzo asiste a la
sorpresa de la Palma del Condado (Huelva). Es batida una columna enemiga al
mando del comandante Rémond.
El 29 de marzo de 1811 se produce la
muerte de su bravo Jefe, el teniente coronel, graduado de coronel, D. Fernando
Valledor y Navia, de resultas de las heridas que sufrió en la acción del día 7
de febrero anterior sobre la plaza de Badajoz.
El 13 de abril combate sobre las
alturas de San Cristóbal, en la Sierra de Fregenal, contra fuerzas superiores
del general Maransin. Al día siguiente se halla en la acción de Jerez de los
Caballeros y la división se ve forzada a replegarse sobre Salvatierra de
Barros.
Con dependencia orgánica del 4º
Ejército, el Regimiento de Lena interviene el 16 de mayo en la más sangrienta
de todas cuantas batallas se libraron durante la Guerra de la Independencia: la
de los campos de La Albuera (Badajoz). El Regimiento, con los demás cuerpos de
la división, aguanta firme los repetidos ataques lanzados por el enemigo contra
la izquierda de la línea y le hace retroceder al otro lado del arroyo de
Chicapierna, lo que cooperó a conseguir tan señalada victoria. Victoria costosa
y difícil en la que el Regimiento de Lena, junto con los demás de la división,
pagó un alto tributo de sangre. Sir William Carr Beresford, Comandante general
de todas las fuerzas que intervinieron en la batalla, tras la acción escribió: “....
es imposible, de ninguna de las maneras, hacer justicia al distinguido valor de
las tropas. Cada uno, individualmente, cumplió su deber....”
Por su decidida participación en la
gloriosa batalla de La Albuera, las Cortes declara “Beneméritos de la Patria” a los regimientos que intervinieron en
la misma, recompensando, además, con el empleo inmediato superior a los
combatientes más antiguos de cada clase.
Con anterioridad al desarrollo de la
acción táctica el Regimiento de Lena, de una fuerza total de 31 jefes y
oficiales y 629 individuos de tropa, de los que sólo tenía disponibles 28 jefes
y 499 soldados, ya que las bajas producidas por causas de índole diversa se
elevaban a 3 jefes y oficiales y 130 soldados. Según el estado que manifiesta
los muertos y heridos que han tenido las tropas del Cuerpo expedicionario y las
del 5º Ejército que se hallaron en la Albuera, el Regimiento de Lena arroja 1
oficial y 12 soldados muertos; heridos 1 jefe, 2 oficiales, 5 sargentos y 20
soldados, en total 41 bajas, resultando, por lo tanto, el segundo cuerpo
asturiano que más bajas sufrió (el 1º fue el de Pravia con 58 bajas). El
oficial muerto fue el teniente D. Elías Miranda, encontrándose entre los
heridos el coronel D. Jaime Butler, el Teniente D. Alvaro Solís y el
Subteniente D. Juan Rodil.
En los estados de fuerza del 4º
Ejército, que ahora manda el marqués de Coupigny, de fecha 1º de mayo, el
Regimiento de Lena aparece formado por un sólo batallón. El mando de la 3ª
división lo sigue ostentando el teniente general Ballesteros.
Interviene
en la acción de Montemolin (Badajoz) el 26 de mayo.
El 25 de junio, la compañía de cazadores
del Regimiento de Lena, junto las restantes de su clase que forman la columna
de cazadores de la división, tiene un encuentro con el enemigo en Cabezas
Rubias (Huelva), al que ataca en El Cerro de Andévalo y lo pone en franca
derrota, obligándole a buscar refugio en
Moguer.
La columna de cazadores sostiene el
día 3 de julio una refriega en Calañas (Huelva) con la vanguardia enemiga del
general Conroux.
El 17 de setiembre la vanguardia de
la división asturiana es sorprendida en Ubrique (Cádiz) y obligada a replegarse
sobre las alturas de
El
19 de setiembre ataca en Alcalá de los Gazules (Cádiz) a fuerzas francesas de
la división del general Vilde y obliga al enemigo a desalojar el pueblo.
