www.arhca.es  REGIMIENTO DE INFANTERIA DE LINEA DE CANGAS DE TINEO (1808-1815)

 

 

ORÍGENES Y ORGANIZACIÓN

 

            Creado y aprobado por la Junta Suprema de Asturias en la ciudad de Oviedo el 28 de junio de 1808, bajo el pie de un único batallón de a 10 compañías y una fuerza teórica de 1.000 hombres. Para ejercer el mando del regimiento, la plaza de coronel se ofrece a D. José Pescy, capitán del Regimiento de Infantería de León.

 

            Para llevar a efecto la formación del Regimiento se disponía de la masa de voluntarios que constituyeron la denominada División de Vanguardia de Voluntarios de Asturias que, con fecha 25 de mayo de 1808, había sido enviada al Reino de León bajo las órdenes del entonces coronel D. Francisco Ballesteros[1].

           

A su regreso de la expedición, el grueso de la fuerza anterior se acantona en Cangas de Tineo, en cuya villa se organiza a mediados del mes de junio en un sólo batallón de a 8 compañías, ahora puesto bajo las órdenes del coronel D. Pedro Costales por hallarse Ballesteros al mando de la defensa de Pajares. Completaba la Plana Mayor del batallón el sargento mayor D. Juan Bedia; ayudante 1.º D. Manuel Cadenas; ayudante 2.º D. Francisco Carvajal, y tambor mayor Francisco Ximénez. La distribución del batallón, según el estado que manifiesta su fuerza fechado en Cangas de Tineo el 21 de junio de 1808, ha sido la siguiente:

 

Cías.

Oficiales

Sgt.ºs  1.ºs

Sgt.ºs 2.ºs

Cabos y soldados

Total

 

1

  1

1

105

108

 

1

  1

1

104

107

 

1

  1

1

105

108

 

1

  1

1

101

104

 

-

  1

1

102

104

 

-

  1

1

103

 105

 

-

  1

1

104

106

 

-

  1

1

103

105

Fuerza total

4

  8

8

827

847

 

            El 4 de julio de 1808 el marqués de Camposagrado, en comunicación remitida al general en jefe del Ejército asturiano le expresa que ha considerado conveniente formar  en la villa de Cangas de Tineo del regimiento del mismo nombre por existir en esa localidad el número necesario de soldados para proceder a su organización. Al mismo tiempo, se dispone que todos los oficiales nombrados por la Junta Suprema de Asturuias se trasladen inmediatamente a la villa de Cangas de Tineo con el objeto de proceder a la organización del nuevo cuerpo.

 

            Una vez formadas y completadas las respectivas compañías, recibe la orgánica como regimiento, tal como quedó establecida según dictamen presentado en la Junta Suprema de Asturias el 2 de junio de 1808 para la formación de los 20 regimientos, cuya orgánica estaba inspirada en el viejo modelo organizativo del Regimiento Provincial de Oviedo. Por lo tanto, dicha orgánica quedó establecida en:

 

B       A       T       A       L       L       Ó       N

P L A N A   M A Y O R

C O M P A Ñ Í A S

 

            - Coronel

            - Sargento Mayor

            - 2 Ayudantes

            -  Abanderado (no se contempla)

            - 1 Capellán

            - 1 Cirujano

            - 1 Tambor Mayor

            - 1 Maestro Armero

  

  10 compañías, de las cuales una era de 

  Granaderos. Cada Compañía consta de:

 

               -   1 Capitán

               -   1 Teniente

               -   1 Subteniente

               -   1 ó 2 sargentos 1ºs.

               -   2 sargentos 2ºs.

               -   4 cabos 1ºs.

               -   4 cabos 2ºs.

               - 50 soldados (aprox.)  

 

            Durante el periodo de organización sucedieron algunas confusiones en torno a la designación de determinados cuadros de mando, ya que con harta frecuencia se dieron casos de designar empleos para puestos que ya estaban cubiertos, tal como ocurrió con la Sargentía Mayor, que hallándose desempeñando interinamente dicho cargo desde el 11 de junio[2] por el teniente coronel D. Juan Bedia, el 4 de setiembre de 1808 se designa para el mismo a D. José Perol, de igual empleo. Esto no tenía por qué extrañar, ya que era natural que así ocurriera, puesto que el cargo anterior se eligió con carácter interino para la unidad que debería servir de base para la formación del cuerpo y que ahora, con la organización definitiva del regimiento, el jefe respectivo podría ser confirmado o resignado en el cargo.

 

            Nombres o denominaciones que ha tenido desde su creación.

 

-         1808. Regimiento de Cangas de Tineo.

-         1808. Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo.      

 

 

VICISITUDES, CAMPAÑAS Y ACCIONES DE GUERRA

 

1808

 

         El Regimiento de Cangas de Tineo, aún sin terminar de completar su formación, ante el inminente peligro de que el enemigo pudiera invadir el Principado de Asturias, la Junta de Asturias dispone que el regimiento marche sobre el puerto de La Mesa, en cuyo punto las tropas se ponen bajo las órdenes del mariscal de campo D. José María Queipo de Llano, conde de Toreno. En este tiempo se incorporan al regimiento los capitanes D. Rafael de Riego y D. Jerónimo Valdés y Sierra.      

 

            El 25 de julio el regimiento establece su cuartel general en la villa de Cangas de Tineo, trasladándose el 27 del mismo mes a San Miguel de Laciana (León) y el 31 a Leitariegos, en cuyo punto queda acantonada la mitad de la unidad a las órdenes del coronel D. Pedro Costales, mientras que la otra mitad, al mando del capitán D. Gerónimo Valdés, lo hace en Orallo.

 

            El 12 de agosto el regimiento regresa a la villa de Cangas de Tineo. El 15 de este mismo mes el conde de Toreno cesa como comandante en jefe de las fuerzas de los puertos de La Mesa y Leitariegos, siendo reemplazado en el cargo por el coronel D. Cristóbal de Lilli, cuyo mando desempeñaría hasta mediados de setiembre, en que pasa destinado al Estado Mayor de la nueva división puesta bajo del mando del general D. Vicente María de Acevedo.

 

            El 22 de agosto, los generales Blake y Acevedo se reúnen en León para tratar sobre el auxilio que Asturias debería prestar al Ejército de Galicia. El día 29 el general Acevedo informa a Blake que las tropas asturianas, entre las que naturalmente se encuentra el Regimiento de Cangas de Tineo, se pondrán inmediatamente en marcha hacia Llanes, en cuyo punto organizaría una división para incorporarla al ejército de Galicia.

   

            En cumplimiento de la orden del general Acevedo, los días 11 y 12 de setiembre el regimiento sale de sus cantones con dirección a la villa de Avilés. Durante el tiempo que el regimiento permanece en la villa de Avilés se emplea en perfeccionar la instrucción del soldado, incluyendo continuos ejercicios y evoluciones, para adquirir la ventaja práctica necesaria para hacer frente al adversario.  

 

            El 21 de septiembre de 1808 la Junta Suprema ordena que, a las órdenes del coronel D. Pedro Costales, el Regimiento de Cangas de Tineo salga para la villa de Llanes.  El día 22, en presencia de los generales Acevedo y Llano-Ponte, el brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós pasa revista de inspección al Regimiento de Cangas de Tineo, desde cuyo momento queda incorporado a la 2.ª brigada que manda el propio Quirós.

 

            El 24 se septiembre de 1808 se pone de manifiesto las dificultades que concurren para que el regimiento pueda salir a campaña. Se le ordena que, pese a los obstáculos, parta con la mayor brevedad hacia Llanes. El coronel D. José Pesci, designado para ejercer el mando del cuerpo el 28 de junio anterior, por encontrarse agregado al Estado Mayor de la división no puede asumir el mando del mismo, por cuyo motivo, al no poder cubrir el mando del regimiento, éste lo seguirá mandando, tal como se había ordenado días antes, el teniente coronel, graduado de coronel, D. Pedro Costales, con el que deberá salir a campaña.

 

            El 25 de septiembre la totalidad de los regimientos destinados a constituir la 3.ª división del Ejército de Galicia ya se encuentran acantonados en Llanes, en cuya localidad queda establecido el cuartel general divisionario. Este mismo día, el general Acevedo eleva a la Junta Suprema de Asturias un “Plan de reforma de los regimientos” para poner a los cuerpos de la división de su mando bajo el pie de igualdad a los de línea del ejército al que pronto iban a unirse, para que en las maniobras no resulten los atrasos y pérdidas de tiempo que entorpecerían y perjudicarían notablemente el buen éxito de las operaciones.    

 

            El 28 de septiembre de 1808 se pone de manifiesto la falta de jefes que experimenta el Regimiento de Cangas de Tineo, por lo que el capitán general interino se ve en la precisión de informar a la Junta de Asturias sobre la resistencia que ofrece el regimiento para salir a campaña sin que se le provea de los jefes necesarios.  

 

            Aprobada la reforma de los cuerpos propuesta por el general Acevedo, el Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos divisionarios, experimenta una profunda transformación para adaptarse a las nuevas exigencias de la guerra, quedando arreglado desde el 1.º de octubre de este mismo año bajo el pie de dos batallones de a cinco compañías cada uno, una de ellas de granaderos, creando así, con esta articulación en batallones, una unidad más flexible y maniobrera. La orgánica de los cuerpos, según el “Plan de reforma” propuesto por su general en Jefe, es la que refleja el cuadro siguiente:

 

PRIMER BATALLÓN

SEGUNDO BATALLÓN

P  L A N A    M A Y O R

             - Coronel

             - Sargento Mayor

             - Primer Ayudante

             - Abanderado

             - Capellán

             - Armero

             - Cirujano

             - Tambor Mayor

             - 6 Pífanos

             - Tambor de Órdenes  

         P  L A N A    M A Y O R

               - Teniente Coronel

               - 2 Ayudantes

               - Abanderado

               - Capellán

               - Cirujano

               - Armero

               - Tambor Mayor

               - 6 Pífanos

               - Tambor de Órdenes

 

C  O  M  P  A  Ñ  Í  A  S

Cada Compañía compuesta por:

                                                    -    1 Capitán

 -    1 Primer Teniente

   -    1 Segundo Teniente

                                                    -    1 Subteniente                                                             

                                                    -    1 Sargento 1º .........}

                                                    -    4 Sargentos 2ºs ......}

                                                    -    8 Cabos 1ºs ............}  Total tropa: 100 hombres

                                                    -    8 Cabos 2ºs ..…......}

                                                    -    2 Tambores ............}

                                                           -  77 Soldados .............}

           

            El Regimiento de Cangas de Tineo, una vez constituido como regimiento “de Línea”, emprende la marcha hacia Vizcaya. En el estado de fuerza de todos los cuerpos asturianos que componían la división expedicionaria, fechado el 12 de octubre de 1808, el regimiento presenta un total de 27 jefes y oficiales y 917 plazas de fusil, es decir, supone una merma de sólo 56 efectivos respecto a la plantilla que, teóricamente, se había fijado por la orgánica anterior. Por lo tanto, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, junto con el Castropol, ha sido uno de los cuerpos asturianos que contaba con mayor número de bayonetas[3], por lo que podía considerarse que estaba al límite de su completo. Para ocupar la plaza de teniente coronel del flamante 2.º batallón, se designa como comandante del mismo a D. Pedro Costales.      

 

            El 14 de Octubre las tropas de Asturias quedan incorporadas al Ejército de Galicia, cuyo mando ostenta el general D. Joaquín Blake y Joyes.

 

            Una vez concertado el despliegue de las unidades, el general en jefe del Ejército de Galicia, a partir de ahora denominado “de la Izquierda”, dispone que el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, que junto con los demás cuerpos de la 2.ª brigada ocupaba Villarcayo y sus cercanías bajo las órdenes del brigadier D. Gregorio Bernaldo de Quirós, se traslade a las cercanías del cuartel general de la división establecido en Quincoces de Yuso. El día 19 de octubre parte para Orduña. 

 

            El estado de organización y fuerza disponible del Ejército de la Izquierda de fecha 31 de octubre, el regimiento presenta los mismos efectivos reflejados en el informe anterior. Según este estado, el regimiento continúa encuadrado en la 2.ª brigada que manda el Brigadier Bernaldo de Quirós, cuya brigada sigue destacada en Orduña.

 

            El 3 de noviembre las fuerzas de la 2.ª brigada al mando del Brigadier Bernaldo de Quirós, entre las que se cuenta el Regimiento de Cangas de Tineo, se reagrupan en La Nava con el Ejército de la Izquierda.

 

            Ante el riesgo inminente de un ataque enemigo para recuperar Balmaseda, el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo por orden del general en jefe abandona la villa el 8 de noviembre, cuya retirada es sostenida por dos compañías del propio regimiento al mando del capitán D. Jerónimo Valdés, lo que verifica con prontitud, orden y sin el menor contratiempo hasta salir el último hombre, pese a estar expuestos al intenso fuego enemigo.     

 

            Emprendida la retirada por el camino de Quintana, sobre la una de la tarde del 10 de noviembre, a la altura de la villa de Espinosa de los Monteros se presenta una fuerza enemiga considerable, lo que obliga a las tropas de Blake a ocupar posiciones dominantes para evitar la sorpresa y facilitar así la defensa ante el previsible ataque que pudiera emprender el enemigo, lo que así ocurrió, ya que se entabló un encarnizado y crudo combate, que fue rechazado tras dos horas de agotadora lucha, en el que por ambas partes se hicieron prodigios de valor. Por la tarde el general Acevedo resuelve atacar las posiciones enemigas, cuyo movimiento se efectúa con serenidad, batiéndose con valor los cuerpos asturianos, pero la acción queda indecisa por sobrevenir una densa niebla que hacia imposible distinguir cualquier objeto. No obstante, entre las tropas asturianas se producen varias bajas entre muertos y heridos.

 

            Al día siguiente resuelto el enemigo a concluir la acción emprendida el día anterior, decide acometer el ala izquierda y se lanza al ataque en cuña directa sobre la misma. Cae muerto el general Quirós, resultando heridos el general Acevedo y el coronel del Regimiento de Cangas de Tineo, D. José Pesci. El resultado fue decisivo, las fuerzas asturianas que ocupaban este punto (alturas de Las Peñucas), sorprendidas por el inesperado movimiento y viéndose privadas de sus jefes, ceden, lo que produce el desorden general y la completa dispersión. En la acción resultan heridos también varios jefes y oficiales de otros cuerpos asturianos.

