REGIMIENTO DE INFANTERIA DE LINEA DE INFIESTO
(1808-1814)
INTRODUCCION
La reconstrucción del historial del
Regimiento de Infiesto, ha resultado tarea harto complicada, especialmente por
la escasa documentación existente sobre el mismo. Por lo tanto, el presente
historial regimental ha tenido que ser reconstruido con datos extraídos, en su
mayor parte, de la historia general, diarios de operaciones, así como de las
documentaciones personales y hojas de servicios de algunos de los jefes que lo
mandaron. Afortunadamente, con el reciente e importante hallazgo en el Archivo
Histórico Nacional de la mayor parte de la documentación de
Sin entrar a formar un juicio global
sobre la eficacia militar del Regimiento de Infiesto, se puede afirmar que
éste, junto con los otros cuerpos que constituyeron la división asturiana al
mando del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros (Castropol, Lena, Cangas
de Tineo y Pravia), fue una unidad bien instruida y disciplinada,
suficientemente capacitada, por la experiencia acumulada en las más de cuarenta
acciones de guerra en las que ha tomado parte, para intervenir en cualquier
teatro de operaciones y asegurar con ello el éxito de
Una de las principales misiones de
la división asturiana (auténtica punta de lanza) durante la campaña de
Andalucía (1810-1812) fue el acoso y hostigamiento del enemigo, realizando
frecuentes incursiones en su retaguardia, emboscadas, ataques por sorpresa,
etc., sembrando el sobresalto entre los destacamentos y pequeñas guarniciones,
lo que representó para el ejército francés una auténtica pesadilla, como si
fuera una espina clavada en su propio costado, lo que obligó al mariscal Soult
a distraer una parte considerable del 5º Cuerpo de Ejército francés a observar
los movimientos de Ballesteros y su división. Fue, en suma, una guerra de
desgaste en la que los cuerpos asturianos tuvieron una actuación preponderante.
Cumplido
el 200º aniversario de la gloriosa gesta de la Guerra de la Independencia
sirvan, pues, estas líneas como modesto homenaje al valor, la constancia y la
lealtad del soldado asturiano que, batiéndose constantemente a lo largo y ancho
de la geografía española durante los seis años que duró la dura campaña,
soportando grandes fatigas y privaciones, fueron capaces de triunfar sobre la
organización, los medios y la experiencia de la más formidable máquina militar
de Europa: el ejército imperial francés.
SUS ORIGENES Y
ORGANIZACION
Invadida España por el ejército
napoleónico,
A tal efecto, a propuesta del
marqués de Santa Cruz de Marcenado, el 2 de junio se aprueba la organización de
20 regimientos de infantería de a mil hombres cada uno, divididos en 10
compañías, y que a dichos cuerpos se les asigne el nombre de las capitales de
los concejos más importantes del Principado.
Al
objeto de llevar a la práctica el
establecimiento del cuerpo que deberá ostentar el honroso nombre de “INFIESTO”,
el 7 de julio de 1808
El 7 de julio de 1808 el núcleo
principal de voluntarios destinado a constituir el regimiento se hallaba
distribuido entre las localidades de Infiesto y Villamayor al mando del
capitán, graduado de teniente coronel, D. Blas Alvarez, teniente que fue del
Regimiento de Infantería de Hibernia.
A fin de dotar a los voluntarios de
una formación militar básica, siguiendo órdenes cursadas al respecto, se les
agrupa en compañías y se encomienda su instrucción a sargentos y cabos de los
regimientos Hibernia y Provincial de Oviedo. La distribución[4]
inicial de esta fuerza presenta la orgánica siguiente:
Compañías |
Jefes |
Sargentos |
Cabos |
Soldados |
Fuerza total |
5 |
1 |
14 |
38 |
400 |
453 |
El grupo de fuerza anterior, con
bajas considerables por haber entregado parte de sus efectivos a cuerpos
creados con anterioridad, según un estado de fuerza fechado el 30 de julio presenta
un total de 283 hombres, que siguen distribuidos entre las localidades de Infiesto
y Villamayor. El mando de la agrupación lo sigue ostentando el teniente coronel
D. Blas Alvarez[5].
Con los voluntarios procedentes de
Infiesto y Villamayor, más la reunión de los mozos que habían entrado en los
últimos sorteos de Milicias para el Regimiento Provincial de Oviedo celebrados
en el concejo de Piloña y otros limítrofes, así como en los cotos y
jurisdicciones de él dependientes, el 8 de agosto de 1808 se crea en la ciudad
de Oviedo el Regimiento de Infantería de
Infiesto, bajo el pie de un único batallón de a 10 compañías y una fuerza
teórica de 1.000 hombres[6].
La composición inicial del
Regimiento de Infiesto, según dictamen presentado en
B A
T A L
L Ó N |
|
P L A N
A M A Y O R |
C O M P A Ñ Í
A S |
-
Coronel -
Sargento Mayor - 2
Ayudantes - Abanderado (no se contempla) - 1
Capellán - 1
Cirujano - 1
Tambor mayor - 1
Maestro Armero |
10 compañías, de
las cuales una era de Granaderos. Cada
Compañía consta de:
- 1 Capitán
- 1 Teniente
- 1 Subteniente
- 1 ó 2 sargentos 1ºs.
- 2 sargentos 2ºs. -
4 cabos 1ºs.
- 4 cabos 2ºs. -
50 soldados (aprox.) |
Nombres o denominación que ha tenido
desde su creación.
-
1808. Regimiento de Infantería de
Infiesto.
-
1809. Regimiento de Infantería de Línea
de Infiesto.
VICISITUDES,
CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA
1808
El 21 de julio de 1808 se ordena que
el cuadro de oficiales destinados a la formación del Regimiento de Infiesto que
se encuentran en Oviedo parta inmediatamente para la villa de Infiesto.
El mismo día de su creación, es
decir, el 8 de agosto de 1808, el teniente general D. Joaquín Velarde, ordena al
sargento mayor encargado de su formación que cuando antes, acuda a Infiesto con
el objeto de organizarle.
El 15 de agosto de 1808 se despacha
orden para que el sargento mayor del Regimiento de Infiesto, que se encontraba
en Caleao y su avanzada, cuyos puestos se halla cubriendo con dos compañías, regrese
a la villa de Infiesto con el fin de que, reuniéndose aquí con la totalidad de
la fuerza del cuerpo, emprenda la marcha para la capital del Principado para
proceder a su organización definitiva, cuya salida efectúa al día siguiente.
En efecto, tal como estaba previsto,
la organización se verifica bajo la dirección y supervisión del sargento mayor
D. Pedro de la Bárcena.
Una vez organizado como batallón de
a 10 compañías, con su correspondiente Plana Mayor, con fecha 21 de setiembre
de 1808 el coronel D. Pedro de la Bárcena cesa en su funciones.
Concluida la formación del
regimiento, para el mando del cuerpo se designa al capitán de fragata de
El
15 de octubre de 1808 el capitán general D. José Cienfuegos ordena poner en
arresto en el castillo de Arnao (Gijón) al teniente del Regimiento de Infiesto
D. Toribio Peláez.
El
16 de noviembre de 1808 el Regimiento de Infiesto recibe la orden de cesar en
el servicio en la plaza de Oviedo. Es reemplazado por el de Pravia. El día 18 aún
seguía en Oviedo equipándose y completando la instrucción para salir a campaña.
El Regimiento de Infiesto ha sido
uno de los cuerpos asturianos que, por encontrarse aún en período de
instrucción, no llegó a formar parte de la división expedicionaria que a
primeros del mes de noviembre, al mando del teniente general Acevedo, salió de
Asturias para incorporarse al Ejército de Galicia que se hallaba de operaciones
en Vizcaya mandado por el general Blake, motivo por el cual el “Infiesto” no se
constituyó en regimiento “de Línea”, bajo el pie de dos batallones de a cinco
compañías cada uno.
Continuando con su anticuada
organización, es decir, arreglado bajo el pie de un único batallón, en la
mañana del día 21 de noviembre de 1808, junto con otros cuerpos que tampoco
habían constituido la división del general Acevedo, emprende la marcha desde
Oviedo hacia Colombres con el objeto de restablecer en este punto el
dispositivo defensivo que las tropas del general Llano Ponte habían abandonado tras
los impetuosos ataques del enemigo contra San Vicente de la Barquera
(Santander) el día 19 de este mismo mes. Ante esta situación,
En la mañana del día 7 de diciembre,
junto con otros cuerpos, se apodera de las barcas de Unquera y Narganes y
efectúa el reconocimiento de vados y puentes de los ríos Deva y Pesués, que
forman la ría de Colombres. Verificadas las ventajas defensivas que presenta el
terreno y que la zona se halla libre de tropas enemigas, el general Ballesteros
decide establecer en este punto el dispositivo. El Regimiento de Infiesto
queda, desde entonces, acantonado en la villa de Colombres a la expectativa de recibir
órdenes concretas sobre el destino o misión que debería desempeñar, en cuya
situación permanece hasta el día 9 del mismo mes en que, por disposición del general
Ballesteros, se traslada a Arenas de Cabrales con el encargo de proteger el ala
derecha del ejército de su mando, por confluir en este punto todas las avenidas
de Potes y guardar una íntima relación con la defensa del dispositivo de Colombres.