El 24 de setiembre, mientras el
enemigo se hallaba en Ximena, las tropas de Ballesteros se encontraban a una
media legua sobre su flanco izquierdo. Al amanecer del día 25 fuerzas
importantes de la vanguardia que manda el marqués de las Cuevas del Becerro lo
ataca por su derecha, desalojándole de las alturas que dominan a Ximena,
protegiendo dicho ataque por el centro una columna al mando del coronel del
Regimiento de Lena D. Jaime Butler, mientras que la columna de reserva, formada
por los regimientos de Castropol, Cangas de Tineo, Pravia e Infiesto al mando
de sus respectivos jefes, se situó en el pueblo sosteniendo el ataque de las
demás tropas. En esta acción, el Regimiento de Lena, con los demás cuerpos de
la división, vuelve a distinguirse por sus impetuosos ataques a
Abandonada por el enemigo la
posición anterior, éste se sitúa en otra más ventajosa a retaguardia de
aquella, por lo que se hizo indispensable realizar un segundo ataque para
desalojarle de allí. El ataque es iniciado de nuevo por la vanguardia y la
propia columna que manda el coronel del Regimiento de Lena, quienes sostienen
un vigoroso y prolongado fuego, consiguiendo desalojarle de todas las
posiciones que ocupaba. Mientras el enemigo se retiraba por el camino de Alcalá
de los Gazules, las compañías de cazadores de los cuerpos de la división, junto
con el Regimiento de Infiesto, son las fuerzas destacadas para caer sobre su
flanco, lo que verifican oportunamente, causándoles una pérdida considerable de
bajas, siendo posteriormente perseguidos hasta unas dos leguas de Alcalá. Todos
los jefes, oficiales y tropa que intervinieron en las acciones anteriores han
llenado cumplidamente su deber, siendo recomendados a la superioridad para su
satisfacción.
Desde el 2 de octubre al 12 del
mismo mes, asiste al primer sitio que sufre el Ejército bajo el Peñón de
Gibraltar.
El 15 de octubre, según los estados
de fuerza del 4º Ejército, el Regimiento de Lena continúa arreglado bajo el pie
de un único batallón.
El 21 de octubre el enemigo, que se
hallaba situado en San Roque y Los Barrios, abandona sus posiciones y marcha
sobre Ubrique a través el camino de Ximena, circunstancia que es aprovechada
por el general Ballesteros para salir de La Línea de Gibraltar, bajo cuyos
fuegos se hallaba apoyado por las tropas ligeras de la compañía de cazadores del
Regimiento de Infantería de Lena, para caer sobre una división enemiga que
cubría la retaguardia de su ejército, logrando batirla completamente y ponerla
en total dispersión. En esta acción se distinguió notablemente el coronel del
Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, así como los demás oficiales, sargentos,
cabos y soldados del mismo regimiento.
A las once de la noche del 4 de
noviembre de 1811 el mariscal de campo D. Francisco Merino, con el Regimiento
de Lena, más los de Pravia y Cangas de Tineo, rompe la marcha para caer al
amanecer del día siguiente sobre Villamartín.
Concurre a la acción de Bornos
(Cádiz) el 5 de noviembre. En esta acción, la columna de cazadores, que ahora
es mandada por el sargento mayor del Regimiento de Infiesto, después de pasar
el Guadalete, bate y derrota al general Semellé. El desfiladero por donde
discurría la única vía de repliegue estaba cortada por el esforzado Regimiento
de Lena, que se hallaba desplegado en orden de batalla en la línea de la
cresta.
El 21 de noviembre los regimientos
de Lena y Barbastro, junto con las compañías de cazadores de lo regimientos de
Castropol, Infiesto, Cangas de Tineo y Ronda, marchan con dirección a Ximena.
El 24 de noviembre, la compañía de cazadores
del Regimiento, junto con las demás de la división, asiste a la defensa
exterior de la plaza de Tarifa en cuyo sitio permanece hasta el 11 de
diciembre. En el ínterin, el resto del Regimiento permanece al abrigo del Peñón
de Gibraltar.
La
columna de cazadores efectúa el reconocimiento de Torre Carbonera (Cádiz) el 28
de noviembre. Este mismo día, el Regimiento de Lena y el de Cangas de Tineo se
situaron en escalones en la distancia que media entre Sierra Carbonera y la
costa mediterránea.
Desde el 1º de diciembre al 16 del
mismo mes asiste al segundo sitio bajo el Peñón de Gibraltar.