 

            No obstante lo anterior, el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos que intervinieron en la batalla de Espinosa de los Monteros, había acreditado subordinación, valor y constancia en las demás circunstancias.

 

            Reunidas las dispersas fuerzas en Reinosa, tras el recuento general realizado a éstas a finales del mes de noviembre, el Regimiento de Cangas de Tineo, que continúa formado por dos batallones, presenta una plantilla regimental compuesta por 3 jefes, 36 oficiales y 639 bayonetas o plazas de fusil, ya que en la acción de Espinosa había perdido, aproximadamente, el 28,17% de los efectivos respecto a la fuerza presente el 31 de octubre. El armamento y vestuario, a pesar de los avatares, se hallaba al completo y su estado de instrucción se consideraba satisfactorio.     

 

            Puestos en ordenada retirada con dirección al Principado de Asturias, siempre perseguidos por fuerzas enemigas superiores, los maltrechos regimientos asturianos son alcanzados cerca de la villa de Comillas. El valeroso Regimiento de Cangas de Tineo, que aparece distribuido en dos columnas; una bajo las órdenes directas de su nuevo jefe, el coronel, D. Guillermo Livesay, y la otra al mando del sargento mayor, D. José Perol, es el encargado de proteger la retirada hasta la villa mencionada. Traba combate con la vanguardia enemiga, cubriéndose de gloria por su serenidad y denuedo, tras lo cual regresa en triunfo a Comillas.

 

            Dispuesto el enemigo a terminar con todo foco de resistencia, cae sobre Comillas para atacar a las fuerzas asturianas allí establecidas y no contando éstas con tropas suficientes para hacer frente a un enemigo que les aventaja en superioridad numérica, el 19 de noviembre se repliegan a San Vicente de la Barquera, en la creencia de que en este punto, por su privilegiada situación estratégica, se podía contener al adversario y hacerle desistir de su persecución. Establecido el dispositivo defensivo bajo el mando del general D. Nicolás de Llano-Ponte, sin tener en cuenta la formidable ventaja que ofrecía el terreno --lamentable error táctico--, se dispone sostener el puente de La Maza, situado a espaldas de las tropas, lo que deja a éstas en una situación comprometida. Bombardeada la posición por la artillería y, posteriormente, acometida por la caballería enemiga, cunde el pánico y se produce la dispersión, con lo que queda expedito el paso del puente para la progresión de las fuerzas francesas.

           

            Siguiendo la retirada general, siempre perseguidos por la caballería enemiga, el mismo día 19 las fuerzas asturianas llegan a Colombres, en cuyo punto se sostiene una breve pero dura refriega con sus perseguidores. Una vez reagrupadas las restantes y desorganizadas fuerzas en la citada villa, el general Llano Ponte decide establecer la línea defensiva en Colombres, pero engañado por una hábil estratagema del enemigo, cual era encender y avivar grandes fogatas para dar la sensación de reunión de fuerzas importantes, decide replegarse sobre Llanes por temor de ser atacado al día siguiente.            

 

            En el mes de diciembre, debido a los fracasos e incompetencia militar del general Llano Ponte, la Junta Suprema de Asturias decide relevarle del mando, por lo que designa al mariscal de campo D. Francisco Ballesteros[4] para reorganizar las maltrechas unidades, poniendo a sus órdenes algunos de los regimientos de nueva planta que aún no habían salido a campaña. A tal fin, el general Ballesteros sale para Llanes, a cuya villa llega el 4 de diciembre al frente de 400 hombres de los regimientos de Covadonga y Fernando VII, consiguiendo en pocos días reunir en la villa de Colombres a casi todos los dispersos, a los que acantona en la citada localidad.

 

1809

 

            El 6 de enero, durante la realización de un ejercicio de instrucción con el arma cargada debido a la proximidad del enemigo, resulta herido en el vientre el teniente coronel del 2.º batallón D. Pedro Costales, de cuyas resultas fallecería a las tres de la tarde de este mismo día. El incidente fue provocado como consecuencia de un disparo fortuito realizado por el soldado Juan del Riego, granadero de la 1.ª compañía. Abierta la oportuna información, se demostró que no hubo indicio alguno de malicia por parte del soldado autor del disparo.  

 

            El 15 de enero, mientras el enemigo desde los alrededores de la iglesia de Bodriguero lanzaba un impetuoso ataque contra las tropas del valeroso Regimiento de Villaviciosa, reforzado por una compañía del Regimiento de Castropol, que defendía el paso sobre el puente de Lley y las barcas de Narganes, sosteniéndose con tesón en el punto de Siejo, el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo continuaba desplegado en sus cantones sin actividad bélica alguna.  

 

            El 27 de enero de 1809 por disposición de la Junta Suprema el teniente coronel D. Pedro Dejony es destinado al Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo para ejercer el mando del 2.º Batallón, vacante por el fallecimiento de su anterior comandante, el teniente coronel D. Pedro Costales.

 

            El 22 de febrero de 1809 el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo aparece encuadrado en la 1.ª división asturiana que se halla acantonada en la línea de Colombres al mando del general Ballesteros.

 

            Con el objeto de cortar los puestos enemigos que se encontraban desplegados entre Molleda y San Pedro, en la mañana del 8 de febrero el general Ballesteros decide atacarlos en sus propias posiciones. Según la orden de operaciones redactada por el propio Ballesteros, el coronel D. Guillermo Livesay debería cruzar el Río Deva por el punto de Siejo con el Regimiento de Cangas de Tineo, al mando del sargento mayor          D. José Perol, y lo mismo verificaría el Regimiento de Castropol al mando también de su sargento mayor D. Gregorio Piquero, los cuales, dirigiéndose por delante de Casamira, deberían colocarse al amanecer a retaguardia de Molleda. Emprendida la acción resulta muerto, entre otros muchos, el comandante enemigo que defendía el punto de Molleda y desaparecido el capitán del Regimiento de Cangas de Tineo, D. Ramón Carreño.

 

            Según el estado de fuerza del Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, fechado en Colombres el 21 de abril de 1809, el regimiento presenta la orgánica siguiente:

 

 P   L  A  N  A     M  A  Y  O  R

 

                     Coronel:                             D. Guillermo Livesay

                     Teniente Coronel:              D. Pedro Dejony                                                 

                     Sargento Mayor:                D. José Perol

                     Ayudante 1.º                      D. Miguel Pérez

                     Otro 2.º                              D. Vicente Frank

                     Otro:                                  D. Fernando López. Enfermo en Llanes

                     Subteniente de Bandera:   D. Francisco Sánchez. No se ha incorporado.                              

                     Capellán:                           D. José Martínez del Arne. Enfermo en Barrosas.

                     Cirujano:                           Vacante

                     Armeros:                            José Isasi y José Coto

                     Tambor Mayor:                 Carlos Martínez. Enfermo en Llanes.

 

 

Bón.

Capitanes

Tenientes

Subtenientes

 

D. Antonio Merconchini

D. Antonio Santoveña

D. Antonio Linera

 

D. Francisco Miranda

D. Bernardo Candamo

D. Manuel Prieto

1.º

D. Pedro Flórez

D. Bernardo Miramontes

D. Ramón Suero Díaz

 

D. Nicolás Cueto

D. Antonio Aix

D. Antonio Fraga y Varela

 

D. Jerónimo Valdés

D. José García Ciaño

D. Pedro Antonio Alvarez

Bón.

Capitanes

Tenientes

Subtenientes

 

D. Juan Araujo

D. Francisco Cabañas

D. Manuel Lobo

 

D. Juan Castrillón

D. José María Argüelles

D. Ramón González Villar

2.º

D. Ramón Hevia

D. Alejandro Cachero

D. José Longoria

 

D. Carlos Fernández Loredo

D. José Rodríguez de Castro

D. Diego Antonio Prado

 

D. Juan Peón

D. Enrique López

D. Fernando Ant.º Martínez

 

 

Sgtºs 1ºs

Sgtºs 2ºs

Tambores

Cabos

1.ºs

Cabos 2.ºs

Soldados

Fuerza total

Presentes y efectivos

14

25

4

27

18

583

671

En los hospitales

  3

  5

3

 8

13

214

246

Comisión fuera del Cuerpo

  1

  3

-

-

  3

 13

 20

Con licencia temporal

-

  1

-

 1

  2

 12

 16

Ausentes sin permiso

-

-

2

-

-

  7

  9

Totales

18

34

9

36

36

829

962

 

Nota:-

 

En este Regimiento sirven sin haber hecho constar; el permiso de sus primitibos Gejes, el subteniente de Bandera, D.n Franc.º Sanchez Sargento segundo q.e era del Regim.tº de Voluntarios de la Corona; y ascendido p.r la Junta Superior de este Principado con fha. de 3 del corriente el q.e aun no se ha incorporado; Ygualmente 17 Sargentos, 3 Tambores, 15 Cavos y 28 soldados: que servian en los Regimientos de línea siguientes: Voluntarios de Navarra un Sargento y quatro Cavos: Granaderos de Estado, un Sargento y un soldado; Sevilla, un Sargento y un soldado, Zapadores dos cabos: columna de Galicia dos Sargentos y un soldado: De la Victoria un Sargento y tres cabos: Mallorca dos cabos; 1.º de Cataluña quatro soldados: Milicias de Laredo un Sargento: Zaragoza tres soldados: Principe un Sargento dos cabos y un soldado: Reyna dos Tambores: Toledo tres soldados: Marina un soldado. Nápoles dos Sargentos y un soldado: León dos soldados: Volunt.s de la Corona un Sargento: Hibernia dos Sargentos y un soldado: Balbastro dos Cabos: 1.º de Barcelona dos soldados: Zamora dos soldados: Inmemorial del Rey un Sargento y un Tambor: Miñones del Rey un Sargento: Real Cuerpo de Artillería de Marina dos Sargentos y un soldado; los quales se presentaron extraviados de resultas de la retirada del Exercito de Balmaceda; y se agregaron con orden del General de esta División.

 

Otra de los oficiales del Cuerpo

 

El Capitán de la 4.ª Compañía del 1.º Batallón D.n Nicolás Cueto está enfermo en Llanes con licencia del Gral: el de la misma clase D.n Juan de Peón en Villaviciosa p.r igual razon: el de igual clase D.n Juan Araujo en Oviedo comisionado p.ª recoger los nuebos alistados: el Teniente D.n Antonio Santoveña se halla enfermo en Llanes: el de igual clase D.n Enrique Lopez enfermo en Oviedo: el de la misma clase D.n Antonio Aix con licencia temporal en Gijón. D.n Josef Rodríguez de Castro en Oviedo en vusca de Caudales como habilitado: el subten.te D.n Antonio Fraga y Burala enfermo en Llanes, todos con licencia del General de esta División: Se hallan agregados  en este Regimiento los oficiales siguientes; el Teniente D.n Fernando Lamuño á la 4.ª Compañía del 1.º Batallón; el de igual clase D.n Diego Finucani á la 3.ª Comp.ª del 2.º por orden de la Junta Superior de este Principado de 14 de Marzo último comunicada en 15 del mismo cuyo oficial aun no se ha presentado: el subteniente D.n Manuel Olarte á la 2.ª Comp.ª de Granaderos; el de igual clase D.n Casimiro de Pando Argüelles a la 2.ª del 1.º Batallón; y D.n Josef Gonza.z Villar á la 4.ª Comp.ª del 2.º. Los oficiales de la 3.ª del 1.º D.n Ramon Suero Díaz, el de la 5.ª del mismo D.n Pedro Antonio Álvarez; el de la 3.ª del 2.º D.n Josef Longoria, y el de la 3.ª del mismo D.n Fernando Antonio Martinez, están promovidos a esos empleos p.r la Junta Superior de este Principado según habiso del Sr. Inspector con fha. de 3 del presente mes los que aun no se han incorporado a este Regimiento.   

 

_________________ 

 

 

            A finales del mes de abril de 1809, ante la frágil situación en la que se encontraban las tropas francesas, circunstancia ésta que podía proporcionar al intrépido denuedo de las tropas asturianas un día de gloria, el general Ballesteros decide atacar la línea enemiga comprendida entre los ríos Deva y Nansa, para cuyo cometido combina cinco columnas de ataque. Según la orden de operaciones, la cuarta columna mandada por el coronel D. Guillermo Livesay, con parte del Regimiento de Línea de Cangas de Tineo, sería la encargada de cruzar el río por Unquera, arrostrando el fuego de la batería francesa, y una arrollada la defensa enemiga, debería dirigirse por el camino real a Pesués. La operación, bien planeada, empero, fue suspendida por la dificultad que entrañaba salvar el río, muy crecido en esa época debido a las intensas lluvias y copiosas nevadas de la estación invernal, que impedía absolutamente el paso de las barcas. Una vez disminuido el cauce de las aguas y tendido el puente de Llés, Ballesteros decide verificar el ataque en la mañana del día 29 de abril.

 

            El ataque general, según instrucciones cursadas a los jefes de los cuerpos respectivos, debería efectuarse simultáneamente por todas las columnas en una extensión de tres leguas, con la excepción de la que mandaba el coronel Rato, del Regimiento de Villaviciosa, que seguía la marcha para caer sobre la retaguardia enemiga situada en las barcas de Pesués.

 

            Hecho fuerte el enemigo en Molleda, es atacado impetuosamente por los tiradores de la columna con el objeto de tenerle distraído para dar tiempo a que los refuerzos de los regimientos de Cangas de Tineo y Villaviciosa llegasen a Pesués, momento en el que se ordena a las compañías del Regimiento de Infiesto que carguen contra los franceses, obligándoles a retirarse precipitadamente hasta Pesués, en cuyo punto fueron sorprendidos y batidos completamente con la mayor bizarría por las fuerzas mandadas por los coroneles Rato, del Regimiento de Villaviciosa, y Livesay, del de Cangas de Tineo, que obligan al adversario, a pesar de la fuerte corriente, a repasar el río. En esta acción los franceses sufren unas pérdidas considerables en vidas humanas, tanto por ahogamiento como las producidas por el rabioso fuego de fusilería.      