En el estado general de
todos los cuerpos asturianos, remitido a la Inspección del Ejército por el
Capitán General de la provincia, fechado en Oviedo el 14 de diciembre de 1808,
el Regimiento de Infiesto, que continúa formado por un sólo batallón, presenta
una fuerza efectiva de 2 jefes, 28 oficiales y 498 plazas de fusil. El
armamento y vestuario se hallaba al completo y su estado de instrucción se
consideraba mediano.
Como
consecuencia de la orden del marqués de la Romana, por la que previene se le
despachen todos los cuerpos regimentados, vestidos y calzados, el 17 de
diciembre de 1808
1809
A principios del año 1809 el coronel
Galdeano, al frente del Regimiento de Infiesto, se halla ya sobre Arenas de
Cabrales y los puertos de montaña de Ventaniella y Beza, en cuyos puntos
efectúa el despliegue defensivo de las distintas compañías del cuerpo que tiene
a su cargo, cometido que los de “Infiesto” cumplen bien y a plena satisfacción
de su general en jefe.
El
5 de enero de.1809, hallándose vacante la plaza de coronel por arresto de D.
Juan Galdeano,
El 15 de enero, mientras el enemigo
desde los alrededores de la iglesia de Bodriguero lanzaba un impetuoso ataque
contra las tropas del valeroso Regimiento de Villaviciosa, reforzado por una
compañía del Regimiento de Castropol, que defendía el paso sobre el puente de
Lley y las barcas de Narganes, sosteniéndose con tesón en el punto de Siejo, el
Regimiento de Infiesto continuaba desplegado, sin actividad bélica alguna, en
los puestos asignados.
El
17 de enero de 1809 se halla guarneciendo Pino de Aller, Collanzo, Casomera y
Felechosa (concejo de Aller).
El
11 de febrero de 1809
También
por conveniencias del servicio, el 16 de febrero de 1809 la Junta de Asturias dispone
que la otra mitad del batallón de Infiesto se agregue a la división que debe
avanzar sobre León, mientras que la otra mitad, alrededor de 500 efectivos, deberá
permanecer de guarnición en Oviedo tal como se había ordenado días antes.
El
18 de febrero de 1809 la Junta confiere el empleo de brigadier al coronel Fitz-
Gerald, destinándole a las órdenes del general Vorster. Al mismo tiempo se
designa al capitán D. José Montemayor, de la compañía de granaderos del
Regimiento de Infiesto, teniente coronel-comandante de la tropa que compone la
mitad del expresado cuerpo que, a sus órdenes, debería salir para Pajares.
El
22 de febrero de 1809, la mitad del Regimiento de Infiesto a las órdenes del
teniente coronel Montemayor aparece ya encuadrada en la 3.ª división, situada
en la línea de Pajares al mando del brigadier D. Francisco Manglano. La otra
mitad del batallón continúa prestando servicio en la guarnición de Oviedo.
El ahora brigadier D. Carlos Fitz-Gerald,
que se había separado del Regimiento de Infiesto por pasar en calidad de 2.º
jefe de la 5.ª división mandada por el teniente general D. José Vorster, cuya división desde principios de
enero de este año operaba en la línea del Eo, el 16 de marzo de 1809 resulta muerto
en San Tirso de Abres como consecuencia de un “accidente que le acometió”[9]. El
día 17 es enterrado en Taramundi.
El 29 de abril de 1809, dos
compañías de fusileros del Regimiento de Infiesto, junto con otras tres de
granaderos, tres de alternación y una de cazadores, al mando del coronel D.
Francisco Antonio del Villar, sargento mayor del Regimiento Infante D. Carlos,
según la orden de operaciones redactada por el propio general Ballesteros, deberían
efectuar el ataque sobre Molleda y posesionarse de la altura de este pueblo por
el flanco izquierdo de la batería enemiga para atacar de frente a Pesués. Hecho
fuerte el enemigo en Molleda, es atacado impetuosamente por los tiradores de la
columna con el objeto de tenerle distraído para dar tiempo a que los refuerzos
llegasen a Pesués, momento en el que se ordena que las compañías del Regimiento
de Infiesto carguen contra el enemigo, obligándole a retirarse precipitadamente
hasta Pesués, en cuyo punto son sorprendidos y batidos completamente. Por el singular
mérito contraído por la bizarra compañía de tiradores del Regimiento de
Infiesto al mando de su capitán, graduado de teniente coronel, D. Bernardo
Alvarez[10], que
atacó y batió al enemigo con la serenidad acostumbrada, dicho oficial es
recomendado a S. M. por la obediencia y valor con que ha ejecutado las órdenes
del general en jefe.
Por orden del marqués de la Romana,
el 8 de mayo de 1809 el coronel D. Juan de Galdeano y el capitán D. Julián
Morales, que se hallaban arrestados de forma arbitraria por orden de
El 19 de mayo el mariscal Ney,
después de anular el día anterior la resistencia que ofrecían las exiguas
tropas del sector de Grado que defendían el puente de Peñaflor, se dirige con
todos sus efectivos hacia la capital del Principado. Ante el inesperado giro de
los acontecimientos, el marqués de la Romana cursa orden este mismo día a
Ballesteros para que abandone la línea de Colombres y que, a marchas forzadas,
con todas las fuerzas disponibles se dirija a Oviedo. A tal efecto, el día 21
de mayo el general Ballesteros dispone que el Regimiento de Infiesto, junto con
los restantes cuerpos de su mando, se reagrupe en la capital del concejo de
Piloña. Este mismo día Ballesteros se presenta en Infiesto para reorganizar sus
fuerzas y, en virtud de la orden anterior, acudir presto a la defensa de la
capital.
Enterado el enemigo de los planes
del general Ballesteros, fuerzas combinadas de los generales Kellerman y Bonet,
en su empeño de asestar un golpe resolutivo a los cuerpos asturianos e impedir
su reagrupamiento, se ponen en movimiento para caer sobre Infiesto, pero
informado Ballesteros de la ocupación de Oviedo y que fuerzas importantes
enemigas se le echan encima, decide mover sus unidades y en una resuelta maniobra
de distracción se repliega sobre Cangas de Onís y las sitúa justo en la
retaguardia enemiga.
La compañía de granaderos del
Regimiento de Infiesto, al mando del capitán D. Bernardo Alvarez, al no poder
reunirse con su unidad en Infiesto, pasa al concejo de Caso y establece, de
forma autónoma, su campo de operaciones guerrilleras en éste, haciéndolas
extensivas a los concejos de Sobrescobio, Laviana y Bimenes.
El 24 de mayo se combate sobre los
Escobios de Margolles, en las inmediaciones del pueblo de Llueves, en cuya
acción el enemigo sufre considerables bajas. El Regimiento de Infiesto recibe
el encargo de su general de formar la reserva en San Juan de Parres. Tanto por
el desarrollo favorable de la acción táctica como por la retirada de la
división al santuario de Covadonga, sostenida por el valeroso Regimiento de
Cangas de Onís, se logran salvar todas las tropas e impedimenta. Al éxito de la
acción contribuyó la acertada disposición del Regimiento de Infiesto.
El día 25 de mayo, junto con los
demás cuerpos de la división, sale de Covadonga y, a través del puerto de
Ventaniella, emprende una arriesgada y agotadora marcha hacia Valdeburón (León)
y de aquí, siguiendo el movimiento general, se retira a la villa de Potes al
objeto de descansar y reponerse de las innumerables fatigas padecidas por tan
larga travesía. Tras aprovisionarse de algunas municiones de boca y guerra,
sale de nuevo hacia Santander.
El 26 de mayo de 1809 el general
Ballesteros, con la incorporación de fuerzas importantes de caballería e
infantería de Porlier, recupera la iniciativa ofensiva; ocupa Cartes y desaloja
al enemigo de la importante plaza de Torrelavega, en cuya villa fija el cuartel
general divisionario y permanece a la expectativa de los movimientos que pueda
efectuar el enemigo, dueño ya de la ciudad de Santander.