Fuerzas
de la división, entre las que se halla la compañía de cazadores del Regimiento de Lena, al mando del teniente coronel
D. Gregorio Piquero del Regimiento de Castropol, verifican un desembarco en la
retaguardia enemiga que ocupa el Peñón. Esta acción contribuyó, en gran medida,
a la pronta evacuación del Campo de Gibraltar por el ejército del mariscal
Soult, gracias al valor, constancia y sufrimiento de los cuerpos asturianos
mandados por Ballesteros.
El 12 de diciembre la columna de cazadores
sale en persecución del enemigo hasta Ximena de la Frontera (Cádiz), en cuyo
punto bate su retaguardia causándole grave daño. Este mismo día el general
Ballesteros, junto con las tropas de la División, entra en la villa de Álora.
El 17 de diciembre el Regimiento de
Lena, junto con los de Sigüenza y Ronda, continúa su marcha hacía Puerto-Ogén,
quedando el vivac a media legua de él.
El 18 de diciembre, la columna de cazadores,
interviene en la acción de Puerto-Ogén cuyo objeto era llamar la atención del
enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa. Fue desalojado el batallón polaco que
defendía el punto citado. El enemigo, al mando del general Barrois, reconquista
la posición y obliga a las fuerzas ocupantes a retroceder sobre su base de
partida.
El 24 de diciembre bajo el mando del
coronel del Regimiento de Infiesto se forma una columna con las compañías de
cazadores de cada uno de los regimientos que componen la división para
maniobrar contra el enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa, no habiendo
obtenido ningún resultado por hacer imposible todo movimiento el temporal y el
extraordinario crecimiento de los ríos.
1812
Los días 4 y 5 de enero de 1812, en
medio de un fuerte temporal, el Regimiento de Lena, junto con el de Ronda, que
deberían reforzar la guarnición de Tarifa, pero debido a la persistencia del temporal,
que imposibilitaba la marcha a Tarifa, embarcan para San Roque.
Del 27 de enero al 21 de febrero se halla en continuas correrías por
el frente de la línea enemiga del Guadalete, sembrando el sobresalto entre los
destacamentos y pequeñas guarniciones francesas. A las 5 de la tarde del 11 de
febrero de 1812 el general Ballesteros,
con 1.000 hombres de infantería y 100 de caballería ataca el castillo,
guarnecido por el 9º regimiento del Vístula de la 2º división polaca. Continúa
el asedio al día siguiente. Las fuerzas polacas son evacuadas a Alhaurín,
mientras que las tropas asturianas acampan en el Baece, en la Loma del
Capricho, de Álora.
En la acción del 16 de febrero de
1812 sobre la villa de Cártama, el Regimiento de Lena experimenta 18 bajas: un
muerto, que resultó ser el capitán D. José Manuel Granado; siete heridos, entre
los que se encontraba el subteniente, graduado de capitán, D. Nicolás Solerio; un
prisionero y diez desaparecidos o extraviados.
Según orden general del 4.º Ejército
del 26 al 27 de febrero de 1812, en Los Barrios, los cuerpos que componen la
fuerza de este ejército de operaciones, como consecuencia de que la 2.ª división
se halla destinada a la defensa de la Isla de León, deberá quedar formando por una
vanguardia y dos divisiones, 1.ª y 3.ª. Como resultado de lo anterior, el
Regimiento de Lena continúa sin variación, es decir, encuadrado en la 3.ª
división, cuyo mando ahora ostenta el príncipe de Anglona.
Al anochecer del día 13 de abril la
División asturiana sale de Hardales con dirección a Álora (Málaga), en cuyo
punto se encuentra una columna enemiga a
las órdenes del general Rey. A una media legua del pueblo se forman las columnas
de ataque que, nada más acercarse a sus avenidas, sostienen un tiroteo con las
avanzadas enemigas que estaban a un tiro de fusil de la población, siendo
arrolladas y dispersadas. El resto de la guarnición, que aún dormía a pierna suelta,