 

            El mismo día 30 de abril, el general Ballesteros desde el cuartel general de Villanueva, recomienda al marqués de la Romana –ahora nuevo general en jefe del Ejército de la Izquierda–, haga llegar a S. M. el singular mérito que han contraído todos los jefes, oficiales y tropa de la división de su mando que intervinieron en el ataque general contra el dispositivo enemigo. Todos, absolutamente todos, cumplieron exactamente con su deber, por lo que el general en jefe de la división les expresa las gracias a las que son acreedores por la obediencia y valor con que han ejecutado sus órdenes.

 

            Tras la reconquista del territorio anterior, el general Ballesteros emplaza en él la vanguardia de la división, cubriendo con sus avanzadas la margen izquierda del río Nansa, al tiempo que el cuartel general divisionario lo establece en San Vicente de la Barquera. 

 

            El 19 de mayo el mariscal Ney, después de anular el día anterior la escasa resistencia que ofrecían las exiguas tropas del sector de Grado que defendían el puente de Peñaflor, se dirige con todos sus efectivos hacia la capital del Principado. Ante el inesperado giro de los acontecimientos, el marqués de la Romana cursa orden este mismo día a Ballesteros para que abandone la línea de Colombres y que, a marchas forzadas, con todas las fuerzas disponibles se dirija a Oviedo. A tal efecto, el día 21 de mayo el general Ballesteros ordena que el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, junto con los restantes cuerpos de su mando, se reagrupe en la capital del concejo de Piloña. Este mismo día Ballesteros se presenta en Infiesto para reorganizar sus fuerzas y, en virtud de la orden anterior, acudir presto a la defensa de la capital.

 

             Enterado el enemigo de los planes del general Ballesteros, fuerzas combinadas de los generales Kellerman y Bonet, en su empeño de asestar un golpe resolutivo a los cuerpos asturianos e impedir su reagrupamiento, se ponen en movimiento para caer sobre Infiesto, pero informado Ballesteros de la ocupación de Oviedo y que fuerzas importantes enemigas se le echan encima, decide mover sus unidades y en una resuelta maniobra de distracción se repliega sobre Cangas de Onís y las dispone justo en la retaguardia enemiga.

 

            El 24 de mayo se combate sobre los Escobios de Margolles, en las inmediaciones del pueblo de Llueves, en cuya acción el enemigo sufre considerables bajas. Tanto por el desarrollo favorable de la acción táctica como por la retirada de la división al Santuario de Covadonga, sostenida por el valeroso Regimiento de Cangas de Onís, se logran salvar todas las tropas e impedimenta. Al éxito de la acción, no cabe duda que contribuyó sobremanera el Regimiento de Línea de Cangas de Tineo. 

 

            El día 25 de mayo el Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos de la división, sale de Covadonga y, a través del puerto de Ventaniella, emprende una arriesgada y agotadora marcha hacia Valdeburón (León) y de aquí, siguiendo el movimiento general, se retira a la villa de Potes con el objeto de descansar y reponerse de las innumerables fatigas padecidas por tan larga travesía. Tras aprovisionarse de algunas municiones de boca y guerra, sale de nuevo hacia Santander.

 

            El 26 de mayo de 1809 el general Ballesteros, con la incorporación de fuerzas importantes de caballería e infantería de Porlier, recupera la iniciativa ofensiva; ocupa Cartes y desaloja al enemigo de la importante plaza de Torrelavega, en cuya villa fija el cuartel general divisionario y permanece a la expectativa de los movimientos que pueda efectuar el enemigo, dueño ya de la ciudad de Santander.

 

            Planeada la reconquista de Santander, Ballesteros divide a la división en tres columnas de ataque, una de cuyas columnas, en la noche del día 9 de junio, se pone en movimiento para desalojar el reducto enemigo de Peñacastillo, que se mantiene bien fortificado y artillado. El ataque a la posición se verifica el día 10, pero es rechazado por la tenaz resistencia que ofrecen sus defensores.   

 

            A las tres de la tarde del mismo día 10 será el propio general Ballesteros quien, al frente de sus hombres, tome la posición fortificada de Peñacastillo y desaloje al enemigo de sus reductos, obligándole a replegarse sobre Santander. Tras dejar una pequeña guarnición en la posición reconquistada, Ballesteros se presenta ante las mismas puertas de Santander y por medio de un audaz golpe de mano los cuerpos de la división recuperan la plaza y toman a la bayoneta las baterías que la defienden.

 

            Rehecho el enemigo de la derrota anterior, regresa con renovado ímpetu; el día 11 recupera la posición de Peñacastillo y hace prisionera a toda la guarnición y, en la noche de este mismo y madrugada del siguiente, el general Bonet decide atacar Santander, cuyo ataque por sorpresa provoca la confusión entre las tropas asturianas que ocupaban la plaza, que ceden ante la fuerte presión del enemigo y precipita la desbandada general de todos los cuerpos. En los referidos ataques tuvo la división considerables pérdidas entre muertos, heridos y prisioneros.

 

            La tropa y oficiales que logran salvarse de la sorpresa de Santander son reunidos bajo las banderas del Regimiento de Cangas de Tineo, cuyos 400 efectivos al mando del teniente coronel D. Pedro Dejony se mantuvieron agrupados durante el ataque de la noche anterior. El Regimiento de Cangas de Tineo, con los dispersos que se le habían agregado, emprende la marcha por Santoña y Laredo hasta las inmediaciones de Espinosa de los Monteros, siempre perseguidos y hostigados por el enemigo.

 

            Tras la sorprendente derrota y posterior dispersión de los cuerpos asturianos que intervinieron en la campaña de Santander, que oscureció la heroica marcha de 19 días, el general Ballesteros embarca en un buque británico rumbo a Gijón, en cuya villa, por orden expresa del marqués de la Romana, ahora nuevo general en jefe del Ejército de la Izquierda, recibe el encargo de reorganizar sus maltrechas fuerzas al objeto de reincorporarlas al citado ejército.

 

            En efecto, en cumplimiento de la orden dada por la Romana, Ballesteros establece el cuartel general en Gijón. El 23 de junio de 1809, con el fin de reagrupar a los dispersos cuerpos de la división, cursa orden circular a la Justicia, haciendo responsables a los jueces del más exacto cumplimiento, para que disponga inmediatamente que todas las tropas que se hallen en la jurisdicción respectiva concurran a sus destinos. El destino del Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, según la orden anterior, se había fijado en la villa de Avilés.

 

            El 1.º de julio, una vez verificada la reunión de todas las unidades en el campamento de Contrueces, al tiempo que se acomete una profunda reorganización de los cuerpos, se somete a los mismos a una intensa instrucción militar. El Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, al igual que los demás cuerpos de su división, conforme al Reglamento de la Infantería de 23 de enero de 1809[5], queda arreglado bajo el pie de dos batallones de a 8 compañías.

 

            Una vez concluida la reorganización de la división, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo debidamente pertrechado y uniformado, el 29 de julio abandona el campamento de Gijón y parte hacia Oviedo, y el 1 de agosto, desde esta ciudad, emprende la marcha para el Reino de León con el total de la División con el objeto de unirse, tal como estaba previsto, al Ejército de la Izquierda que manda el marqués de la Romana. Sobre el 19 de agosto se encontraba en Villaseca de Laciana (León), en cuya localidad fallece Santiago Rodríguez, soldado de la 2.ª compañía del 1.º batallón del Regimiento de Cangas de Tineo, que es enterrado el día 20 en la parroquia de San Pedro de Villaseca.

 

            Permanece acantonado en Otero de las Dueñas (León), ocupándose en continuos ejercicios de instrucción y desde aquí, a través de Santiago de las Villas, siguiendo el movimiento de la división, emprende la marcha hacia Santander.

 

            El 24 de agosto de 1809 el marqués de la Romana dispone la organización definitiva del Ejército de la Izquierda, cuya 3.ª división deberá quedar constituida, precisamente, por los regimientos asturianos bajo el mando del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros. Este mismo día la división rompe la marcha con anticipación para apoderarse del Valle de Cabuérniga con el objeto de interceptar toda comunicación con el enemigo, debiendo ocupar todos los puntos necesarios por donde debería dirigirse a Cabezón y Comillas.      

  

            El día 25 marcha sobre Santa Lucia, dejando al resto de la división en Veieda. Cuando la vanguardia llega a Santa Lucía el enemigo carga con ímpetu, por lo que el general Ballesteros dispone el despliegue de los distintos cuerpos que componen dicha  vanguardia, ordenando que el 1.º batallón del Regimiento de Cangas de Tineo al mando del coronel D,. Guillermo Livesay atacase al enemigo por el centro y el 2.º batallón del mismo cuerpo al mando del teniente coronel D. Pedro Dejony lo atacase por la izquierda. El enemigo lanza un terrible ataque contra el centro de la vanguardia, que es sostenido con tenacidad por los bravos soldados sin ceder ni un sólo palmo de terreno, pero viéndose desbordados efectúan la retirada en el más completo de los desórdenes. En la acción del puente de Santa Lucía resulta herido el subteniente de granaderos del Regimiento de Cangas de Tineo, D. Antonio Linera.

 

 

            El 26 de agosto Ballesteros decide atacar al enemigo el día 27 en Torrelavega, pero puesto en marcha hacia el punto mencionado, a las 10 horas del día, recibe orden expresa del marqués de La Romana para que, siendo de absoluta necesidad, la división de su mando se sitúe entre León y Astorga.

 

            El marqués de la Romana cursa orden a Ballesteros para que, con su división, se concentre en Astorga. En cumplimiento de la orden anterior, la división se pone inmediatamente en marcha, dirigiéndose a Barcenillas desde cuyo punto, atravesando por las montañas de Tarney, Potes y el puerto de San Glorio, llega a León y de aquí sale para Astorga, en cuya plaza se forman dos columnas con las compañías de granaderos y cazadores de todos los cuerpos que conforman la división.

 

            Sale de Astorga con dirección a la frontera de Portugal, y en un movimiento de flanco por su izquierda cae sobre Benavente. El 28 de septiembre las columnas de granaderos y cazadores atacan por sorpresa la guarnición enemiga que defiende la plaza.  Tras la acción de Benavente, la división marcha, a través de Pozuelos, Tavara y Carbajales, sobre Zamora, llegando a las inmediaciones de esta plaza a las 7 de la mañana del 1.º de octubre.

 

            El general Ballesteros dispone que, al mando del brigadier D. Jaime Carvajal, la columna de cazadores y los regimientos de Cangas de Tineo, Provincial de Oviedo y Pravia, así como dos piezas de artillería de a 4, fuesen las fuerzas encargadas de atacar la plaza de Zamora en toda la extensión del recinto que va desde el matadero hasta el castillo.

 

            El mismo día 1.º de octubre, encontrándose ya las unidades en disposición para efectuar el ataque, se recibe la confidencia que en el perímetro amurallado de la plaza existía un punto frágil, muy fácil de romper, por que podría infiltrarse la tropa. La ejecución del ataque, tal como estaba previsto, se encomendó a las fuerzas que comandaba el brigadier Carvajal, cuyas tropas dando vivas al Rey y despreciando la metralla y el fuego de fusilería enemiga, llegó hasta el paraje señalado, encontrándose que se trataba de un engaño o estratagema, ya que la defensa estaba tan fuerte por aquel punto como por los demás, motivo por el cual las fuerzas de Carbajal encargadas de verificar el ataque, con la excepción de la columna de cazadores, quedaron el convento de Santo Domingo y sus inmediaciones incomodando al enemigo con el objeto de impedir que éste disparara contra las dos piezas de artillería destinadas a romper la puerta de La Feria. Los soldados de la columna de cazadores, sin intimidarles el fuego de fusilería y las piedras que desde lo alto de la muralla les arrojaba el enemigo, intentaron destrozar la puerta de Santa Ana con zapapicos y otros útiles, lo que, pese a su empeño, no consiguieron por encontrarse ésta cerrada a cal y canto desde hacia muchos años. No habiendo alcanzado su objetivo, las fuerzas del brigadier Carvajal se retiran sobre las cinco de la tarde a las alturas de los molinos de viento, dejando algunos tiradores al mando del coronel D. Guillermo Livesay, del Regimiento de Cangas de Tineo, para sostener el fuego. A las once y media de la mañana del día 1º Ballesteros ordena suspender el fuego y exige al general Rouger, gobernador de la plaza, la capitulación de la misma, a cuya petición no accede el general enemigo. 

 

            Habiendo recibido aviso de que un fuerte cuerpo de caballería enemiga procedente de Benavente; la guardia del mariscal Ney que se hallaba en Toro y siete piezas de artillería ligera se acercaba a Zamora con el objeto de socorrer la plaza y redoblar su defensa, el general Ballesteros decide replegarse con todas sus fuerzas al pueblo de Almendra, a cuyo punto llega a las diez de la noche del mismo día 1.º de octubre. Al amanecer del día siguiente la división asturiana cruza el río Esla y llega a la villa de Carbajales y sus alrededores, en donde se acantona.

 

            El día 3 de octubre el Regimiento de Cangas de Tineo sigue, con su división,  acantonado en Carbajales, desde donde emprende la marcha con dirección a Alcañices para, posteriormente, entrar en Portugal y salir de nuevo a España por el fuerte de la Concepción (Salamanca).

             

            El 19 de octubre de 1809, en cumplimiento de la orden del marqués de la Romana la división asturiana se incorpora en Tamames (Salamanca) al Ejército de la Izquierda, mandado ahora por el duque del Parque[6].

 

            El 23 de noviembre combate en la acción que tuvo lugar en Carpio, cerca de Medina del Campo (Valladolid). El Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos de la División, despliega en el centro. El enemigo, ante el movimiento bien concertado de los españoles, que marchan con aplomo y precisión admirables, se repliega hasta cerca de Medina del Campo. Reforzado con caballería, el enemigo se lanza contra el ala derecha, dejando descubierto el flanco de la División asturiana, que se vio acometida por los jinetes franceses. El general Ballesteros hace desplegar entonces los últimos escalones que, con fuego a quemarropa, hace retroceder al enemigo.