Planeada la reconquista de
Santander, Ballesteros divide a la división en tres columnas de ataque. El
Regimiento de Infiesto queda encuadrado en la columna del centro que manda el coronel
del Regimiento de Villaviciosa, D. Carlos Rato, cuya columna, en la noche del
día 9 de junio, se pone en movimiento para desalojar el reducto enemigo de
Peñacastillo, que se mantiene bien fortificado y artillado. El ataque a la
posición se verifica el día 10, pero es rechazado por la tenaz resistencia que
ofrecen sus defensores. En la acción resulta herido de gravedad el coronel D.
Juan de Galdeano, quien por disposición del marqués de la Romana había sido
recientemente restituido al Regimiento de Infiesto..
A las tres de la tarde del mismo día
10 el general Ballesteros, al frente de sus hombres, toma Peñacastillo,
desaloja al enemigo de sus posiciones y le obliga a replegarse sobre Santander.
Tras dejar una pequeña guarnición en la posición reconquistada, Ballesteros se
presenta ante las mismas puertas de Santander y por medio de un audaz golpe de
mano los cuerpos de la división recuperan la plaza y toman a la bayoneta las
baterías que la defienden.
Regresa el enemigo con renovado
ímpetu; el día 11 recupera la posición de Peñacastillo y hace prisionera a toda
la guarnición y, en la noche de este mismo y madrugada del siguiente, el general
Bonet decide atacar Santander, cuyo ataque por sorpresa provoca la confusión
entre las tropas asturianas que ocupaban la plaza, que ceden ante la fuerte
presión del enemigo y precipita la desbandada general de todos los cuerpos. En
los referidos ataques tuvo la división considerables pérdidas entre muertos,
heridos y prisioneros. El coronel del Regimiento de Infiesto, D. Juan de
Galdeano, al no poder ser evacuado por la gravedad de sus heridas, queda
hospitalizado a merced del enemigo en Santander.
Tras la sorprendente derrota y
posterior dispersión de los cuerpos asturianos que intervinieron en la campaña
de Santander, que oscureció la heroica marcha de 19 días, el general
Ballesteros embarca en un buque británico rumbo a Gijón, en cuya villa, por
orden expresa del marqués de la Romana, general en jefe del Ejército de la
Izquierda (Galicia), recibe el encargo de reorganizar sus maltrechas fuerzas al
objeto de incorporarlas al citado ejército.
En efecto, en cumplimiento de la
orden dada por el marqués de la Romana, Ballesteros establece el cuartel
general en Gijón. El 23 de junio de 1809, con el fin de reagrupar a los
dispersos cuerpos de la división, cursa orden circular a la Justicia, haciendo
responsables a los jueces de su más exacto cumplimiento, para que todos los
regimientos de su mando se concentren en los puntos que, previamente, les ha
señalado. El Regimiento de Infiesto, con importante merma de efectivos, en la
fecha señalada ya se encontraba acantonado en la villa de Gijón.
El 1º de julio, una vez verificada
la reunión de las unidades en el campamento de Contrueces (Gijón), se somete a
los cuerpos a una intensa instrucción militar, al tiempo que se acomete una
profunda reorganización de los mismos. El Regimiento de Infiesto, al igual que
los demás cuerpos de su división, conforme al Reglamento de la Infantería de 23
de enero de 1809, teóricamente, queda arreglado bajo el pie de dos batallones
de a 8 compañías; una de granaderos, otra de cazadores y las seis restantes de
fusileros.
Durante la estancia en el campamento
de Contrueces, los componentes del regimiento reciben la noticia del
fallecimiento de su coronel, acaecido el 6 de julio de 1809 en el hospital de
Santander a consecuencia de las heridas recibidas en la acción de Peñacastillo
el día 10 del mes anterior[11].
Este suceso produce gran consternación en los de “Infiesto”, que se ven
privados del jefe que compartió con ellos las innumerables fatigas de la dura
campaña.
Vacante la coronelía por
fallecimiento de su titular, el mando del regimiento recae, con carácter
accidental, en el teniente coronel D. José Montemayor, comandante del primer
batallón.
El 17 de julio todos los cuerpos de
la división, entre los que, naturalmente, se encuentra el Regimiento de
Infiesto, reciben en el campamento de Contrueces nuevo armamento y vestuario de
procedencia británica.
El 29 de julio, una vez concluida la
reorganización, debidamente pertrechado abandona el campamento de Gijón y parte
hacia Oviedo, y el 1.º de agosto, desde esta ciudad, emprende el viaje para el
Reino de León con el total de la división al objeto de unirse al Ejército de la
Izquierda que manda el marqués de la Romana.
Se acantona en Otero de las Dueñas
(León), ocupándose en continuos ejercicios de instrucción y de aquí, a través
de Santiago de las Villas, emprende la marcha hacia Santander.
El 24 de agosto de 1809[12] el
marqués de la Romana desde su cuartel general de Astorga (León) dispone la
organización definitiva del Ejército de la Izquierda cuya 3.ª división deberá
quedar constituida, precisamente, por los regimientos asturianos bajo el mando
del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros.
El 26 de agosto, junto con los demás
cuerpos de la división, cae sobre Cabezón de la Sal y ataca impetuosamente a un
batallón del regimiento 119 francés en la altura del Monte Cildá, al que hace
varios prisioneros y obliga a retirarse en franca derrota. En la acción, que es
cruel y sangrienta por ambas partes, el Regimiento de Infiesto se defiende con
un valor y arrojo tales que son dignos de los mejores laureles. Tras la acción,
siguiendo el movimiento general de la división, se retira al Valle de
Cabuérniga.
El marqués de la Romana ordena a
Ballesteros que, con su división, se concentre en Astorga. En cumplimiento de la
orden anterior, la división entra en Astorga en cuyo punto se forman dos
columnas con las compañías de granaderos y cazadores de todos los cuerpos que
forman
Sale de Astorga con dirección a la
frontera de Portugal, y en un movimiento de flanco por su izquierda cae sobre
Benavente (Zamora).
El 28 de setiembre las columnas de granaderos
y cazadores de la división atacan por sorpresa la guarnición enemiga que
defiende la plaza de Benavente. El sargento mayor del Regimiento de Infiesto,
D. Santos Suárez Zulaibar, al frente de la columna de cazadores, es el
encargado de efectuar el ataque por el punto de las Tejeras. A las tres de
Concluida la operación sobre
Benavente sale, a través de Pozuelos, Tavara y Carbajales, para Zamora, a cuyas
inmediaciones llega a las siete de la mañana
del día 1.º de octubre. A las órdenes del brigadier D. José O’Donnell,
2.º en el mando de la división asturiana, que se queda con los regimientos de
Infiesto, Villaviciosa, Candás y Luanco, Castropol, Navarra y Princesa,
formando el cuerpo de reserva. Se sitúa, en columna cerrada, en las alturas de
los molinos de viento con el objeto de atender al camino de Benavente por donde
podría acercarse algún cuerpo de caballería enemiga.
El día 2 se octubre se halla en el ataque
a la ciudad de Zamora, en donde las compañías de granaderos y cazadores
acometen con denodado ímpetu a las fuerzas francesas que
Sale para Portugal y entra de nuevo en
España por el fuerte de la Concepción (Salamanca).
El 19 de octubre de 1809, en
cumplimiento de la orden del marqués de la Romana la división asturiana efectúa
su incorporación en Tamames (Salamanca) al Ejército de la Izquierda, ahora mandado
por el duque del Parque.
Asiste a la acción del día 23 de
noviembre librada en Carpio, cerca de Medina del Campo (Valladolid), contra el
dispositivo enemigo, en donde el “Infiesto” prodigó su sangre.
El 28 de noviembre se retira a Alba
de Tormes en cuyo punto la división sufre una general dispersión y escasas
bajas. El Regimiento de Infiesto, así como los demás cuerpos dispersos, se
reagrupa con su división en Ciudad Rodrigo y, una vez verificada la reunión de
todos los regimientos, parte para los cantones de Sierra de Gata (Cáceres) y
establece el cuartel general en San Martín de Trevejo, de donde sale de nuevo
para Portugal.
Según el estado general de todos los
regimientos y batallones que componen el Ejército español, fechado en Sevilla
el 30 de diciembre de 1809[13], el
Regimiento de Infiesto continúa mandado por el teniente coronel D. José
Montemayor.
1810
La
división con la totalidad de los 10 regimientos que la componían, el 14 de
enero de 1810 se pone en movimiento desde sus cantones de la Sierra de Gata con
dirección a la plaza de Badajoz a través de las provincias portuguesas de Bara
Alta y El Alentejo.
Permanece
en Portugal por espacio de dos meses, entrando el 7 de marzo de nuevo en España
por Badajoz, en cuya plaza queda la división a la expectativa de recibir
órdenes del mando. El 9 sale para Olivenza.