despertó con el ruido del tiroteo y viéndose sorprendida salieron como pudieron
del pueblo. Tras repasar el río, colocan en un cerro próximo dos piezas de
artillería ligera, que abren fuego sobre las guerrillas españolas. Nuestras
fuerzas, amparadas por una pieza de montaña, cruzan el río y traban combate por
espacio de dos horas, al cabo de las cuales el enemigo resulta completamente
batido y puesto en desordenada fuga, impidiéndole efectuar la retirada por el
camino de Pizarra. En esta acción pierde la vida a consecuencia de un balazo
que recibió en la cabeza el valeroso coronel del Regimiento de Lena, D. Jaime
Butler, que es sustituido por el coronel
D. Francisco Carbor.
El 16 de abril la compañía de cazadores
del Regimiento de Lena interviene en la acción de Cártama (Málaga), en la que
con inferiores fuerzas, y a pesar de la ventajosa posición del general
Maransin, es batido y derrotado por la columna de cazadores de la división
asturiana.
En la acción de Campillos (Málaga)
del día 23 de abril, fue batido y derrotado el enemigo.
El 27 de abril interviene en la
acción de El Burgo (Málaga). Desalojo de la división enemiga del general Rey.
En los estados de fuerza del 4º
Ejército -que ahora manda el teniente general Ballesteros- de fecha 15 de mayo
y 1º de junio de 1812 respectivamente, la 3ª división, en la que se encuadra el
Regimiento de Lena, continúa mandada por el príncipe de Anglona.
El 1º de junio interviene en la
batalla del Guadalete (Huelva). Este mismo día el General Ballesteros intenta
romper el bloqueo de Cádiz, pero fracasa estrepitosamente en Bornos. En la
acción resulta muerto el coronel del Regimiento de Lena, D. Francisco Carbor.
El 10 de julio se halla en la acción
de Coín (Málaga), en la que es batido por menores fuerzas el general Leval y el
14 del mismo mes asiste al ataque a la ciudad de Málaga que se hallaba ocupada
y defendida por el general Maransin. La compañía de cazadores del Regimiento de
Lena, como parte integrante de la columna de cazadores de la división que manda
el teniente coronel del Regimiento de Castropol, D. Gregorio Piquero,
interviene en la toma y rendición de la ciudad de Málaga, lo que constituye un
título honroso para todos los regimientos asturianos que intervinieron en la
operación.
El 24 de julio asiste a la sorpresa
de la guarnición de Osuna (Sevilla). Retirada a San Roque (Cádiz).
El 3 de setiembre interviene en la
acción de Antequera (Málaga) y desaloja las fuerzas enemigas mandadas por los
generales Villatte y Conroux y el día 7 del mismo mes toma parte en la acción
de Loja (Granada) en la que es batido el general Semellé por inferiores
fuerzas. En esta última acción, de gloria para las armas españolas, contrajo
especial mérito el sargento mayor del Regimiento de Lena D. Froilán Vigo,
auxiliado, entre otros, por D. Bernardo García, también del Regimiento de
Lena.
Como consecuencia de la
reorganización de los regimientos dispuesta por el duque de Wellington,
recogida en el Reglamento del Consejo de Regencia de fecha 8 de mayo de 1812,
que establece que los regimientos de Infantería “de Línea” queden arreglados
bajo el pie de un sólo batallón de a ocho compañías, una de cazadores, otra de
granaderos y las seis restantes de fusileros, el 10 de setiembre el Regimiento
de Lena adopta la orgánica dispuesta por Wellington y queda reducido a un sólo
batallón de a ocho compañías.
El 16 de setiembre desaloja al
enemigo de Padul (Granada) y al día siguiente lo bate en el Puerto de los
Dientes de la Vieja y en Alhendin (Granada).
El 10 de octubre sale para Córdoba,
a donde llega el día 15. Queda de guarnición en El Carpio (Córdoba) hasta el 30
del mismo mes. En este tiempo continúa mandando la división el mariscal de campo
D. Francisco Merino y el 4º Ejército nuevamente el teniente general, duque del
Parque.
Por R.O. de 4 de diciembre de 1812,
para la formación y organización de los Cuerpos de Ejército 1º, 2º, 3º y 4º,
así como Reservas de Andalucía y Galicia, cesan las denominaciones que
ostentaban desde el 16 de diciembre de 1810. Conforme a lo establecido, el 4º y
5º ejércitos reunidos formarán el 3º. En virtud de la R.O. antes citada, el
Regimiento de Lena, junto con los de Castropol, Cangas de Tineo e Infiesto,
orgánicamente queda encuadrado en el Tercer Ejército.