 

            El 28 de noviembre se retira a Alba de Tormes, en cuyo punto la división sufre una general dispersión y escasas bajas. El Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos dispersos, se reagrupa con su división en Ciudad Rodrigo. Una vez verificada la reunión de todos los regimientos, parte para los cantones de Sierra de Gata (Cáceres) y fija el cuartel general en San Martín de Trebejo. Parte del Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo a las órdenes del capitán D. Gerónimo Valdés se estaciona en el pueblo de la Espeja, protegiendo los hospitales de campaña allí establecidos después de la epidemia que asoló a todo el ejército. Aún sin concluir el año, sale de nuevo para Portugal.

 

1810

 

            La división con la totalidad de los 10 regimientos que la componían, el día 14 de enero se pone en movimiento desde sus cantones de la Sierra de Gata con dirección a la plaza de Badajoz a través de las provincias portuguesas de Bara Alta y El Alentejo.

 

            Permanece en Portugal por espacio de dos meses. Entra de nuevo en España por Badajoz y queda la división a la expectativa de recibir órdenes del mando.

 

              Después de algunas dificultades, el duque del Parque resigna el mando del Ejército de la Izquierda y nuevamente se nombra para el mismo al marqués de la Romana quien, una vez asumido el mando, acomete una profunda reorganización de los regimientos asturianos. Se somete a los cuerpos a una disciplina más rígida y se logra formar, en corto espacio de tiempo, unas unidades más compactas y aguerridas.

 

            El 20 de marzo sale de Nogales con dirección a Zafra (Badajoz) y el día 21 se halla en Monesterio.

 

            El 24 de marzo, hallándose reunida la división de Ballesteros con la primera de Extremadura, se dispone atacar al enemigo en Santa Olalla. Se forman varias columnas que deberían salir desde Cala en la misma noche de este día, mientras que otras lo harían en la madrugada del día 25. Tan pronto empezaron a salir, tuvo que suspenderse la  marcha debido al fuerte temporal desatado a las dos de la madrugada. A las ocho aclaró un poco y la columna pudo ponerse en movimiento con dirección a Santa Olalla, a cuyo punto llega a las dos y media, siendo informado allí que los franceses habían salido para el Ronquillo a las siete. Con el objeto de incomodar al enemigo, aquella misma noche se despachan guerrillas al Ronquillo, mientras que los demás cuerpos de la división se adelantan hasta dos leguas del citado pueblo. Las  tres guerrillas al mando del sargento mayor del Regimiento de Covadonga, D. Felipe Villamil, unidas al sargento mayor del Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, que también se adelantó con su regimiento, rompen el fuego a las diez de la noche, el cual duró sin interrupción hasta la llegada del resto de la división, verificada a las seis de la mañana del día 26. A las 9, continuando el combate, se observó con claridad que el enemigo se ponía en retirada hasta repasado el río Huerba, en cuyo punto se hizo fuerte revolviéndose de nuevo contra la división, pero es contenido por el valeroso Regimiento de Cangas de Tineo mandado accidentalmente por el teniente coronel D. Pedro Dejony, así como por otras partidas de diferentes cuerpos que, dando muestras de gran valor, se batieron en línea por espacio de tres horas, en que es rechazado el enemigo. Tras la acción se dio a la tropa el merecido descanso.         

 

            El 30 de marzo de 1810 el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo se halla en la acción de Higuera del Rey.    

 

            El 15 de abril interviene en la acción sobre el Río Tinto (Huelva) contra fuerzas del Mariscal Mortier. Retirada a la Sierra de Aracena.

 

            El 26 de mayo asiste a la sorpresa y ataque a la guarnición enemiga de Aracena (Huelva).

 

            En los estados de fuerza de fecha 15 de junio de 1810 correspondientes al Ejército de la Izquierda de operaciones en Extremadura, el Regimiento de Cangas de Tineo se halla dividido en dos batallones, aunque no expresa la fuerza efectiva con que contaba en esos momentos. Continúa encuadrado orgánicamente en la 3.ª división que manda el mariscal de campo D. Francisco Ballesteros. 

 

            Así, pues, entre los meses de junio y julio de 1810 la división se reorganiza en Fregenal de la Sierra (Badajoz), quedando ahora compuesta por sólo cinco regimientos de los diez que, inicialmente, la conformaban. El Regimiento de Cangas de Tineo, casi en cuadro y muy mermado de efectivos por el propio desgaste de la guerra, recibe para su completo los hombres necesarios de aquellos cuerpos que quedan fuera de la división y que, en cuadro por haber distribuido sus fuerzas, además del Regimiento de Cangas de Tineo, entre los de Castropol, Lena, Pravia e Infiesto, se envían a Galicia para ser reemplazados.

 

            El 1.º de julio de 1810 el Regimiento de Infantería Cangas de Tineo se encontraba en Aracena. Según el estado de fuerza de la 3.ª división, la Plana Mayor del regimiento estaba constituida por el coronel D. Guillermo Livesay, el teniente coronel D. Fernando Miyares y el sargento mayor D. Francisco Vila. Carecía de efectivos para tomar las armas, ya que por distintos motivos presentaba una fuerza ausente de 880 hombres. Presenta una fuerza en revista formada por 29 oficiales y 879 plazas de fusil.

 

            Por aplicación del Reglamento del Consejo de Regencia de 1.º de julio de 1810, todos los regimientos, incluidos los provinciales, son declarados “de Línea”[7], bajo el pie de dos batallones, con proporción a los efectivos disponibles con los que contaba en esos momentos, conservando todos ellos sus propias denominaciones. 

 

            Por Orden del 25 al 26 del Ejército de la Izquierda, fechada en el cuartel General de Badajoz el 23 de julio de 1810, se da a conocer la nueva organización dada a las divisiones de él dependientes[8]. Asimismo, según los estados de fuerza del Ejército de la Izquierda en Extremadura de igual fecha[9], el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, tras sufrir la división la reorganización antes mencionada, queda encuadrado orgánicamente en la 2.ª brigada de la 3.ª división del citado ejército, cuyo mando sigue ejerciendo el general Ballesteros y el del ejército el marqués de la Romana. En esta fecha el total de fuerza que presenta el Regimiento de Cangas de Tineo es de 754 efectivos.

 

            El 11 de agosto de 1810 efectivos del Regimiento de Cangas de Tineo, junto con otros de la división, atacan y rechazan por dos veces a fuerzas enemigas superiores en las Huertas de la Granada de Llerena, en Canta el Gallo (Badajoz).

                                              

            El 1.º de septiembre de 1810 el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo se hallaba acantonado en Fregenal (Badajoz). Continúa arreglado bajo el pie de dos batallones y sigue encuadrado en la 2.ª brigada de la 3.ª división. La fuerza disponible para tomar las armas la constituían 8 capitanes, 17 subtenientes, 35 sargentos, 12 tambores y 560 cabos y soldados. La fuerza en revista es de 833 hombres.    

 

            El 10 de setiembre de 1810 se halla en el ataque que la división efectuó a Castillo de las Guardas (Sevilla).

 

            El 28 de octubre la división sale de Aracena, y el cuartel general de Castillejos lo hace el 1.º de noviembre con dirección a Fuente de León.

 

            El 14 de noviembre de 1810, hallándose en Fregenal de la Sierra, las tropas de la división asturiana, con el general Ballesteros al frente, prestan juramento a las Cortes[10].

 

           

            El 1.º de diciembre de 1810 el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo se hallaba en Monesterio con su división. Según el estado de fuerza de la 3.ª división, continuaba encuadrado en la 2.ª sección de la expresada división. El mando del cuerpo lo seguía ostentando el coronel D. Guillermo Libesay. La fuerza disponible con que contaba en esos momentos se componía de 3 jefes, 7 capitanes, 17 oficiales subalternos y 547 plazas de fusil. La fuerza en revista estaba compuesta de 3 jefes, 34 oficiales y 762 efectivos.

 

            Por aplicación de la orden del Consejo de Regencia de 16 de diciembre de 1810, que resuelve que las tropas españolas se distribuyan en seis grandes ejércitos de maniobra, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, con los demás cuerpos de la división asturiana, queda encuadrado orgánicamente en el 5.º Ejército (Extremadura y Castilla), que manda el héroe de Bailén: el general Castaños.

 

            En este año, según el Estado Militar de España, el Regimiento de Cangas de Tineo sigue mandado por el coronel D. Guillermo Livesay, mientras que el cargo de sargento mayor continúa desempeñado por D. Francisco Vila.

           

1811               

 

            Con la organización anterior, el 1.º de enero se halla en la acción de Guadalcanal (Sevilla), en donde es sorprendida la 3.ª división francesa al mando del general Girard.

 

            El 4 de enero la división –que por órdenes recibidas de la Regencia abandonaba el frente de Extremadura y se movía hacia el condado de Niebla para unirse al general Copons y Navia– cuando avanzaba por Segura y Cabeza de la Vaca, encontrándose entre Calera y Monesterio, son descubiertas por un destacamento de caballería enemiga que realizaba misiones de reconocimiento por la zona. El grueso de las tropas de la división, entre las que se encontraba el Regimiento de Cangas de Tineo, retrocede hasta posiciones más ventajosas dispuestas a ofrecer una dura resistencia, mientras los destacamentos más avanzados no rompieron el contacto con el enemigo con el objeto de atraerlo hacia sus posiciones. Ballesteros se repliega por el camino de Calera hasta la margen izquierda del río Bodión, tomando posiciones en la falda Este del Cerro del Coso, a lo largo de dicho río, apoyándose en dos colinas que a Norte y Sur pueden proteger el despliegue. Trabado combate con el enemigo, cuyo ataque es dirigido por el general Mortier, éste –que dura unas dos horas– queda indeciso por una y otra parte. Tras la acción las fuerzas asturianas se repliegan sobre Fregenal, no sin antes ofrecer  “… una honorable resistencia […] sin experimentar sensibles pérdidas…”. 

 

            El 25 de enero el Regimiento de Cangas de Tineo, al mando del coronel D. Guillermo Livesay, interviene en la gloriosa acción de Villanueva de los Castillejos (Huelva) contra fuerzas superiores al mando del general conde de Gazán. El de Cangas de Tineo formaba la reserva en batallones en masa constituida, además, por los regimientos Provincial de León, Castropol y el de Infiesto, destacando sobre los flancos tres compañías de tiradores. El enemigo atacó por la izquierda y centro de la línea, trabándose el combate más reñido y sangriento por una y otra parte. Después de tres horas disputándose el terreno, se observa que los fuegos de esta línea se debilitaban, siendo preciso entonces destacar de la reserva dos columnas fuertes en su apoyo. A consecuencia de esta operación el enemigo hizo avanzar su reserva, haciéndose más vivo y sostenido el fuego y más certero el tiro de la artillería, se hizo preciso ceder aquella posición y replegar las fuerzas hacia la reserva que había desplegado. Reiniciada de nuevo la acción, se infligió al enemigo, por la firmeza y serenidad con que lo recibieron las valientes tropas, el mayor de los estragos. Tras cinco horas de fuego de línea sin moverse un solo soldado, llegó la noche, circunstancia que se aprovechó para efectuar la retirada en escalones por regimientos, retirada que se verificó con absoluta tranquilidad y sin sufrir ningún tipo de molestias por parte del enemigo. Mientras la infantería se llenaba de gloria, la caballería maniobraba frente a la enemiga, batiéndose a sable, siguiendo la maniobra y asegurando el flanco derecho, tanto durante el desarrollo de la acción como en la posterior retirada. Por el extraordinario y distinguido mérito contraído en el ataque a Villanueva de los Castillejos el Regimiento de Infantería de Línea Cangas de Tineo es declarado “Benemérito de la Patria”, así como también a todos los jefes y oficiales que intervinieron en la acción del día 25 de enero. La acción de los Castillejos inmortalizará para siempre el nombre de los valientes defensores de la Patria

 

            En el estado de fuerza del 5.º Ejército (Extremadura y Castilla) de fecha 1.º de febrero de 1811, deja de citarse al Regimiento de Cangas de Tineo como integrante del expresado ejército por haber sido asignado nuevo destino a la división, que ahora queda incorporada al 4.º Ejército (Isla de León y Cádiz).

 

            El 15 de febrero el general Ballesteros, con los regimientos de infantería de Lena y León y otras fuerzas de caballería, sale del Cerro del Andévalo con dirección a Fregenal de la Sierra (Badajoz), con el objeto de sorprender a las fuerzas enemigas que se hallaban en dicho punto cubriendo toda la sierra de Extremadura para asegurar la comunicación del general Soult con Sevilla a través del farallón de Monesterio. En la mañana del día 19 las fuerzas anteriores atacan a la guarnición francesa de Fregenal, no dando lugar a que el enemigo pueda rehacerse. Tras un cuarto de hora de duro combate,  desarrollado en las mismas calles del pueblo, el enemigo fue enteramente destruido y dispersado, haciéndole más de 100 prisioneros y cayendo en poder de los asturianos diverso equipaje, fusiles y municiones. En esta acción, la compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo, encuadrada en la columna de cazadores de la división, se portó bizarramente.

 

            Habiéndose retirado los franceses de Valverde del Camino como consecuencia del movimiento que se hizo sobre Zalamea la Real, la división asturiana le da alcance  en su posición sobre la izquierda del río Tinto, destacando inmediatamente guerrillas de infantería y caballería con el objeto de entretenerle. El 2 de marzo, según parte del  circunstanciado en La Palma por el propio General Ballesteros, interviene en las acciones de Villalba y Villarrasa (Huelva) contra un cuerpo de Caballería enemiga mandado por el comandante Rémond que aparentaba defender el paso del río Tinto. La acción es sostenida, junto con otros cuerpos, por el Regimiento de Línea de Cangas de Tineo, que ponen al enemigo en precipitada fuga con dirección a Sevilla.

 

            El día 5 de marzo, el mismo día de la batalla de Chiclana (Cádiz), el general Darricau acude en socorro de Rémond. La división asturiana de Ballesteros no ofrece batalla y se retira tras el Río Tinto.