Después de algunas dificultades, el duque del Parque resigna el mando
del Ejército de la Izquierda y nuevamente se designa para el mismo al marqués
de la Romana, quien, una vez asumido el cargo, acomete una profunda
reorganización de los regimientos asturianos. Se somete a los cuerpos a una
disciplina más rígida y se logra formar, en corto espacio de tiempo, unas
unidades más compactas y aguerridas.
Paralelamente a las modificaciones
anteriores, se cubren las bajas de los primeros jefes en aquellos cuerpos que
se hallan vacantes, tal es el caso de los regimientos Provincial de Oviedo,
Castropol e Infiesto. Así pues, el 15 de marzo el coronel del Regimiento de
Grado, D. Diego Clark[14], por
disposición del marqués de la Romana es designado para ejercer el mando del
Regimiento de Infiesto. Provista la vacante de coronel, el teniente coronel D.
José Montemayor se hace cargo del 2.º batallón y el sargento mayor D. Santos
Suárez Zulaibar sigue desempeñando el importante cometido de la sargentía mayor
del “Infiesto”.
Continúa la división asturiana de
Ballesteros de operaciones en Extremadura bajo las órdenes del marqués de la
Romana.
En este tiempo los cazadores del
“Infiesto”, junto con las demás compañías de esta clase de preferencia que
forman la columna de cazadores de la división, el 25 se marzo se halla en la
acción de Zalamea la Real (Huelva) y el 27 del mismo mes en
El 15 de
abril asiste a la acción sobre el Río Tinto (Huelva) contra fuerzas del mariscal
Mortier. Retirada a la Sierra de Aracena.
El 26 de mayo asiste a la sorpresa y
ataque a la guarnición enemiga de Aracena (Huelva). Fray Juan Bros,
conocido como el "Monje
Guerrillero", dio asistencia a los heridos de las tropas asturianas durante el ataque
a la plaza de Aracena, convirtiendo el convento de los jerónimos de Aroche
(Sevilla) en hospital de sangre.
En los estados de fuerza de fecha 15
de junio de 1810 correspondientes al Ejército de la Izquierda de operaciones en
Extremadura, el Regimiento de Infiesto se halla dividido en dos batallones,
aunque no expresa la fuerza efectiva con que contaba en esos momentos. Continúa
encuadrado orgánicamente en la 3.ª división que sigue mandando el mariscal de campo
D. Francisco Ballesteros.
El
1º de julio de 1810 el Regimiento de Infiesto se encontraba en Olivenza. Según
el estado de fuerza de la 3.ª división,
Por aplicación del Reglamento del
Consejo de Regencia dado en Cádiz el 1.º de julio de 1810, el Regimiento de
Infiesto es declarado “de Línea”, bajo el pie de igualdad que los demás
regimientos de
Por Orden del 25 al 26 del Ejército
de la Izquierda, fechada en el cuartel general de Badajoz el 23 de julio de
1810, se da a conocer la nueva organización dada a las divisiones de él
dependientes[16].
Asimismo, según los estados de fuerza del Ejército de la Izquierda en
Extremadura de igual fecha[17], el
Regimiento de Infantería de Línea de Infiesto, tras sufrir la división la
reorganización antes mencionada, queda encuadrado orgánicamente en la 2.ª
brigada de la 3.ª división del citado ejército, cuya división sigue mandando
Ballesteros y el ejército el marqués de
El 11 de agosto de 1810 el
Regimiento de Infantería de Infiesto ataca y rechaza por dos veces a fuerzas
enemigas superiores en las Huertas de la Granada de Llerena, en Canta el Gallo
(Badajoz). En esta acción táctica el “Infiesto” es el último en efectuar la
retirada del campo de batalla, lo que motivó que el coronel, D. Diego Clark,
fuese recomendado a S.M. el Rey.
En los estados de fuerza de la parte
del Ejército de la Izquierda, que el 1.º de septiembre de 1810 aún seguía operando en Extremadura, el Regimiento de Infiesto
se halla acantonado en Fregenal (Badajoz). Sigue arreglado bajo el pie de dos
batallones y continúa encuadrado en la 2.ª brigada de la 3.ª división. La fuerza disponible para
tomar las armas la componían 7 capitanes, 10 subtenientes, 42 sargentos, 5
tambores y 348 cabos y soldados. La fuerza en revista estaba constituida por un
total de 590 hombres.
El 10 de setiembre de 1810 se halla
en el ataque que fuerzas de la división efectuaron a Castillo de las Guardas (Sevilla). El
Regimiento de Infantería de Línea de Infiesto, junto con el de Castropol, que
se hallaban destacados en La Higuera al mando del coronel D. Diego Clark, se
adelantan a las proximidades de Castillo. Estos regimientos, a pesar de no
haber perdido tiempo, no llegaron tan pronto como fue necesario, por lo que
desistieron entrar en combate al considerar que no se lograba ninguna ventaja
por lo bien fortificado que se encontraba el enemigo. La retirada es sostenida
por el coronel Clark con su Regimiento de Infiesto y el 2.º batallón del
Regimiento de Castropol a las órdenes del teniente coronel D. Gregorio Piquero.
No obstante, la pérdida sufrida por los asturianos fue de dos muertos y 24
heridos.
En el estado de fuerza de la 3.ª
división acantonada en Monesterio, de fecha 1.º de diciembre de 1810, el
Regimiento de Infiesto aparece encuadrado en la 2.ª brigada. Presenta una
fuerza disponible formada por 2 jefes, 8 capitanes, 8 subalternos y 254 plazas
de fusil. La fuerza en revista la componían un total de 3 jefes, 30 oficiales y
548 efectivos.
Por aplicación de la orden del
Consejo de Regencia de 16 de diciembre de 1810, que resuelve que las tropas
españolas se distribuyan en seis grandes ejércitos de maniobra, el Regimiento
de Infantería de Línea de Infiesto, junto con los demás cuerpos de la división
asturiana, queda encuadrado orgánicamente en el 5.º Ejército (Extremadura y
Castilla), que manda el héroe de Bailén: el general Castaños.
1811
Con
la organización anterior, el 1.º de enero se halla en la acción de Guadalcanal
(Sevilla), en donde es sorprendida la 3ª división francesa al mando del general
Girard.
El 4 de enero la división ofrece en
La Calera (Badajoz) una fuerte resistencia al ataque enemigo dirigido por el
general Mortier. En esta acción el Regimiento de Infiesto, que no pasaba de 300
bayonetas, se cubre de gloria al batir y dispersar sobre el río Bodón a la
vanguardia del general Mortier, por lo que su coronel, D. Diego Clark, vuelve a
ser recomendado a S. M.. Tras la acción se repliega sobre Fregenal.
El 25 de enero interviene en la
acción de Villanueva de los Castillejos (Huelva) contra fuerzas superiores del
general Gazán. Ante la fuerte presión del enemigo los regimientos de la
división asturiana, entre los que se encuentra el “Infiesto”, patentizan su
heroico valor en los ataques.
Por el distinguido mérito contraído
en el ataque a Villanueva de los Castillejos se declaró al Regimiento de
Infiesto “Benemérito de la Patria”, así como también a todos los jefes y
oficiales que intervinieron en la acción del día 25 de enero.
En el estado de fuerza del 5.º
Ejército (Extremadura y Castilla) de fecha 1.º de febrero de 1811, deja de
citarse al Regimiento de Infiesto como integrante del mismo por haberle sido
asignado nuevo destino a la división que, a partir de ahora, queda incorporada
al 4.º Ejército (Isla de León y Cádiz).
El 15 de febrero la compañía de cazadores
del Regimiento de Infiesto, encuadrada en la columna de cazadores de la
división, asiste a la sorpresa de Fregenal de la Sierra (Badajoz).
El 2 de marzo interviene en las
acciones de Villalba y Villarrasa (Huelva) contra un cuerpo de caballería
enemiga al mando del comandante Rémond.
El día 5 de marzo, el mismo día de
la batalla de Chiclana (Cádiz), el general Darricau acude en socorro de Rémond.
La división de Ballesteros no ofrece batalla y se retira tras el Río Tinto.
Los días 9 y 10 de marzo asiste a la
sorpresa de la Palma del Condado (Huelva). Es batida una columna enemiga mandada
por el comandante Rémond.
El 13 de abril combate sobre las
alturas de San Cristóbal, en la Sierra de Fregenal, contra fuerzas superiores
del general Maransin. En esta acción resulta gravemente herido el coronel del
Regimiento de Infiesto, D. Diego Clark, pero, a pesar de las heridas sufridas,
no se retiró del campo de batalla hasta después de concluida la acción táctica,
por lo que mereció nuevamente recomendación a S. M. Al día siguiente se halla
en la acción de Jerez de los Caballeros y la división se ve forzada a
replegarse sobre Salvatierra de Barros.