1813
A principios de año el Regimiento de
Lena continúa presentando la misma composición y dependencia orgánica tal como
había quedado establecida por R.O. de 4 de diciembre anterior.
El 1º de junio el Regimiento de Lena
aparece formado por un sólo batallón y se encuadra en la 1ª brigada de la 3ª
división -que ahora manda el mariscal de campo D. Juan de
El 7 de octubre de 1813 el
Regimiento de Lena, de paso para La Línea, se presenta en la plaza de Madrid. Llegó
desprovisto de calzado, por lo que individuos y dependientes del Ayuntamiento
de Madrid acuerdan proveer a sus expensas de 300 pares de zapatos a los
soldados del Regimiento de Lena, que les serían entregados durante el acto de
revista del día siguiente. El vecindario de Madrid, que acudió al acto de
revista con idéntico motivo, hace donación al jefe del batallón de 2.000 pares
de zapatos, limitándose éste a tomar lo meramente necesario, es decir, recogió
un par de zapatos por cada soldados del batallón, dejando el resto a
disposición del ayuntamiento para cubrir
las necesidades de otros cuerpos. Fue una acción digna de la Patria a sus héroes.
En el mes de diciembre sigue formado
por un sólo batallón y continúa encuadrado en la 3ª división del Tercer
Ejército. La división
El 1º de diciembre el Regimiento de
Lena, ahora se encuadrado en la 2.ª brigada de la 3.ª división, se hallaba
acantonado en Tudela. El día 9 del mismo mes el regimiento se traslada desde
Tudela a Borja y el 11 sale para Trucano por estar ocupado su cantón por el
Regimiento de Baza. El 13 se acantona en Mallén.
El 18 de diciembre dos partidas del
Regimiento de Lena, compuestas por un capitán, un subalterno y 80 hombres,
salen para varios pueblos con el objeto de auxiliar al comandante en el acopio
de subsistencias para la tropa.
1814
El 1º de enero de 1814 el Regimiento
de Lena continuaba acantonado en Mallén.
Según el estado general de fuerza
efectiva de todos cuerpos que figuran encuadrados en los ejércitos de
operaciones en enero de 1814 el Regimiento de Lena, que seguía perteneciendo al
Tercer Ejército, presenta un total de 886 efectivos.
El 9 de abril el Regimiento de Lena se
reúne con la división en Andoain.
El 13 de abril la división entra en
Francia y queda acantonada en las inmediaciones de la ciudad de Orthez y
pueblos inmediatos hasta el día 27 del mismo mes. La conducta y disciplina que observaron los cuerpos asturianos
en aquella nación, les hicieron acreedores a las más expresivas gracias del generalísimo
de los ejércitos españoles: el duque de Wellington. El 27 de abril emprende el
camino de regreso a España y llega a Irún el 1º de mayo.
El
12 de julio de 1814 se disuelven los ejércitos de operaciones, desconociéndose,
en virtud de esta orden, el destino que se le dio al Regimiento de Lena, que en
esa fecha se encontraba acantonado en Almazán (Soria).
Por R. O. de 16 de octubre de 1814
se aprueba un plan para enviar una expedición de 8.000 hombres a Nueva España.
En virtud de esta R. O. y la del mismo rango de 21 del citado mes, el 7 de
noviembre queda formada, mediante sorteo, la escala general de los regimientos
de Infantería de Línea y Ligeros que por turno deben pasar a los dominios de ultramar.
Según este sorteo, al Regimiento de Lena le fue asignado el número 57.
1815
El
Reglamento de la Infantería de 2 de marzo de 1815, que recoge los regimientos
de Infantería de Línea y Ligera que existían organizados según el Reglamento de
8 de mayo de 1812, no aclara el destino que se le dio, o cuerpo en el que se
integró, el Regimiento de Lena. Sin embargo, si cita el destino que ocuparon
algunos de sus jefes en los reorganizados regimientos que supervivieron a la
reforma de 1815: El sargento mayor D. Ramón Carreño, pasa destinado como 1º
Ayudante al 3º Bón. del Regimiento “Rey nº
Como quiera que el Reglamento de la
Infantería de 2 de marzo de 1815 no contemplaba el destino que debería dársele
al extinguido Regimiento de Lena, tres meses más tarde por R. O. de 2 de junio
de 1815 los efectivos del regimiento se refunden en el Real Cuerpo de Guardias
Walonas con el objeto de completar los batallones 3º, 4º y 5º que, por aquellas
fechas, se estaban formando.