 

            Los días 9 y 10 de marzo asiste a la sorpresa de la Palma del Condado (Huelva). Es batida una columna enemiga al mando del comandante Rémond.

 

            El 13 de abril combate sobre las alturas de San Cristóbal, en la Sierra de Fregenal, contra fuerzas superiores del general Maransin. Al día siguiente se halla en la acción de Jerez de los Caballeros y la división se ve forzada a replegarse sobre Salvatierra de Barros. 

 

            Con dependencia orgánica del 4.º Ejército (cuya vanguardia, 3.ª división y caballería constituían el cuerpo expedicionario que combatió en La Albuera), el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo interviene el 16 de mayo en la más sangrienta de todas cuantas batallas se libraron durante la Guerra de la Independencia: la de los campos de La Albuera (Badajoz). El regimiento, con los demás cuerpos de la división, aguanta firme los repetidos ataques lanzados por el enemigo contra la izquierda de la línea y le hace retroceder al otro lado del arroyo de Chicapierna, lo que cooperó a conseguir tan señalada victoria. Victoria costosa y difícil en la que el Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los demás cuerpos de la división, pagó un alto tributo de sangre. Sir William Carr Beresford, comandante general de todas las fuerzas que intervinieron en la batalla, tras la acción escribió: “.... es imposible, de ninguna de las maneras, hacer justicia al distinguido valor de las tropas. Cada uno, individualmente, cumplió su deber....”.

 

            Por su decidida participación en la gloriosa batalla de La Albuera, las Cortes declara “Beneméritos de la Patria” a los regimientos que intervinieron en la misma, recompensando, además, con el empleo inmediato superior a los combatientes más antiguos de cada clase.

 

            Con anterioridad al desarrollo de la acción táctica el Regimiento de Cangas de Tineo, de una fuerza total de 32 jefes y oficiales y 713 individuos de tropa, sólo tenía disponibles 21 jefes y 559 soldados, mientras que las bajas, producidas por causas de índole diversa, se elevaban a 11 oficiales y 154 soldados. Según el estado que manifiesta los muertos y heridos que han experimentado las tropas del cuerpo expedicionario y las del 5.º Ejército que se hallaron en la Albuera, el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo arroja un sargento y dos soldados muertos; heridos un oficial, el subteniente D. Manuel Alvarado, y 16 soldados, en total 20 bajas, resultando, por lo tanto, el cuerpo asturiano que menos bajas sufrió. El oficial herido fue el subteniente D. Manuel Alvarado.

 

            En los estados de fuerza del 4.º Ejército, que ahora manda el marqués de Coupigny, de fecha 1.º de mayo, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo aparece formado por un sólo batallón. El mando de la 3.ª división lo sigue ostentando el teniente general Ballesteros.

 

            El 20 de mayo de 1811 en general Castaños, general en jefe del ejército combinado de Extremadura (5.º y 6.º ejércitos reunidos), en escrito dirigido al comandante general del Reino, le expresa traslade a la orden general del día el parte rendido al Consejo de Regencia del Reino acerca de la gloriosa jornada del 16 de este mes en los campos de La Albuera, y que esto mismo lo traslade al Principado de Asturias “manifestando la singular complacencia con que he visto pelear a los cuerpos asturianos de la división del general ballesteros. Estos nobles soldados –sigue diciendo Castaños– no han olvidado ni olvidarán jamás el honor heredado, renovando siempre con su sangre, y sus hazañas las heroicas proezas de sus ascendientes.”   

 

            Interviene en la acción de Montemolin (Badajoz) el 26 de mayo.

 

            El 25 de junio, la compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo, junto las restantes de su clase que formaban la columna de cazadores de la división, sostiene un encuentro con el enemigo en Cabezas Rubias (Huelva), al que ataca en El Cerro de Andévalo y lo pone en franca derrota, obligándole a buscar refugio en Moguer.

 

            La columna de cazadores sostiene el día 3 de julio una refriega en Calañas (Huelva) con la vanguardia enemiga del general Conroux.

 

            El 18 de setiembre la vanguardia de la división asturiana es sorprendida en Ubrique (Cádiz) y obligada a replegarse sobre las alturas de la sierra.

 

            El 19 de setiembre ataca en Alcalá de los Gazules (Cádiz) a fuerzas francesas de la división del general Vilde y obliga al enemigo a desalojar el pueblo. El día 20 se pone en marcha con dirección a Ximena, a donde llega al día siguiente..

  

            El 24 de setiembre, mientras el enemigo se hallaba en Ximena, las tropas de Ballesteros se encontraban a una media legua sobre su flanco izquierdo. Al amanecer del día 25 fuerzas importantes de la vanguardia que manda el marqués de las Cuevas del Becerro lo ataca por su derecha, desalojándole de las alturas que dominan a Ximena, protegiendo dicho ataque por el centro una columna al mando del coronel del Regimiento de Lena, D. Jaime Butler, mientras que la columna de reserva al mando del coronel del Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, D. Guillermo Livesay, formada por el propio Regimiento de Cangas de Tineo y los de Castropol, Pravia e Infiesto al mando de sus respectivos jefes, se situó en el pueblo sosteniendo el ataque de las demás tropas. En esta acción, los hombres del Regimiento de Cangas de Tineo, con los demás cuerpos de la división, vuelven a distinguirse por sus impetuosos ataques a la bayoneta.

 

            Abandonada por el enemigo la posición anterior, éste se sitúa en otra más ventajosa a retaguardia de aquella, por lo que se hizo indispensable realizar un segundo ataque para desalojarle de allí. El ataque es iniciado de nuevo por la vanguardia y columna que manda el coronel del Regimiento de Lena, que sostuvieron un vigoroso y prolongado fuego, consiguiendo desalojarle de todas las posiciones que ocupaba. Mientras el enemigo se retiraba por el camino de Alcalá de los Gazules, las compañías de cazadores de los cuerpos de la división, entre las que se encuentra la de esta clase del  Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, son las fuerzas destacadas para caer sobre su flanco, lo que verifican oportunamente, causándoles una pérdida considerable de bajas, siendo posteriormente perseguidos hasta unas dos leguas de Alcalá. Todos los jefes, oficiales y tropa que intervinieron en las acciones anteriores han llenado cumplidamente su deber, siendo recomendados a la superioridad para su satisfacción.          

 

            Desde el 2 de octubre al 12 del mismo mes, asiste al primer sitio que sufre el Ejército bajo el Peñón de Gibraltar.

 

            El 15 de octubre, según los estados de fuerza del 4.º Ejército, el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo sigue arreglado bajo el pie de un único batallón.

 

            El 21 de octubre el enemigo, que se hallaba situado en San Roque y Los Barrios, abandona sus posiciones y marcha sobre Ubrique a través el camino de Ximena, circunstancia que es aprovechada por el general Ballesteros para salir de la Línea de Gibraltar, bajo cuyos fuegos se hallaba apoyado por las tropas ligeras de otro valeroso regimiento asturiano: el de Lena, para caer sobre una división enemiga que cubría la retaguardia de su ejército, logrando batirla completamente y ponerla en total dispersión.   

 

            Concurre a la acción de Bornos (Cádiz) el 5 de noviembre. En esta acción, la columna de cazadores de la división, que ahora es mandada por el sargento mayor del Regimiento de Infiesto, después de pasar el Guadalete, bate y derrota al general Semellé. El desfiladero por donde discurría la única vía de repliegue se encontraba cortada por el esforzado Regimiento de Lena, que se hallaba desplegado en orden de batalla en la línea de la cresta. Los componentes de la compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo llenaron cumplidamente sus deberes.     

 

            El 24 de noviembre, la compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo, junto con las demás de la división, asiste a la defensa exterior de la plaza de Tarifa en cuyo sitio permanece hasta el 11 de diciembre. En el ínterin, el resto del Regimiento permanece al abrigo del Peñón de Gibraltar.

 

            La columna de cazadores, entre las que se encontraba la compañía de la misma especialidad del Regimiento de Cangas de Tineo, efectúa el reconocimiento de Torre Carbonera (Cádiz) el 28 de noviembre. Este mismo día, el Regimiento de Cangas de Tineo y el de Lena se situaron en escalones en la distancia que media entre Sierra Carbonera y la costa mediterránea.

 

            Desde el 1.º de diciembre al 16 del mismo mes asiste al segundo sitio bajo el Peñón de Gibraltar.

 

            Fuerzas de la división, entre las que se halla la compañía de cazadores del  Regimiento de Cangas de Tineo, al mando del teniente coronel D. Gregorio Piquero del Regimiento de Castropol, verifican un desembarco en la retaguardia enemiga que ocupa el Peñón. Esta acción contribuyó, en gran medida, a la pronta evacuación del Campo de Gibraltar por el ejército del mariscal Soult, gracias al valor, constancia y sufrimiento de los cuerpos asturianos mandados por Ballesteros.

 

            El 12 de diciembre la columna de cazadores sale en persecución del enemigo hasta Ximena de la Frontera (Cádiz), en cuyo punto bate su retaguardia causándole grave daño. Este mismo día el general Ballesteros, junto con las tropas de la división, entra en la villa de Álora

 

            El 13 de diciembre de 1811 el general Ballesteros desde el cuartel general de San Roque dirige una proclama a sus fuerzas enardeciendo el valor, la constancia y el sufrimiento del soldado por haber concluido la campaña bajo el Peñón de Gibraltar[11]. Tres días después, según orden del día correspondiente al 16 de diciembre de 1811[12], el general Ballesteros felicita a los soldados del Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo que se citan: Ramón Albuja, José Barrante, Andrés Ramírez, José Campanario y Antonio Campano, además de otros ocho del Regimiento de Pravia, todos naturales de Extremadura. Estos soldados, hechos prisioneros en el Condado de Niebla, desde el interior de Extremadura, y de pueblos ocupados por el enemigo, pasando los mayores peligros y padecimientos, logran incorporarse a sus banderas, moviéndoles únicamente el sólo propósito de salvar a la patria. Por este hecho heroico el general Ballesteros les premia con cien reales a cada uno y con cuatro cuartos diarios sobre el prest, ordenando al mismo tiempo se estampen sus nombres y provincia en la Gazeta para que quede inmortalizado su heroísmo.       

 

            El 18 de diciembre, la misma columna de cazadores, interviene en la acción de Puerto-Ogén cuyo objeto era llamar la atención del enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa. Fue desalojado el batallón polaco que defendía el punto citado. El enemigo, al mando del general Barrois, reconquista la posición y obliga a las fuerzas ocupantes a retroceder sobre su base de partida.

 

            El 24 de diciembre bajo el mando del coronel del Regimiento de Infiesto se forma una columna con las compañías de cazadores de los regimientos de la división, entre los que, naturalmente, se encuentra el de Cangas de Tineo, para maniobrar contra el enemigo que sitiaba la plaza de Tarifa, no habiendo obtenido ningún resultado por hacer imposible todo movimiento el temporal y el extraordinario crecimiento de los ríos.

 

1812

           

            Del 27 de enero al 21 de febrero se halla en continuas y múltiples correrías por el frente de la línea enemiga del Guadalete, sembrando el sobresalto entre los destacamentos y pequeñas guarniciones francesas. El 10 de febrero llega a Junquera desde donde parte para Hardales con el fin de caer sobre Osuna y atraer hasta allí al coronel Berton que se encontraba en Antequera y al general Rey, que maniobraba desde el principio de la campaña sobre el flanco izquierdo de la división entre Ronda y Ólvera, cuyo movimiento proporcionó a Ballesteros situarse en el centro de la provincia de Málaga con el objeto de buscar la mejor ocasión para batir al general Maransin, el cual amenazaba con débiles movimientos la derecha de su división. A las 5 de la tarde del 11 de febrero de 1812 el general Ballesteros, con 1.000 hombres de infantería y 100 de caballería ataca el castillo, guarnecido por el 9.º regimiento del Vístula de la 2.ª división polaca. Continúa el asedio al día siguiente. Las fuerzas polacas son evacuadas a Alahurín, mientras que las tropas asturianas acampan en el Baece, en la Loma del Capricho, de Álora.

 

            El 16 de febrero la división asturiana se hallaba frente a Cartama, en donde se encontraba situado al general Maransin. Inmediatamente se dispuso el ataque: el 1.º de Cataluña debería apoderarse de las alturas que dominan la posición del enemigo, mientras que el  Regimiento de Cangas de Tineo, que apoyaba su derecha a los estribos de la colina, debería ganarles su flanco izquierdo. La izquierda de la línea de ataque la cubría otro cuerpo importante: el valeroso Regimiento de Lena. Roto el fuego, tras más de media hora de duro combate, el enemigo intentó romper la línea por el frente del Regimiento del Rey que, inmóvil, supo sostener la posición, dando tiempo así a las demás fuerzas a desplegarse sobre el ataque enemigo. El bizarro Regimiento de Cangas de Tineo es el encargado de efectuar la carga, envolviendo la posición enemiga, a la que derrota. En el contraataque lanzado por el enemigo, las fuerzas españolas ceden su posición, pero el esforzado Regimiento de Lena, no sólo lo rechaza con una descarga a quemarropa, sino que le dispersa, cargando con el mayor denuedo, logrando así que el resto de las fuerzas pudieran salir en su persecución hasta las mismas orillas del río Grande. Después de dar un descanso a las tropas, Ballesteros continúa hasta Monda.

 

            En la acción del día 16 sobre la villa de Cartama, el Regimiento de Cangas de Tineo experimenta 27 bajas: dos muertos; cuatro heridos; un prisionero y veinte desaparecidos o extraviados.

 

            Por su decidida participación en tan gloriosa acción, son recomendados al Consejo de Regencia todos los jefes, oficiales y tropa que se hallaron en la misma, y en grado singular los jefes principales del Regimiento de Cangas de Tineo, el brigadier D. Guillermo Livesay, comandante general de la vanguardia, y el sargento mayor D. José Quintanilla, que mandaba con carácter accidental el regimiento.

 

            Según orden general del 4.º Ejército del 26 al 27 de febrero de 1812, dada en Los Barrios, los cuerpos que componen la fuerza de este ejército de operaciones, como consecuencia de que la 2.ª división se halla destinada a la defensa de la Isla de León, deberá quedar formando por una vanguardia y dos divisiones, 1.ª y 3.ª. Como resultado de lo anterior, el Regimiento de Cangas de Tineo queda encuadrado en la vanguardia mandada por el brigadier marqués de las Cuevas del Becerro.