Con dependencia orgánica del 4.º
Ejército, el Regimiento de Infiesto interviene el 16 de mayo en la más
sangrienta de todas cuantas batallas se libraron durante la Guerra de la
Independencia: la de los campos de La Albuera (Badajoz). El Regimiento, con los
demás cuerpos de la división, aguanta firme los repetidos ataques lanzados por
el enemigo contra la izquierda de la línea y le hace retroceder al otro lado
del arroyo de Chicapierna, lo que cooperó a conseguir tan señalada victoria.
Victoria costosa y difícil en la que el “Infiesto” pagó un alto tributo de
sangre. Sir William Carr Beresford, comandante general de todas las fuerzas que
intervinieron en la batalla, tras la acción escribió: “.... es imposible, de ninguna de
las maneras, hacer justicia al distinguido valor de las tropas. Cada uno,
individualmente, cumplió su deber....” El Regimiento de Infiesto, con
anterioridad al desarrollo de la acción táctica, presentaba una fuerza total de
28 jefes y oficiales y 584 plazas de fusil, de los cuales sufrió la pérdida de
8 jefes y oficiales y 137 soldados entre muertos y heridos, contándose entre
los primeros los subtenientes D. José Solares y D. Miguel Antonio González, y entre
los últimos el coronel D. Diego Clark. Por su decidida participación en la
gloriosa batalla de La Albuera, las Cortes declara “Beneméritos de la Patria” a
los regimientos que intervinieron en la misma, recompensando, además, con el
empleo inmediato superior a los combatientes más antiguos de cada clase, entre
los que se encuentra su coronel, que es ascendido a brigadier. Las bajas
sufridas por el Regimiento de Infiesto fueron dos oficiales muertos, los
subtenientes D. José Solares y D. Miguel Antonio González, así como ocho
sargentos, los
En los estados de fuerza del 4.º
Ejército, que ahora manda el marqués de Coupigny, de fecha 1.º de mayo, el
Regimiento de Infiesto aparece formado por un sólo batallón. El mando de la 3ª
división lo sigue ostentando el teniente general Ballesteros.
El 20 de mayo de 1811 en general
Castaños, general en jefe del ejército combinado de Extremadura (5.º y 6.º
ejércitos reunidos), en escrito dirigido al comandante general del Reino, le expresa
traslade a la orden general del día el parte rendido al Consejo de Regencia del
Reino acerca de la gloriosa jornada del 16 de este mes en los campos de La
Albuera, y que esto mismo lo traslade al Principado de Asturias “manifestando la singular complacencia con
que he visto pelear a los cuerpos asturianos de la división del general
ballesteros. Estos nobles soldados –sigue diciendo Castaños– no han olvidado ni olvidarán jamás el honor
heredado, renovando siempre con su sangre, y sus hazañas las heroicas proezas
de sus ascendientes.”
El 26 de
mayo interviene en la acción de Montemolin (Badajoz).
El 25 de junio, la compañía de cazadores
del “Infiesto”, junto las restantes de su clase que forman la columna de cazadores
de la división, tiene un encuentro con el enemigo en Cabezas Rubias (Huelva),
al que ataca en El Cerro de Andévalo y lo pone en franca derrota, obligándole a buscar refugio en Moguer.
La columna de cazadores sostiene el
día 3 de julio una refriega en Calañas (Huelva) con la vanguardia enemiga del
general Conroux.
Vacante la plaza de
El
17 de septiembre la vanguardia de la división asturiana es sorprendida en
Ubrique (Cádiz) y obligada a replegarse sobre las alturas de
El
18 de septiembre el enemigo con fuerzas importantes de infantería y caballería
se presenta se presenta en Alcalá de los Gazules (Cádiz) e intimaron al
castillo, que se rindió por cobardía de su gobernador al día siguiente, después
de unas treinta horas de fuego.
El 25 de septiembre interviene en la
acción de Jimena (Cádiz) como integrante, junto con los regimientos de
Castropol, Pravia y Cangas de Tineo, de la columna de reserva que se situó en
el pueblo sosteniendo el ataque de las restantes tropas. En esta acción, el
“Infiesto”, con los demás cuerpos de la división, vuelve a distinguirse por sus
impetuosos ataques a
Desde el 2 de octubre al 12 del
mismo mes, asiste al primer sitio que sufre el Ejército bajo el Peñón de
Gibraltar.
El 15 de octubre, según los estados
de fuerza del 4.º Ejército, el “Infiesto” continúa arreglado bajo el pie de un
único batallón.
Concurre a la acción de Bornos
(Cádiz) el 5 de noviembre. En esta acción el sargento mayor del Regimiento de
Infiesto, D. Balbino Cortés, al mando de la columna de cazadores de la
división, después de pasar el Guadalete, bate y derrota al general
Semellé.
El
24 de noviembre, la compañía de cazadores del “Infiesto”, junto con las demás de la división, asiste a
la defensa exterior de la plaza de Tarifa en cuyo sitio permanece hasta el 11
de diciembre. En el ínterin, el resto del regimiento permanece al abrigo del
Peñón de Gibraltar, y el sargento mayor D. Balbino Cortés, por comisión
especial del general Ballesteros, el día 10 de diciembre desempeña el delicado
encargo de introducir proclamas en las líneas enemigas, misión que los de
“Infiesto” cumplieron a plena satisfacción de su general.
La columna de cazadores efectúa el
reconocimiento de Torre Carbonera (Cádiz) el 28 de noviembre.
Desde el 1.º de diciembre al 16 del
mismo mes asiste al segundo sitio bajo el Peñón de Gibraltar.
Fuerzas de la división, entre las
que se halla la compañía de cazadores del
“Infiesto”, al mando del teniente coronel D. Gregorio Piquero, del
Regimiento de Castropol, verifican un desembarco en la retaguardia enemiga que
ocupa el Peñón. Esta acción contribuyó, en gran medida, a la pronta evacuación
del Campo de Gibraltar por el ejército del mariscal Soult, gracias al valor,
constancia y sufrimiento de los cuerpos asturianos mandados por Ballesteros.
El 12 de diciembre la columna de cazadores
sale en persecución del enemigo hasta Gimena de la Frontera (Cádiz), en cuyo
punto bate su retaguardia.
El 18 de diciembre, la misma columna
de cazadores, interviene en la acción de Puerto-Ojén cuyo objeto era llamar la
atención del enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa. Fue desalojado el batallón
polaco que defendía el punto citado. El enemigo, al mando del general Barrois,
reconquista la posición y obliga a las fuerzas ocupantes a retroceder sobre su
base de partida.
El 24 de diciembre al brigadier-coronel
del Regimiento de Infiesto, D. Diego Clark, se le confiere el mando de una
columna formada por los regimientos de la división para maniobrar contra el
enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa, no habiendo obtenido ningún resultado
por hacer imposible todo movimiento el temporal y el extraordinario crecimiento
de los ríos.
1812
Del 27 de enero al 21 de febrero se halla
en continuas correrías por el frente de la línea enemiga del Guadalete,
sembrando el sobresalto entre los destacamentos y pequeñas guarniciones
francesas.
Según
orden general del 4.º Ejército del 26 al 27 de febrero de 1812, en Los Barrios,
los cuerpos que componen la fuerza de este ejército de operaciones, como
consecuencia de la salida de la 2.ª división para la Isla de León, queda
formando por una vanguardia y dos divisiones, 1.ª y 3.ª. Como resultado de lo
anterior, el Regimiento de Infiesto continúa sin variación, es decir,
encuadrado en la 3.ª división, cuyo mando ahora ostenta el príncipe de Anglona.
El 14 y 15 de abril asiste al ataque
de Álora (Málaga), en el que fue completamente batido el general Rey,
impidiéndole efectuar la retirada por el camino de Pizarra.
El 16 de abril la compañía de cazadores
del “Infiesto” interviene en la acción de Cártama (Málaga), en la que con
inferiores fuerzas, y a pesar de la ventajosa posición del general Maransin,
fue batido y derrotado por la columna de cazadores de la división asturiana.
En la acción de Campillos (Málaga)
del día 23 de abril, fue batido y derrotado el enemigo. Tras esta acción asume
el mando del Regimiento de Infiesto, con carácter accidental, el sargento mayor
D. Balbino Cortés.
El 27 de abril interviene en la
acción de El Burgo (Málaga). Desalojo de la división enemiga del general Rey.
En los estados de fuerza del 4º
Ejército -que ahora manda el teniente general Ballesteros- de fecha 15 de mayo
y 1º de junio de 1812 respectivamente, la 3ª división, en la que se encuadra el
Regimiento de Infiesto, aparece ahora mandada por D. Pedro Téllez Girón, príncipe
de Anglona.