Cuando se formó el Regimiento, naturalmente tuvo que tener su propia bandera pero, desgraciadamente, no nos ha llegado noticia
alguna sobre su existencia, por lo que se desconoce cualquier característica o
detalle acerca de la misma, así como cuál ha sido el destino otorgado a la gloriosa
enseña.
UNIFORMES
En septiembre de 1808, con motivo de
haberse formado la división asturiana del general Acevedo, parece ser que al
Regimiento de Lena le fueron suministradas prendas de vestuario confeccionadas
por artesanos del Principado, cuyo uniforme básicamente se componía de casaca o
chaqueta corta de paño pardo, con cuello, vueltas y otros apliques de color
encarnado (o verde si estaban conformadas como tropas ligeras); un pantalón o
calzón, también de paño pardo, y otro de lienzo crudo para el verano; una chaqueta
corta de fatiga, también de lienzo crudo, posiblemente con cuello y vueltas
grana o verde. Como prenda de cabeza parece ser que llevaban el modelo de
sombrero redondo, bien de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo o bien de
una remesa británica llegada a Oviedo meses antes. La mayoría de los pertrechos
que conformaban el equipo del soldado eran de origen británico, recibidos en Oviedo
en julio de 1808, justo a tiempo para equipar a los regimientos que se estaban
formando por esas fechas para incorporarse en Vizcaya al Ejército de Galicia.
Tras el descalabro sufrido por
El Regimiento de Lena, aunque no hay
constancia documental que lo pruebe, es posible que por su pertenencia a la 5.ª
división (Navia-Eo) –la mejor provista de todo– se haya beneficiado con prendas
de este vestuario, ya que el 12 de enero de 1809 se da orden para que el regimiento,
una vez se halla vestido, se ponga en marcha para Castropol. Tres días más
tarde, el 15 de enero, se pone de manifiesto la necesidad de prendas de
vestuario que presenta el Regimiento de Lena para poder salir a campaña, por lo
que se ordena que en la revista que debe pasar en Gijón, se le dote de todas
las prendas de vestuario necesarias. Aunque la orden no lo expresa, se tiene la
certeza que el vestuario recibido por los hombres de Lena, al igual que los
demás cuerpos que componían la división del Eo al mando del general Vorster, necesariamente
ha tenido que ser el procedente de Gran Bretaña que se encontraba en Gijón desde
finales del mes de diciembre anterior, es decir, el compuesto de casaca roja,
chaleco blanco, pantalón de lienzo y chacó del tipo ‘stovepipe’ (tubo de chimenea) o, en su defecto, gorro de manga,
también de color rojo.
El 17 de julio de 1809 los cuerpos
de la nueva división, que ahora manda el marical de campo D. Francisco
Ballesteros, reciben en el campamento de Contrueces (Gijón) nuevo armamento y
vestuario, también de procedencia británica, enviado a los asturianos a través
de la Junta de Sevilla. El vestuario se componía de casaca blanca, cuello
y vuelta encarnada, forro blanco y botón dorado; calzón corto de lo mismo y
gorro blanco con vuelta encarnada. En el botón, parece ser, sólo figura la
inscripción “LENA”.
En 1810, durante su estancia en Extremadura,
el Regimiento de Lena seguía conservando, muy deterioradas por la acción del
tiempo y el desgaste producido por la dura campaña, algunas de las prendas
recibidas en Gijón en el año 1809. Según la revista pasada en Badajoz el 1.º de
julio de 1810, las casacas de los soldados se hallan completamente inútiles.
Desde Cádiz se remitieron diversos vestuarios para los cuerpos de la división,
pero con éstos no llegaron casacas, por lo que en su lugar reciben chaquetas de
lienzo. Le faltan camisas y otras prendas menores, que se van confeccionando en
Lisboa. La compañía de granaderos es provista con morriones, también construidos
en Portugal. La tropa se halla calzada con el par de zapatos que lleva puestos.