 

            El sargento mayor D. José Quintanilla y un soldado del Regimiento de Cangas de Tieno resultan heridos en el ataque de Zahara del día 10 de abril de 1812. Mientras que el regimiento había quedado en columna cerrada en las alturas inmediatas, la compañía de granaderos del mismo cuerpo es la encargada de la custodia de dos obuses que habían sido instalados en la peña de La Horca (camino de Ronda).    

     

            Al anochecer del día 13 de abril la división asturiana sale de Hardales con dirección a Álora (Málaga), en cuyo punto se encuentra una columna enemiga  a las órdenes del general Rey. A una media legua del pueblo se forman las columnas de ataque que, nada más acercarse a sus avenidas, sostienen un tiroteo con las avanzadas enemigas que estaban a un tiro de fusil de la población, siendo arrolladas y dispersadas. El resto de la guarnición, que aún dormía a pierna suelta, despertó con el ruido del tiroteo y viéndose sorprendida salieron como pudieron del pueblo. Tras repasar el río, colocan en un cerro próximo dos piezas de artillería ligera, que abren fuego sobre las guerrillas españolas. Nuestras fuerzas, amparadas por una pieza de montaña, cruzan el río y traban combate por espacio de dos horas, al cabo de las cuales el enemigo resulta completamente batido y puesto en desordenada fuga, impidiéndole efectuar la retirada por el camino de Pizarra.  

 

            El 16 de abril la compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo interviene en la acción de Cartama (Málaga), en la que con inferiores fuerzas, y a pesar de la ventajosa posición del general Maransin, es batido y derrotado por la columna de cazadores de la división asturiana.

 

            En la acción de Campillos (Málaga) del día 23 de abril, fue batido y derrotado el enemigo.

 

            El 27 de abril interviene en la acción de El Burgo (Málaga). Desalojo de la división enemiga del general Rey.

             En los estados de fuerza del 4.º Ejército -que ahora manda el teniente general Ballesteros- de fecha 15 de mayo y 1.º de junio de 1812 respectivamente, la 3.ª división, en la que se encuadra el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, aparece mandada por el príncipe de Anglona.

 

            El 1.º de junio interviene en la batalla del Guadalete (Huelva). Este mismo día el general Ballesteros intenta romper el bloqueo de Cádiz, pero fracasa estrepitosamente en Bornos.

 

            El 13 de junio de 1812 el teniente general Ballesteros, que se encontraba en Castellar, visita a los soldados heridos. “Cada herida es un escudo de honor” , le señala uno de sus heroicos soldados.

 

            El 10 de julio se halla en la acción de Coín (Málaga), en la que es batido por menores fuerzas el general Leval y el 14 del mismo mes asiste al ataque a la ciudad de Málaga que se hallaba ocupada y defendida por el general Maransin. La compañía de cazadores del Regimiento de Cangas de Tineo, como parte integrante de la columna de cazadores de la división que manda el teniente coronel del Regimiento de Castropol, D. Gregorio Piquero, interviene en la toma y rendición de la ciudad de Málaga, lo que constituye un título honroso para todos los regimientos asturianos que intervinieron en la operación.

 

            El 24 de julio asiste a la sorpresa de la guarnición de Osuna (Sevilla). Retirada a San Roque (Cádiz).

 

            El enemigo, tras haber evacuado el 25 de agosto toda la línea del Guadalete, Ronda, Ólvera, Zahara y Teba, destruye las fortificaciones, clava la artillería e inutiliza las municiones con el objeto de que no puedan ser utilizadas por las fuerzas españolas de Ballesteros. Seguidamente, la división entra en Ronda y Villamartín, estableciendo el cuartel general divisionario en Prado del Rey.   

 

            El 3 de setiembre interviene en la acción de Antequera (Málaga) y desaloja las fuerzas enemigas mandadas por los generales Villatte y Conroux y el día 7 del mismo mes toma parte en la acción de Loja (Granada) en la que es batido el general Semellé por inferiores fuerzas. Esta última acción ha constituido un día de gloria para las armas españolas.    

 

            Como consecuencia de la reorganización de los regimientos dispuesta por el duque de Wellington, recogida en el Reglamento del Consejo de Regencia de fecha 8 de mayo de 1812, que establece que los regimientos de Infantería “de Línea” queden arreglados bajo el pie de un sólo batallón de a ocho compañías, una de cazadores, otra de granaderos y las seis restantes de fusileros, el 10 de setiembre el Regimiento de Cangas de Tineo adopta la orgánica dispuesta por Wellington y queda reducido a un sólo batallón de a ocho compañías, logrando con ello la reunión de la fuerza diseminada o fragmentada  en pequeñas masas, la ventaja de mayor cohesión, más orden y menores inconvenientes para su empleo en las acciones tácticas.

 

            El 16 de setiembre desaloja al enemigo de Padul y al día siguiente lo bate en el terrible desfiladero del puerto de los Dientes de la Vieja (por el que discurre el camino real de Granada a Guadix) y en Alhendin.

            El 21 de setiembre el teniente coronel del Regimiento de Cangas de Tineo, D. Jerónimo Valdés y Sierra, pasa destinado al 2.º batallón del Regimiento de Castropol con el objeto de cubrir la vacante dejada por el de igual clase, D. Gregorio Piquero, que es ascendido a coronel y es destinado a ejercer el mando del Regimiento de Infantería de Málaga.

 

            El 10 de octubre sale para Córdoba, a donde llega el día 15. Queda de guarnición en El Carpio (Córdoba) hasta el 30 del mismo mes. En este tiempo manda la división el mariscal de campo D. Francisco Merino y el 4.º Ejército nuevamente el teniente general, duque del Parque.

 

            El 30 de octubre se pone en movimiento con dirección a La Mancha, retirándose de nuevo a Andalucía el 10 de diciembre.    

 

            Por R.O. de 4 de diciembre de 1812, para la formación y organización de los Cuerpos de Ejército 1.º, 2.º, 3.º y 4.º, así como Reservas de Andalucía y Galicia, cesan las denominaciones que ostentaban desde el 16 de diciembre de 1810. En virtud de la R.O. antes citada, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo, junto con los de Castropol, Lena e Infiesto, orgánicamente queda encuadrado en el 3.º Ejército (antiguos 4.º y 5.º ejércitos reunidos).            

 

1813

 

            A principios de año el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo continúa presentando la misma composición y dependencia orgánica tal como había quedado establecida por la R.O. de 4 de diciembre anterior.

 

            El 19 de enero se encuentra en Baeza, de donde sale el día 24 con dirección a Jimena, pasando el 8 de febrero a Mancha Real, en donde permanece por espacio de cuatro meses, ocupándose en este tiempo en perfeccionar su instrucción.

 

            El 15 de abril de 1813, hallándose en el cantón de Granada, pasa revista de inspección ante el comandante general interino de la división, el general D. Felipe Berenguer.

 

            El 30 de abril sale de Mancha Real, emprende la marcha con dirección a La Mancha de Toledo. Por espacio de 15 días permanece acantonado en Valdepeñas, desde cuya localidad el 19 de mayo, junto con  el Regimiento de Castropol, se dirige al reino de Valencia.

 

            El 4 de junio se encuentra en Biar y el 9 del mismo mes sale para Fuente de la Higuera, acampando el día 11 frente a las posiciones fortificadas que el enemigo mantenía en el puerto de Cárcel. El Regimiento de Cangas de Tineo alternaba el servicio de retén cada 24 horas con otros cuerpos de la 2.ª División, retirándose durante los desembarazos del servicio a Rotgla.

           

            13 de junio de 1813 asiste a la acción de Carcagente, en la que el Regimiento de Cangas de Tineo, junto con los de Castropol, Rey y Cádiz, sostiene duro combate con las fuerzas enemigas del general Harispe hasta las diez de la noche, sin que se perdiese un sólo palmo de las posiciones iniciales, a pesar del empeño puesto por el enemigo para infiltrarse por aquel punto, obligándose tras la acción a repasar el río.

 

            Continúa en la terna del retén hasta el día 25 de mayo. El 7 de junio sale para la ciudad de Valencia, quedando acantonado en sus inmediaciones hasta el día 23 del mismo mes, en que recibe orden de salir para Cataluña. El 2 de agosto cruza el río Ebro por Amposta y el día 8 del mismo entra en el sitio de Tarragona. El Regimiento de Cangas de Tineo, junto con el de Castropol, Rey y Cádiz, es el encargado de sostener el bagaje por la parte de Amposta, siendo los únicos cuerpos que por allí repasaron el río.

 

            El 19 de agosto la división es atacada por la guarnición enemiga de Tortosa, siendo avanzado el Regimiento de Castropol a sostener las compañías de cazadores, entre las que se encontraba la propia del Regimiento de Cangas de Tineo, hasta que pudo ser reforzada la división, tras lo que se logra volver a encerrar al enemigo en la plaza de Tortosa. Este mismo día la división cruza el río Ebro y acampa en las proximidades de Amposta, emprendiendo al día siguiente la marcha para Ulldecona, en donde permanece hasta el 4 de septiembre, en cuyo punto el brigadier, coronel del Regimiento de Castropol, D. Pedro Gaztelu, asume el mando de la división con carácter interino, a cuyas órdenes emprende la marcha para Navarra. El día 12 llega a Zaragoza y el 15 se presenta en Tudela de Navarra. El 19 de octubre sale de Tudela con la 1.ª brigada para asistir al bloqueo de la plaza de Pamplona, cuyo sitio sostenía la división del 4.º Ejército que mandaba el mariscal de campo D. Carlos de España junto con la 1.ª división del 3.º Ejército. El 21 se octubre el Regimiento de Cangas de Tineo se incorpora a las fuerzas que asisten al bloqueo, en cuya situación permanece hasta el 1.º de noviembre en que se rinde la plaza. En este tiempo los regimientos de Cangas de Tineo y Castropol se encargaron de realizar el servicio de avanzadas, así como trabajos en las baterías y cortaduras.

 

            Tras la rendición de la plaza, el Regimiento de Cangas de Tineo subsiste en Artica. El día 11 de diciembre se halla en la ciudad de Borja, desde donde sale para el cantón de Ainsón. El 23 de diciembre se reúne con los demás cuerpos de la división para verificar la revista de policía, tras la cual emprende la marcha para su cantón.       

 

            Después de la firma del Tratado de Valençay el 11 de diciembre de 1813, por el cual se libra de su cautiverio y se restituye en el trono de España al Rey Fernando VII, el ejército francés –que ya se había retirado de Andalucía– aún dispone en Cataluña de una fuerza considerable al mando de Suchet, manteniendo en Barcelona una guarnición  hasta el final de la guerra, pero cuando ésta llega aún resistían en poder del enemigo las importantes plazas de Tortosa, Peñíscola, Sagunto, Hostalrich y Figueras.

     

            Concluye el año 1813 manteniendo la misma dependencia orgánica anterior, es decir, encuadrado en la 3.ª División del 3.º Ejército.

           

1814

           

            El 1.º de enero de 1812, hallándose acantonado con la 1.ª brigada de la 3.ª división del 3.º Ejército en Ainsón, pasa la correspondiente revista de inspección.

 

            En el mes enero de 1814, según el estado general de fuerza efectiva de todos cuerpos que figuran encuadrados en los ejércitos de operaciones, el Regimiento de Cangas de Tineo, que seguía perteneciendo a la 3.ª División del 3.º Ejército, presenta una fuerza de 981 efectivos.  

 

           

            El 29 de marzo de 1814 el Regimiento de Cangas de Tineo, junto con el de Castropol, sale para unirse a su división que algunos días antes había salido para Francia con el Ejército al que pertenecía. Días más tarde ya se encontraba sobre la villa de Pasajes, en donde es debidamente pertrechado y uniformado con suministros de procedencia británica, reuniéndose con la división en Andoain el día 9 de abril. El 13 entra en Francia, acantonándose en Orthez, en cuya localidad se había establecido el cuartel general divisionario.    

 

            Por fin, el 24 de marzo el ejército francés hace entrega al general Copons y Navia de la persona del rey cautivo a orillas del río Fluvíá, por lo que el suelo patrio queda libre de tropas francesas, dándose así por concluida la guerra, cuya paz se firma definitivamente al día siguiente de la última batalla librada el 10 de abril de 1814 en territorio galo: la de Toulouse, en cuya batalla intervienen y se cubren de gloria los cuerpos asturianos pertenecientes al formidable 4.º Ejército (Provincial de Oviedo, 1.º y 2.º de Asturias y Voluntarios de Asturias).    

 

            El 27 de abril el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo, junto con el de Castropol, emprende el camino de regreso a España, llegando a Irún el 1.º de mayo. Tras un  mes de descanso, el 3 de junio la división se pone de nuevo en movimiento con dirección a Castilla, llegando a Almazán (Soria) el día 17, en donde los cuerpos permanecerán acantonados hasta el mes de julio.  

 

            El 12 de julio de 1814 se disuelven los ejércitos de operaciones, desconociéndose, como consecuencia de la orden anterior, el destino que se tenía reservado al Regimiento de Cangas de Tineo.    

 

            Por R. O. de 16 de octubre de 1814 se aprueba un plan para enviar una expedición de 8.000 hombres a Nueva España. En virtud de esta R. O. y la del mismo rango de 21 del mismo mes, el 7 de noviembre queda formada, mediante sorteo, la escala general de los regimientos de Infantería de Línea y Ligeros que por turno deben pasar a los dominios de Ultramar. Según este sorteo, al Regimiento de Cangas de Tineo le correspondió, dentro de los regimientos de línea, el número 36.

 

1815

 

         El Reglamento de la Infantería de 2 de marzo de 1815, que reúne todos los regimientos de Infantería de Línea y Ligera que existían organizados según el Reglamento de 8 de mayo de 1812, no aclara el destino o cuerpo en el que debería integrarse el Regimiento de Cangas de Tineo. Sin embargo, si consta el destino del teniente coronel, D. Pedro Halleg, que fue colocado con el mismo empleo en la Plana Mayor del reorganizado regimiento “Rey 1º de Línea” y D. José Quintanilla como comandante del 2.º batallón del mismo regimiento, cuyo cuerpo sobrevivió a la reforma de 1815.