El 1.º de junio interviene en la
batalla del Guadalete (Huelva), en la que fuerzas de la división, apoyadas
fundamentalmente por el Regimiento de Infiesto, logran detener al enemigo en el
paso del río. Este mismo día el general Ballesteros intenta romper el bloqueo
de Cádiz, pero fracasa estrepitosamente en Bornos.
El
10 de julio se halla en la acción de Coín (Málaga), en la que es batido por
menores fuerzas el general Leval y el 14 del mismo mes asiste al ataque a la
ciudad de Málaga que se hallaba ocupada y defendida por el general Maransin. La
compañía de cazadores del Regimiento de Infiesto, como parte integrante de la columna
de cazadores de la división que manda el teniente coronel del Regimiento de
Castropol, D. Gregorio Piquero, es la primera en entrar en la ciudad y rinde a
su guarnición, lo que constituye un título honroso para el “Infiesto”.
El 24 de julio asiste a la sorpresa
de la guarnición de Osuna (Sevilla). Retirada a San Roque (Cádiz).
Con fecha 23 de agosto sale de San
Roque. Este mismo día el brigadier-coronel D. Diego Clark cesa en el mando del
Regimiento de Infiesto por haberle sido asignado destino en la 2.ª división del
mismo Ejército.
El 3 de setiembre interviene en la
acción de Antequera (Málaga) y desaloja las fuerzas enemigas mandadas por los
generales Villatte y Conroux y el día 7 del mismo mes toma parte en la acción
de Loja (Granada) en la que es batido el general Semellé por inferiores
fuerzas.
Como consecuencia de la
reorganización de los regimientos dispuesta por el duque de Wellington,
recogida en el Reglamento del Consejo de Regencia de fecha 8 de mayo de
1812, que establece que los regimientos
de Infantería “de Línea” queden arreglados bajo el pie de un sólo batallón de a
ocho compañías, una de cazadores, otra de granaderos y las seis restantes de
fusileros, el 10 de setiembre el Regimiento de Infiesto adopta la orgánica
dispuesta por Wellington y queda reducido a un sólo batallón de a ocho
compañías.
El 16 de setiembre desaloja al
enemigo de Padul (Granada) y al día siguiente lo bate en el Puerto de los
Dientes de la Vieja y en Alhendin (Granada).
El 10 de octubre sale para Córdoba,
a donde llega el día 15. Queda de guarnición en El Carpio (Córdoba) hasta el 30
del mismo mes. En este tiempo manda la división el mariscal de campo D.
Francisco Merino y el 4º Ejército nuevamente el teniente general, duque del
Parque.
Por R.O. de 4 de diciembre de 1812,
para la formación y organización de los cuerpos de Ejército 1º, 2º, 3º y 4º,
así como reservas de Andalucía y Galicia, cesan las denominaciones que
ostentaban desde el 16 de diciembre de 1810. Conforme a lo establecido, el 4º y
5º ejércitos reunidos formarán el 3º. En virtud de la R.O. antes citada, el
Regimiento de Infiesto, junto con los de Castropol, Cangas de Tineo y Lena,
orgánicamente queda encuadrado en el Tercer Ejército.
El sargento mayor D. Balbino Cortés,
con fecha 21 de diciembre asciende al empleo de teniente coronel y se le
confirma en el Regimiento de Infiesto, continuando en el ejercicio del mando
accidental del mismo por hallarse vacante la plaza de coronel desde el 23 de
agosto.
1813
A principios de año el Regimiento de
Infiesto continúa presentando la misma composición y dependencia orgánica tal
como había quedado establecida por R.O. de 4 de diciembre anterior.
Entre los meses de enero y febrero
de 1813 el Regimiento de Infiesto marcha a la ciudad de Córdoba para recoger su
vestuario, lo que motivo que el conde de la Bisbal, general en jefe del
Ejército de Reserva de Andalucía, preguntase desde Sevilla el día 25 de febrero
por los motivos de la presencia del regimiento en aquella ciudad, siendo
respondido por el propio duque
del Parque desde Jaén el 31 de marzo.
Según en la revista pasada el 8 de
abril de 1813 el Regimiento de Infiesto, que por esa fecha se hallaba en
Granada con el objeto de equiparse, se halla en buen estado de instrucción,
aunque tiene todo su vestuario en el más deplorable estado de uso. Encontrándose
en Granada, todos los jefes, oficiales y tropa del regimiento asiste en la
parroquial de Las Angustias, patrona de la ciudad, a los actos celebrados en la
citada parroquial para honrar a los difuntos del cuerpo.
Por disposición del inspector general
de Infantería, el 20 de abril de 1813 el coronel D. Guillermo Chicheri[19] pasa
destinado a ejercer el mando en el Regimiento de Infiesto.
Dos batallones de los regimientos de
Castropol y Cangas de Tineo, que componen la 1.ª brigada de la 3.ª división, a
finales del mes de abril son destinados de operaciones al Reino de Valencia y
Cataluña.
El 1.º de junio el Regimiento de
Infiesto aparece formado por un sólo batallón y se encuadra en la 2.ª brigada
de la 3.ª división -que ahora manda el mariscal de campo D. Juan de
El 26 de septiembre cesa en el mando
del Regimiento de Infiesto el coronel D. Guillermo Chicheri. El teniente coronel
D. Balbino Cortés se hace cargo de nuevo del mando accidental del cuerpo.
El 1.º de diciembre de 1814 se
hallaba en Ártica, en donde pasa la preceptiva revista de inspección. La 2.ª
brigada de la 3.ª división, en la que se encuadraba el Regimiento de
Infiesto, queda acantonada en Cascante. El
día 11 de este mismo mes el regimiento se traslada desde Cascante a Magallón y
en la mañana del 18 una partida del Regimiento de Infiesto y otra del de Lena,
salen para varios pueblos de los detallados para la subsistencia con el objeto
de auxiliar al comisario.
En el mes de diciembre el Regimiento
de Infiesto sigue formado por un sólo batallón y continúa encuadrado en la 2.ª
brigada de la 3.ª división del Tercer Ejército. La división
1814
En las revista pasadas en Borja los
días 1.º y 31 de enero de 1814, el Regimiento de Infiesto se halla instruido en
todos los títulos del ejercicio y maniobras, según el Reglamento de táctica que
rige en
Según el estado general de fuerza
efectiva de todos cuerpos que figuran encuadrados en los ejércitos de
operaciones en enero de 1814, el Regimiento de Infiesto, que seguía encuadrado
en la 2.ª brigada de la 3.ª división del Tercer Ejército, se encontraba en
Magallón. La fuerza total es de 997 hombres.
El 9 de abril el Regimiento de
Infiesto se encontraba con la división en Andoain (Guipúzcoa), en cuyo punto se
reincorporan los batallones de los regimientos de Castropol y Cangas de Tineo
que, desde el año anterior, se hallaban de operaciones en el Reino de Valencia
y Cataluña.
El 13 de abril la división entra en
Francia y queda acantonada en las inmediaciones de la ciudad de Orthez y
pueblos inmediatos hasta el día 27 del mismo mes. La conducta y disciplina que observaron los cuerpos
asturianos en aquella nación, les hicieron acreedores a las más expresivas
gracias del generalísimo de los ejércitos españoles: el duque de Wellington. El
27 de abril emprende el camino de regreso a España y llega a Irún el 1º de
mayo.
El 12 de julio de 1814 se disuelven
los ejércitos de operaciones y, en virtud de esta orden, el Regimiento de
Infiesto, que en esa fecha se encontraba acantonado en Almazán (Soria).
Encontrándose en la villa de Berlanga (Soria), es destinado por orden superior a
guarnecer la plaza de Ceuta.
El Regimiento de Infiesto emprende
el camino hacía su nuevo destino, pero al llegar a la ciudad de Algeciras
(Cádiz) el 10 de agosto de 1814, en el preciso momento de verificar el embarque
con destino a Ceuta, se hace entrega a su primer jefe, el coronel D. Balbino
Cortés, de una real orden comunicándole la disolución del cuerpo que tiene a su
cargo, orden que recibe con absoluta subordinación y ciega obediencia. El coronel
del Regimiento del Rey es comisionado para llevar a efecto el cumplimiento del
mandato real; retira la bandera del cuerpo, se hace cargo de las llaves de la caja
regimental, sella la documentación obrante en la sargentía mayor, distribuye la
fuerza entre otros regimientos acantonados en Andalucía y dispone la formación
de causa al jefe que lo manda y demás oficiales .
El coronel D. Balbino Cortés ese
mismo día (10 de agosto) cesa en el mando del Regimiento de Infiesto por pasar,
en calidad de agregado mientras se le forma causa, al Regimiento de Murcia.