El Estado Militar de España de 1815, que recoge los
uniformes en uso entre 1813-1814, describe el uniforme usado por el Regimiento
de Lena en los términos siguientes: “casaca,
pantalón y capote pardos; cuello encarnado; solapa y vuelta celestes; vivo
blanco, botón dorado, botín negro y morrión”. También usaba, para verano,
pantalón de lienzo crudo.
El 15 de abril de 1813 el Regimiento de Lena presenta un
vestuario en el más deplorable estado de uso. El coronel del regimiento expresa
que se hacen todos los esfuerzos y se
toman las medidas conducentes para la conservación de las prendas, pero a pesar
de ello se hace necesario dar de baja todos aquellos vestidos que, por su
inutilidad absoluta, sólo sirven de estorbo al soldado. El 22 de este mismo
mes, el coronel sigue quejándose de la falta de vestuario y que cada día que
pasa se hace más necesaria la distribución de calzado. Los reclutas y soldados
procedentes de otros cuerpos están semidesnudos y, como usan calzón corto, se
hallan necesitados de medias o calcetas.
En la revista realizada en Tudela el 15 de octubre de 1813
el Regimiento de Lena, recientemente llegado
de Jaén en donde acababa de recibir su vestuario, presenta todas las prendas en
el más perfecto estado de conservación. No obstante, le faltan algunas prendas
menores, tales como camisas y zapatos. En la revista del 23 de noviembre de
1813, en Artica, el vestuario del Regimiento de Lena seguía presentando un buen estado.
Según las revistas pasadas en Borja los días 1º y 31 de
enero de 1814, el Regimiento de Lena continúa presentando un vestuario en muy
buen estado. Sin embargo, la necesidad de calzado es perentoria.
El abril de
RECOMPENSAS Y DISTINCIONES
Dos veces declarado “Benémérito de
la Patria”, en grado heroico y eminente. La primera, por el distinguido mérito
contraído el 25 de enero de 1811 en el ataque a Villanueva de los Castillejos
(Huelva) y la segunda, por su decidida participación en la batalla de La
Albuera (Badajoz) el 16 de mayo de 1811.
Escudo de Distinción al Valor en Asturias
Para enaltecer el valor de los
cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres,
Como consecuencia de lo anterior,
Dicho escudo, para llevar bordado en
la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente, consiste en una pieza
circular de paño o lino blanco, de
Aunque el Regimiento de Lena no intervino en ninguna de
las acciones antes mencionadas, sí se había hecho acreedor al mismo por su decidida
participación en la batalla de Espinosa de los Monteros; las acciones de guerra
desarrolladas en la línea del Eo-Navia con
Cruz de Chiclana
Creada por R.O. de 13 de febrero de
1815. El Regimiento de Lena no combate en Chiclana (Cádiz), pero se recompensó
con esta cruz a los componentes de la Compañía de Cazadores del citado
regimiento que, integrada en la Columna de Cazadores de la división, sí
intervino en
Cruz de Albuera
Instituida por Fernando VII el 1 de
marzo de 1815 en recuerdo de la batalla librada el 16 de mayo de 1811. Tiene
forma de aspa con brazos rojos terminados en globos de oro; sobre la parte
superior va una corona de laurel y entre cada dos brazos llamas de color de
fuego; en el centro un óvalo azul (en este caso es blanco) con la cifra “F.VII”
y en una orla de oro la palabra “Albuhera”. La cinta es roja con filetes negros
y cantos azules.
Sin duda, es una de las
condecoraciones, junto con las del 3º y 4º ejércitos, cruz del Ejército
Asturiano y medalla de Medina del Campo, que más de prodigaron entre los
cuerpos asturianos.
Cruz del Tercer Ejército
Creada por R.O. de 31 de marzo de
1815. Todos los componentes de los regimientos de Lena, Castropol, Cangas de
Tineo, Pravia e Infiesto estaban en posesión de esta condecoración. De brazos
curvilíneos verde esmeralda, con un
círculo central en el que aparecen las columnas de Hércules, la mar y la
montaña con una orla exterior que dice: “Vencedor
del Estrecho al Pirineo”. En el reverso sobre circulo blanco, figura el nº “
Cruz del Ejército de la Izquierda
Es como
Por cédula de 10 de junio de 1815
expedida por el Teniente General Ballesteros y dirigida al Capitán General D.