 

            Según R. O. de 2 de junio de 1815 los efectivos del Regimiento de Cangas de Tineo son destinados al Regimiento de Reales Guardias Walonas con el objeto de  completar los batallones 3.º, 4.º y 5.º que se estaban formando por aquellas fechas. Sin embargo, en la relación de los cuerpos de Infantería que existían organizados en 1.º de enero de 1815, que no habían sido incluidos en el Reglamento de 2 de marzo de este mismo año, según la resolución n.º 3 de la Inspección General de Infantería, de 17 de marzo de 1817[13], el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo pasa a constituir a partir del 1.º de septiembre de 1815 el 3.º batallón del Regimiento de Infantería de Línea Valençay, con destino en Castilla la Nueva.

 

 

 

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LA BANDERA DEL REGIMIENTO

 

            Cuando se formó el Regimiento de Cangas de Tineo en julio de 1808, bajo el pie de un único batallón, reglamentariamente contó con una sola bandera que, naturalmente, tuvo que haber sido la Coronela[14]. Afortunadamente, la enseña ha llegado hasta nuestros días y se encuentra depositada en el Museo del Ejército[15], cuya descripción responde a las características siguientes:

 

            De tafetán blanco, de 1,300 m. en cuadro. En el anverso, perpendicular al asta, lleva bordado en sedas de colores el escudo de las armas reales, rodeado por el collar del Toisón de Oro y la banda y venera de la Real Orden de Carlos III, todo sobre el cruce del aspa roja de la cruz de Borgoña, cuyos cuatro extremos aparecen rematados por sendos escudetes con las tres flores de lis de la casa de Borbón (en clara alusión, sin duda alguna, a Fernando VII, bordadas –en contra de las leyes de la Heráldica- en campo de plata. En lo alto, por encima de la corona real, lleva una cinta o filacteria con el nombre del regimiento bordado en letras negras. El reverso presenta el mismo bordado anterior, pero invertido respecto al anverso. Tiene dos corbatas; una roja (divisa nacional) y otra blanca (casa real de Borbón).

 

            La enseña presenta la curiosa característica de llevar un modelo de escudo de armas reales, cuya heráldica corresponde a la utilizada durante los reinados de Felipe V y Fernando VI (muy similar a las armerías que figuran en el frontis del Hotel de la Reconquista de Oviedo).

 

            La bendición de la bandera se verificó en la colegiata de Cangas de Tineo el 17 de agosto de 1808. Según publica la Gazeta de Oviedo[16], el mariscal de campo conde de Toreno, comandante en jefe de las fuerzas destacadas en Leitariegos, deseando que la bendición de las banderas de la división de su mando y el juramento de fidelidad que debían prestar los jefes militares revistiese la mayor solemnidad posible, y en cuya justa celebración tuviese parte activa la villa de Cangas de Tineo, dispone que el 16 de agosto de 1808 se anuncie dicha celebración con repique general de campanas y tres descargas de fusil. Al día siguiente tiene lugar una misa solemne con Manifiesto en la Iglesia Colegiata, oficiada por el párroco de la villa, y con la asistencia de las principales autoridades locales, los respectivos jefes militares, así como otras personas de distinción. Durante la ceremonia tiene lugar el acto, conforme establece el Título X, tratado III, de las RR. OO. de 22 de octubre de 1768, de bendición de las banderas de Fernando VII, entre las que se encuentra la Coronela del Regimiento de Cangas de Tineo, prestando acto seguido el juramento de fidelidad por parte de la oficialidad y tropa. Concluida la ceremonia, toma la palabra el licenciado D. Manuel Menéndez Flórez, quien pronuncia un fervoroso y emocionado discurso.          

 

            Precisamente, una de las banderas a que hace referencia la reseña anterior, es la  anteriormente descrita.                  

            Tras la disolución del regimiento la bandera se cree que quedó en Cangas de Tineo, pero se ignora en dónde quedó resguardada, aunque todo hace indicar que, según se previno por Real Orden de 12 de junio de 1815[17], el depositó y custodia de la misma se efectuó en la Colegiata de Santa María Magdalena de Cangas. 

 

            Por R. O. de 24 de junio de 1875 se dispone que la bandera que perteneció al Regimiento de Cangas de Tineo se entregue al “Batallón de Reserva Cangas de Tineo n.º 27”, recientemente creado y organizado en Cangas de Tineo con motivo de la guerra civil de 1872-1876. En 1876 cambia el numeral, designándole como “Batallón Cangas de Tineo nº 67”. Interviene en las acciones de Santa Bárbara, La Solana y Montejurra; en la toma de Santa Bárbara y Olivenza. Tras su disolución, el historial lo recoge el Regimiento de Infantería Mahón nº 46 y la bandera, parece, ser, queda desde entonces depositada en las Consistoriales de Cangas de Tineo, en donde permanece hasta el año 1922.

 

            En 1919 el Gobernador Militar de Asturias, D. Luis Bermúdez de Castro, emprende diversas gestiones, no exentas de dificultad, para recuperar la enseña, empero, tropieza con la resistencia que ofrecía el Ayuntamiento de Cangas de Tineo para entregar la bandera ya que, parece ser, la tenía en gran estima por sacarla en todas las solemnidades que se celebraban en la villa de Cangas.

 

            Después de tres años de dura brega con el ayuntamiento, que se hacía el sordo negándose a todo requerimiento, el Gobernador Militar se ve en la precisión de apremiarle: “o la entregaba graciosamente o se incautaba de ella por la fuerza”, encargando dicho cometido a la Guardia Civil. El alcalde se decidió y optó por cederla, aún sabiendo que los concejales le darían un voto de censura por su acción.

 

            Vencidas las dificultades anteriores, la bandera es entregada en octubre de            1922 con carácter definitivo al Museo de Infantería de Toledo, por cuyo motivo se expide una Real Orden dando las gracias al Ayuntamiento de Cangas de Tineo por tan generoso desprendimiento. 

 

            La gloriosa bandera del Regimiento de Cangas de Tineo, trasladada por el comandante D. Prudencio González Pumariega, ayudante de campo del general Gobernador Militar de Asturias, y el capitán D. Alfredo Álvarez Buznego, del Regimiento del Príncipe n.º 3, el 18 de noviembre de 1922 es recibida con los honores de Ordenanza en el Museo de la Academia de Infantería de Toledo.

 

 

 

 

 

 

 

Postal editada en 1922 con motivo de la entrega de la bandera para su custodia en el Museo de Infantería de Toledo.

BANDERA ACTUAL DEL REGIMIENTO DE CANGAS DE TINEO

(Museo del Ejército)

 

 

 

Anverso

 

 

 

Reverso

 

 

 

 

 

 

Detalle del escudo que remata las cuatro aspas de Borgoña

 

 

 

     Bandera del Regimiento de Cangas de Tineo (dibujo del autor)

 

 

 

 

 

 

 

Colegiata de Cangas de Tineo

 

 

 

 

         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

UNIFORMES

 

            La primera entrega de vestuario de la que se tiene constancia es n agosto de 1808, por la que se conoce que el intendente general cursa orden para entregar al Regimiento de Cangas de Tineo 300 camisas, 300 pares de zapatos y el mayor número posible de cananas.

 

            En setiembre de 1808 el Regimiento de Cangas de Tineo le cupo el honor, por haber sido de los primeros cuerpos creados en Asturias, de integrar la recientemente  constituida división expedicionaria asturiana que, al mando del general D. Vicente María Acevedo, debería salir del Principado para unirse al Ejército de Galicia que operaba en la campaña Vizcaya, motivo por el cual, parece ser, fue una de las unidades a la que le fueron suministradas diversas prendas de vestuario confeccionadas por artesanos del Principado, cuyo uniforme básicamente se componía de casaca o chaqueta corta de paño pardo, con cuello, vueltas y otros apliques de color encarnado (o verde si se trataba de tropas ligeras); un pantalón de lienzo crudo; una chaqueta corta de marcha o fatiga de lino o lienzo cruzo, posiblemente con cuelo y vueltas de color grana o verde. Como prendas de cabeza, parece ser que usaban sombrero redondo, bien de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo o bien de los procedentes de una británica llegada a Oviedo meses antes. La mayoría de los pertrechos que conformaban el equipo del soldado eran también de origen británico, recibidos en Oviedo en julio de 1808, justo a tiempo para equipar a los regimientos que por esas fechas se estaban organizando en Oviedo para incorporarlos al Ejército de Galicia.

 

            Tras el descalabro sufrido por la división Acevedo en Espinosa de los Monteros en noviembre de 1808, algunos regimientos que regresaron a Asturias –muy reducidos de personal por las bajas sufridas y la dispersión de muchos de sus efectivos–, recibieron, mediante sorteo realizado por la Inspección del Ejército, uniformes de color rojo de procedencia británica recibidos en Asturias en febrero de 1809. El Regimiento de Cangas de Tineo, desgraciadamente, fue uno de los cuerpos que no salió favorecido en el sorteo. De ello, el 17 de febrero de 1809 el coronel D. Guillermo Livesay se queja amargamente a la Inspección del Ejército, ya que mientras su regimiento se encontraba “en medio de la mayor desnudez”, al Regimiento de Pravia se le ha vestido dos veces, reprochándole: “de modo que parece que el que más hace menos merece”.       

 

            El 17 de julio de 1809 el Regimiento de Cangas de Tineo, al igual que el resto de los cuerpos que constituían la recién organizada división asturiana, que ahora manda el mariscal de campo D. Francisco Ballesteros, recibe en el campamento de Contrueces (Gijón) nuevo armamento y vestuario de procedencia británica, enviado a los asturianos a través de la Junta de Sevilla. El vestuario lo componían casaca blanca, cuello, vuelta y  vivos encarnados, forro blanco y botón dorado; calzón corto de lo mismo y gorro blanco con vuelta encarnada. En el botón, parece ser, figuraba la inscripción “CANGAS / DE / TINEO” (en tres líneas).

 

            Del resto de uniformes usados por el Regimiento de Cangas de Tineo entre los años 1810-1813, al no existir referencias documentales sobre los mismos, se desconoce el color y demás particularidades, aunque se tiene conocimiento por determinados informes de las revistas de inspección pasadas a la división de Ballesteros que en el año 1810, durante su estancia en Extremadura, los componentes del regimiento aún conservaban, muy deterioradas por la acción del tiempo y el desgaste producido por la dura campaña, algunas de las prendas recibidas en Gijón en el año 1809. Según la revista pasada en Badajoz el 1.º de julio de 1810, las casacas de los soldados se hallan completamente inútiles. Desde Cádiz se remitieron diversos vestuarios para los cuerpos de la división, pero con éstos no llegaron casacas, por lo que en su lugar reciben chaquetas de lienzo. Le faltan camisas y otras prendas menores, que se van confeccionando en Lisboa. La tropa se halla calzada con el único par de zapatos que lleva puestos.     

 

            Entre el 8 y 15 de abril de 1813 el Regimiento de Cangas de Tineo presenta un vestuario en el más deplorable estado de uso, por lo que se le envía a Granada con el objeto de equiparse. El 1.º de octubre de este mismo año el Regimiento de Cangas de Tineo, aunque incompletamente, aparece vestido de nuevo. Meses más tarde, el 31 de enero de 1814 las prendas de vestuario que presenta el Regimiento de Cangas de Tineo durante la revista pasada en Borja se hallan en buen estado, lo que todo hace indicar que recibió vestuario de procedencia británica. 

           

         El Estado Militar de España de 1815, que recoge los uniformes en uso entre 1813-1814, describe el uniforme usado por el Regimiento de Cangas de Tineo en los términos siguientes: “casaca y pantalón pardo; cuello, vivo y portezuela pajizos; solapa y vueltas verdes, otro pantalón blanco, botín negro, capote gris, morrión y botón dortado”.

 

            El abril de 1814, los componentes del 3.º Ejército reciben en Pasajes nuevo vestuario, también de procedencia Británica, compuesto de casaca de paño, unas con divisa roja y otras verde; un pantalón de paño y otro de lienzo; morrión y gorro de cuartel. No cabe duda que la casaca con divisa verde es la que le correspondió al Regimiento de Cangas de Tineo, cuyo vestuario coincide plenamente con el que aparece descrito en el Estado Militar antes mencionado.  

 

 

RECOMPENSAS Y DISTINCIONES

 

            Dos veces declarado “Benémérito de la Patria”, en grado heroico y eminente. La primera, por el distinguido mérito contraído el 25 de enero de 1811 en el ataque a Villanueva de los Castillejos (Huelva) y la segunda, por su decidida participación en la batalla de La Albuera (Badajoz) el 16 de mayo de 1811.

 

Escudo de Distinción al Valor en Asturias

 

            Para enaltecer el valor de los cuerpos asturianos destacados en la línea de Colombres, la Junta Suprema de Asturias comisiona a D. Juan María de Mier para visitar el cuartel general divisionario y hacer extensivas a su general en jefe, jefes, oficiales y tropa las gracias de Su Alteza Serenísima (nombre otorgado a la Junta) por los distinguidos servicios prestados a la Patria. A tal fin, el 20 de mayo el representante de la Junta es recibido en el cuartel general con los honores de Ordenanza y acto seguido, tras pasar revista a las tropas, que formadas en orden de parada y con su general al frente, promete hacerles llegar la recompensa a la que se han hecho acreedores por su valor, constancia y patriotismo.           

 

         Como consecuencia de lo anterior, la Junta Suprema de Asturias para premiar el arrojo de las tropas que, bajo el mando del mariscal de campo D. Francisco Ballesteros, constituyeron el dispositivo defensivo de Colombres durante el ataque general efectuado el 15 de enero de 1809 contra el citado dispositivo por fuerzas enemigas superiores, establece, con carácter colectivo, un escudo de distinción denominado “Al Valor en Asturias”, cuya concesión se hace extensiva a las tropas que intervinieron en las importantes acciones desarrolladas en el mismo escenario bélico durante los ataques de los días 18 de febrero y 29 de abril de 1809, así como a las tropas que defendieron el estratégico e importante paso de Peñaflor durante la acción del 18 de mayo de 1809.