La disolución[20] del
regimiento estuvo motivada por una denuncia formulada al confesor del Rey por
tres malintencionados españoles. Según la delación, llevaba, al parecer, el
encargo de publicar la Constitución de 1812[21] y al
no lograrse el objeto de la misma, los componentes del Regimiento deberían abrir
las puertas de la ciudad a los revoltosos para que se posesionasen de ella,
traición ésta que, en modo alguno, podía abrigar un cuerpo tan distinguido en
grado heroico y eminente que, con su sacrificio y la mucha sangre derramada,
acababa de dar días de gloria a su Patria.
Formada causa y examinada ésta por
el Consejo de Guerra celebrado en Sevilla para juzgar al coronel y demás
oficiales del Regimiento de Infiesto. Tras largos padecimientos se demostró la
inocencia de los procesados y son absueltos de todos los cargos que tan
injustamente les habían imputado.
El coronel D. Balbino Cortés, en
nombre de sus oficiales, exige el restablecimiento del honroso nombre del
cuerpo; procesar y castigar a los culpables de la delación y que se haga público el fallo del Tribunal de Honor
mediante orden general comunicada a todo el Ejército. Se accede a la solicitud
de castigo para los delatores, así como hacer público el fallo del Consejo de
Guerra, pero no así restablecer el nombre del cuerpo por haber sido disuelto
por orden del Rey. El bizarro Regimiento
de Infiesto, como era de esperar, salió indemne, pero el daño por tan grave
acusación estaba hecho y la honra del cuerpo entredicha.
Esta, en suma, ha sido la recompensa
final que recibía uno de los cuerpos más gloriosos y distinguidos del Ejército
español.
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Cuando
se formó el Regimiento de Infiesto, reglamentariamente tuvo que tener una sola
bandera. Por gestiones realizadas, tanto en el Museo del Ejército de Madrid
como en otras dependencias museísticas, no ha sido posible localizar enseña
alguna que hubiera o hubiese pertenecido al “Infiesto”.
Al no tener constancia documental alguna
sobre la bandera privativa que usó el Regimiento de Infiesto desde la fecha de
su creación, asimismo, se desconoce qué blasones o atributos figuraban en el
paño de misma, aunque lo más lógico es que fuesen las armas provinciales,
puesto que en esta época Piloña, al igual que la mayoría de los concejos
asturianos, no tenía reconocido oficialmente uso de timbre propio, por lo que
es fácil suponer que empleara el mismo escudo que utilizaba por aquellos
tiempos
Con motivo de la disolución del regimiento,
al no existir órdenes concretas sobre el destino[22] de
la bandera, se supone que el depósito de la misma se efectuaría en la caja de
algún cuerpo o dependencia militar de las localidades de Algeciras o Cádiz. Por
otro lado, en el Museo Histórico Municipal de Cádiz se conservan varias
banderas de regimientos que combatieron en la Guerra de la Independencia, entre
las que, posiblemente, podría encontrarse
Sobre la existencia de la bandera, por
los testimonios que se tienen, no cabe la menor duda que ésta ha existido, ya
que tras la disolución del cuerpo en Algeciras la enseña le fue retirada por el
propio coronel del Regimiento del Rey.
El brigadier D. Joaquín Mª Miranda,
antiguo capitán del Regimiento de Infiesto, a tenor de un documento fechado en
Madrid el 30 de junio de 1853, actualmente conservado en
A pesar de las reiteradas reclamaciones que en
este sentido realizó el brigadier D. Joaquín M.ª Miranda, la entrega de la enseña
nunca llegó a verificarse.
UNIFORMES
El Regimiento de Infiesto, por su
tardía formación, ha sido una de las unidades que no pudo salir prematuramente
a campaña, tal como ocurrió con los regimientos que, al mando del General
Acevedo, partieron para Vizcaya, motivo por el cual, parece ser, fue uno de los
cuerpos asturianos que se benefició de los primeros uniformes procedentes de la
ayuda británica. Estos uniformes, en número de 4.000, se ofrecieron a Asturias
el 24 de agosto de 1808[24] y
procedían, según comunicación del día 27[25], de
un remanente de 10.000 vestuarios destinados a la Milicia de la Norteamérica
británica (actual Canadá). El vestuario estaba constituido por las siguientes
prendas: 4.000 casacas rojas; chalecos blancos; pantalones grises y 10.000
gorros del tipo ‘stovepipe’ (tubo de chimenea) y se reciben en Asturias a
finales del mes de diciembre de1809. Con la mayor parte de estos uniformes se
vistió a los cuerpos que componía la 5.ª división del general Vorster
(Navia-Eo) y con otra parte de ellos, parece ser, se dotó a los regimientos que formaban la línea
defensiva de Colombres al mando del general Ballesteros, entre los que se
encontraba, claro está, el Regimiento de Infiesto.
El 17 de junio de 1809 el
Regimiento, al igual que la totalidad de los cuerpos que componían la recién
organizada división asturiana bajo el mando del mariscal de campo D. Francisco
Ballesteros, recibe en el campamento de Contrueces (Gijón) nuevo vestuario,
similar al especial de los regimientos provinciales, compuesto de “casaca
blanca, cuello, vuelta y vivos encarnados; forro blanco y botón dorado
(posiblemente con la inscripción “INFIESTO”; calzón corto de los mismo y gorro blanco con vuelta encarnada”[26]. Estos
uniformes, procedentes también de la ayuda británica, fueron enviados al puerto
de Gijón a través de la Junta de Sevilla.
Del resto de uniformes usados por el
“Infiesto entre los años 1812-1814, al no existir referencias documentales
sobre los mismos, se desconoce el color y demás particularidades, aunque se
conoce por determinados informes de las revistas de inspección pasadas a la
división de Ballesteros que en el año 1810, durante su estancia en Extremadura, los componentes
del regimiento aún conservaban, muy deterioradas por la acción del tiempo y el
desgaste producido por la dura campaña, algunas de las prendas recibidas en
Gijón en el año 1809. Según la revista pasada en Badajoz el 1.º de julio de
1810, las casacas de los soldados se hallan completamente inútiles. Desde Cádiz
se remitieron diversos vestuarios para los cuerpos de la división, pero con
éstos no llegaron casacas, por lo que en su lugar reciben chaquetas de lienzo.
Le faltan camisas y otras prendas menores, que se van confeccionando en Lisboa.
La tropa se halla calzada con el único par de zapatos que lleva puestos.
Entre el 8 y 15 de abril de 1813 el
Regimiento de Infiesto presenta un vestuario en el más deplorable estado de
uso. El 1.º de octubre de este mismo año las compañías de cazadores y
granaderos se hallan completamente vestidas, mientras que el resto del batallón
se halla sin vestuario, por lo que recibe diversas prendas de lienzo. Un mes
más tarde, el 23 de noviembre las prendas de vestuario que presenta el
Regimiento de Infiesto durante la revista pasada en Ártica se hallan en buen
estado, lo que todo hace indicar que recibió vestuario de procedencia
británica.
Según las revistas pasadas en Borja los días 1º y 31 de enero de
1814, el Regimiento de Infiesto continúa presentando un vestuario en buen
estado, aunque le faltan algunas prendas para su completo.
El
abril de 1814, al regreso de la campaña desarrollada dentro de territorio
francés, los componentes del 3.º Ejército (antiguo 4º) reciben en Pasajes nuevo
vestuario, también de procedencia británica, compuesto de casaca de paño, unas de
color azul turquí y otras pardo, con divisa roja o verde, respectivamente. Ignoramos
cuál de estos colores pudo corresponder al vestuario usado por el Regimiento de
Infiesto, ya que el Estado Militar de 1815, que recopila los uniformes en uso
entre 1813-1814, no recoge, sin embargo, el vestuario usado por el Regimiento
de Infiesto. Esto, quizás, se deba a que en 1815 (año en que se publicó dicho
Estado) el regimiento ya se encontraba disuelto y por eso, es posible, ya no se
le incluyera en la relación de los regimientos que aún figuraban en las listas
de revista al comenzar el año de referencia.
RECOMPENSAS Y
DISTINCIONES
Dos veces declarado “Benémérito de
la Patria”, en grado heroico y eminente. La primera, por el distinguido mérito
contraído el 25 de enero de 1811 en el ataque a Villanueva de los Castillejos
(Huelva) y la segunda, por su decidida participación en la batalla de La
Albuera (Badajoz) el 16 de mayo de 1811.