Joaquín Blake, se aclara que la Cruz instituida por R. O. de 14 de mayo del
mismo año, se concede, además, por “su
valor y disciplina en las sangrientas acciones que en la última guerra tuvieron
en Rioseco, Sornosa [Zornoza], Guenes
[Güeñes]”.
Cruz de Tarifa o de 4º Ejército
Creada el 4 de junio de 1815 para
premiar los señalados y distinguidos servicios prestados por la guarnición de
la plaza de Tarifa cuando, en 1811, estuvo sitiada por fuerzas enemigas muy
superiores. Formada por cuatro esmaltadas de color naranja con globos en los
remates y en el centro un círculo azul con la leyenda: “A los defensores de Tarifa”; en el reverso “4º”. Cuelga de cinta
azul con filetes naranja. La tropa la usaba enteramente de metal, es decir, sin
esmaltes.
El Regimiento de Lena no defendió la
plaza, pero sí se halló en el sitio exterior su Compañía de Cazadores, cuyos componentes
se hicieron dignos acreedores a dicha recompensa.
Cruz de Distinción del Ejército Asturiano
Creada por Real Orden de 4 de junio
de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se
condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos
aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los
que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el
Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á pesar
de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos enemigos,,… á
quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con mucha gloria de
las Reales armas y honor de sus naturales”.
La
cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un
triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular,
en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano
Medalla y E. D. de Medina del Campo
Creada por R.O. de 2 de julio de
1815 para premiar a las tropas que tomaron parte en esta gloriosa acción rechazando,
batiendo y persiguiendo al Ejército enemigo. Tiene forma elíptica, esmaltada de
blanco, en cuyo centro lleva una corona triunfal de color verde; alrededor y
con letras de amaranto, se inscribe “Al
valor Medina del Campo noviembre 23 de
Inicialmente,
existió en formato de Escudo de Distinción y que luego, refrendado por Fernando
VII, se convirtió en medalla. El escudo, en esencia, coincide con el modelo que
presenta la medalla, con única la salvedad que el diseño que ha llegado a
nuestras manos dice: “Al valor Medina del
Campo –
Precisamente, durante el desarrollo de esta acción halló
muerte gloriosa en el campo del honor el bravo Coronel del Regimiento de Lena,
D. Juan Drimgold.
----ooOOoo----
[1]
Además de ejercer como jefe de la agrupación, simultaneó el cargo con el mando
de la 3ª compañía de
[2] Este Reglamento fija el pie y la fuerza de los regimientos de nueva creación, tanto de Línea como Ligeros y de Milicias Provinciales, debiendo constar cada unote 2 batallones de a 8 compañías; una de granaderos, otra de cazadores y las seis restantes de fusileros. Respecto a la anterior organización, se reduce la plantilla de tambores y pífanos en los batallones y compañías, elevándose a 120 el número de soldados por compañía. Los cuerpos asturianos arreglados conforme a dicho Reglamento nunca llegaron a superar, ya que las disponibilidades de fuerza no lo permitían, el número de plazas fijadas para cada regimiento.
[3] El Teniente General D. Diego de Cañas y Portocarrero Trelles, duque del Parque, de ascendencia asturiana, poseía palacio en Oviedo (El Fontán) y casona en el concejo de Castropol.
[4] De hecho, ya existían organizados en dos batallones desde el 1º de octubre de 1808, así como por el Reglamento de 23 de enero de 1809.
[5] Diario de La Coruña, nº 230, de fecha 18 de agosto de 1810.
[6] Fondo “Saavedra”, caja 57, legajo 19 (Residencia de la Compañía de Jesús. Granada.
[7] El Conciso, nº LV, de 2 de diciembre de 1810, pág. 264.
[8] Este
mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del
uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares,
al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a colores se refiere,
admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que el conjunto se
borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras, ramos y cordoncillo exterior
deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o blanco
(tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo ilustrativo una
pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del uniforme del Cuerpo)
que puede contemplarse en el primoroso retrato de un Teniente Coronel de las
Reales Guardias Españolas, cuya condecoración luce en la manga izquierda de