 

            Dicho escudo, para llevar bordado en la manga izquierda de la casaca o prenda equivalente, consiste en una pieza circular de paño o lino blanco, de 60 mm. de diámetro, en cuyo centro se inscribe el lema: “VALOR / ACREDITA / DO EN / ASTUR  /  IAS”, en letras rojas, rodeado por ramos de laurel y palma en color verde.[18] 

 

Cruz de Chiclana

 

            Creada por R.O. de 13 de febrero de 1815. El Regimiento de Cangas de Tineo no combate en Chiclana (Cádiz), pero se recompensó con esta cruz a los componentes de la compañía de cazadores del citado regimiento que, integrada en la Columna de Cazadores de la división, sí intervino en la acción. Se compone de cuatro brazos, mitad rojos, mitad negros, terminados en punta y unidos en su centro por dos coronas de laurel que se cruzan en aspa; remata en corona vallar sobre la que esta escrito “Chiclana” en el anverso y “5 de marzo  de 1811” en el reverso. Cuelga de cinta de color verde mar con  dos listas  amarillas.

 

Cruz de Albuera

 

            Instituida por Fernando VII el 1 de marzo de 1815 en recuerdo de la batalla librada el 16 de mayo de 1811. Tiene forma de aspa con brazos rojos terminados en globos de oro; sobre la parte superior va una corona de laurel y entre cada dos brazos llamas de color de fuego; en el centro un óvalo azul (en este caso es blanco) con la cifra “F.VII” y en una orla de oro la palabra “Albuhera”. La cinta es roja con filetes negros y cantos azules.

            Sin duda, es una de las condecoraciones, junto con las del 3.º y 4.º ejércitos, cruz del Ejército Asturiano y medalla de Medina del Campo, que más de prodigaron entre los cuerpos asturianos.

Cruz del Tercer Ejército

 

            Creada por R.O. de 31 de marzo de 1815. Todos los componentes de los regimientos de Cangas de Tieno, Castropol, Pravia e Infiesto estaban en posesión de esta condecoración. De brazos curvilíneos verde  esmeralda, con un círculo central en el que aparecen las columnas de Hércules, la mar y la montaña con una orla exterior que dice: “Vencedor del Estrecho al Pirineo”. En el reverso sobre círculo blanco, figura el n.º 3”. Lleva una corona de grana que la une a una cinta formada por rombos blancos y verdes.

 

Cruz del Ejército de la Izquierda

            Es como la de Albuera; lleva la palabra “Izquierda” en la orla y en el centro el escudo de Galicia, un copón de oro sobre campo azul sembrado de cruces. La cinta es encarnada con filetes amarillos anchos. Fue creada el 14 de mayo de 1815 para premiar el celo, valor y denuedo del Ejército de Galicia, posteriormente llamado de la Izquierda. Por Real Orden de 25 de junio siguiente se permitió a los naturales de Asturias que tuviesen derecho a esta cruz que pusiesen en ella las armas del Principado en lugar de las de Galicia.

            Por cédula de 10 de junio de 1815 expedida por el Teniente General Ballesteros y dirigida al Capitán General D. Joaquín Blake, se aclara que la Cruz instituida por      R. O. de 14 de mayo del mismo año, se concede, además, por “su valor y disciplina en las sangrientas acciones que en la última guerra tuvieron en Rioseco, Sornosa [Zornoza], Guenes [Güeñes].

 

Cruz de Tarifa o de 4º Ejército

 

            Creada el 4 de junio de 1815 para premiar los señalados y distinguidos servicios prestados por la guarnición de la plaza de Tarifa cuando, en 1811, estuvo sitiada por fuerzas enemigas muy superiores. Formada por cuatro esmaltadas de color naranja con globos en los remates y en el centro un círculo azul con la leyenda: “A los defensores de Tarifa”; en el reverso “4º”. Cuelga de cinta azul con filetes naranja. La tropa la usaba enteramente de metal, es decir, sin esmaltes.

 

            El Regimiento de Cangas de Tineo no defendió la plaza, pero sí se halló en el sitio exterior de la misma su Compañía de Cazadores, cuyos componentes se hicieron dignos acreedores a tan preciada recompensa.

 

Cruz de Distinción del Ejército Asturiano

 

            Creada por Real Orden de 4 de junio de 1815 para premiar “el entusiasmo, valor y bizarría con que se condujo el egército asturiano en el tiempo en que circundada de enemigos aquella Provincia, y sin auxilios del Supremo Gobierno, fue acometida por los que estaban en Galicia, Castilla y Montañas de Santander, mandados por el Mariscal Ney y por los Generales Kellerman y Bonet; habiéndose sostenido á pesar de su corto número cerca de un año con escarmiento de los mismos enemigos,,… á quienes en varios y repetidos encuentros batió y rechazó con mucha gloria de las Reales armas y honor de sus naturales”.

            La cruz se compone de cuatro aspas esmaltadas en blanco y en cada una de ellas un triángulo isósceles color amaranto, las cuales caen sobre un escudo circular, en cuyo centro lleva una cruz de plata en campo azul, con el lema en el exergo “Asturias nunca vencida”, y al dorso “Exército Asturiano 1808”. Una corona compuesta por mitad de laurel y encina la une a una cinta mitad amaranto [rojo] y mitad caña subido [amarillo pajizo].

Medalla y E. D. de Medina del Campo

 

            Creada por R.O. de 2 de julio de 1815 para premiar a las tropas que tomaron parte en esta gloriosa acción rechazando, batiendo y persiguiendo al Ejército enemigo. Tiene forma elíptica, esmaltada de blanco, en cuyo centro lleva una corona triunfal de color verde; alrededor y con letras de amaranto, se inscribe “Al valor Medina del Campo noviembre 23 de 1809”. Cuelga de cinta blanca con filetes estrechos de color verde.

            Inicialmente, existió en formato de Escudo de Distinción y que luego, refrendado por Fernando VII, se convirtió en medalla. El escudo, en esencia, coincide con el modelo que presenta la medalla, con única la salvedad que el diseño que ha llegado a nuestras manos dice: “Al valor Medina del Campo – 1809”. 

Placa conmemorativa erigida en el Ayuntamiento de Cangas

            En 1908, con ocasión del I Centenario de la creación del Regimiento de Cangas de Tineo, los descendientes y compatricios erigen en su memoria una placa conmemorativa, que se coloca en el Ayuntamiento de la villa que ha dado nombre al cuerpo. Alrededor de la dedicatoria figura el nombre de las batallas en las que ha intervenido el regimiento, pero nos llama poderosamente la atención el error en el que se ha caído al citar los nombres “Rioseco”, “El Puelo”, Bidasoa”, “San Marcial” y Toulouse”, batallas y acción en las que, por supuesto, no ha participado el Regimiento de Cangas de Tineo.

            En la batalla de Medina de Rioseco, librada el 14 de julio de 1808, intervino una agrupación de voluntarios asturianos al mando del coronel D. Pedro Méndez de Vigo, cuyos efectivos servirían más tarde de base para la organización del Regimiento de Covadonga. Por esas mismas fechas otra agrupación de voluntarios, denominada “División de Vanguardia de Voluntarios de Asturias”, puesta bajo el mando del                     coronel D. Francisco Ballesteros, es enviada el 25 de mayo de 1808 al antiguo reino de León, en cuya capital permanece acantonada hasta mediados del mes de julio, en que de nuevo regresa a Asturias. Precisamente, los efectivos de esta última agrupación constituirían, a partir del 25 de julio de 1808, la masa para la formación definitiva del Regimiento de Cangas de Tineo, cuya organización había sido aprobada el 28 de junio de ese mismo año.

            El Regimiento de Cangas de Tineo, en efecto, si interviene en la batalla de Espinosa de Los Monteros como parte integrante de la 3.ª división del Ejército de Galicia. 

            La acción de El Puelo, verificada en tierras del concejo de Cangas de Tineo el          19 de marzo de 1811 fue ejecutada por fuerzas de la división de Asturias (guarnición del Principado) y otros cuerpos venidos de Galicia expresamente para defender el Principado durante la 2.ª invasión, cuyas fuerzas comandaba el general Bárcena. En la fecha en que se desarrolló la acción de El Puelo, el Regimiento de Infantería de Línea de Cangas de Tineo se hallaba integrado en el 4.º Ejercito (más tarde 3.º) y combatía denodadamente entre Extremadura y Huelva, integrado en la 3.ª división al mando del general Ballesteros.

            En la gloriosa batalla de La Albuera sí le cupo en suerte intervenir, siendo distinguido por Las Cortes con el título de “Benemérito de la Patria”.

            Las batallas sobre el Bidasoa, San Marcial y Toulouse estuvieron reservadas para los cuerpos que constituyeron el 4.º Ejército (antiguo 6.º), entre los que se encontraban, claro está, los cuerpos “de Línea” Provincial de Oviedo, 1.º y 2.º de Asturias y el “Ligero” Voluntarios de Asturias, pero no el de Cangas de Tineo.

            Así, pues, de los nombres que aparecen grabados en la lápida, sólo los de Espinosa de los Monteros y La Albuera corresponden verdaderamente a las batallas en las que intervino el Regimiento de Cangas de Tineo.

 



[1] En Mayo de 1808 era capitán de Infantería y se encontraba retirado en Oviedo, imposibilitado del brazo derecho izquierdo de resultas de las heridas sufridas en 1794 durante la guerra de los Pirineos, en cuya ciudad ejercía el cargo de visitador `general de Rentas del Principado de Asturias. El 24 de mayo de 1808 la Junta Suprema de Asturias le promueve al empleo de coronel y es nombrado comandante general de la División de Vanguardia. Años más tarde, ya con la paz, el mes que permaneció al frente de las tropas expedicionarias de Castilla se le reconoce como tiempo de mando efectivo del Regimiento de Cangas de Tineo, es decir, desde el 24 de mayo de 1808 hasta el 24 de junio del mismo año en que es ascendido a brigadier. Días más tarde, el 16 de julio la Junta de Asturias le asciende a mariscal de campo.

[2] Fecha que, como se verá, es anterior a la creación y aprobación definitiva del regimiento.

[3] El término “bayonetas” se utilizaba como sinónimo para designar a los individuos o efectivos que constituían las plazas de fusil de un cuerpo militar puesto sobre las armas.

[4] Tras la muerte del general Acevedo, acaecida a raíz de la batalla de Espinosa de los Monteros, fue nombrado comandante general del Ejército asturiano, cuyo cargo desempeñó desde el 1.º de diciembre de 1808 hasta junio de 1809 en que dicho ejército pasó a constituir la 3.ª división del Ejército de la Izquierda.

[5] Este Reglamento fija el pie y la fuerza de los regimientos de nueva creación, tanto de Línea como Ligeros y de Milicias Provinciales, debiendo constar cada unote 2 batallones de a 8 compañías; una de granaderos, otra de cazadores y las seis restantes de fusileros. Respecto a la anterior organización, se reduce la plantilla de tambores y pífanos en los batallones  y compañías, elevándose a 120 el número de soldados por compañía. Los cuerpos asturianos arreglados conforme a dicho Reglamento nunca llegaron a superar, ya que las disponibilidades de fuerza no lo permitían, el número de plazas fijadas para cada regimiento.   

[6] El Teniente General D. Diego de Cañas y Portocarrero Trelles, duque del Parque, de ascendencia asturiana, poseía palacio en Oviedo (El Fontán) y casona en el concejo de Castropol.

[7] De hecho, algunos regimientos asturianos ya existían organizados en dos batallones desde el 1º de octubre de 1808, así como por el Reglamento de 23 de enero de 1809.

[8] Diario de La Coruña, nº 230, de 18 de agosto de 1810.

[9] Fondo “Saavedra”, caja 57, legajo 19 (Residencia de la Compañía de Jesús. Granada.

[10] El Conciso, nº LV, de 2 de diciembre de 1810, pág. 264.

[11] Publicada en el apéndice del diario  El Conciso, de 24 de diciembre de 1811, pág. 1

[12] Ibid., pp. 2  y 3.

[13] Colección de Reales Resoluciones, tomo IV, año 1817.

[14] La R. O. de 26 de agosto de 1802 (art. 6), reduce a una bandera por batallón, llevando el 1º la Coronela y los restantes sencilla. El Regimiento de Cangas de Tineo, al estar formado por un único batallón, contó con una sola enseña que, como se dice, tuvo que ser la Coronela. 

[15] Nº de Inventario 21004. Gracias a D. Luis Sorando Muzás, quien, dado mi extraordinario interés por las enseñas que enarbolaron las tropas asturianas durante la Guerra de la Independencia, ha tenido la gentileza de facilitarme, entre otras muchas, las fotografías de la bandera del Regimiento de Cangas de Tineo, por lo que gracias a él –repito–  ha sido posible incluirlas en esta monografía.  

[16] Nº 29, de 31 de agosto de 1808.

[17] El destino de las banderas con nombres de determinados concejos, pertenecientes a los extintos cuerpos creados durante la G.I., por R.O. de 12 de junio de 1815 (art. 1º) se dispuso que fuesen las iglesias parroquiales de las capitales de los respectivos concejos de donde había tomado el nombre la u nnidad.

 

 

[18] Este mismo Escudo de Distinción puede bordarse sobre paño del color de la divisa del uniforme (grana, azul u otro color), puesto que este tipo de premios militares, al no estar sujetos a normas predeterminadas en cuanto a colores se refiere, admiten todas las variantes posibles. En el supuesto de que el conjunto se borde o vaya bordado sobre paño grana, las letras y cordoncillo exterior deben ser de hilo de oro o plata (oficiales) y de estambre amarillo o blanco (tropa). En el caso que nos ocupa, se ha elegido como ejemplo ilustrativo una pieza de seda o lino blanco (color de los cabos y botones del uniforme del Cuerpo) que puede contemplarse en el primoroso retrato de un Teniente Coronel de las Reales Guardias Españolas, cuya condecoración luce en la manga izquierda de la casaca. La otra insignia, de paño rojo, se trata de  una reconstrucción inspirada en el modelo anterior.