Escudo de
Distinción al Valor en Asturias
Para enaltecer el valor de los
cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres,
Como consecuencia de lo
anterior,
Dicho
escudo, para llevar bordado en la manga izquierda de la casaca o prenda
equivalente, consiste en una pieza circular de paño o lino blanco, de
Cruz de Chiclana
Creada por R.O. de 13 de febrero de
1815. El Regimiento de Infiesto no combate en Chiclana (Cádiz), pero se
recompensó con esta cruz a los componentes de la Compañía de Cazadores del
“Infiesto” que, integrada en la Columna de Cazadores de la división, sí
intervino en
Cruz de Albuera
Instituida por Fernando VII el 1 de
marzo de 1815 en recuerdo de la batalla librada el 16 de mayo de 1811. Tiene forma de aspa con
brazos rojos terminados en globos de oro; sobre la parte superior va una corona
de laurel y entre cada dos brazos llamas de color de fuego; en el centro un
óvalo azul (en este caso es blanco) con la cifra “F.VII” y en una orla de oro
la palabra “Albuhera”. La cinta es roja con filetes negros y cantos azules.
Sin
duda, es una de las condecoraciones, junto con las del 3º y 4º ejércitos, cruz
del Ejército Asturiano y medalla de Medina del Campo, que más de prodigaron
entre los cuerpos asturianos.
Cruz del Tercer Ejército
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Reverso
Creada por R.O. de 31 de marzo de
1815. Todos los componentes de los regimientos de Infiesto, Castropol, Cangas
de Tineo, Lena y Pravia estaban en posesión de esta condecoración. De brazos
curvilíneos verde esmeralda, con un
círculo central en el que aparecen las columnas de Hércules, la mar y la
montaña con una orla exterior que dice: “Vencedor
del Estrecho al Pirineo”. En el reverso sobre circulo blanco, figura el nº “
Cruz del Ejército de la Izquierda
Creada por R.O. de 14 de marzo de
1815 para premiar el celo, valor y denuedo del Ejército de Galicia, más tarde
llamado de
Cruz de Tarifa o de 4º Ejército
Creada el 4 de junio de 1815 para premiar
los señalados y distinguidos servicios prestados por la guarnición de la plaza
de Tarifa cuando, en 1811, estuvo sitiada por fuerzas enemigas muy superiores.
Formada por cuatro esmaltadas de color naranja con globos en los remates y en
el centro un círculo azul con la leyenda: “A
los defensores de Tarifa”; en el reverso “4º”. Cuelga de cinta azul con
filetes naranja. La tropa la usaba enteramente de metal, es decir, sin
esmaltes.
Aunque el Regimiento de Infiesto no
defendió la plaza, sí se halló en el sitio exterior su Compañía de Cazadores,
cuyos componentes se hicieron acreedores a dicha recompensa.
Cruz de Distinción del Ejército Asturiano
Creada por Real Orden de 4 de junio de 1815 para premiar “el
entusiasmo, valor y bizarría con que se condujo el egército asturiano en el
tiempo en que circundada de enemigos aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo
Gobierno, fue acometida por los que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de
Santander, mandados por el Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet;
habiéndose sostenido á pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento
de los mismos enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y
rechazó con mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.
La
cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un
triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular,
en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano
Medalla y E. D. de Medina del Campo
Creada por R.O. de 2 de julio de
1815 para premiar a las tropas que tomaron parte en esta gloriosa acción rechazando, batiendo y
persiguiendo al Ejército enemigo. Tiene forma elíptica, esmaltada de blanco, en
cuyo centro lleva una corona triunfal de color verde; alrededor y con letras de
amaranto, se inscribe “Al valor Medina
del Campo noviembre 23 de
Inicialmente,
existió en formato de Escudo de Distinción y que luego, refrendado por Fernando
VII, se convirtió en medalla. El escudo, en esencia, coincide con el modelo que
presenta la medalla, con única la salvedad que el diseño que ha llegado a
nuestras manos dice: “Al valor Medina del
Campo –
COLOFON
Con
independencia de la reclamación de la bandera, el Brigadier D. Joaquín M.ª
Miranda instaba a que se expidiera una Real Orden “satisfactoria y lisongera (que
recordando aquellos hechos) fuese archibada, y se conservase con esmero en el
Ayuntamiento de la Capital del mencionado Concejo en Asturias, con lo que se
daría una prueva de gratitud y aprecio, que merecen siempre los derechos
adquiridos, que por datar de tan antiguo no deben jamas ser olvidados”.
[1] PRIEGO LOPEZ, Juan: “Guerra de la Independencia. 1808-
[2] Hoja de Servicios de D. Pedro de
[3] Compuesto fundamentalmente por oficiales, sargentos y cabos de los regimientos Hibernia y Provincial de Oviedo.
[4] Archivo Ayuntamiento de Gijón, legajo Guerra de la Indpendencia nº 6,I.
[5] Ibid., nº 6,S.
[6] En la práctica, salvo raras excepciones, no superó los efectivos de un batallón (740 hombres).
[7] El Regimiento de la Victoria fue organizado en El Ferrol el 11 de julio de 1808 con oficiales y tropa de la Armada.
[8] Tras la muerte del General Acevedo, acaecida a raíz de la batalla de Espinosa de los Monteros, fue nombrado Comandante General del Ejército asturiano, cuyo cargo desempeñó desde el 1º de diciembre de 1808 hasta junio de 1809 en que dicho ejército pasó a constituir la 3ª división del Ejército de la Izquierda.
[9] El 10 de marzo de 1809, procedente de la Vega de Ribadeo, llega a San Tirso de Abres, en donde es reconocido por el paisanaje armado, quien a gritos dice: “es el coronel del Hibernia al que quisieron matar en Oviedo”. Es llevado a la prevención de la localidad, en donde fallece días después. Según posdata, estampada en un parte rendido por el general Vorster, fechado en Grandas de Salime el 18 de marzo, expresa que el fallecimiento se produjo el día 16 de este mismo mes como consecuencia de un “accidente que le acometió”.
[10] Existe la duda, razonable por otra parte, si Bernardo Álvarez y Blas Álvarez, ambos capitanes graduados de Teniente Coronel, eran la misma persona o, si por el contrario, se trataba de dos personas distintas pero con idéntico apellido. En julio de 1810, tras la profunda reorganización a la que fue sometida la División en Fregenal de la Sierra, D. Bernardo Álvarez, por disposición del marqués de la Romana regresa a Asturias con el cuadro del Regimiento de Grado, cuyos efectivos fueron distribuidos entre los regimientos de Infiesto, Castropol, Pravia y Cangas de Tineo.
[11] A su entierro asistió el ayuntamiento de Santander en pleno y las tropas francesas de guarnición le rindieron los honores de ordenanza inherentes a su categoría. (Libro de finados del archivo del Santísimo Cristo de Santander).
[12] Este mismo día el marqués de la Romana hace entrega del mando del Ejército de la Izquierda al teniente general de ascendencia asturiana D. Diego de Cañas y Portocarrero Trelles, duque del Parque.
[13] Archivo General Militar de Segovia, Sección 2ª, División 10, Legajo 155.
[14] Este jefe era natural de San Agustin de la Florida, en donde sentó plaza de cadete en el Regimiento de Infantería de Hibernia de guarnición por aquellas fechas en la ciudad americana. (Archivo General Militar de Segovia, sección 1ª, legajo C-2857).
[15] De hecho, ya se encontraba formado por dos batallones desde el 1º de julio de 1809, por haberle sido aplicado el Reglamento de 23 de enero del mismo año..
[16] Diario de La Coruña, nº 230, de fecha 18 de agosto de 1810.
[17] Fondo “Saavedra”, caja 57, legajo 19 (Residencia de la Compañía de Jesús. Granada.
[18] Hoja de Servicios. Archivo General Militar de Segovia, sección 2ª, legajo C-3510.
[19] Archivo General Militar de Segovia, sección 1ª, legajo CH-152.
[20]
RODRIGUEZ VILLA, Antonio: Catálogo general de manuscritos de
[21] Según Manifiesto del Rey de 4 de mayo de 1814, se declara nula y sin efecto ni valor alguno la Constitución promulgada el 19 de marzo de 1812.
[22] El destino de las banderas con nombres de determinados concejos, pertenecientes a los extintos cuerpos creados durante la G.I., por R.O. de 12 de junio de 1815 (art. 1º) se dispuso que fuesen las iglesias parroquiales de las capitales de los respectivos concejos de donde había tomado el nombre la Unidad.
[23] RODRIGUEZ VILLA, ob.
cit.
[24] PRO, F.O. 72/66
[25] PRO, F.O. 72/69
[26] “Relación histórica de los méritos y servicios que ha hecho al
Rey a a la nación el Regimiento Infantería de Castropol desde el 17 de junio
del año 1808 en que fue creado, hasta el de
[27]
Este mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la
divisa del uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios
militares, al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a colores se
refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que el
conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras y cordoncillo
exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o
blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo ilustrativo
una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del uniforme del
Cuerpo) que puede contemplarse en el primoroso retrato de un Teniente Coronel
de las Reales Guardias Españolas, cuya condecoración luce en la manga izquierda
de